martes, 30 de julio de 2013

La primera discución

Sería mi propia conciencia… No lo sé, tenía la cabeza hecha un lía, mi hijo tiene que entrar al colegio y no puedo evitar verlo tan pequeño que me da miedo… la suma de sucesos de este mes no era tan positiva como esperaba, entre ser madre y ser mujer había un puente que a veces estaba más bloqueado de lo que yo quisiera por mi horario, por las responsabilidades de ser madre soltera y por mí misma… admitir esto fue lo más fuerte y esa tarde no pude evitar preguntarme que rayos estaba haciendo mal.
Me quedé en blanco, mi hijo dormía, él no había llegado y no podía evitar tener la cabeza en blanco… así que cociné, para variar algo elaborado que tomara todo mi tiempo libre y me quitara la sensación de que algo me molestaba, dulce de membrillo, son tres horas mínimo hacer un kilo de dulce de membrillo, y en ese tiempo podría fraguar mis ideas y sacar a la luz lo que me estaba molestando, porque en un análisis simple no lo encontraba.
Pelear con los membrillos fue mucho más simple que la pelea que se armó con él, en parte porque el problema con los membrillos es que mi cuchillo no tiene filo y no me duele ni me cuestiona mi vida el tener un cuchillo sin filo, pero una relación con él deja preguntas que no tiene respuestas e incertidumbres...
Si me lo preguntas hoy, no, yo no habría peleado con él, la discusión no tenía sentido, ambos nos pusimos a la defensiva y ambos nos defendimos desde nuestros puestos hasta que dijo esa frase que me desarmo… “la última persona que me dijo ‘Te Quiero’ me hizo mierda la vida”… por descontado que no era yo, pero si esa herida esta aún vigente que tan real es lo que siente por mí? Qué tan dispuesto está a estar con migo? Y que tan válido es lo que estamos viviendo?, soy su relación de revancha?... pánico… ira… rabia… y de vuelta a la realidad encerrada en el baño lloraba, pero él no me quiso dejar sola, alguien entiende eso?
La gran mayoría de las minas lloran en el pecho del macho, yo lloro sola hasta que se me pasa, me levanto y sigo caminando, así que lo que duele se va suavizando y cuando vuelvo al lado de la otra persona suelo tener una decisión tomada, pero él no me dejo sola, enredando mi cabeza con las cosas que no sé cómo aceptar de él y las que si… finalmente logre controlar mi emocionalidad para hablar, bajar la guardia y en serio decirle lo que me estaba pasando desde la mañana … dejamos claro que lo que decía de nosotros no tenía relación con la otra relación, lo que en realidad decía él era que tenía miedo a confiar y que eso era lo más complicado para él, confiar en mi… y claro eso dolió de un modo distinto, porque es más fácil aceptar que el otro quiere confiar pese a tener miedo, que a sentirme la relación de revancha y quizá todo lo que dijimos no dejaba las cosas más claras, las dejaba distintas y con eso podría dormir.
Al día siguiente me levante y supe que tenía miedo y que por ridículo que sonar estaba insegura de nosotros, y que eso era lo que me había estado molestando durante todo el fin de semana, no tener seguridad en nosotros, junto con el amable hecho de que mi hijo estaba preguntando por él y que quería verlo o quería estar con él, porque se está encariñando y me pregunto si es bueno que esto suceda cuando no tenemos ni siquiera una relación real. Así que mientras me peinaba, volví sobre mis pasos y me di cuenta que toda la discusión que había iniciado era por lo demás innecesaria, que habría bastado con que hubiera dejado que todo decantara para saber que me estaba afectando.
Tenía vergüenza… de lo inmadura y poco coherente que había sido mi comportamiento y no quise hablarle, no quise buscarlo, no quise llamarlo en todo el día. A eso de las diez estaba acostada durmiendo y cuando llamo a las once le conteste medio dormida que pasara a verme, así que lo recibí, seguía con vergüenza, seguía con la sensación de que me había portado como una niñita y no como mujer… finalmente el hablo para mi sorpresa, el momento más complejo para él fue haberme causado el llanto, para mí le dije cuando el desarmo su juego, era la vergüenza de haber dicho lo que dije después de largarme a llorar.

Hablamos mucho, hablamos de nosotros, de lo que no estaba bien, de lo que nos afectaba, de mi inseguridad y de pronto me sentí más tranquila, incluso más cerca de él que antes… en fin, las ideas claras, las acciones a desarrollar decididas, todo volvió a la calma… y volvía a tener ganas de él, ganas de nuestro mundo, que todavía está en construcción a preguntarme como más serán las cosas más adelante, a soñar.

Lunes 2013

Te besé con fuerza, tenía un nudo en la boca, pero te besé con fuerza. Me diste un abrazo y me hiciste sentir parte de ese mundo tuyo donde todo está en aparente calma y la que me encanta revolver, solo para verte actuar sin pensar.

“Me gustas”
“Que te gusta?” -pregunté arruinando tu confesión.
“Tú me gustas”
“Que te gusta, mi pelo, mis ojos, mis besos… que te gusta?”

No dices nada, sabía que no te agradaba mi manía de obtener más detalles de lo que se debe de una sola oración, pero no lo hice con mala intención, lo hice para saber con exactitud a que te referías, a veces el miedo me juega malas pasadas y no puedo evitar querer estar segura de todo, pero tú no tienes idea de mi miedo, y no creo que te lo cuente.
Me miras con los ojos serios y te beso. Me besas y cuando estoy a punto de irme me tomas de la cintura y susurras algo que no logro entender, pero que transmite todo tu cuerpo, deseo. Estarás al tanto de que no tengo idea ya como se hacen las cosas en pareja?, o tal vez necesitas una gráfica de mi vida diaria para tener alguna idea de que lo último que tengo en la cabeza es ser mujer y sentirme deseada. Pero no digo nada de lo que pienso, probablemente te asustaría más de lo que me asusta a mi saberme deseada por ti.
Actúas con decisión, actúas con delicadeza, me besas el cuello, un hombro y pasa tu mano por debajo de mi pollera… Estas haciendo las cosas de modo que no puedo evitar dejarme llevar y francamente no sé qué tan bueno es dejarme llevar por ti, o hasta donde vamos a llegar, pero te recibo lentamente me empapo de todo tus movimientos y dejo que mi conciencia descanse en el velador mientras que empiezo a recordar lo que era esto que estamos haciendo, seducirnos.
Te dejo en cama durmiendo, tengo que partir, quiero correr y decir que nada ha pasado, quiero correr y gritar lo que ha pasado, quiero… quiero… te quiero a ti, te quiero hombre, te quiero mío, me aterra y me encanta todo de ti… Camino sonriendo, me siento despierta, tengo tu aroma en la piel, me habría encantado quedarme la noche entera, despertar a tu lado y sentirme otra vez completamente extasiada, sólo que no puede, el miedo de a acercarme demasiado me supero.

Como hacerte entender que hay algo detrás de mis huidas, como explicarte que no logro coordinar mis ideas cuando estoy contigo, que tengo ganas de dejarme llevar por ti y al mismo tiempo no quiero. La contradicción suma y sigue, aún así, hay algo que tengo claro, tú me gustas. Sonrio mirando mi reflejo en el asenso, de regreso a ser y olvidar el deseo... tu aroma me parece tan mio... debo regresar ahora a mi vida.

