viernes, 25 de octubre de 2013

Si te digo...

Si te digo que soy egoísta y que no te extraño a ti, sino que extraño como me hacías sentir, ¿te molestas?...

Lo siento, soy egoísta, porque extraño como me parecía todo posible contigo, extraño tus manos y tus besos, la sensación de estar en un universo paralelo cuando estaba entre tus brazos, extraño la dicha, la mirada oscurecida por el extasía en tus ojos, los suspiros hondos…

Que voy a hacer ahora para salir de este estado de calma sostenida en la que no pasa nada importante desde tu partida, calma aburrida, calma sostenida en el tiempo, las semanas, tanta calma que no puedo quejarme, ni alegar, nada... no pasa nada al fin… 
Que voy a hacer con la sensación de que estas a mi lado alguna noches o la sensación de que me extrañas, o las veces que siento que me abrazas… es solo mi imaginación….

Te quiero… pero es un te quiero egoísta, que me parece ajeno, porque hace tiempo que no me sentía así que no parece que fue yo quien lo siente, te quiero y este es un 'te quiero abrazándome', 'te quiero besándome', 'te quiero para mi'… no él te quiero romántico que dice uno que quiere al otro con sinceridad…

Pero que más da, no tenemos nada, no somos más que dos conocidos, no tenemos lazos, no tenemos vínculos, no tenemos… razones para alejarnos o acercarnos…. No hay nada y sin embargo estas en mis pensamientos a ratos por las tardes, o en la noche cuando me meto a la cama y la siento vacía. Estas en mis historias y en esta. Estas para todo mi disgusto y gusto, cuando miro a otro con ojos libidinosos, o quiero sacar una radiografía del físico de un desconocido en la calle… estas cuando alguien me grita ‘mijita rica’ en la calle, sea guapo o feo, allí estas… estas cuando no quiero que estés, con tus consejos que me calaron hondo y no puedo evitarlo me hacen recapacitar, estas más de lo que quiero para ser un pasado y menos de lo que me gustaría si fuera un presente, porque no estás tú físicamente, está el recuerdo de ti, que a veces modelo, a veces es tu silueta y otras solo la marioneta… es ese recuerdo que se entromete en todo y no me deja olvidarte, porque cuando no he pensado en ti me reclama desde el rincón ¿y cuando te vas a acordar de mí?


Si, soy egoísta porque no he hablado de lo que te ha pasado, no he preguntado como estas?, soy egoísta por que puedo y eso me da miedo, pero a la vez me recuerda que no estamos juntos y me ayuda a tratar de entender todo este asunto, estas vueltas de mi memoria hacia nosotros, y si no fuimos perfectos y todo no lo hablamos, si no hicimos más cosas juntos aunque hubiéramos querido, o si no fuimos mejore entre nosotros para que todo saliera bien, fue porque bueno, malo o mediano, fuimos solo nosotros con nuestros defectos, fuimos genuinos y hoy solo puedo decir que disfrute teniéndote conmigo, disfrute tus abrazos, tus silencios odiosos, tu mirada perdida, tu lado sensible y la manera en que todo parece la primera vez contigo...

El Viaje

Parte 1

Cerro los ojos y respiro profundo, estaba sintiendo como las emociones se iban a hacer más y más complicadas cada vez, pero no quiso mostrar descontrol solo respiro profundo y mientras hablaba dejó salir toda emoción hasta volverse simplemente ella.

"Deja tus llaves, deja mi casa y vete de mi vida."- habló lentamente como si quisiera recordar cada palabra dicha.

Cuando termino de hablar sintió ese mareo que le daba cuando olvidaba respirar y se concentró en respirar, pero no lograba controlarlo todo, sus manos temblaban. La mirada de él estaba destrozada, pero sabía que le había hecho daño, parado frente a ella no hacia nada, ella solo lo miraba tratando de acordarse de que alguna vez lo amo, porque francamente él había logrado acabar con todo esa tarde, en ese minuto cuando confeso no solo una infidelidad, sino que las consecuencia de ella.

“Vete de mi casa”- repitió en el mismo tono neutro, lentamente y dejando salir aire, junto al aire todo su rabia.

Pero él no se movía y ella se movió, camino, abrió la puerta y se la indico. El la cruzo, luego de un largo minuto de completo silencio y ella cerro tras de él, se quedo mirando el café pálido y de pronto comenso a golpear la puerta con los puños, comenzó a llorar, a llorando a gritos, gritos que él escucho apoyado del otro lado de la puerta llorando, se quedó allí hasta que la escucho tranquila y aunque dudaba si debía irse o no, sólo se levantó y camino sin pensar nada más.

Ella se durmió llorando, se despertó llorando, se lavó el pelo llorando y hasta desayuno llorando, enojada con ella, con el mundo, con su suerte, con su vida, pero nunca con él. Los anteojos de sol, su cabello bien peinado, su rostro maquillado después de mucho esfuerzo por dejar de llorar y su bolso en la mano, la acompañaban mientras cruzaba la puerta del edificio donde vivía.

Caminaba con desplante, como si nada pasara y no vio que la seguían, continuó con hasta el metro y se subió al vagón con la sensación de frió, pese al calor, y entro a su oficina donde dejo su bolso a un lado y miro todo tratando de hacerse el ánimo de armar su día.

“Clarita, llame al Sr. …”- ni se acordaba del nombre y fue su secretaria quien se lo recordó.

La mañana de tropiezos con la memoria, de estragos con su voz y de falta de aire la dejaron agotada, después de la última reunión a las cuatro de la tarde, salió de la oficina y no volvió, no le importaron los proyectos, la reunión de las seis, ni nada, salió y camino por el barrio a una hora en la que siempre estaba ocupada, a una hora que no había salido nunca...
Entro a un lugar donde vendían sales dogmatizantes, ungüentos naturales y cosas artesanales, caminó y compro verbena exótica, que calma y tiene olor a limón con algo mas, compro un guantero de semillas, compro un aceite para el dolor de cabeza, luego volvió a la oficina y después de unas disculpas escuetas a quienes las esperaban y una reunión corta porque no tenía paciencia, se quedó frente al computador mirando los vuelos a Cuba.

"Clarita, necesito vacaciones... cuantos días tengo disponibles?"
La secretaria llego con la suma y por increíble que sonara tenía medio año de vacaciones pendientes... medio año, ella solo quería una semana y se tomo dos. Saldría en dos días, necesitaba dejar Santiago, el caos, la rutina y su departamento.

viernes, 11 de octubre de 2013

Y te encontré.

Para cuando me logré relajar estaba en casa, metida en mi cama con los sensación de que este era un sueño... Nada me había preparado para este minuto, aunque debo admitir que había reaccionado bien.
Que pasó... Lo inesperado, había salido y cuando estaba fuera lo había visto, recuerdo que el corazón se me sobresalto y que mis manos me temblaban, que él me saludó y yo sonreí mientras que te escuchaba decir algo sobre el tiempo, pero francamente estaba perdida en tus ojos, mirándolos frente a mi... creo que me abrazaste o en realidad me rodeaste con los brazos y yo no reaccione al tiro, me quede paraba sintiendo como tus brazos me rodeaban y cuando logre levantar los míos, sentí esa misma sensación que me daba cuando estamos juntos, una conexión cálida y mientras me decías que estabas feliz de verme yo trataba de contener las lagrimas, después de un rato, mirándote supe que tenia que irme, y dando una excusa, me fui caminando y sintiendo su mirada en mi espalda.
Así que pague el café, caminé por la calle con la sensación de que todo estaba pesándole a otra persona y no reaccioné hasta que estaba metida en mi cama sintiendo tu aroma impregnado en mi ropa... tu aroma que siempre me calmó y que ahora me hacía sentir alerta, distinta...
Trate de dormir, trate de cerrar los ojos, pero la forma en que me mirabas me perseguía en mis pensamientos, estaba al fin logrando descansar cuando sonó la puerta de mi casa, tres golpes regulares y suaves, me levanté creyendo haber escuchado mal y cuando miré por el ojo de la puerta, allí estabas parado frente a mi puerta... Dudé, que te iba a decir, como te explico que estaba olvidarte al fin y que no quiero recordarte?, cómo?...
Abrí un poco y te salude con mi rostro soñoliento, preguntaste si podías pasar y quise decirte que no, pero abrí la puerta y te hice ademán de que pasaras, sonreíste y entraste, constantemente que te gustaba lo que había hecho con el departamento, sonreí alagada... hablamos tonteras, cosas banales que no recuerdo exactamente y derrepente cuando esta empezando a sentir como mi corazón latía tan fuerte qeu creí que lo escucharías preguntaste:
"Por qué te fuiste esta tarde?"
Te miré y no dije nada, te quedaste mirándome sin decir nada, sus ojos intensos, tus manos enlazadas sobre las piernas, tu rostro alegre aunque no sonreías y mi cabeza revuelta, con las preguntas y la sincera desconfianza.
"Tenía que volver a casa"- mentí y aunque soné convincente me arrepentí un segundo después de haber dicho esto.
"Creía que estarías acompañada"
"No, no ha habido nadie en mi vida desde que terminamos."- mentí otra vez, por que la verdad no era algo que quisiera contarle.
"Nadie?"
"Nadie importante, nadie que valga la pena contar"- dije recordando a los otros, el moreno de ojos verdes, el alto de pelo castaño y el muchacho que me hacía llamadas a horas no adecuadas borracho reclamando que ahora no volvería a tener una vida completa porque le faltaba yo, y a mi francamente el no me hacía falta.
"Estas mintiendo"
"Quieres la verdad?...-asintió con la cabeza- quieres toda la verdad?- volvió a asentir- bien uno fue un dulce desencanto, me quería a mi y a todas moreno de ojos verdes, bello y no paso de ser un excelente amante. Otro sólo quería una pieza mas en su tablero de vida perfecta, alguien que cumpliera el rol de mujer, casarse y todo, peor no le importaba nada que pasara, pensara o necesitara realmente la otra persona. El ultimo fue un error de principio a fin un muchacho de veintidós que hasta el día de hoy no entiende que significa un No"-dije mirándolo y tratando de no reír, porque estaba nerviosa y a veces mi río cuando estoy nerviosa.
"UF! en realidad no quería saber tanto."
"No preguntes."
"Tienes razón, en realidad lo que quiero saber es si estas con alguien ahora?"
"Francamente no te interesa."
Me miraste algo serio y luego te pasarte, dejarte entrar en mi vida es tan complicado como sacarte de ella después y mi cabeza reclama que mi emosionalidad no esta en buen estado, así que si me hieres quedaré muy mal, pero como decirte eso?, como explicarte que has sido la sombra en mis ultimas relaciones? y que aunque he tratado por todos los medios, apareces en los momentos mas inoportunos, las frases mas brizaras o las situaciones mas embarazosas... Cómo?
"Me interesa"- dices por lo bajo y pareces avergonzado.
Me quedé en silencio, por alguna razón me da vértigo y aunque quiero hablar tengo algo atorado en la garganta y no puedo decir nada aunque abro la boca dos veces. Así que me miras con esa mirada profunda que tiene tantas cosas que me parece la mirada de otras persona y sonríes a media diciendo...
"Bueno no tienes por que responder, en realidad no tienes porque dejarme entrar en tu vida después de todo este tiempo."
"Porque viniste hoy?"- digo con la voz suave y tan bajo que era apenas audible.
"Porque, quería verte, quería hablar contigo, quería...- miras el suelo y cuando levantas la vista estoy frente a ti- yo quería...- me miras y me besas.

Después de un par de segundos en los que no atinaba a saber si esto era verdad o no, reacciono y te respondo el beso, te abrazo, te aprieto en mi abrazo, trato de respirar el aire que respiras, trato de tomar todo lo que este momento me esta dando, y cuando me vuelves a mirar estas sonriendo.

"Me maree, me robaste el aire."
"Lo lamento."- te digo con los cachetes mas rojos aun de lo que estaban.

Hablamos más, me cuentas el peregrinar de tu vida y como saldaste las cuentas que tenías con los tuyos, pero no cuentas monetarias, sino emocionales, las dificultades, los complejos y las penas. De pronto es tan tarde que deberías irte, pero no te vas y por primera vez desde que nos conocimos te pongo limite y te dijo que te tienes que ir, y con una sonrisa algo torcida te vas de casa. Vuelvo a la cama, no tengo sueño, cerrar la puerta fue lo mas difícil, lo habría abrazado y le habría robado otro beso, pero no lo hice, es hora de dormir y no puedo dormir, son las tres de la mañana y no tengo sueño. Otros tres golpes suaves en la puerta, me acerco, abro y te miro parado sin decir nada.

