viernes, 28 de junio de 2013

Estas en mi vida P45

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Estaba recostada junto a la piscina cuando Laila apareció, como era habitual, sin hacer el menor ruido, pero no me sorprendió, lo ciertos es que me parecía que había demorado demasiado. Carlo estaba acostando a la bebé y aunque ya se había ocultado el sol me parecía extraño el calor que hacía durante la noche en esta ciudad.

“Bien, que propones que hagamos primero?”- le pregunto continuando la conversación que habíamos iniciado por teléfono.
“Tarde años en llegar a manejar bien los hechizos, alguna vez sostuve la teoría que lo que me afectaba era mi falta de humanidad… en fin, espero que tu no demores tanto como yo, debes tener claro que lo que hiciste amenaza a mi comunidad y que el solo hecho de hablarte es traición, claro que eso será a contar de una semana, así que tengo una semana para prepararte lo mejor posible, voy a escribir la mayor cantidad de hechizos que recuerde.”
“Como propones que Carlo nos deje trabajar de corrido en esto?”
“Cariño… olvidas que hablas con una vampiro que sabe borrar la mente?”
“Olvidas que detesto que hagan eso?”
“Bueno, es tu vida y la de tu pequeña familia la que está en juego, ¿quieres discutir o hacer algo al respecto?”
“Bien empecemos.”

La noche fue larga, aunque no cansadora, aprendí muchísimo de hierbas y me sorprendía, creo que memorice cerca de 300 plantas distintas y sus usos, algunos hechizos eran simples y los aprendía en un segundo, otros elaborados y tardaba, pero Laila era la más sorprendida, se divertía viéndome hacer las cosas, decía que tenía un modo natural de tomar las hierbas y de manipular correctamente los utensilios, pero esto no era todo, el idioma que Laila utilizaba para hacer sus hechizos era una lengua extinta, que ella recordaba porque era su lengua materna y no todas las palabras tenían traducción al castellano, así que me había tocado aprender además del nombre en castellano, el lenguaje de Laila.
El momento más extraño de la noche, fue cuando le dije una broma en su lengua a Laila, la frase era sencilla, y en castellano era algo así como ‘tan fea como esta rama’, pero lo extraño no fue esto, fue la mirada de Laila que se iluminó por un segundo y luego volvió a ser tan fría como antes, si no la conociera diría que estaba orgullosa de mi creadora…
De pronto me pareció todo demasiado extraño, porque si Laila era mi creadora como inmortal, la comunidad de vampiros necesitaba constatar que no fuera un peligro para la humanidad? Es acaso que ya habían creado antes seres híbridos como yo, ni vampiros ni humanos? Y si este era el caso, existía algún registro de creaciones que hubieran dejado algún desastre en la historia de la humanidad?
Miré a Laila, hace unas horas había aprendido a hacer cosas que no hubiera necesitado jamás, pero ahora comenzaba a entender que tal vez, equivoque mis pasos.
“Alguna vez intentaste crear un inmortal?”

Laila se detuvo en seco, dejo todo de lado lentamente y no me miró a los ojos, su voz parecía extrañamente lejana, como si hablara desde el pasado, en el tiempo en que ocurrió todo.

“Yo… yo era joven, amaba el universo y sus cosas, amaba la vida desde mi perspectiva todo era posible… cuando… cuando las cosas sucedieron fue terrible, pero aprendí mucho, fui aprendiendo cada vez más, Julián recuerda cuando llegue a su vida, lo seduje con la inmortalidad, pero antes de él… antes había intentado otras cosas, estaba cansada de verme sola, por eso lo volví como yo y no busque otra salida, pero antes…”
Laila hablo de otra época, una en la que intento volver inmortal a un hombre común al que termino matando porque la ira de este género una ola de muertes en ciudades pequeñas que no se extinguieron porque ella lo detuvo, recordó como había tratado de volver inmortal a una mujer que luego de volverse inmortal se quitó la diva de pena, que aunque Julián la acompañaba ella siempre buscaba a través de los conocimientos de su propio creador, transformarse en algo que no fuera… un ser de la noche, pero que no lo conseguía, y en el camino se había quedado calva dos veces, sin piel en las manos una, sin lengua otra y finalmente había conseguido la mezcla de hierbas que le permitiera estar al sol por un periodo pequeño de tiempo, había logrado hacer un hechizo que le ayudara a regenerar su cuerpo tan rápido como se dañara y otras cosas, la receta de la inmortalidad la había probado con animales, antes de con migo, pero había trasformado a un gato en zombi o algo similar por error y no logro matarlo hasta volverlo cenizas, había conseguido avances increíbles para su comunidad ella había trabajado en el proceso de eliminación de la sed y de la ira descontrolada de los recién trasformados, ella había construido una serie de métodos de aprendizaje para que los vampiros tuvieran cualidades únicas, como la capacidad de volar y la interpretar correctamente el futuro, y aunque no recibía merito o reconocimiento, sabía que gran parte de su vida seguiría ligara a esto… sólo que ahora ya no le interesaba, ahora quería ver que mi vida estuviera bien y si era necesario dar la espalda a su comunidad lo haría, ahora tenía una razón…