Estas en mi vida (Parte 58)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Debo admitir que aunque no me obsesioné con él, cada vez que Frederic hablaba, sentía esa necesidad de escucharlo incansable, los días pasaban entre cosas de la casa, las visitas de los hermanos y mis salidas por la ciudad, había dejado otra vez de hablar con los míos y esta vez me sentía responsable de no hacerles tiempo en mis días.
Como gran cosa logré encontrar un jardín para Maura, finalmente el jardín infantil que había recomendado Viviana fue el elegido, la energía en ese lugar era increíble, una mezcla de paz y tranquilidad, que se proyectaba desde las educadoras hasta la dueña del lugar y créame eso es mucho que decir, después de haber recorrido media ciudad en busca de un lugar cuya calidad humana y vibratoria fuera buena.
Las buenas noticias se acompañaban de las cosa no tan buenas, un par de veces olvide colgarme la libreta en la muñeca y tuve esos episodios extraños de trance que me fastidian más que agradan, también me pasé un día entero pintando un cuadro en blanco y negro… aunque debería decir en gris y negro, casi no había otro color, las escena era la cara de alguien en penumbras, con mechones sobre la cara… para el termino del mes, tenía treinta y dos pinturas, cinco libretas llenas y Carlo preocupado, ahora que ya tenía claro que no era Julián mi problema o distracción y que lo que me tenía retraída tenía que ver con estas cosas nuevas como predicciones y pinturas.
Debo admitir que despertar en medio de la noche y escuchar gritos de otro momento es lo más extraño que me ha pasado desde que esto de las predicciones se agudizaron. Hablé con los cuatro hermanos sobre el tema de que podía predecir para humanos y vampiros, como  conclusión general después de revisar las libretas entre todos, todos concordaron que lo más probable era que eso se debiera a que era inmortal, tenía toda mi humanidad, así que tenía tanto de un lado (los vampiros) como del otro (los humanos) y eso explicaba mi capacidad de predecir amplia, esto porque cuando anteriormente había hablado de predicciones con Laila, ella me explico que los vampiros con esa capacidad, solo podían predecir una cosa a la vez, por ejemplo sobre humanos y en otro día de vampiros, por eso cuando la pitonisa hablaba del futuro de Carlo y no mio de de Julián, debió implicar a Carlo en la historia, pero yo tenía la capacidad de predecir indistintamente de quien fuere o que fuere, simplemente predecía, claro que igual la pitonisa tenia una ventaja, ella podía escoger que ver, yo recibía todo y no tenia modo de controlar nada. 

Había estado hablando y hablando sobre todos los temas que eran importantes, pero le daba vueltas ese detalle y no sabía si era prudente hablar o no de los primeros vampiros, había evitado decir directamente lo que pensaba, así que la pregunta que no quería formular en voz alta salió al paso pasada la primera semana de agosto, cuando Laila mencionó que Gaius era tan viejo como ella.

“Si está prohibido hablar de los primeros vampiros, ¿cómo saben quién es el vampiro más viejo en un determinado lugar?”- pregunté esperando que esto no estuviera prohibido.
“Lo sabemos porque los conocemos, y porque se siente la diferencia de edades… no sé cómo más explicarlo”- respondió Demeter.
“Tiene una capacidad de presidir la diferencia de edad de los vampiros que los rodean?...”- dije asombrada
“Tiene un nombre, se llama ‘Continuidad’, claro que se dice en otro idioma, uno que esta extinto, pero creo que todos estamos de acuerdo en que ‘Continuidad’ es una buena traducción.”- respondió Odette.

Los miré asombrada, ellos podían percibir la diferencia de edad de un vampiro… peor no podían hablar directamente del tema, no podían buscar a los más viejos o preguntar por ellos, era algo contradictorio.

“Mercurio es más viejo que ustedes?”
“Si- dijo Fedaric- es mayor que yo, pero no sé qué tanto realmente, podría ser unos cien años, o unos cincuenta tal vez.”
“Y por ser un vampiro mayor, él tiene algún privilegio?”- pregunté tratando de entender cómo funcionaba este tema.
“Se le debe respeto, pero ese respeto no es gratuito, tiene que ganárselo y retribuirlo de algún modo. En antaño, un vampiro mayor podía proteger a los más jóvenes y a cambio tener un grupo que lo cuidara, o cuidara de sus bienes… recuerda que antes no había un modo tan simple de comunicación o seguridad como hoy.”

Miré a Laila y supe que era obvio, el respeto tenía una retribución… pero como afectaba a los otros? Por qué cada vez que hacía una pregunta terminaba con más interrogantes?... 
Los hermanos se miraban como si discutieran algo y de pronto Odette se sentó frente a mí y tomando mis manos me pidió cerrar los ojos, solo cerré los ojos y vi proyectados sus pensamientos en mi mente, las imágenes algunas en movimiento y otras como fotos, describían cómo se volvía un vampiro, una secuencia que de verdad no imaginé y que no era simple de procesar me dejó mareada … 
Cuando estaba abriendo los ojos sentí que muchas de mis dudas estaban resueltas, era claro que había aprendido mucho con ellos, pero por qué tenía la sensación de que lo que me había mostrado ya lo sabía? Me levante y camine a la sala, puse los cuadros en orden y de pronto todo tuvo sentido… las escenas que había estado pintando… la escena en gris y negro…


“Por qué no me lo dijeron antes?...”- pregunté atónita mirando a los cuatro hermanos frente a mí, me miraron en completo silencio y entonces termine de entender todo, el pánico se apoderó de mí, las manos me temblaban, la garganta se me contraía y las lágrimas caían por mis ojos sin pena sino que impotencia…. ¿Por qué?

Astros y días

Y yo que creía que los astros se habían alineado para que mis penas fueran consoladas por sus manos o mis alegrías interrumpidas con su risa...
Lo extraño, a veces más y otras veces menos, ayer creía que al fin estaba lejos de mis pensamientos y de pronto un coletazo, mi hijo pregunta por él… porque pequeño no puede dejarlo ir como trato de hacerlo yo?… para bien o para mal, mi entorno no se puede controlar y los pensamiento de pequeño menos y ni los diez cigarros, ni la michelada de la noche me hicieron dormir bien, porque aunque estaba agotada después de pasar toda la trate en el cumpleaños de niños con pequeño, quería tenerlo junto a mí.
Mientras trato de olvidar sus brazos rodeándome, me pregunto ¿por qué me acostumbre a ellos si nunca fueron míos?, solo eran un préstamo algunas noches en la semana… pero me acostumbre a ellos y con eso nada que hacer. 
A ratos lo percibo tan vívidamente que me pregunto si es él quien se acuerda de mí y me provoca esta sensación de recuerdos dirigidos, pero lo cierto es que son conjeturas creadas por mi imaginación creativa, en la que por alguna razón casi no tiene defectos, cuando racionalmente sé que los tiene y entonces me doy cuenta de lo inevitables, estoy sola, lo extraño y quisiera creer que hay algo que hacer para tenerlo junto a mi… la vuelta de esta idea me recuerda las relaciones forzadas y tengo claro que nada de lo hiciera, llegaría a ser la mitad de bueno de lo que fue cuando estuvimos juntos y ambos queríamos esa realidad.
Así que me quedo dormida y despierto con mi hijo metiéndose en mi cama en la mañana, mientras que para variar estaba soñando con ese futuro juntos, que a esta alturas ya no entiendo ni cómo sería posible, y que mi sueños me dicen que va a ser junto a él, sueños que en estos días ha estado en mis sueños más de lo que realmente he sabido de él.
Así empieza la mañana del domingo me la paso arreglando las cosas de la casa, yendo al supermercado y regresando para ordenar mil cosas más mientras que mi hijo alega que no tiene que ir al jardín mañana porque está enfermo y entre las cosas anecdóticas y las rías que me provoca la excusa infantil de mi hijo, que esta mas sano que un yogur  regreso al tema que tenia en frente buscar una vivienda, así que tomo las hojas con las propiedades y las leo mientras que mi hijo cena, trato de imaginar que puedo solucionar el problema, y me siento otra vez sola, sola contra el mundo, sola contra las cosas que no puedo arreglar aunque quiera, sola con un hijo que necesita mucho más de lo que le estoy dando… Y él vuelve a mis pensamientos, recuerdo cuando todo esto estalló, estuvo aquí en casa y me dijo que no estaba sola…  para que dijo algo que no es así al final del mes?, repaso sus palabras y me da la sensación de que no se refería a él estaría junto a mi, que sus palabras otra vez eran una representación de un grupo general, no de un yo estoy contigo... 
Pero quiero olvidar que hablamos, que se quedó en mi casa y que fuimos uno, porque ahora estoy viendo números y los números no tiene sentimientos, así que respiro hondo mirando el teléfono y llamo a mi papá para buscar ayuda, la necesito, hablamos y descubro que esto me afecta tanto o más de lo que me afecta que él no esté…
En fin, cuelgo el teléfono y me doy cuenta que es hora de dormir y que no quiero hacerlo, ya logré sacar su aroma de mi cama, pero no logro olvidar su compañía y mientras mi hijo juega y reclama por tonteras, evito mi cama, cuando todo regresa a la calma de la noche y pequeño duerme profundamente, me siento en el suelo y extiendo mis piernas para elongar porque últimamente me duelen las piernas con la bici y así puedo dormir mejor en las noches, como consecuencia de esto ya casi tengo la abertura de 180 que tuve en antaño y cuando el sueño es más fuerte me meto en la cama, quedándome dormida con la tele prendida. 
Despierto cerca de las doce y apago la tele, estaba soñando pero no era con él, era con esa bebe que soñé hace tiempo, una bebé que me saluda y que cada vez que aparece en mis sueños todo cambia… y me pregunto qué va a cambiar ahora? No han sido suficientes los cambios de este año? Trato de pensar en que podría cambiar, vuelvo a recordar la última vez que soñé con ese bebé antes de irme embarcada y me pregunto si debería contarle este último sueño a mi mamá, ella siempre me ayuda a interpretarlos, mi problema es que para contarle este sueño, tendría que contarle de él y como nuestra relación se eclipso por miedos y conflictos que no se podían solucionar de inmediato, trato de relajarme y dejarte ir, vuelvo a quedarme dormida.