"Qué pasa?"- pregunto medio dormida, tratando de contener el impulso de salta a tus brazos.
"Puedo dormir contigo?"

Te miro y estas como adolescente, nervioso aunque tratando de mostrarte seguro, con el corazón en la boca, te miro desde mi sueño, desde mi deseo y desde la verdad y se que te costó decir esto, se que hiciste un esfuerzo tremendo, así que te solo te abrazo en el pasillo y besándote te arrastro hasta mi cama, donde tengo claro que no vas a dormir, todavía....
MGD©

jueves, 10 de octubre de 2013

Varios

A decir verdad, terminar una historia es algo complicado, francamente me agrada inventar tramas ajenas para distraerme de mi vida personal, que al final termino sintetizando semanalmente en algún texto que entre razonado y aleatorio, cuanta algo de lo que me ha pasado dentro de la semana y mientras tanto distraigo a mi intelecto con mi creatividad que apalea el que tengo un trabajo monótono y una vida demasiado complicada como para verterla en algún dialogo completo y me reclama ¿Por qué no hago nada para cambiarlos?…
Si soy mujer, si soy madre, si soy tengo un hijo exquisito, si soy simple para decir cosas y soy frontal para decirle a la gente lo que pienso, si tengo características atípicas en mi género, lo que no me hace un marciano, sino alguien diferente; pero tengo que aclarar que no todo o no todas las cosas que narro son de mi vida personal, hay historias que soñé, o son historias que me gustaría pasara, o son la versión analizada y comprendida de mis actos… o en fin un sinfín de posibilidades que prefiero dejar en suspenso para hacer de mi blog algo más interesante, a la larga decir todo lo que uno siente, hace que la gente te crea predecible (y créanme nadie es predecible).
La cosa es que después de cerrar el ultimo capítulo de “Estas en mi vida”, hoy me estaba preguntando, ¿y que escribo?... y como no me sobra el tiempo en el trabajo, aunque muchos crean que sí y no tengo nada demasiado interesante para contar porque estoy demasiado complicada para contarlo, les contaré lo que me pasa ahora en la cabeza mientras que reviso mi ortografía y redacción de las historias pasadas… y es que los extraño, si extraño a los personajes, a la vida esa “Ella” que entre mil y un problemas sobrevivió y salió casi ilesa de todo (yo no…), ese amor increíble que tenía a su lado, el personaje de Carlo, esos hombre que se la disputaron de algún modo y sobre todo, extraño esos coletazos inevitables de mi inventiva que me hicieron crear una realidad casi posible, de lo que sería la vida de un vampiro en la cuidad que más adoro en este mundo, Valparaíso
Y hoy me pregunto: ¿qué otros detalles de la vida de los vampiros podría haber narrado?, ¿por qué no ahondé en el dialogo entre Ella y los vampiros sobre como matar o que sentían ellos con la muerte de un semejante?… y claro quedaron mil cosas inconclusas, así que como no hay primera sin segunda, y siempre considere que esta era una saga, creo que habrá una tercera parte de mi saga Vida (la llamé muy originalmente así porque esta es la única palabra que se repite en los títulos… que original … jijiji), claro que no tengo idea desde que ángulo abordarla así que pasará un par de días antes de que hable de ella o la publique, y sólo quiero creer que para los que leen este blog, que gracias a las estadísticas de blogger, sé que son por lo menos más de cinco personas… (Mi mamá, papá y algunos de mis hermanos…) y que como ha ido en aumento, espero les vaya a gustar y claro van a comentar algo en esta oportunidad.

Verán me gustaría que hicieran comentarios, ya sea porque les gusta o disgusta el camino que tomo un capitulo, o si quieren que un personaje sea ahondado o si quieren que desaparezca, ya saben eso del ‘feed back’, que es importante para saber que hacer mejor y que hacer diferente, porque aunque es mi intelecto creativo quien narra estas historias, aveces mi estado de animo influye en que a un personaje le pase algo mas o salga invicto de algo.
Al final es cierto que mis historias reflejan algo de mi vida, además quiero creer que entre todas las cosas que nos pueden pasar siempre podemos salir adelante, tal vez por eso le pasaron tantos desastre a la protagonista en “Tengo Vida” y a los que la rodeaban en “Estas en mi vida”, que nota solo porque me lo pregunto mi hermana (insisto que me lee mi familia, pero no son tantos.. jajaja), “Ella” se llama Macarena y mi nombre es Macarena, y que tenemos similitudes así como diferencias, las que mas llaman la atención se las comento, me atropellaron el año 2010 y salve de quedar en silla de ruedas porque aterrice en mi espalda donde llevaba una mochila con ropa, y de echo hay mas de un texto que cuenta algo de este accidente, porque me pasó cuando mi hijo tenía casi un año de vida y realmente me cambio mucho el modo de ver las cosas ese accidente, claro que mi estadía en el hospital fue de unas ocho horas, 5 de las cuales esperé que me atendiera y 1 que me sacaran rayos de la pierna donde impacte contra el auto. Diferencias, nunca he tenido cáncer pero investigue del tema y una persona si se puede quedar embarazada, vivir con cáncer y sobrevivir al embarazo, pero dependiendo del tipo de cáncer puede morir en el parto, la investigación la hice en mis ratos libres y por eso no ahonde en detalles con este tema porque francamente había mucho que leer y anotar datos equivocados me parecía poco consistente.
Alguna vez fui disputada entre tres muchachos, todo resulto mal y terminé sacándolos a todos de mi vida, ninguno fue tan civilizado o insistente como Julián o Carlo y dudo que algún hombre que ame a una mujer sea así de civilizado sabiendo que hay otro que la seduciría en un instante, pero esto es interesante porque es parte de la ficción de la historia y me gustó cree que podría haber una historia así.
Tuve problemas en mi embarazo, así que debí guardar reposo tres meses y dos de ellos reposo absoluto, no lo repetiría y no sé cómo sobreviví a eso, creo que mi protagonista no lo transmite tan fiel mente como lo viví yo, pero quise incluir algo de ese conflicto en la vida de ella, porque créanme un embarazo puede tener mil complicaciones sobrellevarlas y superarlas es muestra de gran carácter y temple, además por eso hablo siempre de las enfermeras en los hospitales, porque en mi experiencia si una enfermera te comprende, te va ayudar y siempre se habla en los corredores de los casos fuertes, diferentes o difíciles, los comentan las enfermeras como anécdotas del día a día y recuerdan a las personas que sufrieron más que el resto por años.
También debo confesar que alguna vez tuve la incertidumbre de que pasaría si fuera vampiro y como lo repite mi protagonista mil veces, me daría asco beber sangre y francamente prefiero ser inmortal si me dan a escoger, aunque me encantaría envejecer algo y no quedar con la misma cara y el mismo cuerpo por siempre, por eso después de darle muchas vueltas al tema, decidí que volverla inmortal era la única salida de relativa dignidad para ella, volverla vampiro aunque pudiera esta al sol y beber el líquido que le calma la sed, no le permitiría ser madre o ser fiel a ella misma, así que era la salida más honrosa según yo a su posible muerte.

UF! Me alargué y tengo que ir por mi hijo… Verán cada personaje tiene algo de mí, cada uno de ellos refleja de alguna forma lo que he vivido, las personas que me rodean, las características de quienes quiero, tal vez por eso me cuesta desprenderme de ellos, tal vez por eso quiero saber más y quiero contar más de ellos, hay historias que concluyo y olvido, pero esta como otras, las llevo con migo y me pasa lo que hoy me pasaba en la tarde, extraño a mis personajes y sus vidas.
Vale, hasta mas adelante.

MDG (C)

miércoles, 9 de octubre de 2013

Estas en mi vida (P71)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Ultima parte.

Julián despertó esa noche con hambre de sangre y algo desconcertado, costo un buen rato que se quedara callado porque habla en ese tono ronco y diabólico, después de que Deméter se lo llevara de la casa, Lila y Odette se fueran a buscar hierbas para prepara mas de la pócima que les permitía estar al sol y Federic nos pidiera disculpas como por décima vez, nos quedamos solos, pasaron unos minutos y se armo una pelea con Carlos que quería conjurar una prohibición para Julián en ese instante, la discusión se alargó por horas, Carlo exigía que le diera el conjuro, mientras que le repetía que esto era fortuito que quería confiar en que no se repetiría y la verdad es que algo de razón tenía en su argumentación, porque Julián en ese estado era peligroso para los niños, pero no se lo admití y creo que tampoco lo haré en el futuro. Tenía sueño y estaba confundida, por alguna razón cuando dijo que le prohibiría el pazo a casa me dolió el pecho, como antes cuando sentía una grita en el pecho separando mi órgano en pedazos, eso me confundió más y terminé contándole todo lo que había pasado hace unos días, toda la verdad de la visitas de Julián y como es día entero me uní a Julián tantas veces que ni siquiera llevaba la cuenta...


La mirada de Carlo, pasó del odio a desconcierto.



"¿Cómo te pudo hacer algo así?"

"Creía que si recordaba lo que podía sentir por él, nosotros volveríamos... o eso dijo..."
"Y tu... ¿cómo te diste cuenta de que había hecho ese conjuro?"
".. no me apetece tener sexo con ninguna otra persona que no sea contigo y cuando logre entender que había algo enviciaste en todo el asunto, porque en vez de lograr echarlo de casa, sólo terminaba en sus brazos... yo de pronto lo entendí-miré a mi marido con ojos de miedo-... Carlo te amo y te deseo solo a ti, yo no siento atracción por Julián... y le dije que no lo amaba y le dije que me sentía extraña y el me dejó en paz... ademas al día siguiente vino Laila y ella me termino de contar la historia..."


Carlo me abrazó, en su cabeza estaba la frase 'Abusó de ella y ella lo perdona, ¿cómo?' y aunque trate de entender las cosa desde el punto de vista de Carlo, no logre ponerme en los pies de una víctima, de algún modo no me sentía así y no quise decirle nada para no iniciar otra discusión.



Después de vestirnos el resto de la noche fue tranquila, dormimos abrazados después de Carlo lograra conciliar el sueño, me quedé pensando junto a él, aunque estaba agotada no cerraba los ojos, en el fondo de mi cerebro había algo que me preocupaba y no tenía claro que era.



La mañana y la rutina en casa con el pequeño Aquiles, mi hermana que vino de visita y nada me sacaba la sensación de que algo no estaba claro. La respuesta a esta sensación llego en la tarde de mano de Odette.



"Hola, pasa estamos con Viviana hablando en el living"

"No gracias, vengo sólo unos minutos, espero no molestar… Julián esta mejor y Laila quiere que te pase esto,- dijo entregándome un paquete cerrado- espero verte en otro momento."


Viviana me alcanzó en la puerta sin ver que Odette se había ido a esa velocidad que solo se podían mover los vampiros y nos regresamos al living a terminar nuestra conversación sobre el matrimonio, mi hermanita creí que casarse es solo un tramité y yo decía que era un paso más en la vida, así que cuando concluyo su teoría de que para hombre y mujeres el matrimonio sólo se convertía en una suerte de hito por causa de la cultura en la que vivimos, era hora de que llegara Maura del jardín, así que no alcance a plantear que aunque para mí no era un hito como tal, era un cambio por todo lo que había que asimilar como propio, no era mi pareja, ahora sería mi marido, o no era la pareja de tal sería la mujer, la esposa o la señora de tal… y eso si era algo que demostraba que había un cambio en la vida. Sobre todo porque ahora si te decían señora uno solo podría sonreír y a mí me hace sentir vieja esa palabra "Señora", me carga.



Después de que llegó Carlo y que bañara a Maura, ordenar a medias la casa, lograr acostar a mi pequeña, revisara que mi Aquiles estuviera dormido porque había estado jugando en el suelo mientras hablábamos con Viviana y estaba cansadito, recién entonces me acordé del paquete que me había pasado Odette en la tarde y junto a Carlo en la mesa de la cocina lo abrí.



“¿Qué es?”-dijo Carlo.

“Es un libro, o eso creo…”-respondí yo.


Saque el libro y leí las primeras páginas que estaban escritas a mano, luego se lo pasé a Carlo y el leyó en silencio la respuesta a la sensación que me persistía desde anoche y que se desvanecía lentamente, mi familia de vampiros me entendía y me ayudaría a pasar este mal rato de Julián. 


“La magia, las cosas sobre naturales, la ciencia y la vida, se mezclaron en mi vida desde que era mortal, nunca supe que al volverme vampira, aceptaba una serie de responsabilidades que hasta el día de hoy no se llevar bien, ni que pensar.