“Cuál es tu razón Laila, habla dime cuál es?”…
“Pero cariño que pregunta más absurda, ustedes… tú y tu hija, Julián y Carlo, que debo decir que el universo sí que hiso un buen trabajo juntando a los dos para que te conocieran… tu historia me ha regresado el gusto por la vida, me ha ayudado a ver más allá… como es que no lo sabes ya?”

La miré y entendí que era cierto, mi historia la había hecho desafiar sus reglas, mi historia la había obligado a preocuparse de otros y eso era ya algo peculiar en un vampiro. Laila se había vuelto una vigilante de mi vida y yo no me había dado cuenta…

“Lo lamento… no debí decirles que no me interesaba la respuesta, pero es que fueron tan arrogantes hablando de mi frente a mi, como si no estuviera, y no se conformaban con nada… las pruebas absurdas y ese Gaius… no medí mis palabras…”
“Está bien, no me molesta lo que hiciste tal vez en tu lugar habría hecho algo similar, además siempre creí necesario enseñarte a hacer hechizos, y esta es una buena justificación para que aprendas de una vez lo necesario.”

Pala el amanecer, había conseguido duplicar todas las pasiones que Laila había considerado debía tener a mano para enfrentar a los vampiros, las hierbas y sus usos, y una compilado de hechizos que Laila creía indispensables para sobrevivir a una batalla contra un grupo de vampiros.

La miré a los y supe que estaba cansada, no habíamos comido nada y francamente no había pensado en ello, la invité a entrar y comimos en la cocina, mientras el sol comenzaba a salir por el horizonte, todavía tenía dos días más antes de lo peor.

miércoles, 26 de junio de 2013

Estas en mi vida (capitulo 43 y 44)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara
P 43
Salir y ver la luz del sol fue extraño, pero más raro fue volver a hablar con Carlo, su voz y la manera que tenia de pronunciar las palabras me parecía extraño, y de pronto entendí que no era Carlo, sino la humanidad de Carlo lo que me llamaba la atención, había pasado cuatro horas rodeada de vampiros, faltos de humanidad, que mirar a Carlo y hablar con él me parecía…. Extraño.
Mi hija tan bella había armado un lio con los cojines y finalmente se había quedado dormida entre medio de ellos, Carlo había levantado las cosas de la mesa pese a que yo sabía que no era necesario. Sentada al sol, miraba el reflejo del agua en la piscina, Laila había remodelado gran parte de la casa, y había mantenido la piscina para mantener la normalidad, en esta zona de Colombia hacía calor todo el año, darse un baño de agua fría era algo normal.
“Desde que regresaste tienes la mirada perdida… está todo bien?”
Lo miré a los ojos… estaba todo bien realmente?, no, la verdad es que no, pero no podía decirle que tenía miedo de que mis evaluadores me consideraran una amenaza y me quisieran dar muerte, después de todas las veces que había salvado a la muerte, porque no me acostumbraba, porque seguía teniéndole miedo?... finalmente le di una excusa escueta, que lo dejo algo más tranquilo, aunque francamente no sé si tanto.
Salimos para la calle y recorrimos parte del barrio que era en esencia residencial, de casa de un piso y en una esquina un único edificio de departamentos de cuatro pisos, por alguna razón me pareció similar este barrio con el de la casa de Julián en Madrid, en fin nos devolvimos a casa y el auto me esperaba en la puerta. Carlo no necesito explicación, solo me dijo que esperaba, que ojala me desocupara temprano para disfrutar de la tarde con Maura en la piscina. En el auto, entrar a la casa y mirar los ojos de los vampiros a media luz, todo en perfecta sincronía, pero esta vez… 

