viernes, 30 de diciembre de 2011

Premoniciones

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Se me repite el sueño y me da pena, no entiendo que es lo que está pasando, si es que tengo ganas de hacer las cosas mejor, porque no puedo evitar ese sueño… me dan ganas de hablar con mi subconsciente. Así que me pongo a meditar, ojos cerrados manos enlazadas frente al vientre y mis ojos fijos en el infinito, nada me distrae, la gente pasa a mi lado y no tiene idea de que estoy en un estado zen al que solo se llega después de años de experiencia y mucha practica.
Entre las imágenes de mi sub consiento logro detener una que no había visto bien y que siempre pasa solapada con otra, y la figura que mas me llama la atención es la de mi acompañante, que mira con ojos de encanto hacia donde estamos con mi hijo, el hombre un par de años mayor sonríe y parece estar caminando hacia nosotros, Luca ríe y yo estoy abrazándolo…
Parpadeo y regreso a la realidad, aunque nunca me ha gustado hablar con mi sub consciente en pleno día porque cansa, sé que esto era en parte necesario, a ese hombre lo he visto, se parece a alguien que no logro recordar, hago el trabajo, corro por un café, miro la hora mientras que me pregunto qué pasó con el almuerzo, vuelvo a mi asiento miro lo que debo hacer, concreto partes del trabajo, reviso, termino, acaba el día y la imagen congelada de ese hombre regresa a mi memora mientras bajo el ascensor.
Salgo, subo al bus, estoy viendo que es tarde pero no tanto como imaginaba, y el agotamiento de la meditación me hace regresar sobre las imágenes, las fotos por así decirlos de una seguidilla de situaciones que son parte de este sueño que ya se ha repetido unas tres o cuatro veces y que sigue molestándome, porque no entiendo que quiere decir, debería llamar a mi mamá y contárselo, pero me arrepiento mientras que tomo el celular para discar. Finalmente llego a casa, Luca me abraza y tomamos once, mientras me cuenta del día y sus cosas, ha pasado ya tanto tiempo desde que llegue a Santiago, o es que no estuve pendiente?. Siete años y aquí estamos, Luca va al colegio, yo trabajo en el mismo lugar, otro Jefe, otros compañeros, pero sigo aquí…
Cuando iré a conocer al hombre que me acompañe en este camino de la vida, quería conocerlo desde que me traslade a la capital, quería contarle mis seños y no lo he conocido, no es que lo busque… pero creía que ya estaría en mi vida a esta altura.
Años, años después, Luca es un adolecente, tengo cuarenta años y lo sigo buscando…. Miro a mí alrededor, hay más cosas, hay más gente, alegría y mil cuentos para contar, veo a alguien que me acompaña pero no distingo quien será.
Despierto otra vez, estoy en casa, con Luca durmiendo a mi lado aun tiene tres años… habré estado en el futuro otra vez?... me carga no estar segura de lo que ha pasado. Alguna vez escribí un libro en le que hablaba de ese te mal de la pitonisa, el que las hace ser más certeras pero a la vez perder la cordura y me pregunto si es lo que me está pasando ahora… finalmente como me dijo una amiga mía hace años, la única persona que te puede declarar loca es un medico, mientras eso no suceda simplemente estas confundida… Luca descansa, hace tanto calor… ya es hora de irme a trabajar. De pronto sonrió, estoy feliz, creo que si mi sueño se cumple tengo el trabajo por mucho tiempo y eso me alegra…
30-12-2011

jueves, 29 de diciembre de 2011

Fin de año

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

No ha cábala que funcione mejor, que la simple lógica de la vida y el sentido común, sobre todo para comenzar un nuevo año.
Hace un tiempo me leí el libro de la ley de atracciones, me percaté que tenía una lógica simple, una que esta enredada en nuestra existencia desde siempre y que además nos acompaña con el sub-consiente, creer en algo con mucha fuerza hace más probable que se cumpla, y aunque a veces olvidemos que es nuestro anhelo, queda en nuestra memoria y es cosa de retomarlo para que se concrete con igual entusiasmo.
La atracción de las cosas buenas no es fácil. Quizá porque estamos más pendiente de lo malo, es por esto que cuando el libro dice, para atraer cosas buenas debes pensar en ellas nos cuenta muchísimo entender cómo ponerlo en práctica, y debo reconocer que a veces no me percato pero sólo atraigo cosas más o menos, porque no me creo el cuento de merecer lo que realmente quiero.
Así fue como después de anhelar de verdad y dejar en mi cabeza fija la idea de un trabajo estable con proyecciones laborales, con un buen sueldo que me permita vivir bien con mi hijo en Santiago, se volvió realidad sin siquiera saber que hilos se movieron para que mis datos llegaran al lugar del que me estaban llamando para ofecer el puesto.
Y cuando todo empezó a ser a pedir de boca, vivir cerca del trabajo, con locomoción directa tanto ida como vuelta, me empecé a preguntar y ahora cuando viene lo malo? Y en ves de seguir atrayendo las cosas buenas, me carcomía la duda, por esa frase mala clase que aprendí hace tanto tiempo que ya ni siquiera se en que minuto de mi vida entro en mi cabeza, “siempre que pasan muchas cosas buenas, algo malo pasa”, y la otra que es aún más mala clase “mientras más alto llegas más fuerte es la caída”...
A que no adivinan que pasó?
Bien pasó lo inevitable, algo muy malo que me hiso pegarme un gran golpe con la parte de la realidad que estaba evitando, y que no me dolió por mí, me dolió por mi hijo. Para cuando me di cuenta que yo había estado auto boicoteando mi propio futuro con mis dudas, recordé lo que decía el libro de las atracciones, “todo lo que anheles de verdad se te va a cumplir” y me pregunte esa pregunta intrusa, que me dio rabia responder pero que era necesario hacerse.

