Me
desperté con la sensación de que había una ventana abierta, pero en realidad
era solo la rendija de la cocina que armaba corriente con la rendija de mi
pieza, había llovido y el día estaba frío, me levanté para darme cuenta que seguiría
lloviendo y francamente no tuve ganas de levantarme, así que después de darle
la leche a Maura y ordenar un poco no me preocupó estar en pijamas cuando
llegaron Laila y sus hermanos.
Deméter
estaba conversadora y mientras me tomaba una taza de café cargado para tratar
de hacerme amino para levantarme me contó que originalmente eran cinco
hermanos, la quinta hermana se llamaba Luisa y se había enamorado de un vampiro
mayor, había partido a vivir con él a otro continente y no la vieron hasta que
fue demasiado tarde para ayudarla.
Los
vampiros vivían con sus creadores cien años antes de considerarse que eran
adultos, pero Luisa tenía solo cincuenta años, estaba tan feliz de haber encontrado
una pareja y poder amar, que no escucho a nadie, solo quería estar con el
vampiro que amaba, por eso se había escapado, el vampiro que se la había
llevado era Mercurio, la había obligado a vivir mal, a hacer atrocidades en
contra de los humanos y como en ese tiempo aun no existía la comunidad, ni los
magistrados, no se aplicó justicia…
La
noche que la encontraron, ella había logrado escapar de Mercurio, su piel
estaba transparente casi sin sangre, tenía una sed diabólica y Laila le dio a
beber el remedio que los ayudaba a controlar la sed… pero en su caso algo pasó,
y murió a las pocas horas, Laila nunca se perdonó a sí misma la muerte de su
hermana pequeña, se prometió encontrar un remedio universal, y eso hizo, desde
que cumplió los doscientos años, se fue a vivir con otros vampiros y trabajó
con muchos vampiros científicos, investigo plantas y hierbas y árboles de todo
el mundo.
“Mi
padre- dijo Odette cunado Deméter termino su historia- nos cuidó a todos hasta
los doscientos años, nos enseñó muchas cosas sobre ustedes, creo que por eso
podemos convivir contigo tranquilamente. Mi padre fue quien impulso el
movimiento de unión, los vampiros más viejos fueron uniendo fuerzas y ahora
somos una comunidad real, en ese tiempo nos escondíamos de todo y todos, no
sabíamos casi nada del mundo y créeme, a veces en 200 años no sabíamos ni la
mitad de lo que ahora.”
“Porque
cuando Laila los presento dijo los nombres de países que se supone proviene y
por lo que entiendo esos países no existían cuando fueron creados?”- dije
mirando a Odette.
“Veo
que estuviste investigando”- respondió ella riendo.
“No
diría investigando, solo revisando libros de historia, pero entiendo que
Francia se creó casi dos siglos más tarde de que tu fueras transformada en
vampiro.”
“Originalmente
soy Celta, igual que Federic, pero en la actualidad los lugares de donde
nosotros provenimos están es los países que mencionamos, la tradición es mas fuerte y siempre decimos de donde provenimos, es un modo de ubicar en el mapa
nuestras raíces… para ustedes eso no significa nada en realidad.”- dijo pensativa.
“Yo
siempre he sido de Grecia, aunque no parezca, soy menor que ellos dos, ese día
cuando Laila nos presentó nos fue nombrando en el orden que estábamos frente a
ti, pero si debemos ponernos en orden, sería Federic, Laila, Odette, yo y Luisa.”
Los
miré asombrada, era cierto que Deméter se veía mayo a los otros dos.
“Son
Celtas… desde cuando existen los vampiro?”- pregunté recordando el libro de
historia que decía que los celtas eran de la época del hierro.
“Los
vampiros existen desde la época la aparición del homo sapiens sapiens,- respondió
Fereric, incorporándose por primera vez a la conversación- el primer vampiro
que apareció es de la misma época.”
Lo
miré a los ojos y sentí algo extraño en mi pecho, por alguna razón no podía
pensar en nada que decirle o preguntarle solo quería escuchar su voz.
“Existe
una historia sobre el primer vampiro, pero le falta información”- dijo Laila.
“Cuál
es la historia?”- pregunté esperando que Fereric hablara.
“No
podemos contártela,- respondió Odette- sólo la podemos saber los vampiros, es
una historia para nosotros nada más.”
