lunes, 29 de mayo de 2017

"...Tu eres buena..."

Hace tiempo atrás cuando salí de mi país a trabajar en un barco que marcó un antes y un después de mi vida, escuché de una compañera la frase: “lo que pasa es que tú eres muy buena.” El contexto no lo recuerdo, pero debe haber pasado algo que me sorprendió y a la vuelta de estar trabajando cerca de cinco meses en ese barco, esa frase es una de las que más me ha dejado perpleja.

Quedé perpleja, pero no se trata de que sea una mala persona, ni que haga mil maldades y aparente, la verdad no creo que eso se sostenga en el tiempo, suelo ser tremendamente honesta y si bien suelo filtrar mis pensamientos y no decir la cosas a garabatos o mandar a la gente al punto de no retorno sin escucharlos, suelo pensar en general que simplemente hago lo correcto y no tiene nada que ver el karma o el darma de las cosas, es simplemente que trato a otros como me gustaría que me trataran a mí y en base a eso me muevo y actuó.

Ahora obviamente hay ocasiones en las que me salgo de madre o tengo mis cinco minutos de furia, pero nunca pasa de eso, porque no suelo guardar rencor, no suelo buscar perjudicar nunca a nadie, no le deseos mal a las personas y contrario a lo que muchos creen no suelo tener orgullo, lo que no implica en lo más mínimo que no me considere importante o una persona valiosa, es simplemente que he visto como el orgullo ha roto relaciones, ha destruido familias y ha dañado de modo irreparable a otras personas.

Luego de esa ocasión, me volvió a pasar hace unas semanas, leí otra vez esa frase: “… eres tan buena…”, y el contexto esta vez lo recuerdo muy claramente, le hablaba a la abuela de mi hijo que está lejos, estaba preocupada de que algo pasara y por mi preocupación ella me dice que soy buena, pero como podría ir por la vida hablando con una persona y conociéndola después de cerca de tres años y sin generar lazos, en especial si es la abuela de mi hijo, para mi caía de cajón que debía estar pendiente de ella y de su familia, como le dije a ella en ese minuto: “No es de buena persona, es de egoísta, me muero si te pasa algo y no hice nada pudiendo hacerlo…”, además que quiero conocerla en persona en algún punto de mi vida, ella es parte de mi familia extendida, ¿qué clase de ser humano no le importaría su bienestar, viendo en las noticias que esta la literal catástrofe en su país?

Y hace unos días después del altibajo de la oficina, que me dijeran chismes que yo no considere, hablando con una persona con la que trabajo, me hace el mismo comentario “lo que pasa es que tú eres muy buena, por eso no esperas esas cosas malas de la gente”. En alguna medida, es cierto, yo no espero las cosas malas de las personas, no tengo una mente maquiavélica, tal vez confió y no pongo distancias en cuanto a mi vida laboral y personal, pero no me siento traicionada por la gente que actúa mal o en mi contra, si me molestan sus acciones (tengo sangre en las venas), me duelen y me hacen cuestionarme en qué punto de la historia podría haber evitado lo ocurrido, no porque crea que ellos cambian, sino para aprender a no darles más de donde hacerme daño, tengo claro que uno no controla lo que otros harán pero si lo que uno hace y en ese sentido, entiendo que los otros simplemente van a seguir por su senda haciendo bien o mal sus cosas y si la vida lo encuentra necesario les devolverá lo que mi hicieron, porque aunque no lo crean lo he visto, así que simplemente aprendo del error que yo cometí, después de todo que saco con llenarme de odio, rencor o rabias por lo que ellos hicieron si eso no me hace mejor persona, no me enseña a llevar la fiesta en paz y a hacer mi trabajo mejor.