He vivido tanto, he aprendido tantas cosas que no me bastara esta vida entera para contártelas todas, pero sé qué haremos todo lo posible por contare las más importantes siempre.
Eres una mujer generosa, has aceptado mi presencia en tu vida y la de mi familia, has ayudado a todos de algún modo sin siquiera proponértelo y estamos agradecidos, no tienes idea de cuánto.
Cambiaste nuestro mundo, nuestras creencias, ayudaste a crear una realidad única en la que todos podemos ser nosotros mismos sin tener ese miedo a lo que sucederá. Así como tu familia se ha vuelto el tesoro más grande que nos importa en este mundo, así que velaremos por ti, por tus descendientes y por los descendientes de los tuyos, mientras estemos vivos.
Sé que aún hay muchas cosas que no sabes de nosotros y tal vez es mejor así, pero si algo te inquiera pregunta que te lo explicaremos con cariño. Te pido paciencia para Julián, pronto volverá a la normalidad y mientras que sea un peligro para ti o tu familia, nos comprometemos a no dejarte sola y que entre nosotros haremos que esto sea solo pasajero.
Quiero pedirte paciencia, quiero recordarte que eres parte de nosotros y que te queremos, porque como persona cuya vida será larga, sabemos que sentirás el peso de la mortalidad y queremos acompañarte en ese camino, nunca se está más solo que cuando los que uno ama mueren, aunque sabemos que ese es el camino que todos seguiremos, siempre existe la esperanza de que no sea en el presente que vivimos, sino que mucho después.
Por último, te envió este libro porque contiene un hechizo que permite que siempre haya espacio para escribir más dada tu capacidad de predecir y el hechizo que aplicamos en ti para que esas predicciones se materialicen escritas, este libro te permitirá tener todas tus predicciones en un mismo lugar, bastará que pongas una de las libretas sobre el libro y su contenido va a ser manifestado, por lo tanto desaparecerá todo lo escrito en la libreta, además existe un índice al final, donde aparecerán las fechas y el título de la predicción, espero esto te ayude a buscar información mas rápido cuando la necesites.
Recuerda tenerlo cerca, y cuando duermes ponerte una libreta atada en la mano o el cuello, que al día siguiente puedas poner sobre este libro, para evitar que las predicciones compulsivas te de agobien al dormir. 
Estaremos contigo en todo momento, tenemos un lazo único y sólo te pido paciencia con los conflictos y te garantizo que se van a solucionar, solo hace falta tiempo y nosotros que somos inmortales tenemos experiencia en dejar que el tiempo pasé hasta que todo este resuelto...”


El texto era largo y no quise transcribirlo todo aquí, porque no hace falta. Laila quería que tuviera este libro y supuse que lo había estado probando y practicando antes de entregármelo  Carlo me miró con los ojos abiertos de par en par y luego me devolvió el libro, que quedó sobre la mesa.


“Es realmente necesario eso?”
“Si, tal vez no recuerdas como fue cuando inicie las predicciones, pero yo sí y fue caótico, no paraba de pintas, no comía y no podía dejar el pincel, Laila creo el hechizo que manifiesta mis predicciones en algún cuaderno o libreta que tenga cerca, por eso llevo una como esta, – le mostré una libreta que tenía en la muñeca- siempre cerca de mío.”
“Si esa parte la sé, pero no creí que fueran tantas predicciones…”


Me levanté y fui a buscar mis libretas, llegue con unas cuatro y luego fui por el resto, cuando Carlo vio todos mis cuadernos y libretas de notas, comprendió que había mucha información que había predicho y que lo que Laila había hecho era un regalo muy valiosos y certero.

Así que fui poniendo una a una las libretas sobre el libro que me había regalado Laila y fui viendo como la información desaparecía después de unos momentos, incluso si la libreta estaba abierta, y cuando concluí todo revisé el libro y sobraban hojas como si no fuera casi anda de información la que había predicho, finalmente revisé el final y vi el índice, que decía 1.- Introducción y el nombre de Laila al costado opuesto. Carlo se acercó y me abrazó, susurrando en mi oído:


 “Esta bien, les daremos una oportunidad a tus amigos vampiros y a Julián, no volveré a imponer una prohibición, porque creo que ellos saben más de tu lado místico que yo, pero que ellos tengan cuidado.”- y luego me besó.



Después de acostarnos y besarme antes de dormir leí su mente y él seguía pensando que Julián había abusado de mí, cerré los ojos, no valía la pena discutirle, había disfrutado tanto como el otro, aun que me había arrepentido un segundo más tarde... Después de mucho dar vueltas a la idea, pensé que tal vez tenía razón, que todo lo sucedido era un abuso, Julián se había aprovechado de su ventaja, pero no me sentía abusada o violentada y tal vez eso era lo más extraño, estaba en completa paz con todo lo sucedido, además si era honesta, después de todo lo que había pasado con Julián, había logrado ver que yo amaba por sobre todas las cosas a Carlo y que mi vida era con él, mire el anillo en mi mano y supe que si no hubiera pasado nada, aun seguiría con miedo a casarme con Carlo.

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“Vamos, vamos niños, nos vamos a la playa”- dijo Carlo junto a la puerta.



Era sábado y habíamos planeado salir de la ciudad desde lo del ataque suicida de Julián y recién ahora cuatro semanas más tarde podíamos hacerlo.



Para tratar de explicar en resumen las ultimas semanas, Laila había cumplido y mantenía a Julián a resguardo junto con sus hermanos, nunca lo dejarían solo y así sería hasta que el estuviera realmente bien, aunque Julián alegaba a ratos que prefería estar muerto a que con niñera, porque nadie de su edad tenía niñera, claro que nunca le alegue que ningún humano de su edad existía tampoco.



Odette había hecho un poco de todo en mi casa y algo hizo mi nana Claudia que la enfadó y no pasó más por la casa, probablemente era algo sobre la cocina, pero francamente no tuve tiempo para buscar el ajuste y Claudia no sabía que le había pasado tampoco y hoy quería estar con mi familia, así que quedaría para el regreso a casa el lunes o martes.



Carlo había dejado el tema de la prohibición desde esa noche que llegó el libro y estaba más tranquilo ahora que veía como entre los cuatro vampiros controlaban todo y ha estados tratado de confiar en ellos, claro que la confianza toma tiempo, así que se ha ido dando de apoco.



Aquiles cumple cuatro meses… cuatro ya! el tiempo vuela  a ratos hace gracias y ya hacer ruiditos cuando quiere algo o tira los brazos. Maura esta igual grande, creo que no paran de crecer y cambiar. Hace mes y algo mis papas se fueron de viaje al sur por dos meses y han enviado fotos y postales, se ve que esta segunda luna de miel los tiene contentos. Mi hermana Viviana decidió que no quería más hijos y su marido se hizo una vasectomía hace unos días, francamente mi cuñado adora a mi hermana así que nada que decir, por suerte hace poco leí que la vasectomía se puede deshacer y eso me alivio, después de todo nadie tiene claro que puede llegar a pasar en la vida. ¿y si él quiere tener más familia con otra mujer? y tampoco le he preguntado a Vivi porque no fue ella quien se ligó las trompas, si es ella la que no quiere más hijos, pero como ya dije, nada que decir.



Tengo confianza en el futuro, veo a mis hijos dormidos, a mi pareja manejar y miro el anillo… estamos bien y eso me alegra.



“Tengo una pregunta que hacerte.”-dijo sonrriendo.

“Dime”
“¿Todavía te quieres casar con migo?”
“Que preguntas haces, claro, para que te regalaría ese anillo si no fuera así?”
“No lo sé Carlo, todos podemos cambiar de opinión en algún momento de la vida.”
“¿Qué pasa?, ¿Por qué preguntas eso?”
“Quiero hacerlo…”
“¿Hacer que?”
“Que nos casemos, quiero casarme contigo Carlo.”


Carlo paro el auto, me miro serio y luego a los niños, llevamos media hora de viaje y Maura dormía junto a la silla de Aquiles, luego se acercó y puso su mano en mi mejilla.



“¿Cuándo?”- dijo con los ojos brillantes.

“Cuando quieras, podemos casarnos el mes que viene, mis papas vuelven en unos días, Viviana estará más delgada por el fitness y creo que podemos invitar a tus padres y familiares a que vengan a celebrar con nosotros desde España, sabes que yo no tengo problemas de dinero, les podemos comparar pasajes en avión a todos y que se queden en un hotel... si quieres los hospedamos en un hostal para que no se note que pago yo…”- dije y me reí cuando vi que él no decía nada.
“El mes que viene… si… me gusta, me gusta el día 12 es uno de mis números favoritos.”
“Bien nos casaremos el 12 de diciembre.”

Carlo me miro y me besó robándome el aire lo que me mareo, luego tomo el volante y siguió manejando, mientras viajamos al hotel de Zapallar, miré por el retrovisor y sonreí, estaba feliz como hace mucho tiempo que no estaba, era hora de dar el paso que faltaba ahora que no tenía la menor duda que junto a él sería feliz.

lunes, 7 de octubre de 2013

Estas en mi vida (P70)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Parte 70

Desperté a Carlo y luego de explicarle a la rápida y sin detalles, le pedí que vistiera a Maura, que la llevara al Jardín esta mañana él, que esperara a Claudia y que le diera un biberón a Aquiles antes de irse. Le prometí que llamaría en cuanto tuviera alguna noticia y que volvería lo más pronto que me fuera posible, aunque sabía que nada de lo que le decía tenía mucho sentido para él y que se quedó con más preguntas que respuestas, Carlos se levantó y comenzó a hacer lo que le había pedido.


“Háblame más de eso de que Laila, ¿cómo puede llamarlo?.”- le pedí a Deméter.

Nos habíamos dividido, Laila con Odette, Federic Deméter y yo volábamos en la otra dimensión con destino a Argentina, no tengo claro que era lo que les decía que este era el paradero más probable pero ya me enteraría.

“Nuestro creador tiene una línea directa con nosotros, no importa en qué parte del mundo estés, puedes escuchar los pensamientos de tu creador si te necesita y responderle de igual forma, claro que responderle es más limitado que las preguntas que él puede hacer, o que puede decir por así decirlo. Verás uno puede decir una o dos palabras como ‘voy’, ‘espera’ o ‘llego pronto’ si estas en otro lado del mundo, y si estas en el mismo continente es más probable que le puedas responder algo como ‘llego en cinco minutos’, si estas en el mismo país puede responder algo más largo como ‘estoy en cinco minutos en tu casa.”

“Deméter pero ustedes no lo pueden percibir? Eso dijeron…”

“Si, un vampiro puede percibir a otro que este cerca, un vampiro que tenga lazos sanguíneos puede percibir a otro que esté lejos y uno puede… sintonizar por así decirlo a otro vampiro, aunque este en otro lado del mundo. Ahora estas habilidades se aprenden y como se aprenden se pueden aprender a controlar, al comienzo uno percibe levemente y sin control, luego podemos aprender a manejar que queremos sentir o recibir, etc.”

“Ya... y ¿por qué vamos a Argentina?”

“Vamos a Buenos Aires, específicamente.”-respondió él.

“¿Por qué?”- volví a preguntar desconcertada.

“Una amiga de Federic, dijo que lo vio hoy temprano, tal vez aún está cerca.”

“Laila tenía miedo, ¿a que le teme? ¿Como se podría haber ocultado de ustedes?”

“Meterse al mar, por ejemplo, eso lo deja indefenso y es realmente difícil de encontrar a un vampiro en el mar. Puede estar bajo el agua de día y de noche por mucho tiempo, o tal vez está en su casa de México, sé que en un momento hizo un hechizo para repeler a Laila, aunque eso fue hace mucho….”

“¿Julián tiene una casa en México?...”-estaba realmente extrañada.

“Si, en Estados Unidos, México, Italia, España, Australia y Grecia.”-respondió Demeter.

“¿Y ustedes?”- dije pensando, ellos tienen en el resto del mundo.

“Nosotros, la verdad es que también tenemos casas en todo el mundo, no es difícil, tenemos casas que mantenemos y cuidamos sin mucho esfuerzo, porque no necesitamos dinero para grandes cosas, vasta que conservemos algo de antes y lo vendamos en la actualidad a un gran valor, además no consumimos gran cantidad de cosas, claro que cuando pasamos tiempo juntos, preferimos estar en un lugar neutro como un hotel o algo así, para evitar conflictos.”

Miré a Deméter y entendí que la convivencia con sus hermanos no era tan perfecta como yo siempre creí y que tal vez había algo de humanidad en la relación que siempre han sostenido, algo que ni ellos reconocen. Llegamos en poco tiempo y entramos a la ciudad por la puerta de un bar, la amiga de Federic era una vampira de aspecto simple, pero cautivador, sus ojos reflejaban la sabiduría de los años y sus modales delicados la hacían ver frágil.