Así que parte el lunes con sus mil tareas, con su ritmo de despertar y cuando decido que es hora de despedirme de él porque aunque ya lo hice, quiero asegurarme de no dejar cabo suelto, para no tener excusas para pensar en él, tomo el volante que había conseguido de un quiropráctico bueno y barato, tomo el rollo de confort para devolverle el que me presto y bajo a su casa, para enterarme que no estaba… cunado regreso a mi casa, busco mis llaves y no las tenía… revisé mis bolsillos, revisé mis pantalones y nada, llegaba una vecina que con su pololo me comenzó a ayudar y finalmente cerca de media hora más tarde, llama él contándome que se está fumando un cigarro… y yo que a esas alturas me imaginaba tendría que dormir frente a la puerta lo único que atino es a decirle “Yo quiero un cigarro”, mientras que mi vecina llamaba al cerrajero que me cobraría 20 mil pesos por abrir la puerta y decido que lo mejor es despertar a mi hijo… pero después de 20 minutos tocando el timbra y tratando de abrir la puerta con tarjetas y pinzas y mil otras ideas más, entre mis vecinos y el pololo de ella, no conseguimos nada.
En eso sube él a tratar de abrir la puerta con sus llaves y continuamos la faena solos, mis vecinos se van a su merecida cena a eso de las 12 de la noche y mientras que yo empiezo a sentirme mareada por la cerveza que me habían dado para tranquilizarme, me doy cuenta que estoy completamente ensimismada, no quiero tenerlo aquí, no quiero ser responsable de que no duerma bien, quiero irme a mi cama pero mi hijo no habré la puerta… estoy mirando el suelo en cuclillas, me levanto y le pido los cigarros, pero los había dejado en su casa, lo miro e insisto, por alguna razón el termina yendo a su casa y me los trae… mientras que baja a su casa, yo lloro, tengo rabia con migo, como tan pajarito, tengo rabia con la situación… y cuando el regresa le pido me abrace, pero esta extrañado y le dijo la verdad total que mal puede hacer ya: “no me gusta que me veas llorar, por eso te pedí que fueras por los cigarros.”
Me mira y me manda a fumar, realmente lo necesitaba así que salgo a las escaleras de escape y sola porque él se queda esperando que mi hijo despierte, y yo me pregunto porque no se pudo abrir la puerta y mientras fumo, el frió me empieza a bajar las defensas, y quiero llorar otra vez. 
Bajo y regreso junto a él, me dice que mejor me quede en su casa, lo miro tratando de entender porque siempre me ayuda, porque esta con migo a la una de la mañana tratando de abrir la puerta de mi casa, y tiene razón, aunque me siento culpable y la peor persona del mundo por dejar a mi hijo solo en mi casa, por haber olvidado revisar mis bolsillos antes de salir, así que le aviso a mi vecina quien llama al conserje para que si despierta y estamos durmiendo llame a su casa y luego bajamos.
Entro sintiéndome una intrusa y no puedo creer que vallamos a dormir juntos, no puedo creer que este en su cama, me acuesto tiritando de frío  el se cambia de ropa, pero cierro los ojos, es suficiente con que tenga que soportarme y ayudarme en esta situación, se pone un pijama abrigado y me abraza, comienzo a descansar en sus brazos, la tibia sensación de que estoy protegida, me embarga y cierro los ojos.
La noche es extraña, aunque lo tengo junto a mí, no quiero provocarlo y sé que él no quiere provocarme, no sé porque tengo la sensación de que compartió con alguien más esta intimidad, pero sin pruebas me guardo mis preguntas y en este completo silencio me trato de quedar dormida junto a él. 
Trato y trato… pero ni él ni yo podemos conciliar el sueño… trato de quedarme quieta, trato de cerrar los ojos y hundirme en su aroma simplemente disfrutando de estar aquí, porque quiero ver el lado bueno de todo este lío y quiero creer que no va a pasar nada malo.
Pero no podía dormir, y cuando estaba empezando a dormir, el se movía o me asustaban las imágenes de mi cabeza y volvía a despertar, así que aunque primero no tenía la intención lo juro, después lo único que quería era tenerlo, ser uno…. Y cuando todo acabó, no tenía sentimiento de culpa alguno, tenía miedo porque mi hijo se despertara pero para eso había puesto el reloj y sé que me despertaría a la hora. Finalmente me quedo dormida abrazada a él, y despierto con el ruido de mi teléfono, aletargada solo cuatro horas más tarde.

Me despido y por alguna razón no logro abrir la puerta, subo a casa y tengo la sensación de que todo va a estar en calma otra vez, espero cerca de una hora frente a la puerta de mi casa, que mi hijo abra, porque aunque toco y golpeo la puerta no se despierta, para cuando lo hace y abre, me acuesto en mi cama buscando refugio del frío que me hace tiritar de pies a cabeza y dejando de lado mi conciencia, que me reclama por haber olvidado las llaves, abrazo a mi hijo como si fuera plena noche y cierro los ojos... Y yo que creía que los astros se habían alineado...
MGD

domingo, 28 de julio de 2013

Verdad

Me mentiste!
Si te mentí, y qué?
¿Por qué lo hiciste?
Porque podía...
...
Ambos se miraron, uno atónito, el otro serio.

Nunca te pedí nada
Mientes me lo pedía todo y para ayer..
¡No es cierto!
Como que no- su tono de vos era de cansancio- me pedías que estuviera contigo, que te amar, que te diera tiempo... Pedías y pedía... Y nunca te detuviste a mirarme a hacerme sentir parte tuya...
Eres... La persona más detestable del universo. Yo nunca te pedí nada... Y sí reclamas por tú tiempo, dime ¿qué hay del mío?... De todas las veces que me quedé para ayudarte? De las veces que estuve a tú lado en silencio viendo como hacías lo mismo una y otra vez... Que hay de mi! Acaso no modifique mi vida por ti?
Sí lo hiciste pero dime una cosa... Te lo pedí yo?

Otra ves se miraron, uno atónito, el otro serio.

Cero los ojos y deseo estar en otro lado, salir de ese momento y de ese lugar... Pero estaban frente a frente en está discusión, en esta realidad... De que servía saber tres idiomas o poder leer las energías de otros sí la de la persona que quería no podía ni adivinar sus intenciones... Respiro profundo y abrió los ojos

Vete.- dijo con la voz firme.

Se miraron pero no hicieron nada, frente a frente... Sin idea de lo que pasaría, abrió la puerta y la luz del pasillo pareció cambiar las cosas porque en sus ojos había algo de irá.

Vete.- repitió y mostró la puerta.

La quería cruzar pero sentía los pies clavados al suelo... Y de pronto sólo caminó y cruzó la puerta dejando a tras todo en un silencio que no decía ni siquiera sí estaba bien.

Pasarían semanas meses... Y años antes de verse otra vez y como la última vez se miraron uno atónito y el otro serio.

