“Me gustas”
“Que te gusta?” -pregunté arruinando tu confesión.
“Tú me gustas”
“Que te gusta, mi pelo, mis ojos, mis besos… que te gusta?”
No dices nada, sabía que no te agradaba mi manía de obtener
más detalles de lo que se debe de una sola oración, pero no lo hice con mala
intención, lo hice para saber con exactitud a que te referías, a veces el miedo
me juega malas pasadas y no puedo evitar querer estar segura de todo, pero tú
no tienes idea de mi miedo, y no creo que te lo cuente.
Me miras con los ojos serios y te beso. Me besas y cuando
estoy a punto de irme me tomas de la cintura y susurras algo que no logro
entender, pero que transmite todo tu cuerpo, deseo. Estarás al tanto de que no
tengo idea ya como se hacen las cosas en pareja?, o tal vez necesitas una
gráfica de mi vida diaria para tener alguna idea de que lo último que tengo en
la cabeza es ser mujer y sentirme deseada. Pero no digo nada de lo que pienso,
probablemente te asustaría más de lo que me asusta a mi saberme deseada por ti.
Actúas con decisión, actúas con delicadeza, me besas el
cuello, un hombro y pasa tu mano por debajo de mi pollera… Estas haciendo las
cosas de modo que no puedo evitar dejarme llevar y francamente no sé qué tan
bueno es dejarme llevar por ti, o hasta donde vamos a llegar, pero te recibo
lentamente me empapo de todo tus movimientos y dejo que mi conciencia descanse
en el velador mientras que empiezo a recordar lo que era esto que estamos
haciendo, seducirnos.
Te dejo en cama durmiendo, tengo que partir, quiero correr y
decir que nada ha pasado, quiero correr y gritar lo que ha pasado, quiero…
quiero… te quiero a ti, te quiero hombre, te quiero mío, me aterra y me encanta
todo de ti… Camino sonriendo, me siento despierta, tengo tu aroma en la piel,
me habría encantado quedarme la noche entera, despertar a tu lado y sentirme
otra vez completamente extasiada, sólo que no puede, el miedo de a acercarme
demasiado me supero.
Como hacerte entender que hay algo detrás de mis huidas,
como explicarte que no logro coordinar mis ideas cuando estoy contigo, que
tengo ganas de dejarme llevar por ti y al mismo tiempo no quiero. La
contradicción suma y sigue, aún así, hay algo que tengo claro, tú me gustas. Sonrio mirando mi reflejo en el asenso, de regreso a ser y olvidar el deseo... tu aroma me parece tan mio... debo regresar ahora a mi vida.
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