“Lo vi hace alguna horas en la madrugada -le explicaba a Laila- parecía extraño no miraba nada, caminaba como sonámbulo y sus ojos parecían llorosos.”

“Gracias Prisila, dime solo una cosa más, hacia donde lo viste caminar.”

“Hacia allá.”- respondió la chica apuntando el mar.

Después de caminar un par de cuadras, cruzamos a la realidad paralela y volamos en la dirección que había dicho la chica, volamos lejos sin encontrarlo, así que volvimos a la realidad y continuamos nuestra búsqueda por tierra, lo que fuera que tenía en la cabeza Julián tenía un rastro en tierra y no por aire.

“Trata de llamarlo tú.”- dijo Laila.

“No sé cómo se hace eso.”- respondí algo confundida.

“Recuerdas cuando empezaste a transmitir pensamientos fue sin que te nadie te dijera nada sólo lo hiciste…. Bien ahora es lo mismo, solo piensa en él y llámalo con la mente, cierra los ojos y trata de ver donde está, deja de pensar, sólo hazlo…”

“Si”- respondí algo incomoda.

Cerré los ojos y pensé en Julián, luego de un momento solo repetí en mi mente, ‘Julián, responde por favor, dónde estas?’ y sin darme cuenta con los ojos cerrados podía ver mi propio cuerpo, a los hermanos de Laila a mí alrededor y a Julián lejos, rodeado de algo que lo tenía como dormido.

Abrí los ojos y mirando a Laila salimos corriendo, ella había estado leyendo mi mente mientras yo trataba de llamar a Julián y vio lo que vi. Llegamos a un punto en que no sabíamos hacia donde ir y repitiendo todo encontrando el camino, Julián estaba enterrado cerca de la playa, al excavar encontramos agua y su cuerpo helado. Al sol con los ojos rojos, lo miré molesta, que se suponía que estaba haciendo al enterrase cerca del mar?... pero antes de hablar Federic respondió mis preguntas.

“Estaba tratando de morir. Existe una leyenda que dice que además del sol la mezcla de tierra y agua nos puede matar. Además como te explico Deméter, el agua hace que sea difícil encontrarnos, la tierra por su parte nos da sueño…. En fin, conjugados ambos elementos pueden ser las armas más letales par un vampiro, bastaba que durmiera aquí dos días y nunca más lo encontraríamos.”

“¿Por qué no despierta?”

“Por el efecto de la tierra en nosotros, nos provoca un sueño pesado sobre todo si es de día…”

Miré a Lila y ella solo suspiró. Apoye a Julián en mí y limpie su rostro, lentamente fue despertando y mirando como si no reconociera lo que había al frente. Después de unos diez minutos, todos atravesamos a la otra dimensión, Julián cubierto por una manta, Federic y Deméter lo cargaban y regresamos a mi casa a las diez de la mañana, entrando por la cocina.

“¿Dónde estabas?”- reclamo Carlo al verme entrar.

“Amor, te desperté y explique lo que más pude, dame unos minutos y te explico más.”

“Estas llena de arena… ¿está bien?, ¿necesitas mi ayuda en algo?- dijo después de abrazarme y besarme.

Claro que la necesitaba, era importante bañar a Julián y por lo que entendía el efecto de la tierra mojada les daba sueño a todos, así que tal vez Carlo podría ayudar a darle un baño a Julián… Entre los dos metimos a Julián al agua y lo mojamos, Carlo le había sacado casi toda la ropa y lo jabonaba mientras que yo revisaba algo para que se pusiera. Lo que no tenía ni idea era que el además de sueño, la tierra lo volvía vulnerable al sol y cuando salió del agua con su piel limpia comenzó a arder por causa del sol que entraba a mi habitación y entre los gritos Aquiles despertó.

Federic cerró todas las ventanas y cortinas de la habitación a velocidad de vampiro, Laila fue a buscar más pócima para que permaneciera al sol, Deméter ayudó trayéndole un bistec crudo para que Julián se recuperara más rápido de la quemaduras, mientras que Odette trataba de arreglar el desorden del baño para que mi casa no pareciera campamento por causa del barro la arena y el desorden. Mientras tanto yo trataba de calmar a Aquiles y terminaba dándole pecho.

Todos nos reunimos en la cocina, Julián dormía producto de la falta de la pócima que no solo le permitía estar al sol y también lo ayudaba a mantenerse despierto, cosa que yo no recordaba.

“No entiendo, ¿qué fue lo que hizo?”- dijo Caro.

“Trato de suicidarse”- respondió Odette.

Luego de explicarle los detalles de cómo un vampiro puede suicidarse, Carlo miro extrañado a los hermanos de Laila, porque él no sabía nada de lo que había pasado en los últimos tres días.

“Julián vino hace unos días y me pidió que te dejara y me fuera con él.”- respondí abarcando la mayor cantidad de información sin decirle detalles.

“¿Por qué hizo eso? “

“No lo sé realmente Carlo… Nunca he terminado de entender la cabeza de Julián.”-dije tan honestamente que nadie dijo más.

“Pero… tú lo rechazaste y él se intenta suicidar 2 días después?”

“Si y no… Yo lo rechacé, él volvió y yo lo rechacé, anoche parece que entendió que yo no lo amo y que a quien amo es a ti, o eso era lo que creía cuando se fue.”-respondí ahora agotada de tanta vuelta al mismo tema.

“¿Anoche?... ¿en que minuto?”-dijo mirándome completamente desconcertado.

“Cuando vine por un vaso de agua- me miró recordando ese hecho-… Después de que se fue no lo vi más… y hoy…”-dije sin dar más detalles y pensando realmente como le digo esto.

“Anoche después de que hicimos el amor, viniste por un vaso de agua- yo asentí con la cabeza-…me vas a decir, que ese pervertido estaba mirándonos hacer el amor?!”- dijo Carlo, con voz de alarma y enojo.

“Creo que sí…”-respondía algo intranquila.

“Ostia!… que es un hijo de puta… ¡qué coño cree que hace!… si es que no se puede tener privacidad en esta casa, es que ese se cree con derecho de qué?! Y por qué coño?!.... hijo de la gran puta!…”-dijo tan molesto que se puso rojo.

Carlo siguió molesto un buen rato, hablando más groserías que palabras y amenazando con hacer la prohibición si se enteraba de algo más, pero mientras que iba hablando del tema, entendía que yo no tenía nada que ver en la obsesión de Julián y que mi amor era incondicional a él, así que a medida que se iba tranquilizando me fue abrazando y besando el pelo, hasta que termino sin reclamo alguno y hasta conmovido con el intento de suicidio de Julián.

Cuando Laila regresó con la pócima todos estábamos de acuerdo en que Julián tenía que irse de mi casa, estar lejos por un buen tiempo y dejar que todo este mal rato se pasara antes de que se le ocurriera regresar y Laila entendió que no era en su contra el tema, sino que porque Carlo había encontrado su excusa para echarlos de mi vida y nadie tendría como detenerlo si Julián llegaba a colmarle la paciencia.

Entre los hermanos trasladaron a Julián al lugar más oscuro de mi casa que alguna vez fue el escondite de Julián y luego de eso, se fueron. Carlo había pedido el día excusándose en que Aquiles estaba enfermo, ninguno se quiso quedar en casa, así que salimos el resto del día y fuimos por Maura al jardín, después de pasear nos fuimos a casa de mi madre, donde nos quedamos hasta cerca de las nueve, los niños dormían en la parte de atrás del auto cuando regresamos a casa.

Carlo acostó a Maura y yo a Aquiles, nos reunimos en la cama donde nos abrazamos e hicimos el amor lentamente, él estaba tranquilo y yo solo quería sentir sus brazos rodeándome con esa fuerza que me encanta, me quedé dormida con la pura polera del pijama y creo que él desnudo, solo sé que esta vez era yo quien necesitaba abrazarlo y era yo quien le estaba dando tranquilidad. 

la despedida

Estaba agotada, había tenido una semana de esas que me quitaban el ánimo y entre las celebraciones y las cosas agradables destacaba que todo estaba mejorando, y en eso estaba preparando algo para la celebración del día siguiente y… tocaron la puerta? Cuatro golpes suaves, mi madre se asoma y me reta para que abra la puerta, pero al mirar por el ojo y ver quien era…

“Hola”
“Hola, le traje esto a tu hijo.”
“Gracias”

Entro, dejo el regalo y busco mis zapatos (nunca tengo zapatos en casa), miro mi chaqueta y salgo al pasillo mirándolo y hablando casualmente de nada en particular. Caminamos al ascensor y cuando estábamos dentro me pregunta.

“A dónde vamos?”
“A fumar.”- respondo como si fuera lo más normal del mundo.
“No traje cigarros.”
“Yo tampoco…”

Así que paramos en su casa, saca una caja de Malboro corriente y dejo el delantal de cocina que no tengo idea porque no me había sacado y bajamos a fumar, yo cubierta por un pollerón de él. Hablamos de todo un poco, y  me doy cuenta que lo extrañé más de lo que creía, tirito de pies a cabeza en parte por el frío y en parte porque mi organismo está reflejando mi nerviosismo…

“No hace rato que no fumo…”
“Y porque estas fumando ahora”
“Porque estoy nerviosa… no suelo reaccionar tan bien, aunque creo que puede ser porque somos adultos que estoy reaccionando como tal…”-digo con naturalidad.

Me mira con esos ojos que reprochan tanta sensatez y que al mismo tiempo reconocen que soy yo quien siempre dice las cosas de frente y me da unos escalofríos que me hace tiritar como ya es el segundo cigarro me dice que mejor vamos, subimos y lo miro en el ascensor, es tan extraño verlo hace cuánto que no lo veo?... como mes y medio o más… no lo recuerdo y se ve tan serio, tan franco, tan desarmado, tan cerca… mi cabeza viaja por mis recuerdos y aunque no me habla porque está esperando que hable yo, me pregunto si se leerá en mi cara lo que pienso?

“Me carga esto?”
“Que?”- dice él.
“Saber que no vas a estar más”

Me mira y habla algo pero no lo escucho mucho, porque estoy pensando en él y en mí, en que me molesta saber que todavía lo quiero, que estar él me relaja… como si tu sola presencia fuera mi antídoto para el cansancio.

Mientras te detienes esperando algo, que no se para frente a la cama y lo abrazo por la espalda porque no quiero escuchar tu corazón, tengo miedo a lo que puedo hace y él me tomas las manos y me parece tan extraño estar en su casa, en su pieza abrazada a él, que olvido todo… y cuando me doy cuenta de lo lejos que llegue estoy en su cama, en sus brazos, sintiendo la calma que me hace sentir, sintiendo mi vida en una especie de perspectiva o controversia, que me hace dar vueltas la misma idea en la cabeza, esta es una despedida, de verdad quisiera no creerlo, quisiera cree que no es lo que está sucediendo porque quiero a este hombre que tengo al lado… pero en aras de la verdad esto es la despedida, que no había tenido conciencia el creyó que fue la última vez que lo vi y le digo la verdad a media de lo que pasa por mi cabeza cuando me pregunta ‘en que piensas’, le comento que lamentaba mis contradicciones y que no funcionáramos, que le agradecía haberme devuelto la noción de que era posible una relación, pero no sé si entiende hasta donde su presencia en mi vida tuvo efecto y no quiero decirle más detalles porque esta es la despedida y todos sabemos que se recuerdan, además pienso que no saco nada con decirle más si esto va a dar vueltas en mi cabeza un par de semanas antes de pasar a ese pasado cercano que no inquieta.

Me duermo con la sensación de que estoy en casa y descanso abrazada de él que por alguna razón actúa posesivo no me suelta mientras duerme, para cuando despierto quisiera repetir todo lo de la noche anterior, pero debo volver a mi vida, a mi hijo, a sus cosas, a mi familia que está de visita…

Así que mientras me visto y trato de despertar, lo miro, abre la puerta y luego de cruzar la puerta, lo dejo, parece que corro, porque después de cruzar no miro atrás, no me detengo y solo camino al ascensor creyendo que esta es la única manera de que mi cerebro no me reclame que no le di un último beso, o un último abrazo, o un último que se yo y como suponía mi cerebro empieza a reclamar en el ascensor, pero quiero controlar mi conciencia así que pienso y me doy cuenta que esta sensación es reflejo de que quiero más de él, quiero tenerlo en mi vida de modo permanente porque quiero a ese hombre…

Entro a casa y me acuesto, duermo junto a mi hijo que está profundamente dormido y que me abraza mientras duerme, me parece extraño conciliar el sueño tan rápido, despierto para preparar el cumpleaños más agotada de lo que había estado en toda la semana y con ganas de llorar, con ganas de gritar lo que me duele y tengo atorado en la garganta, pero resisto la mañana en casa de mi prima preparando las cosa que vamos a comer en un rato más y mientras que mi corazón reclama que no hacerle caso va a traer consecuencias a la alarga, le repito a mi conciencia que ahora no puedo desmoronarme, no ahora que está toda mi familia reunida y que desde hace dos años no nos juntábamos los seis hermanos y mis padres, que mis sobrinos juegan con mi hijo y mis padres disfrutan con mi abuela de la comida, están mis primas más queridas, mi mejor amiga y la hermana de mi papá, todos parecen contentos, todo parece perfecto y puedo decir de corazón que todo valió la pena.