Entonces, me sigue dando vueltas, ¿por qué la gente me encuentra buena?, ¿qué es lo que hago tan distinto a otros?, veamos además de escribir lo que me pasa de modo público…. Mmm…. No tengo idea, supongo que es actuar correctamente, no ser ladrona, no ser mentirosa, no ir con chismes por todos lados, no buscar los defectos en otros, no hacer ruido por los errores de otros, no tratar mal a quien simplemente no conozco por su aspecto, ser cordial, no perjudicar a nadie y velar por el bienestar de mi familia nuclear y extendida, seguir siendo la misma persona que he sido siempre pese a lo que otros hagan, aprender y rectificar sin esperar que otros lo hagan, esperar que las cosas caigan por su propio peso y avanzar conforme deba hacia adelante, claro que el problema es que para mí nada de esto es ser una buena persona, para mi es simplemente ser honesto con uno mismo y cumplir con la máxima de no hacer a otros lo que no quieres que te hagan y listo.

viernes, 26 de mayo de 2017

Detalles

Admito que como madre a veces me siento poco preparada, mal preparada o simplemente no estar preparada en lo absoluto. Bien, el lunes después de una jornada de trabajo típica, llego a casa y con mi hijo todo normal, mientras que reviso sus cosas todo bien, incluso me alivio que cuando le pregunté por la prueba de inglés, me respondiera que esta vez si supo las respuestas y que creía tener una buena nota, porque en serio entre que no le gusta en lo absoluto y el fin de semana repasando la materia, espero que algo le quedara de la información.

El martes paso a buscarlo algo más tarde de lo normal, porque estaba retrasada del trabajo y cuando llego, algo andaba mal, algo le molestaba y empezó con “tengo miedo”, “acompáñame”, etc… yo que creía que estaba bromeando cuando se sentó junto a mí en el sillón y no quiso ir a su pieza, le digo una frase que se le enerva, pero suele responderme a mí en escala de 1 a 10, que tan mal está la cosa y pequeño pega un grito, que traducido al castellano está realmente mal. Lo interrogo entre, ¿me vas a decir que paso? ¿Y vamos que debes meterte a la cama?, pero no quería ni andar si no iba de mi mano. Es así como a sus ocho años, mi hijo parecía haber retrocedido a los cuatro cuando para ponerle el pijama tenía que quitarle yo la ropa, no había caso y de pronto, en el costado de su pierna veo marcas de puntapié (los moretones de puntapié son como líneas curvas mientras que cualquier otro golpe es deforme, por eso se la diferencia).

“Que te pasó y esta vez no puedes decir nada, estos moretones no son nada”- le digo seria, mirando a sus ojos.
“Ah, fue lo que paso en el almuerzo”- responde sin mirarlos.
“Dime que pasó con detalles por favor, quien te dio estos puntapié y ¿por que?”

Mi hijo comienza un relato y mientras hablaba trataba de mantener la calma, al parecer unos niños le habían pegado hasta dejarlo en el suelo… ¿pero si tiene 8 años?... ¿pero en qué cabeza cabe que, a los 8 años, los niños reaccionen así?... mientras me hervía la sangre, escribí los nombres de los niños que mi hijo decía estaban involucrados, cinco niñitas y 2 niño, habló con la mamá del niño que me decía mi hijo, debía ser quien partió toda la pelea…

No saquen conclusiones aun, que el tema es más enredado de lo que se piensa.

La mamá del crio que mi hijo acusaba, molesta por lo que le contaba despierta a su hijo (ya eran las 10 y mi hijo había hecho un escándalo de cerca de 1 hora de no quiero estar solo y tengo miedo, cosa que no hace nunca) y me cuenta que su hijo apunta a otra persona como responsable, la niñita N, una que ha tenido ya altercados y que ha peleado a los golpes con mi hijo, ya había hablado con sus papas para que le pusieran atajo y nada. Esta niñita de la misma edad de mi hijo, había descubierto ya hace un rato que si ella le pega a un niño, no hay problema porque los niños no le pueden devolver el golpe… ¿qué rayos se supone que uno haga con eso?, habló con la mamá de otro niño que estuvo de pasada y quiso ayudar a mi crio llego por el inspector y el chico dos le dice lo mismo, la niñita N fue quien le pego las patadas a mi hijo, un total de 10 puntapiés le dejo marcadas las piernas y espalda porque lo tiro al suelo. Mi hijo se quedó dormido tomándome la mano, me hervía la sangre y obvio me dio insomnio…