P44
Esta vez me sentía diferente, los mire con la sensación de que ya no me importaba que decidieran sobre mi futuro, había tenido una vida interesante y dejaba descendencia en este mundo, algo de lo que me sentía orgullosa, además mi pequeña tendría un padre que la cuidaría como nadie. La puerta se cerró y comenzaron las pruebas, no voy a entrar en detalles porque no entendí ni la mitad de lo que pasaba, ni a que pretendían llegar, pero si descubrí que existía un grado de respeto hacia mi entre algunos vampiros, y envidia de parte de otro.
“Has logrado superar bastante con increíble destreza esta parte del ejercicio, me pregunto qué tanto de humano queda en ti aun… en fin, la última parte de nuestras pruebas serán esta media noche, es hora de que regreses con los humanos, y esta noche pasaremos por ti para la última parte de nuestro encuentro, luego de eso, se deliberara… Tu caso por las particularidades que hemos considerado, se te permitirá regresar a chile a tu vida y la sentencia se te notificará allá.”
Los vampiros comenzaron a retroceder hasta el fondo de la habitación, pero yo no me moví de mi lugar, estaba tranquila, miraba a Gaius, aun así Leonardo fue el primero en notar que yo permanecía quieta y me miró fijamente, lentamente los otro siete vampiros se quedaron mirándome.
“No.”- dije sin tono en mi voz, casi como lo hacen ellos.
“Que dices mujer?”- preguntó Noah.
“Que no voy a regresar a mi país para ser notificada, ustedes ya tienen una decisión y no me gusta, yo no represento una amansa para su comunidad, ni para la humanidad que es el tema de este encuentro, pero no les gusta y lo entiendo. Viviré una vida larga y no seré una criatura restringida a la noche como ustedes, envejeceré diferente, pero eso no es una amenaza tampoco, la única cosa que les amenaza es que no hay otros como yo, y les asusta la diferencia… bien, a mí no me interesa si les asusta o no algo, a mí lo único que me interesa es que me dejen vivir mi vida. Si me dejan vivirla tranquila los dejaré a ustedes de igual modo.
Julián se elevó unos diez centímetros y voló hasta mí, en sus ojos había confusión y su mente gritaba la pregunta ¿Qué estás haciendo?
“Julián retrocede –dije en voz alta- no me van a hacer cambiar de opinión, no podrán matarme, no seré perseguida por su comunidad, envíen a quien envíen a matarme, viviré. Por eso no me interesa que me acepten…”

Gaius, Cedro, Leonardo, Samantha, Cinnia y Noah se quedaron mirándonos, Julián retrocedió hasta la mitad del camino, lo amaba con intensidad pero este no era momento de pensar en el o en que tal vez con esto nunca más podría verlo, tenía que ser una persona diferente frente a ellos, arrogante, firme.

“Como se te ocurre decirnos algo así?”- pregunto sin una nota de emoción en la voz Samantha.
“Simple, ustedes han dicho como debo hacer desde que llegue, ahora les diré que haré, voy a omitir la decisión que tiene y si envían a alguien tras de mí, lo mataré, es sencillo no les parece.”
“Julián, para que presentaste el caso de esta mujer? Sabías algo de lo que está diciendo ella ahora?”- dijo Leonardo.
“No él no sabía nada,- respondí yo- él al igual que ustedes creía que venía a pedirles que me dejaran vivir, pero lamentablemente me di cuenta que no son ustedes los autorizados a que yo viva, soy yo.”

Cedro y Cinnia, se largaron a reír, Gaius y Leonardo, me miraron con alguna chispa de emoción en los ojos, pero yo di media vuelta y abrí la puerta. El sol era tibio, luego volteé hacia ellos y dije:
“Si ustedes son criaturas tan frágiles frente al sol, no tendrán como llegar hasta mi, soy inmortal, soy un ser único para ustedes y no me interesa su envidia, de ahora en adelante las reglas de mi vida, las pongo yo.” y cruzando la puerta los mire a todos.
Nadie se atrevió a moverse, el sol llenaba parte de la puerta, nadie se me acerco. Luego caminé por el pasillo y al final de este vi el auto, me subí sin decir nada, el chofer me llevó a casa y cuando cruce la puerta rogué porque Laila contestara el teléfono en Chile.
“Laila… Laila soy yo… tengo que hablarte.”
Hablé como veinte minutos con ella, me explico los hechizos que tenía que hacer y que hasta la puesta de sol estábamos a salvo, pero eso no era todo, tendría que aprender a hacer conjuros, era hora de que me enseñara, así que vendría hasta acá.