Después de dejar a pequeño en cama y haber ordenado, mi mamá me da las buenas noches y me quedo junto a él en la cama, aún tengo la cabeza revuelta, las emociones contradictorias fluyen de modo extraño y me duermo con la ropa puesta, pensando que de verdad no sé porque estoy tan agotada, despierto en la noche, me duele el estómago y paso dos horas en el baño con la clara sensación de que esto es algo psicosomático y me acuerdo de mi corazón que reclamaba en la tarde que no hacerle caso traería consecuencias…

Para cuando vuelvo a dormir no tengo sueño y pequeño se mueve de un lado a otro así que le doy una leche y se queda profundamente dormido, finalmente concilio el sueño con la sensación de que estoy olvidando algo, pero no me preocupa ya lo recordaré.

Mi hijo y sus detalles me distraen, me hacen reír y jugamos haciendo cosas en la mañana en casa, disfrutando de la mañana y mis padres que aún están en casa, se marchan hoy, luego vamos al cumpleaños de mi tía, donde comemos algo rico y volvemos a casa a almorzar nos trae en auto la madrina de mi hijo con quien conversamos de los detalles del desayuno, pasamos la tarde con mi hermana, vamos a la plaza, al supermercado, a casa a tomar once y cuando ella se va, después de haber tratado de arreglar el mundo entre las dos, el regresa a mí, él y sus cosas, él y sus silencios, él y su distancia, él…

Me meto a la cama a ver mi teleserie y tratar de pensar en otra cosa que no sea él, pero entre que él protagonista me lo recuerda y que la situación de la teleserie no es tan interesante, no dejo de pensar en él y me duermo con su nombre entre los labios… Es raro saber que sus ojos me persiguen en sueños, que sus manos me tiran hacia él y que despierto tratando de recordar el sueño y solo recuerdo esos detalles. Es tan extraño saber que estoy bien pese a que sé que no estamos juntos y que lo quiero, tal vez llegue a ese punto en que quererlo es desinteresado y mientras que sepa que estará bien no me va a doler o que asumí que no puedo contra su historia y que mi cabeza tiene esa frase de él dando vuelta, ¿Quién sabe lo que va a pasar?’, que creo que nos volveremos a ver en el futuro aunque no tenga su teléfono, o su correo electrónico, ni su dirección… que así como el universo nos unió en este presente imposible, nos volverá a reunir en el futuro…

no vino... y ahora?

Y él no vino...
No es broma, no es algo que esperar que sucediera, no tengo idea porque no se alinearon los astros, pero así fue y él no vino... Hablo del padre de mi hijo, que no vino a Chile y ahora me toca tratar de entender el universo y sus giros para poder saber cómo procesar algo que no me afecta a mi sino a un pequeño que ayer cumplió 5 años.
Hace rato que vengo diciendo que la vida de ese hombre me tiene sin cuidado, que su mundo dejó de ser parte del mío cuando dijo lo que dijo e hizo lo que hizo, que para bien o para mal, yo estaba bien y feliz con un crío que me había mandado la vida y con el que aprendía a ser madre, es más si me hubieran dicho a los 25 que sería madre soltera habría saltado en un pie por horas de pura alegría, porque este era mi futuro idea, ser madre soltera y criar al pequeño a mis anchas, obviamente olvidaba todo el esfuerzo que implica criar a un niño y obviamente hacía caso omiso del sentido común, porque ese era un tema que tenía resulto en mi cabeza el futuro ideal era ser madre soltera a los 35 años.
Pero el destino me trajo a mi hijo a los 28 años cuando era pareja de un muchacho de 21 años, cuyo intelecto y madurez me había cautivado, a pesar de saber que éramos una pareja con fecha de término y en mi país sola con el mundo por delante, solo tenía que criar a mi hijo… y lo hice llegamos a los 4 años de un pequeño tan bello, tan único que me roba el aliento y a ratos la paciencia.
Así que cuando apareció él y desarmó mi presente con su planteamiento de “Quiero participar”, que para rematar era lo que yo le había propuesto hace cinco años y que ahora me parecía increíble repitiera, y que le dije:
“Bien, participe.”
Total, ya veremos que va a pasar, todo mundo merece una oportunidad, pero que pasó con el viaje, tuvo un lío familiar, que no es menor, delicado y no menciono por respeto a ellos y su privacidad, pero que dejaron a pequeño sin su visita y como consecuencia a pequeño le sale una alergia en la piel algo extraña y se resfría otra vez, así que a medico, remedios, otro médico y más remedios y vuelvo al punto inicial, tengo que entender como asimiló pequeño este conflicto y porque hizo un proceso psicosomático de su malestar emocional, aunque tengo claro que como niño no hace las cosas apropósito, sé que este tipo de conductas se adquieren de modo simple y quitarlas es harto complicado si no se atajan a tiempo y de verdad creo que aún estamos a tiempo.

Así que estoy en eso, tratando de entender el universo desde sus pies y la verdad es difícil, la vida entera no ha tenido padre, el padre lleva menos de tres meses de su vida y le afecto lo que sucedió hasta crearle una alegría en todo el cuerpo?… que mi hijo cree que su vida va a ser diferente si tuviera padre?... acaso no está bien para mi hijo nuestra pequeña familia?, es por eso que me busca marido en donde pilla?... que tan complicado es para él saber que lo ama su mamá y su papá a la distancia?, o es que porque es niño y es concreto si no juega a la pelota con él la virtualidad no es suficiente para que se sepa amado?....

Las preguntas suman y siguen, las dudas sobre las cosas que le pasan asoman a mi mente a cada instante, tengo que admitir que hasta tengo miedo, porque sé que él ha tratado de asimilar que su papá no vino, pero también sé que se debe estar haciendo preguntas que no siempre formula en voz alta y no puedo evitar preguntarme si lo que estoy haciendo ahora es lo correcto o no y como evitar algo similar en el futuro y…

Así mis días se han vuelto un buscar los detalles y tratar de hacer que sus dudas se resuelvan lo antes posible, extraño la época en que sus únicos problemas eran que no avisaba para hacer pipí o que le comprara un helado al salir a pasear, extraño y al mismo tiempo me doy cuenta que no importa nada, porque se que estamos mejor, somos una familia y no conozco ninguna perfecta, después de todo nadie nace sabiendo y aprendemos los dos lentamente.

jueves, 3 de octubre de 2013

Estas en mi vida P69

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Parte 69

No tengo justificación y no quiero encontrarla, la noche con Carlo me había dejado sintiendo mi vida completa, alegre y feliz, pero en mi conciencia estaba el peso del engaño con Julián y no tengo como justificar nada de lo que pasó entre nosotros durante aquel día.

Había que admitir que no tenía idea que había una hierba que los volvía atractivos e irresistible, pero si hubiera sido más consciente de lo que estaba pasando tal vez habría descubierto antes que Julián había hecho algo para conseguir derribar mis defensas y que yo respondiera como él quería desde un principio y esto me devolvía al mismo punto, Julián no era capaz de confiar en mí criterio, siempre me manipulaba de alguna manera, eso me daba la sensación de que estaba en lo correcto cuando decidí alejarlo de mi vía antes,  la pregunta es ¿por qué si había tenido la claridad de saber que alejarlo era lo correcto lo había dejado que regresara?...

Simple, creía que al fin había entendido que debía respetarme y confiar en mis decisiones... Pero porque Julián se empeñaba en controlar las cosas y manejar a las personas, que había detrás de esa historia?

La puerta, Claudia con su sonrisa, la taza de chocolate frío, la mirada alegre de mi pequeño que mamaba su leche con sus cachetes coloraditos, la ducha y los recuerdos revueltos con sentimientos encontrados y mientras me jabonaba pensaba en lo afortunada que era de tener a Carlo en mi vida, en lo extraño que sonaba saber que fue Julián quien nos había reunido, sobre todo sabiendo que era él quien nos quería separar ahora, o que hace tiempo no me sentía tan viva y sin preocupaciones, como para darle vueltas a un tema que era algo más banal que las típicas cosas que me pasaban.

Deje mis pinturas sobre la mesa, estaba con una falda larga y una polera manchada que usaba para pintar, así que tome el lienzo y trace líneas sin pensar, Claudia pasaba la aspiradora y Aquiles dormía, yo estaba pensando en que amaba a Carlos y esa sensación que me dejaba en el cuerpo de calma, alegría y saciedad, cuando sonó el timbre y abrió la muchacha, no escuche nada en realidad porque estaba absorta trazando líneas y cuando volteé Laila me miraba algo sorprendida.

"Hola, ¿cómo has estado?"-dije sorprendida.

"Bien, gracias... y tu cariño, ¿cómo está el pequeño Aquiles?"

"Durmiendo. ¿Quieres verlo?"

Ambas caminamos a la mi habitación y mientras Claudia ordenaba el desorden de Maura, nosotras nos sentábamos frente a la cuna a mirar a mi hijo y sin previo aviso.

"¿Cómo estuvo el encuentro con Julián ayer?"

"Fuiste tú...- le dije mirándola a los ojos incrédula- ¿Tú le diste las hierbas?"

"Claro, el necesitaba algo de ayuda, después de todo ustedes se amaron alguna vez, así que no era necesario mucho. Lo que me extraña es que en tu casa todo siga igual, yo creí que Carlo saldría de tu casa corriendo y no es así."

"Realmente crees que dejaría a Carlo para estar con Julián?... Laila, ¿en serio lo crees?- la mire asombrada- Yo no podría, uno de las cosas que más nos distancia a mí y Julián es que él manipula las cosas y ayer no fue la excepción. Cómo crees que dejaría a un hombre que me ama, que cuando esta conmigo me hace sentir plena, por uno que me manipula y no tiene idea como amar."

"Creía que entendías que él te amaba más que a su propia vida."

"Esa expresión no viene muy viene de parte de uno de ustedes..."

"Tal vez, pero el haría cualquier cosa por tu felicidad, creo que ya lo has visto muchas veces, ¿por qué no le das una oportunidad?"

"Laila, ¿estas bromeando? -dije mirandola incrédula a los ojos- Yo amo a Carlo, a Julián le tengo cariño, ya no siento nada más por él y creo que deberías ayudarme para hacerlo entender que la única manera de estar cerca mío es si empieza a respetar que Carlo es con quien estoy y estaré en el futuro, eso decidí hace tiempo."

"Y qué pasaría si Carlo se enterara de lo que pasó ayer?"

"No pasaría nada, yo le explicaría que fue producto de un hechizo y el entenderá, aunque demore en entenderlo, además los más perjudicaros serían ustedes, Carlo nunca más los dejaría acercarse a ninguno de ustedes a su casa o a nosotros. Lo más probable es que él se encargue de hacer la prohibición y yo no podría hacer nada al respecto."

"Eso es probable, Carlos solo necesita una excusa para sacarnos de tu vida y la verdad es que yo creí que Julián tenía una oportunidad contigo, creí que eso era lo que habían hablado antes de que naciera Aquiles. Pero creo que me equivoque, o entendí mal, tal vez debí haber hablado contigo del tema y así haber evitado de algún modo lo que sucedió ayer..."-dijo Laila mostrando un poco de humanidad que me descolocó.

"Sabes una cosa, ustedes los vampiros al olvidar la humanidad, también olvidan la lealtad, pierden parte de su capacidad moral y francamente me molesta esto, me podrías decir ¿qué te dio la impresión de que aceptaría a Julián alguna vez en mi vida como pareja?"

"Que aceptaste que se quedara, después de su confesión"- respondió Laila con un tono honesto.

"Yo no acepté nada Laila, le dije que no entendía para que pedía permiso para quedarse cerca de nosotros, si el hacía lo que se le regalaba en gana siempre, que si quería que se quedara."-respondí tan honestamente como ella.

"Eso no fue lo que dijo él."- dijo ella mirando el suelo, creo que avergonzada ahora.