Día miércoles, después de despertarlo y hacer la rutina de sacarlo esta vez de mi cama, porque entremedio no quiso dormir solo así que figuraba en mi cama. Pequeño parte al colegio y yo detrás de él, pido hablar con la inspectora. A estas altura ya tenía la historia entera y le cuento a la inspectora, que mi hijo había cerrado la puerta de la sala con llave y había dejado a dos niñas dentro, que simplemente abrieron la puerta y que había salido corriendo y lo persiguieron, asustado tomo a una de las niñitas porque llego N, que no estaba en esta historia y N al ver que mi hijo se sujetaba de una niña, comenzó a pegarle, hasta dejarlo en el suelo, el niño 2 que alcanzo a ver como comenzaba esta golpiza fue por el inspector, quien al ver a mi pequeño en el suelo lo levantó y le pidió que le dijera todo a la profesora, sólo que mi hijo no lo hizo y la cosa pasaba al olvido (esto creo yo como madre, porque le daba vergüenza admitir que le pego una niña). 

El problema fue, que mi hijo no pensó que esto le daría miedo, un miedo irracional que no hay que ser psicólogo para saber, se genera a esta niñita. Tarde del miércoles, llego por él y no tenía información ni nada de lo ocurrido, la cuidadora de la guardería me dice que estaba bien y que la tarde había estado tranquila, así que nos vamos y compramos en el supermercado, volvemos tarde y por suerte sí quiso ir a su cama a dormir, aunque sigue diciendo que tiene miedo, se veía mas calmado cuando le dije que si había ido a hablar con la inspectora esa mañana.

Jueves, mañana típica, pequeño al colegio yo hago yoga, luego me voy al trabajo, jornada agotadora porque en la cita del día anterior mi médico me pidió una dieta sin arroz ni harinas, por lo que tuve que cocinar legumbres en la noche (por eso habíamos ido al supermercado), llego a buscarlo y la cuidadora me comenta que tengo una respuesta de la inspectora, mi papá está de visita y tengo que atenderlo, mi hijo no quiere irse a dormir, porque quiere ver como mi papá instala la lampara de la cocina, etc… finalmente lo meto a la cama y me dice que está bien, aún tiene marcas de los moretones y moretones nuevos que son porque el piso del baño del colegio estaba mojado y se calló al entrar, traía una nota de la enfermería, etc (insistió que uno paga el noviciado con los colegios y el primer hijo es quien las paga todas, en especial si se es hijo único).

Viernes pequeño despierta feliz, desayuna y mi papá nos acompaña, habla con su tata de mil cosas y se va con la hora justa para llegar al colegio. Me hablan las mamas de los niños uno y dos, les cuento lo anterior y les doy las gracias su ayuda, ambas me responden que tranquila, que las cosas están para hablarse y que bueno que todo se aclaró, la inspectora había citado a los papas de N y había expuesto la gravedad de la respuesta de esta niñita, explicando que si se repite tendrá sanciones, además de hablar con todos los niños involucrados y aclarar el tema entre ellos.


Con todo esto, me quedo mas tranquila, mi hijo esta mas tranquilo, pero no me quedo conforme, considero que tenemos una sociedad en la que las mujeres se supone hay que cuidarlas y por eso no hay que ni mirarlas feo, como mujer he vivido acoso, he visto cosas feas, pero nunca me habría puesto en contra de ese modo de un hombre, porque lo que veo es que una niñita de 8 años, que aprende a usar esta "ventaja" a su favor y es capaz de manipular el sistema y no hay nada que yo pueda hacer. Mi hijo de 8 años, le pegan y no puede defenderse, termina con miedo y me pide que por favor no le peguen más, en vez de enseñarle a ser preocupado, tengo que decirle que no se acerque a una compañera de clase y le dieron una paliza que no se merecía, si los papeles estuvieran invertidos, la mama de esa niñita habría pedido la expulción del colegio de mi hijo y yo no puedo pedir lo mismo, por que es mujer. Me parece que estamos enseñando mal las cosa, porque si bien no se puede levantar la mano a uno, al otro tampoco, debería ser pareja la cosa.

martes, 23 de mayo de 2017

Pruebas (P 5)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


Cerro sus ojos, quiso no tener miedo, pero no podía evitar tener esa sensación recorriéndole la espalda. Quiso mirar al frente pero, al frente estaban ellos, esos seres que no tenía como describir porque ella sabía que no eran humanos, aunque se veían como tal, aunque gritaban como humanos, porque ella sabía mejor que nadie que eran realmente.