Cuando salí del baño, donde me había encerrado a hablar, Carlo noto que había llegado, estaba con la bebe junto a la piscina, los miré y sonreí, no todavía no me arrepentía de lo que había hecho.

miércoles, 19 de junio de 2013

Estas en mi vida P42

Salir del canos, entrar al mundo real... veamos que pasara

La mañana estuvo llena de cosas extrañas, cuando bajé a desayunar estaba todo listo y no había compañía, Carlo miraba asombrado que sus platos favoritos estaban en la mesa cuando él se acercó y demoré un par de minutos en entender que esta casa estaba hechizada igual que la de Julián en España.
Sobre la mesa del living había una nota de Julián, que nos pedía lo excusáramos porque estaría fuera todo el día viendo cosas de Laila. La miré y la dejé sobre la mesa, mientras que Carlo acomodaba a mi hija en la silla que le había traído, un mecedor donde ella jugaba y se reía mientras que nosotros comíamos.
A eso de las nueve estábamos listos para salir a pasear, y sonó el teléfono de la casa. Mire para todos lados y nadie contestaba, así que tomé el auricular.

“Aló?”
“Buenos días señorita, espero que su viaje fuera placentero, la llamaba para pedirle que se reuniera con nosotros esta mañana si le fuera posible”
“He… bueno, no hay problema” –respondí recordando los dichos de Julián, que los vampiros no necesitaban dormir realmente.
“La dirección la tendrá el chofer que llegara en cuestión de minutos, le solicito que sus acompañantes no vengan con usted, puede dejarlos en el parque a dos cuadras de nosotros, pero que no se acerquen más hasta nosotros, o no podré responder por la seguridad de ellos.”
“Si, comprendo.”- estaba empezando a sentir miedo.
“Perfecto, la veremos dentro de unos treinta minutos más”- y diciendo esto colgó el teléfono.
Miré a Carlo, tratando de inventar una excusa que fuera convincente y simple para dejarlos en la plaza y que no me acompañaran. No alcancé a decir nada y sonó el timbre de la casa.

“Señorita… acompáñeme.”
“Deme un momento por favor voy por mi bolso.”
“Vamos contigo?”
“Preferiría que no la verdad.”
“Pero no vine hasta Colombia para quedarme en una casa encerrado, voy a salir con Maura.”
“Dame un minuto por favor”
Camine hasta la puerta y hablé en voz baja con el chofer, luego regresé hasta donde él y le respondí que podía dejarlo en una plaza cercana y luego pasar por el cuándo hubiera concluido mi tramite, Carlo pareció conforme y los tres nos subimos al auto.

“Estimada, -dijo una voz fría y poco amiga- la hemos estado esperando.”
“No sabía que me hubiera retrasado”- respondí tratando de mirarlos, pero había tan poca luz que apenas distinguía las figuras en la habitación de cuatro o cinco personas.
“No se preocupe, no ha demorada tanto, es sólo que para nosotros el tiempo se mide de otro modo.”-respondió una voz femenina algo más amistosa.
“Está aquí, debemos comenzar.”- dijo una figura que estaba a fondo y cuya voz parecía proceder desde otro lugar… no sé cómo explicarlo.

Los vampiros se acercaron y pude ver que eran ocho en realidad, tres mujeres, cuatro hombres y Julián… y JULIAN?... no supe si esto era bueno o malo, así que hice comentario.

Alguien prendió una luz, alguien trajo una mesa y alguien me tomo de un brazo y me llevo hasta ella. Todos me rodeaban tomando nota de que hacía y como reaccionaba, pero yo no les tenía miedo, que me podrían hacer que no hubiera vivido ya por mi cáncer, o por el accidente, o por cualquier otra cosa… el hombre más pequeño, que parecía un joven de veinte algo, se puso a levitar sobre mí.
“Elévate mujer.”- dijo sin más presentación o solicitud amistosa, era una orden, así que me elevé hasta él.
“Mucho gusto –dije estirando mi mano- me podría decir su nombre.”

El vampiro me miro con un poco de burla, luego se retiró.

“Ahora ven hasta a mi”- dijo desde la distancia y en cuestión de segundo estuve junto a él.
“No me va a decir su nombre señor?”- dije seria.
El vampiro me miro y me lanzo un golpe que esquive, luego comenzó una serie de movimientos tan rápidos como él podía que yo esquivaba sin siquiera perder el aliento, como a los ocho minutos aburrida tome su mano y la sostuve frente a su cara.
“Nunca le enseñaron modales?, primero se presenta a un contendor, luego se inicia la pelea.”
Todos en la sala rieron, menos él, quien ahora ya no tenía una miraba burlona sino de intriga.
“No me tienes miedo?”
“Porque habría de tenerlo?”- respondí sin dar más detalles.
“Eres una humana muy extraña.”
“Si no me dice su nombre no seguiré este absurdo ensayo.”- dije volviendo a tocar el suelo con mis pies y volteando hacia el resto del grupo.