"Debiste haber hablado conmigo antes de creerle todo a él, todavía no puedo creer que lo ayudaras sin siquiera darme pistas de lo que intentaría... tienes alguna idea de cómo me siento yo con todo esto? Tengo sentimientos encontrados hacia Julián, una culpa increíble y rabia que me lleva de un lado al otro, lo quiero fuera de mi vida, lo quiero matar, lo quiero ver y golpear..."-respondí soltando al fin ese nudo que tenía en el estómago.

"Lo lamento, creí que estaba ayudando..."-dijo Laila, de un modo que ahora sí estaba segura, sentía vergüenza.

Las dos nos quedamos mirando a Aquiles dormir y como pequeño sonreía o se movía mientras dormía, sus ojos cerrados con expresión de completa tranquilidad, no puede evitar preguntarme ¿qué estaría pensando mi pequeño?

Laila me acompañó a al almorzar, luego de eso se fue y me quedé otra vez sola en casa, así que tome pincel y me puse a pintar, mientras que esperaba para darle de mamar al pequeño, con el teléfono con la alarma para evitar olvidarme y mientras que mezclaba colores, hacía figuras y componía una escena interesante de algo que nunca había visto, me sentí mas tranquila, era cierto que había engañado a Carlo, era cierto que no era algo que hubiera podido hacer sin la intervención de Laila en todo el proceso, era obvio que me sentiría culpable mucho tiempo, porque no la deseaba y tal vez eso era lo que me dejaba en paz, no desear estar con Julián y en cambio si con Carlo, a él lo desearlo en cuerpo y alma.

Maura llego a eso de las cinco con mucho ánimo y por primera vez en mucho tiempo le prohibí hacer un desastre en su habitación y en la casa en general, ella ordeno todos los juguetes y dejó todo en su lugar. Cuando Carlo llego a eso de las seis treinta, estaba cansado y después de cenar se fue a acostar, a mí me toco ordenar sola la cocina y dejar todo lo más ordenado posible, luego ir a dejar a Maura a su cama, se había dormido en el sillón jugando.

Entre a mi pieza y miré a Carlo algo dormido, me acerqué y lo besé suavemente, hacía tiempo que había a prendido sus ánimos y el de hoy no era irremediablemente enojado así que después de levitar sobre él y jugar con su pelo, lo seduje lentamente, como si nunca hubiéramos estado juntos, él se fue dejando llevar mientras que guiaba su mano a mi pecho o de improviso me alejaba, jugamos a ser novios y no saber nada del otro, hasta llegar al momento de clímax, en que grité su nombre y me miro sorprendido, aceleró y profundizo su marcha, me sostuvo con fuerza de la cadera y me miro arquee la espalda con placer, ambos acabamos al mismo tiempo, ambos estábamos agotados y ambos estábamos completamente saciados.

Carlo se quedó dormido y yo me fui a buscar un vaso de agua, entrando a la cocina me encontré de frente con Julián, en su rostro vi la tristeza y desesperanza.

"No me amas."

"No, te lo dije ayer, yo ya no te amo Julián."

"Tu rostro de dicha en sus brazos, no es el mismo que el de ayer, ayer parecía arrepentida de todo un segundo después de sentirlo..."-dijo en voz baja.

"Porque así me sentía Julián, me orillaste a estar contigo, no era voluntario puedes entenderlo."-dije intentando no estar molesta.

"¿Por qué?... ¿por qué no me amas?"- reclamo en tono de tristeza.

"Te lo he dicho mil veces... parece que no lo entiendes... nunca confiaste en mí, siempre quisiste controlar todo, me manipulaste tantas veces y cuando más te amaba demostraste no tener humanidad... tu no me amas, solo crees que es así, tú no sabes lo que es amar a alguien y yo no tengo intención de explicártelo, te dí cinco años de mi vida, los recuerdas?."

"Pero yo haría todo por ti y tu felicidad, no lo entiendes?"-respondió él mirándome por primera vez desde que lo encontré.

"Claro, harías todo y en ese hacer, olvidas que yo también decido sobre mi felicidad, que yo también puedo querer cambiar de opinión, que es mi vida de la que estás hablando y no de la de una marioneta."-juro que intenté que mi tono de voz fuera neutro, pero estaba agotada de explicarle lo mismo.

Julián se quedó callado, yo tome mi vaso de agua, me senté y esperé a que hablara, pero el no dijo nada, en vez de eso se quedó mirando en mi dirección sin ver nada realmente, cuando me dio frío y me iba a levantar, me miro a los ojos.

"Yo... Yo... Yo solo quiero decirte que lo lamento."

Me acerque y lo abrace, estaba tan tranquilo tan humano, tan real, tan presente, que sentí ese calor que alguna vez compartimos y que yo llamaba amor, antes de conocer el amor de Carlos, que no se le puede comparar realmente.

"Lo lamento tanto, hace tanto tiempo que no me sentía realmente interesado en nada, que creí... La verdad tienes razón, siempre controlé todo... Todo..."

"Julián es hora de que te vayas."- dije apoyando mi oreja en su pecho y sintiendo su corazón latir irregularmente.

"Claro, tienes razón- dijo y se alejó solo un poco para mirarme a los ojos-, estas consienten de que te amo como nadie ha amado a nadie en la historia y que no dejaré de hacerlo?."

"Supongo que sí. Pero entiende, no hay nada que puedas hacer ahora, tomé la decisión de estar con Carlo, de tener una vida con él, durante el tiempo que esta dure, puedes estar cerca de nosotros y acompañarnos en esta felicidad o alejarte, como tú quieras. Porque de verdad espero que logres encontrar armonía y tranquilidad en tu vida. Pero yo no dejaré de amar a Carlo, no dejaré a mi familia y soy feliz de verdad, espero que lo entiendas."

Me miró y sonrió, su ojos se cerraron e inclino la cabeza hasta dejar su frente con la mía, lo sentí respirar hondo y cerré los ojos, esto se estaba volviendo extrañamente más difícil para mí de lo que imaginaba. Julián se elevó y cuando abrí los ojos estábamos en la otra dimensión.

"Para que me trajiste hasta aquí"-dije molesta.

"Para decirte lo que quiero decirte sin que ellos escuche."-respondió honestamente.

"Habla rápido o me voy"- respondí aún molesta.

El me miro a los ojos y suspiro otra vez, luego tomo una hoja de papel y la abrió lentamente, mirando el contenido habló.

"Ella, siempre quise saber lo que se sentía al amar a otra persona, había amado alguna vez en mi vida mortal, pero hace tanto de eso, que no recuerdo realmente como hacerlo. Cuando tuviste el accidente, recuerdo que volví por ti porque algo en tu ojos me hicieron reaccionar y darme cuenta de que estaba haciendo algo mal si te dejaba sola en la calle y nunca me sentí más feliz que cuando decidiste tener una relación conmigo. Sé que entré en tu vida y salí de ella por decisión propia, pero también sé que el tiempo que estuvimos juntos fue el más intenso que he tenido en toda mi vida humana y vampira.

De verdad espero que conquistes tus sueños y que me dejes participar de tu vida, sé que no merezco esa oportunidad pero no puedo evitar pedírtela.

Te amo.

Julián."

Lo miré y solo trate de esbozar una sonrisa, pero lo cierto es que en mi garganta tenía un nudo, me parecía completamente absurdo decirle que se quedara si no confió en él y no podía evitar recordar las escenas de ambos en esta dimensión del día anterior y como me sentía de confundida.

"Dame tiempo, tu eres inmortal, no debería ser difícil para ti darme tiempo para volver a confiar en ti, porque dime Julián quien me garantiza que no vas a volver a hacer algo de lo que hiciste ayer?, quien me garantiza que antes de decidir algo que me involucrara me vas a hablar del tema sin rodeos... sin mentiras... sin omisiones? "

Julián miro mis ojos con algo de vergüenza y pena, luego me abrazó y sentí como su cuerpo parecía resistir a algo, pero no sabía si era a salir corriendo o a hacer algo más, así que me alejé y cuando lo mire lloraba, él no se resistía a nada, solo temblaba y lloraba, sus lágrimas rodaban por sus mejillas y sus ojos parecían cristalinos, su expresión me desarmo y en un segundo de lucidez supe que no quería verlo así, tenía que salir de allí.

Cruce a la realidad y él no me siguió, tuve miedo, porque si lo hubiera hecho sé que habría terminado besándolo esa fragilidad de él me hacía sentir atraída a él y no era lo que quería. Me metí en la cama y Carlo me abrazó, su aroma me rodeo y me sentí segura, cerré los ojos y me quedé dormida.

Cuando desperté rallaba el alba y Carlo seguía dormido, fui a la cocina a preparar algo de desayuno para los dos y cuando entré me topé con la familia de vampiros entera sentada en la mesa de mi cocina.

"Pero por qué están los cuatro en mi cocina?"-dije sorprendida.

"Tenemos que hablar"-respondió Demeter.

"Bueno, pero voy a preparar algo de comer, tengo hambre."-dije yo bostezando.

"No te preocupes, yo me encargo"- dijo Odette y mientras decía eso yo pensaba en la cara de Carlo cuando los viera a todos en la cocina tan temprano.

Laila y Demeter estaban sentados a cada lado mío y Federic frente a mí. Entre los tres se encargaron de hablar a una velocidad que solo los vampiros podían hacer y mientras uno terminaba una frase el otro la continuaba, como si fuera un dialogo constante, como ya había visto que podían, así que no me sorprendió, pero me pregunté porque lo estaban haciendo?, esto se hacía para borrar la memoria de las personas al concluir el tema del que hablaban la sincronía les permitía buscar el momento exacto en que iniciaron la conversación... o es que estaban haciendo algo más? Y la respuesta de todo este lío vino a modo de pregunta un segundo mas tarde.

"...Por eso dime que pasó anoche con Julián?"- dijo Demeter.

Los miré, después de escucharles una cátedra sobre lo mucho que me querían, como había adquirido un cariño único hacia mi familia, como es que estaban dispuestos a hacer todo por mi o por cualquiera de los míos, para rematar en eso... mmm...

"¿Qué le pasó a Julián?"- dije seria.

"No aparece."- dijo Federic.

"Como que no aparece, ¿lo buscaron en la otra dimensión?"

"Si... no lo encontramos."- dijo Laila.

"¿Cómo lo buscaron en todos lados sin encontrarlo?"- dije algo confundida.

"Simple, Laila lo llamó, como su creadora, tiene línea directa con él en cualquier parte del mundo, pero no lo encuentra y lo peor es que nosotros no lo sentimos tampoco. ¿Sabes donde podrá estar?"- dijo Odette entregándome una taza de café recién preparado.

"No, no lo sé...- dije con tono de extrañeza- creen que algo le puede haber pasado?"

Los cuatro me quedaron mirando serios y Laila solo asintió con la cabeza.

