viernes, 19 de julio de 2013

Trataré

Lo prometo, no vuelvo a hacerlo, lo prometo. Me repetía cuando desperté, había hecho para variar algo que no quería hacer y esta vez había más personas involucradas, entre ella él…
Todo partió cuando mi amiga me invitó a salir, que más da, salir por la ciudad de noche un miércoles no puede ser tan malo. Salimos y comenzamos a hablar sobre nuestras cosas, nuestros dilemas, las decisiones y en eso ella va y me cuenta “es que el año que viene me voy a ir a Australia”…
Tengo pocos amigos, muy pocos para alguien sociable, y que una de las 4 personas más importantes de mi existencia me diga, de golpe y porrazo, que se va a vivir a otro país y en otro continente, me dolió.

“Peor porque?”
“Porque puedo… soy joven, no tengo hijos…”- siguió hablando, pero no la escuche… no tiene hijos…

Y entramos al bar, donde por la hora había happy hour, o dicho en castellano compras un trago y te dan dos por el mismo valor. Que me dijeron, no tomo nunca, pero el amaretto sour, es uno de los pocos líquidos alcohólicos que no solo tomo sino que disfruto y con los cigarros que me habían regalado la noche anterior, comencé a beber.
Como a la media hora, tenía el cuerpo adormecido y como veinte minutos después comencé a hablar fuerte, ósea estaba ebria… y no solo ebria por el trago, la falta de comida y el cansancio me hacían efectos secundarios interesantes. 
Comencé a cantar “Tututurururitturur” imitando la melodía de la dimensión desconocida, en una versión chillona y mi amiga terminó pidiéndome que le leyera la mano, así que le dije su futuro interrumpiendo mis predicciones con el ‘tururtutururutu’ de la canción, hace años que no leía las manos, pero ella lo necesitaba más que yo… y como ultima mente estoy viendo cosas en las personas sin grandes esfuerzos, quise ayudarla… y si se va a Australia…
Para las doce de la noche, figuraba hablando en inglés fluido con un francés y dos Hindúes (de india no la religión) sobre lo extenso y bello que es mi país, lo bello que son las ciudades, lo contrastados que son los lugares, como hay ciudades tan pequeñas que uno cruza la plaza y sale del pueblo, y otras tan grandes como la capital, etc… di jugo, como dicen aquí en mi país, y mucho, me explaye en detalles y Uf! di mucho jugo en inglés.
Para las doce y treinta decidí volver a casa, y que mejor que hacerlo en micro, total esta capital no es ‘tan peligrosa’… cuando esperábamos terminamos de hablar con mi amiga sobre los detalles que ella no había querido hablar, como que soy una persona demasiado entregada a otros, que él debería valorarme más o mejor lo mande a la esquina, y que ella se encargaría de ayudarme a conocer hombres que valiera la pena, mientras que yo le respondía a todo con mi ya conocido “estamos en ‘The Twilight Zone’, tururtururr” y ella solo reía.
Cuando llegue al edificio y tomé el asesor, no pensé en nada, solo apreté el botón y me reí de mi cara pálida en el espejo, cuando crucé el pasillo no pensé en nada, había estado hablando con Él por whats App y simplemente toque la puerta, para cuando abrió dije: “llegué!” y me metí en su cama…
Lo reconozco, no debería tomar tanto… simplemente no estoy acostumbrada a la sensación de alcohol en mi cuerpo y peor aún, no debería tomar tanto sin haber comido, menos mal que el solo me recibió y me dejo dormir. Aunque admito que es graciosos que abriera a las 1:30 de un día jueves por la madrugada... pero no debí llegar así a verlo, creo que siento que estoy perdiendo el control de todo y quiero retener a mi lado las cosas, mi departamento, a él y ahora mi amiga.

Despertar y reconocer que no actuaste bien no es algo que me agrade, me toco pedir las disculpas pertinentes, y espero que el universo ayude a apaciguar las cosas, a no tenerle tanto miedo o reticencia a los cambios, estoy francamente agotada de no poder asimilar bien las cosas, y temo estar llevando a otros con migo.

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