Abrió sus ojos, no debía pensar en nada, no debía tener emociones, esta prueba que no era de eliminación porque todos los competidores necesarios de eliminar, ya habían sido sacados, sino que era de fuerza mental, seguiría hasta que todas las emociones fuesen similares, y eso podía tardar si se piensa que nadie podía hablar, ni explicar, lo que ocurría.

Ella miraba sus manos, las manos de los que estaban frente a ella, el ruido de la pared del fondo desapareció completamente, lo que indicaba que las emociones de todos deberían estar alineadas, vendría ahora la nueva prueba, una que los tomaría por sorpresa, mostrar sorpresa es fácil, mostrar miedo es lo peligroso, de pronto sintió un fuerte impulso por decirles a todos, calma no pasara nada malo, pero mordió su lengua, literalmente y luego fijo su vista al frente.

La luz sobre los seres frente a ellos cambio a un color azul, ella se enderezo solo un poco más, tratando de no perder su concentración, todo frente a ella era azul intenso, parecía incluso una habitación enorme, inundada de agua... oh, no! ella supo en ese instante que la prueba sería de ahogo.

El agua comenzó a brotar desde el suelo, comenzó lentamente, la puerta reflejo por primera vez el vidrio que tenía de cerca de 20 mm de espesor y el agua subía lentamente, fría como si viniera desde las profundidades de la tierra, cristalina e imparable. 

Decidir y yoga

Hace rato que no escribo y hoy me di cinco minutos, para redactar algo y sacar un poco a fuera parte de lo que ha pasado, que convengamos solo será a groso modo. La última vez hablé, dije que me preocupaba, y hablé de mi hijo, su inocencia y como nos afectan las cosas, aun no rompo su inocencia con la realidad y creo que no puedo hacerlo, es muy pequeño, pero debe ver más allá y le estoy enseñando a ver las cosas como las vería yo, no se si es lo mejor, pero ha dado mejores resultados, se angustia menos y esta conectándose mas con sus amigos.

Entre medio de un sinfín de ir y vueltas, mis pasos me llevaron a mi ex y con eso a una última discusiones sobre el mundo y como ya no funciona, como no hay sincronía y como la distancia mata lo último que nos queda de cariño, los recuerdos e incluso las ideas idílicas de un futuro a la par, porque ya ni siquiera era posible hablar entre ambos sin generar roses, sin herirnos, después de una conversación en la que para variar le demostré que lo conozco y el no a mí, corte con la sensación de que esto parecía teatro del absurdo y no quiero seguir viviendo la vida así, no he dejado de querer a ese ser humano y francamente ya no sé cuándo ocurrirá eso, su voz me sigue generando expectativa, sigo deseando verlo, pero no importa, drástica como he sido mi vida entera, acepto que es hora de la verdad, nos hacemos daño y eso no es lo que quiero en mi vida, estoy queriendo vivir bien, mejorando de mis males, entre otras cosas.

¿Fue en enero?... ni idea, pero empecé a hacer yoga regularmente en las mañanas, buscando vídeos, me suscribí con una instructora, que aunque no me encanta, hace buenos ejercicios y es así, haciendo ejercicios que me permiten retomar la movilidad que pierdo lentamente, noto de a poco los cambios, la cintura o la flexibilidad y la energía fluir por mis piernas sin dolor o el descanso al dormir, hay veces que si puedo practico mañana y tarde, claro que lo cierto es que tengo que barajar entre preparar la cena, el agotamiento, estar con mi hijo y estudiar con él para sus pruebas, aun no sé cómo consigo hacer algo casi todos los días, pero así pasa y por alguna razón hasta mi tiroides se regulariza entremedio, mi cuello volvió a su tamaño natural y me siento guapa, sumado a que los amigos de mi vecina, me han dicho ya dos veces que no me veo de mi edad, sino que como ocho años más chica, estoy casi empezando a creer que debí partir con el yoga hace años y la ultima vez que me dijeron que parezco de 28 me levanté y abrace a ese cristiano que en serio me hizo sentir que no estoy tan mal, ademas después me maquillo y aunque mi iba a dormir, me sentí como si me hubiera regalado el mejor anti depresivo del universo, una foto en la que me veo y me siento regia, ahora es la foto de mi perfil de Facebook.