MGD

miércoles, 24 de julio de 2013

Estas en mi vida (Parte 57)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Me desperté con la sensación de que había una ventana abierta, pero en realidad era solo la rendija de la cocina que armaba corriente con la rendija de mi pieza, había llovido y el día estaba frío, me levanté para darme cuenta que seguiría lloviendo y francamente no tuve ganas de levantarme, así que después de darle la leche a Maura y ordenar un poco no me preocupó estar en pijamas cuando llegaron Laila y sus hermanos.
Deméter estaba conversadora y mientras me tomaba una taza de café cargado para tratar de hacerme amino para levantarme me contó que originalmente eran cinco hermanos, la quinta hermana se llamaba Luisa y se había enamorado de un vampiro mayor, había partido a vivir con él a otro continente y no la vieron hasta que fue demasiado tarde para ayudarla.
Los vampiros vivían con sus creadores cien años antes de considerarse que eran adultos, pero Luisa tenía solo cincuenta años, estaba tan feliz de haber encontrado una pareja y poder amar, que no escucho a nadie, solo quería estar con el vampiro que amaba, por eso se había escapado, el vampiro que se la había llevado era Mercurio, la había obligado a vivir mal, a hacer atrocidades en contra de los humanos y como en ese tiempo aun no existía la comunidad, ni los magistrados, no se aplicó justicia…
La noche que la encontraron, ella había logrado escapar de Mercurio, su piel estaba transparente casi sin sangre, tenía una sed diabólica y Laila le dio a beber el remedio que los ayudaba a controlar la sed… pero en su caso algo pasó, y murió a las pocas horas, Laila nunca se perdonó a sí misma la muerte de su hermana pequeña, se prometió encontrar un remedio universal, y eso hizo, desde que cumplió los doscientos años, se fue a vivir con otros vampiros y trabajó con muchos vampiros científicos, investigo plantas y hierbas y árboles de todo el mundo.
“Mi padre- dijo Odette cunado Deméter termino su historia- nos cuidó a todos hasta los doscientos años, nos enseñó muchas cosas sobre ustedes, creo que por eso podemos convivir contigo tranquilamente. Mi padre fue quien impulso el movimiento de unión, los vampiros más viejos fueron uniendo fuerzas y ahora somos una comunidad real, en ese tiempo nos escondíamos de todo y todos, no sabíamos casi nada del mundo y créeme, a veces en 200 años no sabíamos ni la mitad de lo que ahora.”
“Porque cuando Laila los presento dijo los nombres de países que se supone proviene y por lo que entiendo esos países no existían cuando fueron creados?”- dije mirando a Odette.
“Veo que estuviste investigando”- respondió ella riendo.
“No diría investigando, solo revisando libros de historia, pero entiendo que Francia se creó casi dos siglos más tarde de que tu fueras transformada en vampiro.”
“Originalmente soy Celta, igual que Federic, pero en la actualidad los lugares de donde nosotros provenimos están es los países que mencionamos, la tradición es mas fuerte y siempre decimos de donde provenimos, es un modo de ubicar en el mapa nuestras raíces… para ustedes eso no significa nada en realidad.”- dijo pensativa.
“Yo siempre he sido de Grecia, aunque no parezca, soy menor que ellos dos, ese día cuando Laila nos presentó nos fue nombrando en el orden que estábamos frente a ti, pero si debemos ponernos en orden, sería Federic, Laila, Odette, yo y Luisa.”
Los miré asombrada, era cierto que Deméter se veía mayo a los otros dos.
“Son Celtas… desde cuando existen los vampiro?”- pregunté recordando el libro de historia que decía que los celtas eran de la época del hierro.
“Los vampiros existen desde la época la aparición del homo sapiens sapiens,- respondió Fereric, incorporándose por primera vez a la conversación- el primer vampiro que apareció es de la misma época.”

Lo miré a los ojos y sentí algo extraño en mi pecho, por alguna razón no podía pensar en nada que decirle o preguntarle solo quería escuchar su voz.
“Existe una historia sobre el primer vampiro, pero le falta información”- dijo Laila.
“Cuál es la historia?”- pregunté esperando que Fereric hablara.
“No podemos contártela,- respondió Odette- sólo la podemos saber los vampiros, es una historia para nosotros nada más.”
“Pero yo no soy humana, soy inmortal- excusé encontrando la excusa perfecta  las reglas de los humanos no se aplican con migo.”
“Tiene razón- dijo Federic- ella es inmortal, no hay razón para aplicar la lógica de los vampiros.”
Los cuatro hermanos se miraron, en un dialogo sin palabras del que no participaba, pero unos minutos más tarde Demeter habló.
“Caía el sol y se le escapaba la vida, deseaba vivir con tanta vehemencia que decidió beber la sangre de su oponente que yacía casi muerto junto a él, sintió la vida volverse al cuerpo cuando el corazón de su oponente se detuvo y esa noche no durmió, su energía era infinita, llego hasta una cueva donde se quedó dormido al salir el sol, la noche siguiente busco y busco, estaba en medio de la nada, sus ojos se habían acostumbrado a la poca luz y cuando distinguió una silueta se le acerco, la mujer le sonrió, y el bebió su sangre, bebió y bebió, hasta saciar su sed… esa es la historia del primero de nosotros.”
Los miré sorprendida, en realidad era una historia simple, pero le faltaba algunos detalles y creo que algunos fueron omitidos a propósito, tendría que ver con cómo se volvían vampiros, las historias que yo conocía decían que era un dolor intenso, y la sensación de que algo se estaba quemando, otras que tenían que ser enterrados el vampiro y su criatura para que esta se volviera un vampiro, pero en fin, no sabía que me sorprendía de esta historia, había descubierto cosas tan distintas compartiendo con ellos que este otro de los miles de detalles.
Cuando me metía a la ducha, estaba tan distraída que no me di cuenta que Odette estaba en el baño, hasta que habló.
“Te preparo algo para el almuerzo?- dijo con su voz angelical.
Después del sobre salto, le respondí que sí, pero que fuera medida con la cantidad, todavía me quedaba comida de la última vez que preparó algo, hace como una semana. Bajo el agua miraba el blanco de los azulejos y pensaba en lo que habían dicho, el primer vampiro quiso sobrevivir y ese fue el motivo que lo volvió vampiro, no pude evitar preguntarme si habría algún vampiro de esa época vivo… tenia más preguntas que respuestas otra vez.
Salí del agua y me vestí pensando en lo mismo, finalmente cuando llegue a la cocina, Odette tenía todo revuelto y los otros hermanos estaban haciendo algo diferente, me acerque a Federic y le pregunté:
“Existe algún vampiro de la época de los primeros vampiros?”
“Si, ellos están vivos, se dice que los primeros fueron ellos, el hombre y la mujer que encontró en el medio de la nada.”
“Y tienen acceso a ellos?”
“No, está prohibido hablar de ellos, o buscarlos.”
En mi cabeza, daban vueltas las palabras de Federic, estaba prohibido hablar de ellos, ¿Por qué?, te había detrás de las historia de esos vampiros, y si estaban vivos donde estaban?... la voz de Federic aún tenía ese efecto extraño, necesitaba escucharla, como su en el timbre de su voz hubiera algo que no podía evitar encandilarme, de pronto me di cuenta que él nunca había hablado antes en mi presencia y me pregunté si era a propósito.

Para cuando Odette termino el almuerzo, había comida en mi mesa para una semana entera, todos se sirvieron un poco de los diferentes platos y al final creo que comí el doble de lo que todos. Carlo llegó a eso de las siete, estaba con papeles en las manos y mientras cerraba la puerta los hermanos y yo hablábamos haciendo una sobremesa que se había extendido desde el almuerzo, reíamos y charlábamos mientras que mi Maura hablaba con toda propiedad de cualquier cosa, para cualquier persona que no supiera que eran vampiros y hubiera visto esta escena, habría creído que éramos grandes amigos reunidos después de mucho tiempo sin vernos y eso fue precisamente lo que pensó Carlo cuando nos vio, se estaba acostumbrando de apoco a ellos, aun les tenía miedo y desconfianza, pero esta escena le ayudo a bajar sus defensas, sentándose con nosotros y escuchando al grupo contando otra anécdota divertida.