¿Soy yo quien realmente atrajo esto a su vida?
¿Soy yo quien no cree que las cosas buenas duren mucho?
¿Por qué no creo merecer las cosas buenas que me pasan?
¿Por qué tengo una sombra criticando o acechando, acaso no se supone que deseo lo mejor para Mí y para mi hijo?

Bueno la respuesta a esta ultima frase fue la que más me molestó, porque si quiero lo mejor para nosotros, quiero tener una familia feliz, nos merecemos todo lo mejor del mundo, no debería dudar que le daré lo mejor y que concretare nuestros sueños dentro de poco, que el tiempo es todo lo que necesito, quizá no hice bien al olvidar ponerme metas, un mes, un día y un lugar. Y esto permitía colarse a las dudas, no querer decir en voz alta Quiero tal.
Una vez consiente de que me estaba auto boicoteando me percate de cómo evitarlo y conscientemente aceptar que las frases que me daban vueltas no son mas que fragmentos de las vidas de otros, yo no he llegado alto a base de mentiras, he construido mi vida con fundaciones solidas, no tendría porque caerse mi futuro.
Merezco todo lo bueno que me pueda pasar, y lo malo claro que va a pasar, pero no acecha a la vuelta de la esquina, no está en cada cosa buena algo malo, lo malo esta en permitir a ese pensamiento volverse fuerte y atemorizarme, lo malo sería dejarme arrastrar por la duda, y si he dicho la verdad, he cumplido en mi trabajo, he ganado mi sustento, porque me sucedería algo malo aleatoria mente...
El equilibrio de la vida, el yin y yang, son cosas teorías de compensación no de castigo, y hablan sobre el poder de uno mismo de nivelar sus propias fuerzas, su propio odio o amor, si tengo claro que quiero, que espero, que puedo hacer para lograrlo, cuando lo concretare, yo estoy poniendo mi cuota de yin o yang para equilibrar mi vida, y ese equilibrio no para por lo bueno o lo malo... pasa por ser capaz de no olvidar los defectos que tenemos que superar y las virtudes que tenemos que conservar... ósea no por eventos externos, ¿por qué me dejo atormentar por lo “malo” que no puedo controlar? Si sigo así algo muy malo voy a atraer a mi vida no... sería mejor recordar que lo único que controlo es lo que puedo hacer yo...
¿Qué puedo hacer yo para evitar las cosas malas?
Caminar con cuidado en la calle, hablar correctamente y ser fiel a mis palabras, meditar mis acciones, hacer bien mi trabajo, cuidar a los mío...
Eso puedo hacer, eso seguiré haciendo y recordar que lo malo de otros, puede afectar, por supuesto que nos afecta, pero el grado en que eso me afecta depende en la importancia que realmente tenga para mí y para mi hijo.
En fin, no creo en cábalas de fin de año, si creo en retrospecciones y autocriticas, así como largas charlas con mis amigas que me ayudan a lograr entender el mundo que me rodea, y largas charlas con mi hijo, que me ayudan a saber que le afecta y conocerlo.
Que el año que acaba sea bueno y el que viene sea mejor aún quel que dejamos atras.
Maca

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Teatro personal...Salir?