Pero sigamos en orden y antes de este paréntesis, estábamos en vivir bien... y llego el día de la madre, llegaron las celebraciones y las preguntas personales de hasta dónde voy a seguir tomando decisiones sobre la marcha para lograr salir adelante y sobrevivir en la capital, en vez de vivir para crear un futuro real, uno con casa propia o con raíces y honestamente me empezaba a hacer ruido mental la estadía en la cabaña… la cabaña es el lugar donde mis padres están viviendo temporalmente, ya terminaron la venta de la casa del sur, están en un pueblo cerca de la ciudad donde quieren comprar, este pueblo chico que tiene de todo, la tranquilidad y la naturaleza, la modernidad, la cercanía y el aire puro de la costa que te llena le energía, me senté en la puerta y me pregunté porque no tengo esto, yo quiero vivir así y no la vorágine de ser una más dentro de esta capital de asfalto y ruido. Quiero irme de aquí y lo peor no se si pueda volver a visitar a mis padres sin llorar porque tengo que volver acá.

Así pasaron las semanas, vendía por la oficina las nueces de mi hermana o hacia cosas que me son gratas como cocinar queques de zanahoria con harina integral, o salir con mi amiga del edificio que se llama igual que mi hermana que me sigue, o simplemente disfrutar de una tarde al sol en la plaza, mis ideas de irme se revolvían con el comentario de… como hablar de él sin confundirlo con otras personas y sin decir su nombre, esto de no tener una relación consanguínea o no tener idea que título tiene en mi existencia porque conocido no es, amigo no sé, no es mi primo, no tengo una relación directa sino indirectamente… (a estas alturas ya debes saber que eres tú)… si así lo bautizo desde hoy, Tú…

En que estaba, ¡ah! Si mientras hacía cosas que me agradaban, los comentarios de Tú después del altibajo de mi oficina, me hacían ruido, la historia completa de que paso en la oficina da para un par de hojas, así que la resumo en que pretendo renunciar en cerca de un mes a mi trabajo y para eso estoy buscando otro empleo, por lo que quiero creer que todo va a resultar bien, aunque hasta ahora no tengo nada concreto. Y como llego Tú a estar en esta historia, no recuerdo porque en mi rabia y frustración, dirigí mis descargos a Tú, quien no solo leyó y luego escucho paciente, sino que dijo lo que he pensado mil veces, ¿por qué no me voy de Chile?, frase que me ha generado ruido mental, porque si soy honesta me iría corriendo de aquí si no fuera por mi hijo, en su minuto le respondí a Tú, que no me voy porque uno como madre ve cosas que en otro contexto no tiene como ver, como que tengo una red de apoyo aquí, está mi familia, las raíces de mí hijo, etc… y creo que hasta habría quedado de anécdora, si no fuera por mi madre, que cuando le comenté lo que Tú dijo me responde ¿Y por qué no?

Así que tratando de atravesar la reestructura del trabajo, las mañas ajenas y mi sensación de que quiero salir corriendo de la oficina, continúan mis ideas dando vueltas, a veces pienso en mi ex y como su sola existencia me ataba a esta ciudad, otra veces pienso que podría irme a cualquier parte del mundo, después de todo tengo la nacionalidad española de mi abuelo, podría irme sin necesidad de visa, o que con el finiquito podría irme de viaje con mi hijo como siempre pensé, dejar la casa vender todo y partir sin rumbo, itinerante como solía definirme mi hermana que me sigue, o viajar más lejos e ir a ver a Tú, que por alguna razón ahora ha pasado a ser una suerte de hermano mayor al que le hablo casi a diario, del que me preocupo, aunque reconozco que es porque mi hijo me lo recuerda casi todos los días, preguntándome como está y preguntándome si puede mandarle fotos o audios que generalmente empiezo yo y termina pequeño que se enoja porque no digo lo que él quiere decir... etc.