“Pero
yo no soy humana, soy inmortal- excusé encontrando la excusa perfecta las
reglas de los humanos no se aplican con migo.”
“Tiene
razón- dijo Federic- ella es inmortal, no hay razón para aplicar la lógica de los
vampiros.”
Los
cuatro hermanos se miraron, en un dialogo sin palabras del que no participaba,
pero unos minutos más tarde Demeter habló.
“Caía
el sol y se le escapaba la vida, deseaba vivir con tanta vehemencia que decidió
beber la sangre de su oponente que yacía casi muerto junto a él, sintió la vida volverse al cuerpo cuando el corazón de su oponente se detuvo y esa noche no durmió,
su energía era infinita, llego hasta una cueva donde se quedó dormido al salir
el sol, la noche siguiente busco y busco, estaba en medio de la nada, sus ojos
se habían acostumbrado a la poca luz y cuando distinguió una silueta se le
acerco, la mujer le sonrió, y el bebió su sangre, bebió y bebió, hasta saciar
su sed… esa es la historia del primero de nosotros.”
Los
miré sorprendida, en realidad era una historia simple, pero le faltaba algunos
detalles y creo que algunos fueron omitidos a propósito, tendría que ver con cómo
se volvían vampiros, las historias que yo conocía decían que era un dolor
intenso, y la sensación de que algo se estaba quemando, otras que tenían que ser
enterrados el vampiro y su criatura para que esta se volviera un vampiro, pero
en fin, no sabía que me sorprendía de esta historia, había descubierto cosas
tan distintas compartiendo con ellos que este otro de los miles de detalles.
Cuando
me metía a la ducha, estaba tan distraída que no me di cuenta que Odette estaba
en el baño, hasta que habló.
“Te
preparo algo para el almuerzo?- dijo con su voz angelical.
Después
del sobre salto, le respondí que sí, pero que fuera medida con la cantidad,
todavía me quedaba comida de la última vez que preparó algo, hace como una
semana. Bajo el agua miraba el blanco de los azulejos y pensaba en lo que habían
dicho, el primer vampiro quiso sobrevivir y ese fue el motivo que lo volvió vampiro,
no pude evitar preguntarme si habría algún vampiro de esa época vivo… tenia más
preguntas que respuestas otra vez.
Salí
del agua y me vestí pensando en lo mismo, finalmente cuando llegue a la cocina,
Odette tenía todo revuelto y los otros hermanos estaban haciendo algo
diferente, me acerque a Federic y le pregunté:
“Existe
algún vampiro de la época de los primeros vampiros?”
“Si,
ellos están vivos, se dice que los primeros fueron ellos, el hombre y la mujer
que encontró en el medio de la nada.”
“Y
tienen acceso a ellos?”
“No,
está prohibido hablar de ellos, o buscarlos.”
En
mi cabeza, daban vueltas las palabras de Federic, estaba prohibido hablar de
ellos, ¿Por qué?, te había detrás de las historia de esos vampiros, y si
estaban vivos donde estaban?... la voz de Federic aún tenía ese efecto extraño,
necesitaba escucharla, como su en el timbre de su voz hubiera algo que no podía
evitar encandilarme, de pronto me di cuenta que él nunca había hablado antes en
mi presencia y me pregunté si era a propósito.
Para
cuando Odette termino el almuerzo, había comida en mi mesa para una semana
entera, todos se sirvieron un poco de los diferentes platos y al final creo que
comí el doble de lo que todos. Carlo llegó a eso de las siete, estaba con
papeles en las manos y mientras cerraba la puerta los hermanos y yo hablábamos haciendo
una sobremesa que se había extendido desde el almuerzo, reíamos y charlábamos mientras
que mi Maura hablaba con toda propiedad de cualquier cosa, para cualquier
persona que no supiera que eran vampiros y hubiera visto esta escena, habría
creído que éramos grandes amigos reunidos después de mucho tiempo sin vernos y
eso fue precisamente lo que pensó Carlo cuando nos vio, se estaba acostumbrando
de apoco a ellos, aun les tenía miedo y desconfianza, pero esta escena le ayudo
a bajar sus defensas, sentándose con nosotros y escuchando al grupo contando
otra anécdota divertida.
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