Nadie dijo nada, nadie movió un musculo y de pronto el hombre que estaba anotando los detalles de este ‘encuentro’, dejó de escribir y me miro a los ojos, para luego mirar al alguien más y finalmente el joven con quien estaba peleando, habló.

“Soy Cedro.”
“Mucho gusto, soy Macarena.”

Y entonces yo comencé a golpearlo, al principio esquivo mis golpes, pero al quinto, logre ajustar mi velocidad y lo derribe ocho veces, el intentaba volver a ponerse en pie y yo seguía el juego ahora divertida, para la doceava vez, el hombre que escribía nos interrumpió.

“Tienes buenos reflejos mujer, ahora veamos que tal es tu memoria.”

Sobre la mesa un juego de cartas, a modo de memorice, alguien las había puesto al azar y el en cuestión de minutos dejo toda la mesa descubierta, lo mire divertida, me tomo cerca de cinco minutos completar la meza la primera vez, luego cerca de tres, el último juego lo complete en un minuto.

“También tienes buena memoria y eres rápida… veamos cómo te va con lo que viene.”

Las pruebas de habilidad, destreza y rapidez, parecían juegos, termine la primera etapa de pruebas con una serie de acertijos que recitaba Cedro y que cronometraba Julián.

“Has resuelto todos los acertijos en tiempo similar o superior al nuestro, hasta ahora no veo razón para considerarte una amenaza y es tiempo de que regreses con los tuyos, en la tarde volverás para la segunda parte.”- dijo el hombre que había estado escribiendo sobre la mesa, pero que no se había presentado.
“Tengo que regresar esta tarde?, para que exactamente?”
“Eres una criatura interesante, hablas con nosotros como si tuvieras alguna elección en lo que viene.”
“La tengo, señor y si se presenta poder hablar con usted como corresponde.”
“Criatura, mi nombre no tiene relevancia y te aclaro que no tienes elección, debemos comprobar que no eres una amenaza antes de dejarte vivir.”
Lo miré a los ojos y sostuve su mirada largo rato, no había momento en que no estuviera molesta por la manera en que me estaba tratando, pero como en otras ocasiones, tuve que entender que los vampiros pierden su humanidad con los años, se sienten superiores a todo y no saben cómo tratar a los humanos.
“No volveré a esta casa ni haré sus pruebas si no me dicen quiénes son.”- respondí tajantemente.
Las miradas de los nueve vampiros se cruzaron en dirección al que escribía y finalmente este habló.

“Puede llamarme Gaius y he sido nombrado el examinador de su caso. Como dicta nuestra ley debo estar acompañado de dos testigos- dijo apuntando a su lado izquierdo donde una mujer de pelo rojo y un hombre de pelo rubio, ambos no aparentaban más de veinte años, inclinaron la cabeza- ellos son Cinnia y Noah, además están tus evaluadores- dijo apuntando a la derecha- Cedro, Leonardo y Samantha, por último, Julián la persona que presenta el caso y quien procurara que nuestro veredicto sea favorable. Está contenta ahora?”
“Si, gracias. ¿A qué hora debo regresar?”
“Verá, comúnmente estas pruebas se realizarían continuamente hasta concluir todo, pero dado su diferencia con nosotros, es importante mantener las apariencias, regrese con los humanos que la esperan y en dos hora la esperará el auto frente a su puerta. Procure ser puntual.” -dijo Gaius.


Les agradecí la consideración con Maura y Carlo, luego de esto, los vampiros retrocedieron hasta lo más oscuro de la habitación y alguien abrió la puerta dejando entrar un haz de luz tenue, cruce la puerta sintiéndome un poco más tranquila que antes.

lunes, 17 de junio de 2013

Estas en mi vida P41

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Después de pasar por su oficina y sorprenderlo con los boletos de avión, Carlo pareció relajarse, tenía pocas cosas que hacer y me dedique a jugar con mi hija en la sala de juntas, mi jefe paso un par de veces frente a la puerta y finalmente entro a hablarme, parecía algo incómodo y sin querer escuche sus pensamientos, francamente me habría gustado no saberlos, ‘Se ve tan feliz, si solo le hubiera dicho que me gustaba ahora esa niña sería mi hija…’
Después de que nos dejara solas entro Carlo, miraba a mi hija de camino a auto, los niños crecen tan rápido, que uno a veces pierde el tiempo con ellos por estar ocupada y eso me molestaba, así que jugamos, reímos mientras que el día trascurría, faltaban unas horas para el vuelo y quería hacer un par de paradas en la capital, así que fui con Carlo a su departamento, y luego directo a Santiago, llegamos con tiempo para todo, el vuelo salió a tiempo y aunque la trayectoria era directa, me pareció eterno el tiempo en el avión todo… cuando aterrizamos recuerdo que estaba cansada y que lo único que quería era llegar al hotel, en el aeropuerto nos esperaba una auto que nos trasladó a una casona, a las afueras de la ciudad, las sorpresas continuaban, al entrar por la puerta una amable mujer me entrego una carta cerrada y me condujo a mi habitación.