martes, 23 de julio de 2013

Estas en mi vida (Parte 56)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Se complica el tema y se complica más, Carlo cree que hay algo que le estoy ocultado, no lo dice pero lo cree y lo puedo ver en sus pensamientos, lo que a él le molesta es que cree que tiene relación con Julián y no sospecha que tiene que ver con mi salud.
Partí tomando el preparado todas las noches, llevo casi dos semanas y no he visto una mejoría increíble, pero no me ha vuelto a faltar el aire y estoy con un poco más de ánimo, Laila dice que cuando revisa mis signos vitales mi corazón late a buen ritmo, creo que no he hablado en detalle de esto y tal vez es porque no me gusta, pero esa tarde que Laila escaneo mis signos, hizo algo que no sabía podrían hacer los vampiros, puso sus manos sobre mi carne y esta se volvió trasparente formando una especie de circulo traslucido y a medida que movía la mano podía revisar mis órganos y podía intensificar este círculo y ver los órganos que estaban más atrás, la experiencia la primera vez fue tan extraña, ver como se mueven tus pulmones o ver el color de la sangre y las venas que rodean el cuerpo, me descoloco y solo lo catalogue de desagradable, pero ya me había acostumbrado a esta tarea e incluso no me incomodaba tanto.
Por otro lado los hermanos de Laila, tenían acceso a mi casa y sabían que como norma debían avisar su presencia, así que entraban por la puerta, aunque no la de la casa, a veces por la de la cocina, otras la del baño, etc.
Mi pequeña se ha acostumbrada a Federic y cuando lo ve corre a sus brazos y lo llevaba a jugar con ella, y él le retribuye el cariño con el mismo entusiasmo. Deméter, siempre serio y retraído se limitaba a contarme los últimos chismes de la comunidad de vampiros, las cosas que Laila no comentaba porque consideraba innecesario, pero el en cambio le gusta hablarlas  dice que si estoy informada es mejor para mí, así fue como me enteré de la negociación que había hecho Laila para conseguir que la comunidad me dejara vivir en paz por el resto de mi vida.
Laila ha estado más tiempo en casa que el resto porque en realidad aún no logro acostumbrarme a todos, y recién ahora estoy entendiendo a que se refería Julián cuando dijo que nosotros los humanos no resistimos la compañía de los vampiros mucho tiempo, la presencia de alguien que tiene muchísima energía, que sabe de todo tiempo de temas, que no se interesan en detalles emocionales, que viven un día a día eclipsado en el tiempo o dicho de otro modo, no tiene un eterno presente, uno que no tienen duda que van a vivir, así que anda los apremia, excepto comer y como ellos son de los vampiros que optan por la comida cuando vienen suelen prepara sendos banquetes, aunque solo probaran un poco de cada cosa y ya.

“Bueno, te espero… si no hay problema, vale, vale, nos juntamos en mi casa.”- terminé de decir a Viviana.
“Viene para acá?”- dijo Laila.
“Si, viene en cosa de media hora, traerá a mi sobrina y probablemente vendrás mis padres mas tarde. Porque?”
“En realidad hace tiempo que no ves a tu familia, será mejor que nos vallamos”-dijo Deméter.
“Bueno, como quieran, procuren tocar la puerta de casa si quieren volver a venir cuando ellos estén aquí, no van a entender que toquen la puerta del baño en cualquier momento…”- los cuatro me miraron y asintieron, luego se fueron a la otra dimensión.

No puedo creer que me acostumbre a todo menos a los cuatro juntos… pensé cuando se habían ido, la verdad es que no es que me moleste tenerlos, es que algo en mi me hace sentir incomoda, como cuando al principio de mi relación con Julián cada vez que se quedaba en casa durante el día, lo único que quería era no verlo… es la misma sensación irracional.

“Mamá, la tía Vidiana está en la perta.”- dijo mi hija sacándome de mis pensamientos.

Cuando mi hermana entro con su bolso y mi sobrina, una ráfaga de viento helado me rodeo y lo supe, Viviana está embarazada, no sé qué me dio esa certeza, pero la tenía y cuando se sentó en el living mientras nuestras hijas jugaban a nuestros pies, la mire a los ojos y volví a tener la certeza, Viviana está embarazada. Mire la libreta que tenía colgando de mi muñeca y comencé a ojearla distraídamente, mientras mi hermana me contaba de un jardín de niños, donde quería ingresar a su hija y que creía sería ideal para mi hija.

“Estas escuchando?”
“Si, claro. Estabas diciéndome que te entrevistaste con la dueña del lugar y te agradó el ambiente que había, pero no me has dicho el nombre del lugar.”- respondí sacando mis ojos de la libreta.
“Libélula, así se llama, creía que estabas leyendo. Podridas decirme porque traes una libreta colgada en la muñeca?… no te molesta?
“No, es cómoda, el lápiz está sujeto de ella por el espiral y puedo anotar cualquier cosa que necesite sin olvidarlo- respondió apresuradamente tratando de no olvidar esta mentira, aunque sonara lógica.
Viviana siguió hablando y luego fuimos a preparar la leche de las chicas, tomamos algo de te mientras que reíamos de lo extraña que estaba la distribución de la casa y yo trataba de no maldecir a Odette por cambiar todo de lugar.
Carlo apareció a las cinco treinta con cara de cansado y la mirada triste, pero no dijo gran cosa, Vivi le contó sobre el nuevo jardín y cuando llegaron mis padres a eso de las seis treinta, mi casa volvía a ser la casa de ruidos y conversación que siempre quise. Mis padres bromearon porque el último en llegar fue el marido de mi hermana, quien había tenido una reunión de última hora que lo había retrasado, todos en mi casa, las niñas se durmieron abrazadas en el sillón viendo una película y conversamos hasta tarde.

En la madrugara me levanté a buscar agua y recordé la libreta de notas, algo de lo que había visto en ella me había llamado la atención, cuando me acostaba prendí la luz de mi velador y revisé la libreta, esta vez leyendo su contenido. “Va a tener un niño, que llamará Matías”, fechado hace dos meses atrás, es predicción no era como las otras que hablaban en metáfora era directa y clara… era de una persona mortal… ósea que mi capacidad de ver el futuro se extendía y yo que creía que solo podría predecir mi futuro… Seguí leyendo la libreta y asombrándome con su contenido. 

lunes, 22 de julio de 2013

Adultos?

Tengo que mirar al cielo más seguido en busca de las respuestas que no logro encontrar… tengo que tratar de hacer algo para que mi organismo deje de lado estos efectos secundarios o psicosomatizar mis problemas… es que parece que mi organismo no entiende que no quiero pensar más en esos problemas?...

Tuve un fin de semana, que como pocos, me regreso en el tiempo a mi vida antes de ser madre y créanme, no fue a la parte caprichosa, sino a la que me hace preguntarme como los adultos que me rodean son tan inmaduros, o porque yo ya maduré y ellos no… Definitivamente no logro entenderlo, tengo claro aún estoy creciendo y aprendiendo, pero ellos… UF! …

Así que después de llegar a almorzar con mis padres a casa de mi tía y hablar sobre el viaje, lo bueno del camino, las anécdotas y alegrías, me dedique a lavar y ordenar las cosas de casa de mi tía… por qué ordene cosas en casa ajena, donde no tengo nada que hacer?  Simple, porque así es el tema con mi tía, sin argumentos...

En fin en eso, terminaba de secar ropa y para variar mi tía en otra haciendo cosas que nadie entiende y reclamando por hacerlas, decide que tiene que pasar por encima de mí, nota el patio tiene unos tres metros cuadrados y yo estaba agachada frente a la secadora, dejando a lo menos dos metros y medio de espacio para ella y sus cosas, aun así, decidió pasar sobre mi cabeza con una rejilla llena de cloro y jabón…. 

Y cuando siento un par de gotas de algo, no me preocupe, como la quinta gota callo en mi mano y la miro levantando la cabeza para saber qué hacía y le digo “¿Tía que tenía eso que llevas?”… Cloro… cloro y jabón… alguien que me explique esto por favor.

Por qué pasó por encima de mí, ni idea, porque no me pidió espacio aunque había sufciente, ni idea, porque no me dijo que saliera o esperó a que yo terminar de sacar la ropa de la secadora… insisto, ni idea. Así que cuando le pregunto porque no me explicaba que la motivo a tal absurdo, y en vez de darme una explicación, me banque una discusión de cerca de 20 minutos, en las que me dijo hasta para mi abuelita, según ella yo tendría que haber adivinado que ella pasaría por encima de mí con eso, y tenía que entenderla ella está enferma… Enferma de que ahora?... mi tía es un resto hipocondríaca, pero que enfermedad te excusa para hacer absurdo semejante?...

Claro se manchó mi ropa, lo que me molesto bastante, probablemente la ropa que tenía encima mientras que sacaba de la secadora también, no la revise francamente, y obviamente después de todo este alboroto, ella termino con su frase celebre, que yo detesto porque francamente es denostadora: “tienes que aprender a valorar lo que tienes…” Yo una madre soltera, que vivo sola con mi hijo, que no recibo pensión del padre, no tengo ayuda economía de nadie y que hago todo con un mismo sueldo?... Yo tengo que aprender a valorar las cosas?... Yo?... tengo que aprender a valorar las cosas?… y por eso paso encima de mí con cloro y jabón?:..