martes, 1 de octubre de 2013

Estas en mi vida (P. 68)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


Parte 68
La primera semana en el hospital, la segunda con un pie en casa y el alta del médico finalmente cuando mi pequeño Aquiles tenía cerca de dos semanas. Es extraño como con un bebé en brazos uno pierde la noción del tiempo, todo se traduce a darle pecho y dormir.
Así que cuando llegamos a casa, Carlo decidió que necesitábamos ayuda para tener la casa ordenada y contrato a una muchacha que iba todas las mañanas a ordenar y preparar el almuerzo y yo la verdad estaba aliviada, porque la otra alternativa era que Laila y sus hermanos nos ayudaran, francamente no sé si era la maternidad o la noción de que necesitaba vacaciones de ellos, lo que me tenía reacia a reunirme con ellos como de costumbre. Además que dormía gran parte del día y la noche porque estaba funcionando como mi pequeño hijo y con excepción de la tarde cuando llegaba Maura del jardín, que tenía que levantarme y hacer cosas con ella como darle la cena y ayudarla con el baño, las tareas y arreglar su cama para dormir, yo dormía prácticamente todo el día.
Carlo está preocupado y cunado pequeño cumplió un mes, me pregunto si era normal esto de que yo durmiera tanto. Así que en la consulta con el pediatra, fue él quien le explico que mi caso salía de la norma, así que era probable que demorar un par de semanas más en ajustar mis horarios de sueño a los de un adulto, pero que no hacía daño realmente que durmiera como el bebé. Pero no fue necesario esperar mucho tiempo, lentamente fui recuperando mi horario de sueño normal y cuando Aquiles tenia mes y medio, yo tenía mi vida casi enteramente recuperada, o sea pintaba cuando tenía tiempo, iba a hacer las compras de la casa, me bañaba todas las mañanas (detalles) y estaba mi pieza lista y ordenada antes de las nueve, la muchacha tenía la misma carga de trabajo porque ya que le pagaba no levantaba ni un juguete, ni lavaba la loza y entre el desorden que armaba mi Maura cuando llegaba del jardín y el que dejábamos nosotros los adultos, la muchacha llegaba a ordenar y dejaba todo impecable antes de irse a las tres de la tarde.
Laila y sus hermanos habían venido a visitar mientras que dormía y no los había recibido, ahora que estaba despierta ellos habían decidido aparecer otra vez y aunque no estaba tan feliz de su visita los recibía un rato en casa, Laila fue la primera en decirme que entendía lo que sentía y que esperaba que pudiera volver a ser como antes, pero me preguntaba si yo quería que algo volviera ser como antes o no... y la verdad no lo sabía, valoraba tremendamente a Laila, pese a todo lo que su presencia en mi vida significaba, los hermanos de ella no habían hecho más que ayudar en mi vida, Julián con todos sus altos y bajos había demostrado ser capaz de amar a una mujer humana y recuperar algo de su humanidad, pero aun así con todas sus cosas buenas, tenerlos cerca era algo que me hacía preguntarme que quería realmente yo, después de todo ¿Cómo le explicaría a Maura en unos años más que ninguno de ellos envejecería nunca?, ¿Cómo lograría que Carlo superar su miedo a los vampiros?, Será que nunca más volveríamos a tener una vida más común y digo común porque la palabra normal o normalidad jamás se aplicó a mis vida, así que ahora que no existía no me molestaba en tenerla presente, pero una vida común con cosas más mundanas y no esta vida tan distinta que nos obligaría a todos a mantener a esto cinco seres alejados de todos nuestros amigos o familiares, quienes tal vez estaría con nosotros unos diez años? Y luego que diríamos a mi madre, a mi hermana, o a los niños?...
Nunca quise ser vampiro, nunca quise vivir eternamente, siempre he pensado que lo más bello de la vida es envejecer, la trasformación del cuerpo, la añoranza de aquel tiempo que era más atlética, más liviana, más ágil, más joven... porque al final son nuestros recuerdos y como los atesoramos los que le dan valor a la vida. Pero por otro lado había sobrevivido a tantas cosas que mi sola existencia era algo poco común, mi caso de cáncer estaba siendo investigado y rogaba al cielo para que nunca descubrieran que en realidad había sido Laila quien me había sanado y no la quimio.
Así la balanza con mi decisión se movía de un lado a otro y no lograba decidir nada en realidad. Mi vida parecía estar extrañamente estática, así que esa mañana que desperté temprano, acompañé a Carlo a desayunar y esperaba que llegara la chica del aseo me pregunté qué habría pasado con Julián?, hacía unas semanas que no lo veía y nadie parecía interesado en contarme donde estaba o que había pasado con él, sobre todo recordando lo que me había dicho el día que Aquiles naciera "...que me dejes estar cerca de ustedes..." y si eso era lo que quería, donde estaba ahora?
"Julián?"- dije en voz alta y el apareció junto a mí en la cocina, lo miré con reproche.
"Hola, ¿Estas de buen ánimo?"- dijo sonriendo.
"Si algo, dime una cosa, ¿cuánto tiempo llevas en la otra dimensión?"
"Llegué hace un momento, cuando Carlo salía de casa. Las escenas melosas de ustedes besándose no me agradan."
"Eres un caso"- dije algo divertida con su confesión y me senté con mi taza de café.
"Parece que estuvieras tomando una decisión?"
"Es divertido que ya no tengas libre acceso a mis pensamientos"- dije pensando en otra cosa.
"No, a mí me gustaba cuando podía entenderte atreves de tus pensamientos, ahora eres un misterio demasiado cautivador...- miro el suelo y luego levanto la mirada sonriendo pícaramente- claro que es interesante que a mi edad algo sea cautivador, no lo crees?"
"Cállate."-dije avergonzada.
"Uf!, yo creía que estabas de buen humor."
"Julián, si no fue necesario que dijeras esas frases cursis para conquistarme en el pasado, no es necesario que las digas en tu vida, porque para mí son cursis y no de buen gusto. Además, deberías respetar que estoy con Carlo, que es el hombre al que amo y con quien tengo una familia. Ahora déjate de mañas de galán, que quiero hablar contigo sobre un tema importante."
"Está bien, dime que querías hablar?"
Lo miré a los ojos, esa mirada añosa que había visto pocas veces y que con sinceridad me parecía la de un hombre completamente distinto a quien tenía en frente, me cautivó y comencé a exponerle mis conflictos con Laila y sus hermanos, lentamente fui desenrollando los sentimientos, las cosas increíbles que nos habían pasado, las cosas extrañas y las que me llevaban a no querer verlos. Todo esto era algo tan extraño, hablaba con un vampiro de las cualidades, virtudes, conflicto que acarreara la continuidad y la relación que sostenía mi familia con todos ellos.
Julián escucho todo con calma y pregunto algunas cosas que al parecer eran difíciles de asimilar para el como vampiro, porque los detalles lo hacían poner caras y que darse largo rato pensando, finalmente cuando tuvo una idea clara me pidió disculpas y se fue al living, al rincón donde guardaba mis libretas con predicciones. La chica que me ayuda a limpiar que se llama Claudia, habría terminado de ordenar el cuarto de Maura y se veía agotada de ordenar y cuando miro a Julián sus ojos centellaron, en su mente creía estar viendo a un ángel y Julián que leyó sus pensamientos aun cuando estaba volteado, no la miro, solo siguió en lo suyo y regreso a la cocina donde yo esperaba que dijera algo. Porque Claudia no lo había visto antes en casa, hoy cuando ella toco el timbre le abrí la puerta y la había mandado al cuarto de Maura donde sabía demoraría suficiente como para terminar de hablar con Julián de lo que hablábamos sin interrupciones y efectivamente había sido así.
"Toma, en este creo que vi en este cuaderno algo de lo que has mencionado ahora, la verdad siempre supe que ibas a tener que decidir si vivías con nosotros en tu vida tiempo completo o sin nosotros."
Claudia que estaba entrando a la cocina lo miro con curiosidad, pero Julián ni siquiera la miro o trato de explicar lo que estaba diciendo a la muchacha, que seguía confundida y encantada con este ser.
"Si aquí hay algo de lo que dices... aquí hay más...mmm..."
Leí mis predicciones, como si de algo ajeno se tratara, porque el hechizo que las manifestaba en las libretas no hacía necesariamente que yo estuviera cociente de lo que en ellas se escribía, por eso en alguna oportunidad conté que los hermanos de Laila tenían una libreta donde decía que los perdonaría, que estaba escrito mucho antes de que siquiera supiera que Mercurio trataría de raptar a Carlo. Habían tantas predicciones, que la letras era pequeña y como si la hubiera escrito a la rápida, para seguir escribiendo la que seguía, reconozco que algunas al leerlas las recordaba como si las acabara de escribir y no fuera el hechizo de Laila el que las manifestaba escritas en papel y las mantuviera lejos del grado de locura y abstracción que sufrí inicialmente cuando desarrolle este nuevo sentido. Miré la libreta que me colgaba de la muñeca, esa la había tenido que poner esta mañana, porque la anterior ya estaba llena, la libreta de papel delgado de esas que son de bolsillo, es extraño como las pude llevar incluso en el tiempo que estuve hospitalizada, aunque admito que me las colgaba al cuello, porque en las muñecas me habría molestado por la vía o los aparatos que me tenían monitoreando el corazón.
"Creo que esta es más clara." dijo Julián pasándome un cuaderno.
Lo leí con calma y luego le pasé el que estaba leyendo yo, el leyó y me miro con una sonrisa, algo de lo que había en sea hoja lo había hecho sonreír, tomé la libreta y leí la siguiente predicción.
"Los amantes, dejaran sus ataduras y se amarán con locura"
De que se reía, eso no decía nada fuera de lo común. Lo miré con curiosidad y dijo me trasmitió un pensamiento, "Si tú y Carlo son una pareja y la familia, quienes serían los amantes?", lo miré otra vez molesta.
"Señora, voy a limpiar su habitación."- dijo ella mirando a Julián.
"Si Claudia, ve y mira si Aquiles está despierto creo que es hora de su leche."
"Claro señora."-respondió la chiquilla.
Cuando la muchacha salió de la habitación, miré a Julián francamente molesta.
"Deja de decir estupideces, con Carlo no solo somos pareja, también somos amantes."
"Y si los amantes fueran él y otra persona?"
"Julián dices una pesadez más y créeme que te prohíbo la entrada a mi casa en ambas realidades."-lo miré en serio enfadada.
"UF! Porque tanta antipatía, yo no creía que fueras a terminar con nadie más, siempre creí que terminaríamos juntos y estos hace tres años y medios con Carlo, no sé qué decirte para explicarte que las cosas cambian."
Me levante, tan molesta que la silla se cayó al suelo y lo miré a los ojos directamente. Julián se levantó, me tomo las manos y me trato de abrazar pero no lo dejé, la leche me comenzó a caer por los pechos manchando mi polera y transparentándola, toda mi musculatura estaba contraída, parada rígida y molesta, tanto que me acerque y tomé un vaso de agua para tranquilizarme, le habría gritado de todo, francamente se lo merecía, pero Claudia podía escuchar y Aquiles despertar con los gritos. El tomo mis manos y me traslado a la otra dimensión sin que alcanzara a decir algo y se desató una argumentación...
"Es que eres un cretino, hijo de la gran... quien cresta te crees para decir algo así? Fuiste Tú quien me alejo de su vida. Tú decidiste por mí, nunca me has amado, amabas sentirte vivo, amabas estar acompañado de alguien que no te quisiera cambiar, amabas estar viviendo la vida con ganas porque hace un siglo que no tienes idea de lo que significa vivir la vida con ganas. A mi... tu nunca me amaste, si lo hubieras hecho me habrías acompañado en todo y no habrías creído nada, salvo en mí... Pero no.... Tu creíste en las predicciones de una mujer vampiro que te dijo que llegaría a amar a alguien más... Y nunca se te ocurrió pensar que serías tu quien colaboraría en que esa predicción se volviera realidad... Tú..."
El me dejó gritar y se fue acercando lentamente, yo lloraba, quería pegarle tan fuerte como me dolía mi pecho por su causa, lloraba pensando en que si no lo hubiera aceptado en mi vida sin pedirle nada, el nunca habría dejado que lo olvidara y en ese momento de fragilidad, Julián se acercó tanto que no pude evitar confundir la ira con pasión, dejarme arrastrar por sus manos que me apretaban contra su cuerpo, su intento de besarme el cuello, el pecho y regresar a mi cuello para decirme al oído.
"Déjame amarte..."- en un tono suplicante, que me parecía seductor.
Y mientras que sus manos apretaban mi cintura contra su cuerpo, su boca recorría mi garganta hasta llegar a la comisura de mis labios, sus palabras de deseo me mareaban, no fui capaz de resistir mucho más antes de mirarlo y besarlo yo, devolverle el abrazo con la misma fuerza, elevarnos y deshacernos de la ropa mientras que girábamos a medio metro del suelo, recordando, recorriéndonos, haciendo algo que de verdad no habría imaginado y cuando estaba desnudo sintiendo su piel un poco más fría que la mía rosando mi cuerpo, escuche a lo lejos a Aquiles llorar.
En un segundo me vestí, en otro cruce la dimensión y corrí donde mi hijo que lloraba en brazos de Claudia.