“Creí que habías dicho que nos iríamos a un hotel?”- dijo Carlo cuando estuvimos a solas.
“Olvidé decirte que esta es casa de Laila y que ella me paso a decir esta mañana que podríamos hospedarnos aquí en este viaje. Después de todo los tramites que vine a hacer son para ella.”
“No recuerdo que me dijeras nada de eso?”
“Va, creí habértelo comentado ayer… tal vez te quedaste pegado en mi negativa a que me acompañaras y olvidaste el resto por eso no lo recuerdas.”
Carlo miro serio, pero no respondió y yo solo esperaba no olvidar la mentira a medias que le acababa de decir a él. Nunca me ha gustado mentir, porque simplemente olvido las mentiras y aunque puedo ser muy convincente con el tema, a los pocos días se me olvida todo y se arma el lío.
Carlo termino de ayudarme a ordenar las cosas de Maura y luego se fue al baño, estuvo allí largo rato mientras que yo terminaba de ordenar mis cosas en la habitación y cuando tenía listo todo para irme a dormir Carlo salió del baño, se veía nervioso, y me mira a los ojos con la cara seria.
“Tenemos que hablar.”
“Vale, dime.”
“Quiero dormir contigo.”-dijo de un tirón como si tratara de algo grave.
“Carlo…”-suspiré.
Pasaron varios minutos mientras que trataba de decidir cómo decirle que su idea no era para nada buena y entonces tocaron la puerta de la habitación. Mire el reloj, era tarde, miré a Maura y estaba dormida, abrí la puerta mirando a Carlo y cundo vi a Julián el corazón me saltó de un susto.
“Hola, venía a ver si todo estaba bien.”
“Hola. Si está todo bien, Carlo estaba aprovechando el tiempo con Maura y yo terminaba de arreglarme para irme a dormir, ya es tarde.”
“Bien, entonces te dejo descansar, que tengas buena noche.”
“Gracias.”
Cerré la puerta y miré a Carlo quien ahora estaba bastante molesto.
“Vale, me invitas después de que él decide venir también?... porque no puedes alejarte de Julián?, que tiene el que no te deja en paz, ni siquiera ahora que no están juntos…”
“Carlo, tengo claro que no vas a entender nunca la naturaleza de mi relación con Julián, pero así como tú tienes un vínculo con migo por Maura, él tiene un vínculo con migo y no pretendo alejarlo de mí, aunque no estemos juntos, sigue siendo igual de importante que antes. Además, porque te molesta que este en este viaje, estas aquí no?, eso no es suficiente para ti?... bien lamento que te hicieras expectativas erróneas sobre tu presencia, te pedí que vinieras con migo porque creí que nos ayudaría, últimamente parece que solo discutimos, sólo por eso”
“Solo discutimos… solo discutimos…”- dijo con voz melancólica.
“Carlo vete a dormir, lamento que estés molesto, hablemos mañana con más calma, ¿sí?”
“Vale, vale, hasta mañana.”
Voltio a la puerta y salió derrotado, no puede evitar preguntarme si era cruel con él o si sólo era demasiado directa? Carlo seguía creyendo que en algún momento lo podría querer estar con él y le bastaba solo eso, que lo pudiera querer, tenía la idea de que juntos él me haría ver que no necesita mana más para ser feliz, pero lamentablemente por mucho que lo intentara, mi realidad era muy distinta a la suya, quererlo había dejado de ser el problema hace tiempo, los vampiros habían decidido revisar mi caso, revisar mi vida, y ver como afectaba mi existencia a la humanidad, Carlo ni siquiera sabía que yo no era humana… Contarle era una sentencia de muerte… nuestra historia había quedado en el olvido en el minuto que decidí aceptar el trato con Laila.
Julián apareció en mi puerta mientras terminaba de pensar en que era hora de que Carlo saliera de mi vida definitivamente, si seguia acercándose solo terminaría más herido.
“No te quiero aquí esta noche.”
“Amor… déjame dormir contigo.”- dijo en tono suave.
“Julián, esta noche quiero estar sola y tú sabes que no vamos a dormir juntos precisamente. Déjame sola, quiero ordenar mis ideas esta noche.”