Mientras los días avanzan y las cosas se vuelven extrañamente ajenas en el trabajo, veo cómo se terminará el plazo pronto, no he hablado aun con mi jefatura ni siquiera he fraguado que me quiero ir o que he ido a entrevistas, un poco por miedo a que cuando se cumpla el plazo no tenga nada y un poco porque mientras me siento "planeando algo", estoy tranquila y aun no siento la angustia del “¿Qué va a pasar?”, tengo la esperanza de que lo que se venga será bueno y convengamos que he soportado mucho, un par de semanas más no es tan malo...

MGD

lunes, 15 de mayo de 2017

Me preocupas.

Tengo mil razones para aceptar que no puedo hacer nada y una sola para querer salir corriendo a ti, me parece a veces que estar entre la cercanía y lejanía, es más agotador que la simple noción de que no hay nada que hacer. Todo partió la semana pasada, después de recibir esa llamada en la que me pareció que no habían razones para hacer algo y un impulso ajeno me hizo recapacitar del posible error, y en serio era un tremendo error no ir.

Partí a su busca y cuando tuve a mi hijo en frente, me pareció que el universo se movía a otro ritmo, porque en serio necesité sentarme para poder reaccionar lo mejor posible y no deshacerme en gritos, escuchar concentrada a la inspectora, y terminar caminando de la mano de mi hijo, que restaba importancia porque ya no le dolía tanto… a mí me dolía ese parte del corazón que no descubres hasta que eres madre y que no hay manera tranquilizar hasta que la paz regresa al espíritu.

Caminamos al auto de mi madre, mi pequeño preocupado de tonterías y por suerte mi madre con esa actitud desprendida me hablaba de todo tipo de cosas, para sacarme del estado de estuación, ¿quién diablos nos enseña a reaccionar tan mal? Debería haber un curso intensivo de aprenda a reaccionar, o alguna cosa de esas en las que te expliquen que el mundo sigue pese a que uno no tenga como entender algo que te sucede.

En general pequeño estaba bien, su ánimo siguió igual, comió y jugo por la sala de esperas, luego de varias horas, la atención del medio fue rápida y aunque a esas alturas mi carácter se había suavizado, no me terminada de caber en la cabeza que con semejante golpe mi hijo corría por el pasillo del hospital hacia rayos, pero en fin así ocurría y yo corría detrás de él para solamente descansar mi lado serio y no asustarlo con lo evidente, esto era más serio de lo que él veía, quizá porque ningún niño a los 8 años entiende que recibir un golpe contra el suelo gratuito, que lo deja con sangre de narices es en sí un acto de violencia condenable, y no se debe hacer.

Luego en espera de los resultados de rayos, la médico dice que está todo bien y me parece que la nube negra que me perseguía se desvanece, pero mientras que comenzaba a soltar los músculos tenso, me preguntaba, que rayos ocurre en el colegio y como llegó a pasar esto.

La explicación de mi hijo, fue la siguiente: “Mamá, había una mancha roja en el suelo, que creíamos podría ser la sangre del fantasma y yo me agache a probarla, pero cuando está por llegar al suelo (se agacha y hace la mímica), sentí un empujón en la cabeza contra el suelo, no vi quien me empujó, pero no debe ser con querer mamá, tal vez alguien tropezó conmigo y no me vi como quedé hasta que me quitaron el hielo de la cara.”… Mi explicación, es que algún niño, vio la oportunidad de hacer la maldad y no midió las consecuencias, después de todo mi hijo seguro como es, lo debe haber hecho sentir envidia y entre eso y la oportunidad, quiso jugar la broma sin tener idea de las consecuencias.


Aún no termino de entender como un supuesto fantasma dejaría una mancha, o porque era necesario “probar la mancha”, pero entre que la lógica de los niños es inocentes, mi hijo demostró ser valiente lastimado. Lo que me preocupa hoy, es que no se tan bueno es romperle esa inocencia que tiene.