"Se lo iba a llevare a la cocina señora."- dijo la muchacha cuando me vio entrar corriendo.
"Gracias Claudia, no hace falta."- y tomando a mi hijo en brazos me acosté en la cama, saque mi pecho y el comenzó a mamar.
Cuarenta minutos después, Aquiles dormía terminado de tomar leche del otro pecho, mientras que yo trataba de justificar de algún modo en mi cabeza la falta de cordura de hace un rato y viendo cómo organizar mis ideas porque tenía la cabeza revuelta. Dejé a Aquiles en la cuna y le avisé a Claudia que me iría a bañar, eran las doce y media.
Entre al baño y cerré la puerta, miedo mi reflejo en el espejo, es extraño mirarse cunado uno esta desconcertada, porque en mi caso, mi rostro no reflejaba nada, prendí el agua y me metí a la ducha, mientras que me jabonaba pensaba en que definitivamente no era tan buena idea tener a Julián cerca y de pronto unas manos me empezaron a lavar el pelo...
"¿Que rayos haces aquí?!"- dije molesta en tono bajo para que nadie nos escuchara.
Peor Julián había decido terminar lo que habíamos empezado y aunque lo empujaba, lo retaba y le decía que se fuera, lentamente me fue convenciendo, estaba desnudo como yo, estaba abrazándome, estaba aquí y aunque me resistía, mi organismo reaccionaba a él como antes y no fue hasta que sentí sus manos en mi vientre que entendí que no se iría a ninguna parte si no hacía algo drástico. Sentí vértigo, sentí mi ira aumentar y aunque estaba dispuesta a estar con él, tenía claro que no me lo perdonaría, él me estaba besando el pecho y se veía concentrado, mi vértigo aumentó cuando me di cuenta que estamos en la otra dimensión y grité de ira.
"Haaaaaa!!!!!!!, Suéltame!!"- grite y lo empuje lejos.
"Pero... es que..."
"Córtala Julián, quien cresta te crees?"- grité molesta.
El avanzó hacia mí y yo puse una mano a modo de alto.
"Claro que mi cuerpo reacciona, claro que te puedo llegar a desear, pero eso no cambia las cosas Julián, no cambia que no eres capaz de amarme y que tomas decisiones sin preguntar, por lo único que te dije que te quedaras era porque creía que te ayudaría a afrontar tu decisión, pero si no eres capaz de hacer las cosas bien, de verdad no vuelvas."
"No puedo!, no sé cómo lo soportas, pero yo no... eres mía- dijo en ese tono diabólico que le había visto antes y que ahora ni me inmutó- tu eres mía...- y trato de acercarse pero yo no seguía con mi mano en alto impidiéndole acercarse.
"No. Entiendes?. No Julián, no somos la pareja que fuimos, no voy a traicionar a Carlo, no te amo como antes y no vas a estar conmigo, la respuesta es no. Entiendes?"
Julián retrocedió unos pasos, me miro con ojos tristes y algo de vergüenza, pero no deje que esa actitud me conmoviera, porque tenía la clara sensación de que el esperaba eso, además estaba desnuda frente a él y no quería darle pie a que retomara su iniciativa, francamente no sabía si la podría resistir una vez más.
Cruce a nuestra dimensión a un paso de donde estaba, y el agua tibia me tranquilizó, estaba molesta. Mientras que el agua se llevaba el shampoo y mi cabeza dejaba de dar vueltas, suspiré sin darme cuenta y dije su nombre, un segundo más tarde Julián estaba atrás mío desnudo, besándome haciéndome suya y volviendo a sentir otra vez todo dar vueltas a mi alrededor, el agua tibia se mezclaba con mu sabor, la sensación de que esto estaba mal, la noción de que su cuerpo se movía con el mío a un ritmo único, el placer y la amarga sensación de que estaba traicionando a Carlo...
Demoré tanto en la ducha que Claudia toco dos veces para preguntar si estaba bien y en ambas ocasiones debí sacar fuerzas para responder, porque estaba en un trance tan distinto a todo que no sé cómo explicarlo, cuando finalmente salí del baño, estaba en estado de extasía, habría dado todo por no sentirme así, pero así era como me dejaba una unión con Julián, en extasíe, con ganas de más y con el cuerpo marcado.
Vestida y lista para almorzar, me fui a la cocina, donde Julián me esperaba, le había borrado la memoria a Claudia, así que para la muchacha no había pasado nada fuera de lo común ese día, la sensación de que actuó sin preguntar me molestó tanto, que no puede evitar mirarlo feo, la muchacha se despidió unos minutos después y se retiró. Mientras que yo me serví un plato de comida y almorzaba frente a Julián que tenía otras ideas en la mente.
"¿Se puede saber por qué no me dijiste que le ibas a borrar la memoria?"
"Simple, creí que lo suponías, o sea dos horas en el agua no te pare extraño?... Además, no puso mucha resistencia, parece que le gusto."
"Julián nunca he sido celosa, deberías saberlo ya. Además la muchacha no le dirá nada a Carlo, esto no se va a repetir."
"Eso no es lo que dice tu cuerpo."- dijo tocándome la mano que tenía sobre la mesa.
"Mi cuerpo es mío, lo mando yo y no tienes nada que opinar tu."- dije molesta porque lo que decía era cierto.
Se acercó a mi cuello y comenzó a pasar la punta de su nariz suavemente de arriba abajo y sin darme cuenta me di vuelta y rodee su cuello con mis brazos, sin siquiera saber cómo estaba en el mesón, semi desnuda sintiendo repitiendo todo otra vez, su cuerpo, su ritmo, las sensaciones de vértigo, la ira, la pasión, la fuerza, sus manos marcando mi cadera y su éxtasi, porque contrario a todo lo que imaginaba el ahora tenía la misma sensación que yo, la misma necesidad irracional por concluir tenerme, sentirme y saciarse que tenía yo en ese minuto.
La tarde fue un ir y venir de encuentro, de reclamos, de reproches, de conflictos, de ira y de placer, tan complejos que por mucho que yo quisiera habíamos estado juntos todas las veces que uno estuvo cerca del otro, bastaba su roce para desnudarnos y mi solo suspiro para provocarlo. No me importaban las heridas del post parto, no me importaba que esto estaba mal, no me importaba nada, Julián había logrado desquiciarme, hasta que Aquiles lloró.
Estaba en medio de un volar atada a su cadera y placeres extraordinarios y mi hijo me sacó de golpe y porrazo de todo eso, no había tomado agua y no tenía leche, Julián se la había ido bebiendo, y debo decir que aunque no lo imaginaba lo excitaba mi leche... cosa que no quiero ni recordar.
Bajé al suelo, apoye mi pie y supe que había algo más en todo esto, porque racionalmente yo no dejaría jamás a Carlo, lo amaba y todo lo que había pasado durante el día tenía algún explicación lógica. Pero que era lo que había detrás de todo esto?, era Julián que había usado algún hechizo?, era alguien más?
"Julián- dije con voz confusa, mientras él se acercaba peligrosamente- esto no es normal..."
Julián me miró desde lejos y asintió con la cabeza.
"¿Qué nos está pasando?"- dije con la voz entrecorta y algo molesta.
Aquiles dejó de llorar y sentí que era porque Julián lo influenciaba.
"Déjalo en paz, es un bebé y tengo que darle pecho, así que vente, no quiero verte."
Corrí a la cocina y tome agua mientras me metía un brazo en la pollera y terminaba de vestirme, con la clara sensación de deseo en el cuerpo y no me bajaba la leche, así que fui hasta el refrigerador, tomé una de las mamaderas que usaba en la noche para cerciorarme que el bebé tomara toda la leche y la calenté a baño maría, hasta que estuvo tibia.
Entré a mi habitación y Julián sostenía a Aquiles en brazos y el bebé jugaba a hacer gorgoritos con la boca, la escena era tan bella que me habría encantado no interrumpirla, pero en vez de eso, sostuve a Aquiles en brazos y lo llevé a la cama donde se tomó toda la leche y se quedó dormido.
"Julián te dije que te fueras:"
"No puedo."- respondió extrañamente.
Tomé al bebé lo lleve a su cuna, le cambie los pañales y lo dejé de costado, se veía apacible, entre al baño, pero él me siguió y sin medir consecuencia me abrazo y comenzó a besarme, traspasándonos a la otra dimensión...
Quedaban quince minutos para que llegara Maura y yo no lograba salirme de transe, por más que en mi cabeza todo estuviera revuelto y sintiera que si salía de esa unión se acababa el mundo, era un vicio no un placer propiamente tal, Maura estaba por llegar y tenía que vestirme, tenía que volver y el me sostenía con tanta fuerza que me dolía, pero todo lo que hacía me tenía en éxtasi... ¿Cómo rayos vine a perder la cordura un día de verano cualquiera?... que está pasando con nosotros que parecemos hechizados o algo así?... y me preguntaba esto en voz alta y el solo seguía apasionado, ensimismado, disfrutándome así como yo de él.
"te amo... te amo...- gritaba Julián-... te amo... te amo..-su voz ronca de tanto gritar, sus manos firmes sosteniéndome y su ritmo acelerado y luego clamo, otra vez con fuerte y luego más calmo- te amo mujer que es lo que no entiendes?"
Y como si ese fuera el antídoto, supe exactamente qué pasaba con nosotros y logré separarme de él.
"Julián - dije sobre su pecho, tratando de recuperar el aliento- yo no te amo."
Julián paró en seco, sus ojos me miraron intensamente, sus manos me apretaron aún más la cadera y no pudo moverse más, porque aunque trato de recuperar le ritmo y sentir ese extasía que hace un segundo, lo miré y supe que estaba comprendiendo que se había equivocado, me moví solo un centímetro y el sintió mi cuerpo pero no lo provocó como antes, un segundo más tarde estábamos vistiéndonos y cruzando a la dimensión real.
"Yo... - trato de decir algo, pero no tenía palabras- lo lamento."
"No digas eso, no sé qué hiciste pero sé que no tenías mala intención."
"Sólo quería que recordaras como era estar conmigo,- dijo mirando el suelo- yo no te olvido, pero tú a mí sí."
"Julián nunca te he olvidado, pero eso no tiene nada que ver, tu fallaste como pareja, me hiciste creer que estabas alejándote porque creíste que no te quería, cuando en realidad estaba alejándote porque creías que era lo correcto para mi futuro y ni siquiera me dijiste la verdad, manipulaste tantas cosas en mi vida... que no te diste cuenta que me estabas perdiendo y cunado entendiste que no volvería contigo, te marchaste, ni siquiera conversamos el tema frente a frente, solo te marchaste... que quieres que te diga, me rompiste el corazón, ya no puedo amarte..."
"Antes de venir esta mañana tome la infusión de una hierba que hace que nosotros los vampiros seamos irresistibles a los humanos, el efecto dura cerca de un día."
"Eso explica muchas cosas."-dije mirando sus ojos.
"Lo lamento, no sabes cuánto lo lamento."-dijo avergonzado.
"Julián, ¿cuándo vas a dejar de tratar de manipularme? ¿Cuando vas a hablar conmigo las cosas primero y después hacer lo que se te ocurra? ¿Cuando?"- dije molesta y cansada.
Dio un paso hacia mí y sentí toda esa energía de él como algo irresistible, pero en vez de dejarlo avanzar, sólo lo miré a los ojos.
"Quiero que te vayas."-dije sin inflexión en la voz.
"Quiero besarte"- respondió él.
"Podrías escucharme, Maura llegara a casa en unos minutos."-dije mirándo su rostro.
"No, le enviaste un mensaje a tu hermana que la pasara a buscar te la traerá cuando llegue Carlo, aún tenemos una hora más...- dijo apoyando su frente en la mía y simplemente no pude resistir más.
Atravesamos a la otra dimensión donde podíamos movernos a muestra ancha, gritar y hacer lo que quise ramos, el me desnudo en un segundo y cuando entro en mí fue como la primera vez, como si nunca hubiera estado con él, el éxtasi me recorrió el cuerpo, la locura de sus manos se desató por mis pecho, apretando, moviendo, tocando, sintiendo y dejé que todos mis cargos de conciencia se quedarán en la otra realidad, esta vez tenía claro que no estaba engañando a propósito a Carlo, Julián me había hechizado y eso justificaba cada goce, cada grito de placer.
Pasaríamos casi dos horas unidos, antes de volver a la dimensión real y despedirnos sin evitar un último juego sobre la ropa peligroso junto a la puerta porque concluyo solo un segundo antes de que Carlo pusiera la llave en la puerta, dejándome completamente excitada cuando el entró y me besó, lo lleve a la pieza y mientras que desconcertado, me dejaba sacarle la ropa para hacer el amor y si esta era la gran diferencia entre la unión de Julián que dejaba con ganas de más, a la unión con Carlo que me dejaba completamente satisfecha. No puede evitar sentir a Carlo más hombre, más humano y comparar las manos de Carlo que me transmitían cosquillas por la piel y la suavidad con que me movía sin violencia, como sus besos me parecía dulces y su aliento entrecortado era algo simplemente me excitaba más.
"Te extrañaba"- dijo Carlo descansando junto a mí.
"Yo también"- dije y me voltee a él para darle un beso, que lo hizo sonreír.
"Tus pechos están tan granes"- dijo tocándolos.
"Te gustan?- dije acercándole uno al rostro y él lo tomo y acercándose más a mi volvía a sentir su cuerpo reaccionar, y aproveche de decirle al oído- ¡Quiero más!"
No fue necesario nada más, Carlo era así solo había que pedirle y daba todo, desarmamos la cama de un lado a otro haciendo cosas que hacía tiempo no hacemos y que recordar era agradable, lo sentí extasiado, lo sentí tan mío, que solo desaté toda mi pasión con él y mientras desataba todo complejo y lo dejaba amarme a su gusto, recordé el texto que había leído en la mañana "Los amantes, dejaran sus ataduras y se amarán con locura", y no puede evitar sonreír, yo tenía razón no era Julián siempre ha sido Carlo mi amante.