Después de un par de suplicas, mi vampiro favorito salió por la ventana sin mirar atrás y mientras se alejaba me acerque a la cuna de mi hija, la tome y la puse junto a mí, tenía una extraña sensación de que necesitaba a mi hija, lo cierto es que tenía miedo y de algún modo tenerla cerca me recordaba que todo iba a estar bien.

miércoles, 5 de junio de 2013

Estas en mi vida P40

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

La verdad es que casi todo estaba bien, mi hija estaba saludable, mi familia estaba protegida y mi casa también. Julián y Laila habían alertado a las autoridades vampiras sobre la amenaza de Mercurio, así que se había dispuesto una serie de medidas con el fin de evitar el contacto de este vampiro con cualquier miembro de mi familia y con migo. Pero eso no era todo, ahora tenía que responder a la comunidad de vampiros de América Latina, por los ‘dones’ sobre naturales que había desarrollado desde que empezara esta nueva etapa, la inmortalidad.

“No estoy de acuerdo”- reclamaba Carlo.
“Carlo, lo lamento, no tienes nada que opinar, iremos a Colombia, te parezca o no te parezca el tema.”
“Pero es que te vas con mi hija.”
“También es mi hija.”
“Vale, vale, pero no me parece que hagas un viaje así y que no me hables de tema hasta dos días antes de tomar el vuelo…”
“Y Como tú, te viniste a chile y me llamaste en el aeropuerto… me consultaste algo antes…”
Carlos no estaba contento y se notaba, había estado alegando todo el tiempo desde que había llegado a casa esa tarde sobre el mismo tema y ya no sabría que más decirle, pero es que no podía explicarle que lo que tenía que hacer en Colombia era algo que ni yo terminaba de entender, pero que debía hacer por el bien de mi toda familia, ósea por su bien.

Terminé la maleta y la bajé de la cama. Carlo seguía alegando pero hacía una par de minutos que no lo escuchaba por eso cuando tome atención a lo que me estaba diciendo, me dolió escucharlo.

“Eres egoísta, no puedes hacerme esto, he tolerado todo, he tratado de amarte sin condiciones, pero tu mujer… tu no dejas que nadie se te acerque, quieres todo como tu lo quieres… cuando me vas a entender que no puedes tomar decisiones aleatorias sobre nuestra hija?...”

Lo miré y por dos segundo grite en mi mente ‘Cállate!’, pero no le dije nada. Como es posible que un hombre no deje que una mujer sea responsable de su vida, sin darle explicaciones? Que acaso todos los hombres del universo son tan ingenuos de creer que no podemos hacer nada sin ellos…?

“Carlo, te rogaré que te valla”- respondí tratando de mantener el tono de voz calmado.
“Pero…”
“Nada, he tratado de darte tiempo para que asumas que mi vida la resuelvo sola y que mis decisiones no tengo porque tomarlas en consenso contigo, pero esto ya es suficiente. Si no me crees una madre apta para tu hija, una persona consiente de los peligros del mundo, ve a tribunales, pon una demanda y pide la tuición de tu hija, que un juez determine si mi comportamiento es tan ‘alocado’, ‘errático’, o lo que sea, yo me cansé no quiero pelear más para que me dejes ser la madre de mi hija.”
“Es que yo…”
“Tú fuiste quien dijo que soy egoísta, bien esta egoísta no quiere hablar más contigo, verte…Vete de mi casa”

Carlo se acercó a la puerta con la mirada llena de emociones, esta era primera vez que le decía que me dejara en paz, la verdad es que nunca le puse muchos limites, siempre le di tiempo, espacio y cariño, para verme, hablar con migo e incluso para su hija, como era posible que no recordara nada de eso ahora?, como era posible que me dijera egoísta?... como era posible que no entendiera que si había una razón de fondo, una importante tomaría una decisión sin darle más detalles?, bien no era mi problema, de ahora en adelante estaba sacando a este hombre de mi vida.
Julián toco la puerta unos segundos más tarde de que Carlo se parara frente a ella, esperando inútilmente que me retractara o que dijera alguna otra cosa y vasto que abriera la puerta para que la mirada de Carlo se clavara con odio en la cara de Julián, no era necesario ser adivina, para saber que para Carlo recibir a Julián en este minuto era una bofetada en la cara.

“Carlo, hola tenía que hablar contigo,- hablo Julián ignorando la expresión y el ánimo del otro- que bueno que te encontré aquí, ven acompáñame –dijo entrando y dirigiéndose a la cocina- es importante.”