UF! adultos…. No los entiendo, así que allí estaba yo, escuchando a una persona que definitivamente es difícil, darme cátedra sobre la vida que según ella debería ser más dura con migo, sobre temas que francamente ella jamás ha vivido y mirándome con cara de Tú me agredes… todo esto en versión estero y a máximo volumen... Y recordé la única vez que la enfrenté hace como diez años, por otro motivo que no quiero detallar, cuando tenía cerca de 23 años y ella repetía incansable que yo no valoraba a mi papá… cuando me di cuenta en esa ocasión, como en esta, que yo sería descuartizada en conversaciones futuras, porque no me va a pelar, me va a descuartizar, me di media vuelta y me fui a buscar a mi hijo, la dejé con la palabra en la boca y me quede con la sensación de que había caído en su trampa… como tan bruta…

Para cuando regresó mi papá, la noche había calmado las cosas, pero quise decirle lo que había pasado y mi amable padre me respondió lo que yo suponía, porque hace diez años dijo lo mismo, me miro con sus ojos verdes y doblándose para mirarme a los ojos, el es muy alto o yo muy pequeña, dice “Para que enganchas?”…  me quedé igual de frustrada que cuando hablaba con su hermana... pero igual es una buena pregunta, para que engancho… es que en este caso no había enganchado en nada, yo no partí el lío, no se me ocurrió echarle a perder el chaleco a nadie y tampoco se me ocurrió parir la cuarta guerra mundial en colores porque no ‘adiviné’ que mi tía pasaría con el mentado objeto sobre mi cabeza… a todo esto porque no pudo esperar a que yo terminara de secar la ropa?... hubiera sido demasiado dramático esperar un par de minutos si sólo pensaba usar esa vía al lavadero y no por otra?

En fin, de regreso en mi casa, mis padres subieron al departamento y en vez de hablar del tema del cambio de casa o posible compra, me toco repetir otra vez todo lo que había pasado… si regresé en el tiempo, a esos tiempos en que la misma cosa se repetía cinco o seis veces para convencer a todos, (a absolutamente todos, todos los presentes, todos los interesados, todo mundo… todos), de que lo sucedido no era culpa mí… culpa mía… yo no le dije nunca  a mi tía: “Si tía échame a perder uno de los tres chalecos que conservo de cuando estaba embarazada de mi hijo”. No, yo no lo dije.

Mi padre y sus opiniones absolutas sobre que yo había hecho algo mal, insisto que no sé qué sería porque de adivina no me gano la vida, y mi madre con que debí haberme sacado el chaleco y haberlo botado allí mismo, porque la discusión no servía de nada, solo había hecho que ahora fuera el comentario amargo de mi tía, que la ‘pobrecita’ había sufrido por mi causa, había vivido un disgusto tan grande… Insisto si hubiera sido al revés el caso, a mí me desheredan, me mandan al psiquiatra y me revisan todo, me dan cátedra todos los días y a cada rato para asegurarse de que no cometa absurdo semejante otra vez en la vida.

Y cuando me estoy quedando dormida, pensé en la tarde, en que ahora con mi hijo en casa durmiendo estoy alerta, pendiente de él, en que la ropa que se alcanzó a manchar tendré que votarla, porque son manchas grandes y aisladas, no pasan piola... en que de verdad no puedo entender a los adultos de la familia de mi padre, porque mi padre así como su hermana, son seres que en algún punto de su crecimiento generaron un corte con la realidad, una especie de cable roto en sus cabezas y no imagino como con todo lo que había dicho ella nunca pidió disculpas, y como mi papa me culpo a mí de todo. 

Lo más injusto es que esto no se va a olvidar, ella me lo va a recordar en cualquier momento y se lo recordará a mi papá también, mi papá a su vez me lo echará en cara cuando quiera un ejemplo de lo difícil que puedo ser para convencer de algo, dirá que hice las cosas mal y por eso mi tía me mancho la ropa con cloro... realmente son adultos?...

viernes, 19 de julio de 2013

Trataré

Lo prometo, no vuelvo a hacerlo, lo prometo. Me repetía cuando desperté, había hecho para variar algo que no quería hacer y esta vez había más personas involucradas, entre ella él…
Todo partió cuando mi amiga me invitó a salir, que más da, salir por la ciudad de noche un miércoles no puede ser tan malo. Salimos y comenzamos a hablar sobre nuestras cosas, nuestros dilemas, las decisiones y en eso ella va y me cuenta “es que el año que viene me voy a ir a Australia”…
Tengo pocos amigos, muy pocos para alguien sociable, y que una de las 4 personas más importantes de mi existencia me diga, de golpe y porrazo, que se va a vivir a otro país y en otro continente, me dolió.

“Peor porque?”
“Porque puedo… soy joven, no tengo hijos…”- siguió hablando, pero no la escuche… no tiene hijos…

Y entramos al bar, donde por la hora había happy hour, o dicho en castellano compras un trago y te dan dos por el mismo valor. Que me dijeron, no tomo nunca, pero el amaretto sour, es uno de los pocos líquidos alcohólicos que no solo tomo sino que disfruto y con los cigarros que me habían regalado la noche anterior, comencé a beber.
Como a la media hora, tenía el cuerpo adormecido y como veinte minutos después comencé a hablar fuerte, ósea estaba ebria… y no solo ebria por el trago, la falta de comida y el cansancio me hacían efectos secundarios interesantes. 
Comencé a cantar “Tututurururitturur” imitando la melodía de la dimensión desconocida, en una versión chillona y mi amiga terminó pidiéndome que le leyera la mano, así que le dije su futuro interrumpiendo mis predicciones con el ‘tururtutururutu’ de la canción, hace años que no leía las manos, pero ella lo necesitaba más que yo… y como ultima mente estoy viendo cosas en las personas sin grandes esfuerzos, quise ayudarla… y si se va a Australia…
Para las doce de la noche, figuraba hablando en inglés fluido con un francés y dos Hindúes (de india no la religión) sobre lo extenso y bello que es mi país, lo bello que son las ciudades, lo contrastados que son los lugares, como hay ciudades tan pequeñas que uno cruza la plaza y sale del pueblo, y otras tan grandes como la capital, etc… di jugo, como dicen aquí en mi país, y mucho, me explaye en detalles y Uf! di mucho jugo en inglés.
Para las doce y treinta decidí volver a casa, y que mejor que hacerlo en micro, total esta capital no es ‘tan peligrosa’… cuando esperábamos terminamos de hablar con mi amiga sobre los detalles que ella no había querido hablar, como que soy una persona demasiado entregada a otros, que él debería valorarme más o mejor lo mande a la esquina, y que ella se encargaría de ayudarme a conocer hombres que valiera la pena, mientras que yo le respondía a todo con mi ya conocido “estamos en ‘The Twilight Zone’, tururtururr” y ella solo reía.
Cuando llegue al edificio y tomé el asesor, no pensé en nada, solo apreté el botón y me reí de mi cara pálida en el espejo, cuando crucé el pasillo no pensé en nada, había estado hablando con Él por whats App y simplemente toque la puerta, para cuando abrió dije: “llegué!” y me metí en su cama…
Lo reconozco, no debería tomar tanto… simplemente no estoy acostumbrada a la sensación de alcohol en mi cuerpo y peor aún, no debería tomar tanto sin haber comido, menos mal que el solo me recibió y me dejo dormir. Aunque admito que es graciosos que abriera a las 1:30 de un día jueves por la madrugada... pero no debí llegar así a verlo, creo que siento que estoy perdiendo el control de todo y quiero retener a mi lado las cosas, mi departamento, a él y ahora mi amiga.

Despertar y reconocer que no actuaste bien no es algo que me agrade, me toco pedir las disculpas pertinentes, y espero que el universo ayude a apaciguar las cosas, a no tenerle tanto miedo o reticencia a los cambios, estoy francamente agotada de no poder asimilar bien las cosas, y temo estar llevando a otros con migo.