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

A: Preguntas absurdas de última hora, que se supone que te diga, que no tengo ganas de verlos?
B: No, no se trata de eso, sabes que no es absurdo preguntar, es solo que estas desconectada hace tanto tiempo que verte ahora mirarme a los ojos me hace preguntarte porque el cambio?, que tiene de malo preguntarte algo así…
A: Nada, la verdad nada, y todo… sigo creyendo que es absurdo, y además que significa eso de desconectada?, a que me tendría que conectar… no te entiendo.
B: Mírame, mírame a los ojos- lo mira- ahora dime a donde estas?.
A: Como que a dónde estoy?... estoy en mi casa, contigo aquí a mi lado…- reclama por lo bajo.
B: Donde están tus pensamientos entonces?
A: Están en que no te entiendo, en que de verdad no sé cómo llegamos a esto… me querrías explicar en qué minuto dejaste de saber que soy igual con todo, y que no entiendo esas “metáforas cursis” –burlona- ¿Dónde estás?... Donde están tus pensamientos?... en mi cabeza, eso debería decirte… mis pensamientos están en mi cabeza, total es lo único cierto.
B: Déjame abrazarte, ven.
A: No quiero. Que te hace creer que quiero abrazarte, si no sabes que estoy aquí cuando estoy aquí, y no entiendes que mi cara no reflejan mis pensamientos, como la tuya refleja los tuyos, o no sabes que no me agradan las preguntas cursis.
B: Esta bien, yo te abrazo- la rodea con los brazos- que te cuesta levantar los brazos solo un poco?
A: te dije que no te iba a abrazar.
B: Lo sé, pero quiero creer que mis preguntas cursis, y tu distancia se acortan con un abrazo.
A: No entiendo… como se acortan con un abrazo-él le sube los brazos y la abraza- eres tan tu… cuando vas a aceptarme como soy y vas a dejar de intentar crearte versiones de mi para amar… que te cuesta ser más como los demás hombres que conozco, que reclaman porque no los dejan ver el futbol, o porque quieren ir a emborracharse con los amigos, yo nunca te pongo problemas y tu a mi… mejor ni hablar.
B: Cuando vas a dejar de creer que soy otro hombre?... que no sea el que se enamoro de un rostro sin expresión, aunque admito que si sabes decir lo que sientes. No me gusta el Futbol, nunca me gusto salir a emborracharme si no vas con migo, no le encuentro la gracia.
A: Esta bien, salgamos esta noche, prométeme que no me voy a arrepentir y que vamos a volver temprano. Promételo.
B: No te prometo nada, después no vas a querer volver y no te voy a lograr convencer…
A: Te estoy abrazando… si puedes convencerme… no lo vez?
B: jajaja… te quiero mujer, vamos.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Incertidumbre

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Incertidumbre la más brutal de las enfermedades del alma, carcome y hace llagas en los lugares más inesperados. Mi alegría era tanta, de verdad más de la acostumbrada, cuando menos lo espero más alegría tenia, y en fin como siempre el revés, miedo por las alegrías que inesperadamente me acompañaban en esa tarde, nunca se acaba la interrogante, cuando vendrá lo malo… tal vez me he vuelto pesimista, lo analizo y creo que lo soy… pero no quiero admitirlo, no quiero que esta ciudad me cambie, no quiero que este sistema me enfrasque en una paradoja donde no hay felicidad plena porque se espera como en todo el revés de la alegría, el amargo decaimiento que suele venir con la dicha.
Las más variadas cosas han pasado, primero me adapto al cambio de ciudad, después al cambio de estaciones con un calor abasallador, después a la calma y el tiempo libre (que admito no me agradan tanto) y finalmente a esta alegría incierta que no sé si es bueno que me acostumbre a ella.
La verdad tengo miles de motivos para sentirme feliz, tengo un trabajo remunerado, tengo la seguridad de que mi hijo y yo nos vamos a poder venir a la capital a vivir juntos y ser independientes de mis padres, veo un buen futuro para mi pequeña familia… y sin embargo el miedo viene a veces a mezclarse con la alegría y lloro…
Será este el paso a otra etapa?, tengo mil cosas buenos que cosa mala podrá ocurrir?...

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Creer en Dios

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Me quede en silencio, no tengo tan claro si debía o no responder y no quiero decir con esto que respondería lo que preguntabas…
Podría justificarme, pero no quiero, podría explayarme dando mil explicaciones, pero no las tengo, podría hacer tantas cosas que no se cómo hacer para que lo que me pasa se me valla del corazón sin dejar tras su partida el dolor que tengo como puntada dolorosa o el vacio mezclado con angustia que se me está generando en la boca del estomago.

Porque la vida se nos complica tanto cuando ya tenemos todo casi solucionado, porque no podremos hacer algo para simplemente cambiar las cosas y volvernos mejores. Será que nos gusta complicarnos la existencia con más cosas de las que deberíamos…

Si algo tiene que hacer Dios para que sonriamos cuando todo se viene abajo, las clásicas notas rosa, hacer nuestra vida un poco menos normal y tener al menos un cliché entre nuestras historias, es su manera de recordarnos que como sea el está aquí acompañándonos… a veces me pregunto si es que Dios quiere que simplemente permanezcamos a la espera porque de algún modo traerá a nuestras vidas lo que sabemos queremos con el corazón…

No, no puedo responderte lo que preguntas, no quiero, no tengo explicaciones, no puedo hacerlo… aunque quiera, y para variar no podría siquiera intentar explicar lo que ha pasado entre la ida y el regreso de mis problemas, o la incómoda situación en la que me veo involucrada cuando sin saber cómo gano o pierdo la calma que apenas y logro mantener cuando todo va bien en mi vida.

Se lo tendré que dejar a Dios.