Julián tenía la particularidad de ser un hombre bastante simple para sus cosas, no le gustaba hablar con rodeos, si bien es cierto que no siempre decía lo que pensaba o que no decía todo lo que sabía y que en más de una ocasión se tomó todo el tiempo del mundo para hablarme alguna cosa, siempre decía las cosas de modo claro y Carlo tenia eso claro, así que camino tras él y se sentó en la cocina.
Yo me fui a mi habitación, los hombres de mi vida tenían la particularidad de ser bastante extraños, me amaban eso es claro, pero no terminaban de conocerme y eso me parecía a veces increíble, no me consideraba una persona demasiado complicada. Estaba en mi habitación terminando de revisar la ropa que llevaría en el bolsito de mano de Maura cuando Julián apareció a mi lado y me pidió que fuera, yo también tenía que escuchar esto y yo que creía que dejándolos solos solucionarían el tema.

En la cocina con un tazón de café con leche en la mano, esperé a que Julián hablara, pero él se estaba tomando su tiempo, Laila llego unos dos minutos más tarde y al fin con toda mi familia urbana reunida, comenzaron a hablar uno diciendo una parte de la información y la otra completando los detalles, como instrumentos de una orquesta sus voces sonaba acorde y yo entre algo mareada por todo lo que decían y algo asustada, comprendí que este era otro de las cosas extrañas que podían hacer los vampiros, sincronizarse para hablar, claro que no le veía la utilidad inicialmente, después de medio minuto, entendí que luego borrarían la memoria de Carlo, y la sincronía les servía para saber desde que minuto comenzar a borrar.
En resumen, Laila había ido a la pitonisa para ver mis posibles futuros, pero la pitonisa no vio el mío, solo vio el de Carlo, al parecer mi nueva situación de inmortal me eximia del radar de predicciones de la mujer. El futuro inmediato de Carlo estaba teñido de colores y los posibles futuros a contar del inmediato, eran uno gris (medianamente bueno), otros negro (malo) y uno de colores (un futuro bueno, esto en muy términos simples, no acabaría nunca si describiera lo que Laila decía), para poder ayudarlo a escoger el mejor futuro, él debía decirles algo que ni siquiera yo estaba dispuesta a escuchar, ¿que estaba dispuesto a hacer por mí en caso de peligro?...
Carlo no tardó en responderles la verdad, estaba dispuesto a dar su vida por mí, y con esa respuesta Laila salió de mi casa rumbo a la pitonisa, regresando cerca de media hora más tarde, para hacer otra pregunta, ¿querrías volverte ser vampiro para conquistarla? Carlo rio de buena gana, no creía en los vampiros y si existieran, él no le atraía realmente volverse uno, aunque eso significara mi amor, el solo me querría junto a él si fuera por voluntad propia. Laila volvió a salir y regreso unos cinco minutos más tarde, la pitonisa había dicho dado con el camino más colorido, que podría vivir Carlo y para vivirlo tendría que ir a Colombia, pero no podría saber el verdadero motivo del viaje y no podría alejarse de mí, mientras más cerca estaba de mí, mas colorido era su futuro, mientras más se alejaba más gris, por lo menos durante el viaje.

“¡Están locos!- susurre a Laila y Julián, poco antes de que borraran la memoria de Carlo- y que pasa si las autoridades me citan a media noche, como hago para que él no quiera acompañarme o tendré que llevarlo y le van a borrar la memoria luego?-dije con tono sarcástico.
“No es mala idea”- respondió seriamente Laila.
Los miré con total reproche, que no entendía el genuino derecho a tener sus recuerdos?... y si algo malo pasaba en Colombia, la reunión era con Magistrados y vampiros de toda índole, que pasaría si deciden hacer de Carlo su cena?... estos vampiros me van a volver loca, no puedo entenderlo, siguen los consejos de una mujer que no me conoce y que no les dice mi futuro, sino las alternativas que hay para otro…

“Vete a tu habitación, en cuanto le borremos la memoria te llamaremos, cuanto deseas que olvide?”- dijo Laila como si esto fuera lo más natural del mundo.
“Solo esta conversación. Mañana le comprare los pasajes y le daré la sorpresa, así se sentirá más... más incluido.”- solo pensar en que ahora estábamos manipulando a Carlo me dio asco, pero no tenía más alternativa, por ahora.


Regrese a mi habitación cerré la puerta y me senté en la cama, cuando escuche a Julián tocar otra vez la puerta de casa, me asome al pasillo y vi a Carlo parado frente a la puerta con la misma expresión que tenía cunado hacia unas horas le había dicho que se marchara, me acerque a la puerta y cuando Carlo vio Julián su mirada llena de odio se posó en él. Luego salió de casa y se marchó.