Estas en mi vida (Parte 55)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

La mirada de mi hija estaba delatando que mi comportamiento era extraño, Laila había tardado demasiado tiempo y era hora de hacer algo, las clases de Laila no habían caído en saco roto, yo era capaz de idear algo para mí, algo para mis síntomas al menos. Tomé a Maura en brazos y salimos, recorrí una par de cuadras y llegamos al centro, unas calles más y estábamos en una tienda de hierbas que era tan vieja como esta ciudad, la mujer rió de buena gana con los nombres que le decía y a la vez que le decía algo, ella lo repetía en castellano con risa en la voz, pagamos todo y salimos rumbo a casa, llevaba a la pequeña en brazos y recordaba de tanto en tanto escuchar mi corazón, maura apoyaba su cabecita en mi pecho y a ratos la miraba, estaba tan concentrada que no vi el auto, y lo peor es que cuando me elevé del suelo cerca de dos metros y volví al suelo, supe que había cometido un error, el error que me podría cobrar la vida.

“Carlo, ven por mí!”- grité por el teléfono.

Unos tres minutos más tarde Carlo estaba con nosotras, me rodio por los brazos y me llevo hasta casa, no podía creer que hubiera roto el código de los vampiros y tampoco lo que vi cuando esto sucedió, tres personas aparecieron de la nada y se llevaron a los testigos, cinco inocentes que me vieron elevarme por el aire y luego regresar dos pasos más allá, que harían con los testigos ahora?...

“Carlo, no puedo creerlo… yo… y esa gente… -me había descontrolado- como era posible, yo solo reaccione por instinto y ahora..”
“Si no te camas, Maura se va a poner a llorar, por favor trata de respirar hondo.”
“Carlo yo… yo…-miré sus ojos y trate de procesar mis emociones- yo me siento culpable, a esas personas o las mataran o las hipnotizaran y a mí me van a venir a buscar, ellos Carlo ahora tienen una prueba de que soy un peligro… y me lo van a cobrar.”
“Porque crees que te lo van a cobrar, acaso ellos son santos, que hay de las historias de matanza de antaño, que hay de las cosas macabras que son capaces de hacer, y que han tratado de cubrir con su halo de misticismo, que hay de eso?... tal vez no vengan por ti…”

Los tres golpes en la puerta y la inconfundible voz de Laila, nos sacaron de nuestra discusión. La mirada de reproche y las palabras apuradas al entrar me descolocaron, pero entendí todo un par de segundos después, Laila me había hecho seguir, había creado un hechizo de realidad paralela que me seguía por todos lados, algo similar a lo que había hecho en Colombia, pero este no era un lugar específico sino que era para mí, así que tenía tres vampiros a quienes había confiado su fórmula para estar al sol vigilándome, fueron ellos quienes tomaron a los testigos y les borraron sus recuerdos, creándoles nuevos recuerdos. La miré incrédula y luego la abrace.

“Porque no me dijiste nada de esto antes?”
“Porque ellos son… son mis hermanos.”
“Tus que?”
Laila me sentó en una silla y después de obligarme a respirar los llamó, los tres aparecieron junto a ella.
“Mi creador, creo además a otros tres vampiros, este es mi hermano mayor Deméter de Grecia, mi hermana Odette de Francia y mi hermano menor Frederic de Cataluña.”

Los tres vampiros sonrieron mientras ella hablaba e inclinaron la cabeza uno a uno a modo de saludo, Frederic se acercó y preguntó si podía jugar con Maura, para cuando Carlo había reacciono y entendido todo lo que Laila había hecho para cuidarme, estaba sentado en la mesa de la cocina tomando una taza de té con azúcar (mucha azúcar) y mirando como un muchacho de unos veinte años delgado cabellos revueltos, pinta de inocente y muy atento, jugaba con nuestra hija de dos años como si fueran grandes amigos frente a nosotros.

Odette cocinaba algo después de que había sacado del refrigerador muchas cosas para preparar la cena y Demeter sentado junto a Laila me explicaba que habían hecho con los testigos.
“Solo eliminamos el segundo en que saltaste, lo bueno de que fuera un reflejo involuntario, es que fue muy rápido y no se necesitó crear una historia para cubrir el espacio faltante en la línea de tiempo de sus memorias.”

“Estas más tranquila?”
“Si, algo… aun no puedo creer que rompí el código de ustedes, me siento mal por eso…”
“Tranquila- dijo Odette que picaba algo en una tabla- no eres ni la primera ni la última persona que romperá el código, como crees que en las historias aún hay recuerdos de las masacres de antaño?...”
“Gracias…”- respondí mirando a Carlo que parpadeaba lentamente.
Laila lo miro y sonrió.
“Sigues tratando de acostumbrarte a nosotros. Estas seguro que quieres tener recuerdo de esto?, ya sabes que solo necesitas pedirlo.”
“No, si mi mujer puede con todo, yo debería ser capaz de poder entender…”

Si mi mujer?... su mujer?... yo no soy mujer de nadie. Bueno si su pareja y madre de su hija… pero no me he casado y no pertenezco a su propiedad emocional de nadie, o por convivir hace más de un año uno pasa automáticamente a ser parte intelectual de la vida de otro?.. Lo mire y trate de sonreír, en la cabeza seguía mi debate interno sobre porque no me casaba con él y porque me había molestado que dijera ‘mi mujer’.

La tarde rodeada de vampiros y mi familia fue, después de todo, algo normal, cuando Odette termino de cocinar, todos rodearon la mesa, no sé si se pondrían de acuerdo o no, pero en dos segundos, sacaron los cubiertos, vasos, alguien preparo un jugo y tenían todo listo para una cena contundente, pese a que conociéndolos solo probarían una parte pequeña del plato mientras que nosotros comerías una porción normal.

La cena fue tan agradable que por algunos minutos Carlo olvido que eran vampiros y le pregunto a Deméter que hacía para vivir, y aunque parezca divertido, él le contó que era hijo de alfareros y que le gustaba la cerámica, que había aprendido todo tipo de técnicas para hacer cerámica y porcelana y que aunque no se dedicaba a eso ya, cuando tenía nostalgia, de ponía frente a su torno y moldeaba jarrones, platos, tazas y otros objetos, que posteriormente vendía o coleccionaba.

Maura fue quien más llamaba la atención de los vampiros, primero porque no podían acercarse normalmente a una niña tan pequeña y porque les recordaba la niñez, algo tan lejano como increíble, podría decir que Frederic, sentía una simpatía única por mi hija, y si hubiera podido quedarse la noche entera cuidándola, aunque tal vez lo hizo del otro lado de esta realidad… Cuando fueron las diez y treinta, Laila y sus hermanos se levantaron, dieron las gracias y se fueron. La sensación de calma que había en mi casa perduro hasta que Carlo pregunto:

“Porque habías salido hoy con Maura?”- en un tono serio pero despreocupado.

Porque había salido con mi hija… por las hierbas que necesitaba para crear un líquido o hechizo para mejorar mmi corazón… y poniéndome pálida me sostuve del borde del mueble de la cocina.
Toda la tarde rodeada de gente, toda la tarde pensando en otra cosa y no había preguntado a Laila lo más importante, lo que me tenía realmente preocupada... Como lo había olvidado?... me acerque a la bolsa de hierbas, la tome y miré el contenido, había un hoja de papel doblada que no recordaba, la saque y leí lentamente una lista de ingredientes, al final habían unos dibujos de un pote y un par de indicaciones junto a este, ‘pon todo junto en el orden de la lista y muele lentamente los ingredientes, luego tres dedos de agrega agua y bébelo”. Al pie de la hoja el nombre de Laila escrito con letra cursiva y una estrella junto al el nombre.


Mire a Carlo que todavía esperaba a que hablara o le contara porque había salido esa tarde con Maura y sonreí simplemente mostrándole la bolsa. Cuando Carlo y Maura estuvieron dormidos, volvía  a la cocina y comencé a preparar todo, Laila apareció a mi lado, le sonreí y sin decir nada comenzamos a trabajar en el brebaje para volver más fuerte mi corazón.

jueves, 18 de julio de 2013

Estas en mi vida (Parte 54)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Miré a Laila y todo tuvo sentido… todo, miré a Laila y una luz blanca me segó.

“No… no… no… no… no… noooooooooooooooooooo!!!”
“Despierta, despierta por favor… despierta…”- Laila hablaba pero la escuchaba a la distancia, tan lejos, tan suave, que no podía terminar de entender si era un recuerdo o era el presente… -“Despierta…despierta… despierta…”

Abril los ojos y la vi junto a mi, que había pasado?... Laila sonrió aliviada, donde estaba mi hija?, estaba acostada sobre mi cama, tapada con un poncho y por lo que alcanzaba a ver era medio día.

“Que pasó?”
“Te desmayaste.”
“Pero por qué?”
“Solo recuerdo que me miraste, dijiste Mercurio y luego nooooooo, y te desmayaste.”
“Mercurio?... algo estaba pensando en ese minuto, recuerdo que te había contado que había hablado con Carlo… estaba pensando que para ti es distinto y que probablemente no entenderías y que ustedes los vampiros no mantiene un equilibrio al amar, como Julián…”
“Pero que tiene eso que ver con Mercurio y porque gritaste no?... viste algo?... tuviste alguna visión?...”
“No, no fue una visión, hace días que tengo la sensación de que hay algo obvio que no he visto y he tratado de leer las predicciones buscándolo, pero no lo encontraba, y cunado pensé que ustedes los vampiros son bipolares para amar, entonces lo supe… pero no entiendo porque me desmaye?...”

Laila me miro y luego de cerrar los ojos hizo una de esas cosas que de verdad hubiera preferido no saber que podían hacer los vampiros, revisó todo mi organismo y cuando dio con el problema su rostro cambio.

“Laila cuantas veces te he dicho que antes de usar tus capacidades vampíricas, me comentes que vas a hacer antes?”
“Creo que no vas a alegar cuando te diga lo que te está pasando.”

La mirada de Laila se fue a la puerta de la pieza, mi hija entró con la mamadera en la boca y la cara marcada por la manta, Laila la tomo en brazos y la acunó.

“No hagas eso, no va a dormir en toda la noche, déjala…- Laila me miró con desconfianza y luego dejó a Maura en el suelo, después de dos segundos mi hija tomo sus juguetes y se subió a la cama a jugar con ellos.
“Quieres hablar frente a ella?”
“No veo porque no?, tiene dos años, no va a recordar nada de esto cuando sea adulta.”
“Bien, tu corazón está débil, tienes lo que se conoce como debilidad cardíaca, eso quiere decir que tu corazón no ha estado bombeando sangre correctamente a tu organismo, los síntomas en humanos son más notorios, en tu caso entre el hechizo de invitación y tu inmortalidad es probable que no se sea tan grave, pero trataré de encontrar un medio de ayudarte sin que necesites una operación.”

Mire a Laila y quería llorar, porque estaba fallando mi corazón?... porque?... cuando voy a tener una vida tranquila?... las lágrimas rondón por mi cara y mi expresión de tristeza se volvió amarga, mi boca torcida, pero mi hija no vio nada, Laila la distrajo y se la llevo a jugar al living mientras que yo desahogaba mi pena. Cuando me sentí más tranquila, fui con ellas.
La tarde fue larga, la noche llego con sus estrellas brillantes y las luces de la cuidad, el pasar más distanciado de los autos y aunque quería no fui capaz de decirle a Carlo lo que estaba pasando, como decirle que el tal vez era una certeza?, además había que admitir que Laila y sus conocimientos sobre hierbas, me creaban esperanzas de que todo estaría bien. La noche parecía eterna, la mañana esperando a Laila y anotando las conjeturas a las que había llegado después de mucho meditar sobre lo que podría venir, fue más tortuosa, sentía el pecho apretado y a ratos tenía que recordar respirar.


“Pronto llegará Laila, pronto.”- me repetía en voz alta.

Estas en mi vida (Parte 53 B)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Después de esa noche Carlo ha estado pendiente de mí, no me deja mucho tiempo solo, llama cada hora y procura saber todo lo que hago, es extraño, aunque la verdad lo entiendo, él tiene miedo.
Laila ha tratado de cubrir todo los posibles problemas y creo un hechizo para que saque de mi cabeza los presagios y que estos no se acumulen, así que las palabras se plasman en un cuaderno que tengo siempre con migo, y cuando tengo algún presagio si no está a mano el cuaderno me da por pintar o hablar como en trance, porque las predicciones se han ido intensificando, como amenaza de que lo que estoy viendo esta por pasar.
Pero estoy más tranquila, no he vuelto a desmayarme, no he vuelvo a estar en trance, y si quiero pintar no es tan fuerte la necesidad compulsiva de hacerlo. Siento que recuperé de alguna manera el control de mi propia vida.
Hace unos días, después de hablar con la pediatra de Maula, decidí que tengo que poner a mi hija en el Jardín de niños, estaba esperando a que hablara para ingresarla y habla hace más de un año, pero la verdad la única razón por que la ingresaría, es porque necesita aprender a relacionarse con otros niños, así que he recorrido parte de mi cuidad buscando un jardín que me agrede realmente y no me de mala espina, etc. Pero el proceso es lento, hemos ido a varios y al último que fui aunque me gustó, tuve una visión horrible al cruzar la puerta, así que volví a cero. Para cuando regresé a mi casa, tenía la idea de que tal vez sea mejor que ponga mi propio jardín de niños, porque a este paso, no sé cuándo podré encontrar uno.

“Creía que te habían recomendado el Jardín al que fuiste.”
“Si, pero créeme Carlo, no es bueno ese lugar.”

Carlo no argumentó realmente, solo se extrañaba que demorara tanto tiempo. Él estaba callado esta noche y después de esa última frase no dijo más, cuando nos metimos en la cama, lo abrace y lo bese, pero no me dejo ir más allá, lo miré extrañada y luego de un rato volví a intentarlo, pero nuevamente me alejó.

“Carlo que pasa?”

Su mirada penetrante atravesaron mis ojos, estaba con algo atorado en la garganta y no quería decirlo, de pronto sus pensamientos gritaron ‘Temo perderte’ y comprendí que su miedo era más profundo de lo que había imaginado.

“Porque crees que me vas a perder?”
“Porque lo preguntas, como no entiendes, que acaso olvidaste que casi te mueres cuando Maura nació?”
“Carlo, había estado al borde de la muerte hace ocho años atrás, luego hace siete y la última vez cuando Maura nació, para mí la muerte es un tema asumido, cualquier día puede fallar mi corazón y ya no estaré más con ustedes, cualquier día… creía que lo sabías?”
“Si lo sabía, pero verte desvanecer… verte así… lo siento -dijo abrazándome con fuerza y enterrando su rostro en mi pecho- no lo soporto.”

Lo escuche ahogar su pena en mi pecho y lo deje abrazado a mí porque me sentí extraña explicándole que para mí la muerte no era algo tan ajeno, que después de las primeras veces simplemente se vuelve un tema con el que convives y aunque lo amaba, tenía claro que podría suceder en cualquier momento, que mi nuevo estado de inmortalidad era tan experimental que tal vez no fueran mas de un par de años o una eternidad, lo deje llorar y no dije nada mas. Nos quedamos dormidos así, abrazados, desperté cuando lo sentí besar mis pechos, y mover sus manos hacia mis caderas, desperté con letargo, pero disfrute de sus manos y sus besos, disfrute como hace mucho no había disfrutado de su cariño, atención y amor.
La mañana siguiente estaba cantando cuando Laila toco la puerta y agradecí al cielo porque lo hiciera, como vampira a veces omitía las reglas o normas del resto de la gente y simplemente entraba.

“Estas de buen humor hoy”- afirmo después de sentarse en la cocina y tomar en brazos a Maura.
“Si, ayer hablamos con Carlo y hoy no ha llamado para saber cómo estoy o que estoy haciendo-dije distraída-, estaba asustado y ya está más tranquilo.”- terminé de decir con una sonrisa.
Laila me miro y trato de entender lo que le decía, pero no dijo nada, probablemente para ella era demasiado complicado todo lo relacionado con las relaciones sentimentales, su lejanía con su lado humano la hacía extrañarse de las cosas simples.


Recordé a Julián y como su amor por mí lo había llevado a traerme a Carlo a mi vida y propiciar todo para que estuviéramos juntos, pese a que yo lo amaba y finalmente había terminado juntos, lo que me llevaba a creer que los vampiros no sabían amar o no eran capaces de hacerlo como los humanos, o eran egoístas o completamente abnegado y no eran capaces de mantener un equilibrio sano entre el primer y el segundo estado, así que cuando eso fue claro para mi y entendí que su búsqueda de mi bienestar no implicaba disfrutar de la vida con migo fue cuando me di cuenta que no podía seguir amándolo incondicionalmente y opté mi relación con Carlo... De pronto mire a Laila sostener a mi hija en brazos, y todo tuvo sentido...