Laila
salió al patio unos minutos más tarde y Carlo le sonrió, estaba tan cerca de mí
que no pude evitar sentir el calor de su cuerpo, era la primera vez que sentía
que él me atraía realmente.
“Me
acompañas a la cocina, preparé el desayuno.”- dijo Laila como si esto fuera lo más
natural del mundo.
Me
levanté con Maura en brazos y Carlo me dedico una sonrisa. Entramos y Laila fue
directo al grano, explicándome que el trauma de Carlo le impedía bórrale de una
sola vez la memoria, que incluso creía que tal vez era mejor que él tuviera sus
recuerdos, con lo que eso implicaba. Después de un rato de aclarar temas y
comparar cosas, recordé el tema de la dimensión paralela, ¿Cómo habían logrado
entrar a la casa y como habían descubierto la dimensión paralela de Laila?
“Tenía
razón cuando dijiste que podía ser modificado el hechizo a través de Julián,
por lo que hablamos anoche, lo hicieron leer algo que no recordaba y por el
tipo de lenguaje que usaban sé que era un hechizo, lamentablemente Julián no
recuerda todo, así que reinstale todos los hechizos de esta casa, cuando
lleguemos a la tuya habrá que hacer lo mismo.”
“Hay
muchas cosas que no sabía hasta antes de llegar a esta casa, creo que mi vida
nunca va a volver a ser como antes, pero Laila, estas segura de que no van a
poder llegar hasta nosotras?”
“No,
no lo estoy, solo tengo la esperanza de que no lleguen y que cuando lo hagan
tengamos todo preparado para ellos, aunque debo admitir que tu hiciste un
excelente trabajo cuando te toco enfrentarte a ellos.”
“Si,
lo hice… Laila no recuerdo casi nada de lo que paso allá…”
“Es
normal, la memoria tiende a bloquear los malos recuerdos, además actuaste
movida por la adrenalina, así actuaste en versión primaria y eso quiere decir
que bloqueaste todos los miedos y activaste tu yo primario, cuando volviste a
ti misma debes haber bloqueado el miedo.”
“Mi
yo primario… no sé si lo que dices es cierto, solo sé que gracias a los
recuerdos de Carlo sé cómo llegue hasta ellos, yo recuerdo la sangre, la cara
desfigurada de alguien…”
Laila
me explico que es normal que un ser humano bloquee sus recuerdos traumáticos,
que al activa mi yo primario, el cerebro me dejo en un estado automático, y por
eso se explica que hice cosas y que no sé cómo lo hice, pero sabemos que
sucedieron porque veo el resultado.
Pasamos
la tarde en casa, y cuando armé la maleta para irme tuve un poco de miedo de
volver a casa, Julián apareció al anochecer, estaba sereno, aunque supe por sus
pensamientos que se sentía tremendamente culpable de lo que Carlo y mi bebé
habían pasado.
En
el auto rumbo al aeropuerto, me pregunté si Carlos era consciente de que él
había tomado una decisión y que por eso tendría o no sus recuerdo, a solas
mientras esperábamos el avión lo miré a los ojos, tenía la misma sensación de
atracción hacia el que en la mañana y me parecía algo increíble que después de
casi año y medio recién ahora me atrajera. Carlo se comportaba con la misma
soltura que siempre, me abrazo en algún momento y me acerque a su pecho el
latido rítmico de su pecho me dio la sensación de tranquilidad, estaba apoyada
en su pecho cuando se alejó solo lo suficiente como para mirarme y me dio un
beso en la frente.
“Creo
que eres la persona más excepcional que he conocido jamás.”- dijo el
sinceramente.
Lo
miré y me por primera vez desde que lo conozco me tentó su boca, me acerque
hasta estar tan cerca que sentía su respiración en mi nariz, pero no hice más.
Carlo miro mis ojos y cerrando los suyos apoyo sus labios en los míos,
lentamente y suavemente, nos fuimos fundiendo en ese beso cálido. Me miro a los
ojos y luego dijo:
“Realmente
quisiera recordar, pero la verdad es que prefiero no recodar nada, no lo
soporto la idea de saber que corriéramos peligro, no soporto saber que son
vampiros o que están conviviendo entre nosotros, no soporto saber que él me
trajo a tu vida como regalo, que él te ama más que a su propia vida, que nos
manipulo entonces y puede hacerlo en el futuro…. No lo soporto, es demasiado. De
verdad no logro entender como tú puedes aceptar todo esto con calma, que eres
capaz de asimilar todo sin devanarte los sesos preguntándote mil y un detalles,
son tantas cosas, son tantas…”
La
mirada de Carlo se perdía en mis ojos, se perdía confusa, buscando un refugio
un lugar donde aguardar a que todo esto decantara para él y para mí, pero esto
no decantaría, si algo había aprendido después de haber vivido cinco años con
Julián, es que hay un constante asombro, un constante descubrir y eso a mí me
agradaba, pero desquiciaba a Carlo.
“Carlo,
no sé cómo borrar tus recuerdos, eso no lo he aprendido todavía y la verdad me
gustaría que los conservaras, para poder vivir nuestra juntos sin tantos
secretos, pero si crees que es lo mejor, cuando lleguemos de regreso a Chile,
habla con Laila o Julián y pídele que te borre todo lo que deseas olvidar.”- mi
voz se fue apagando, y mi tono inevitablemente fue cada vez más triste.
No
dijimos nada, subimos al avión, volamos de regreso a casa y llegamos al
aeropuerto en completo silencio, la única que era ajena a todo, era Maura,
quien hacía sus gracias y a ratos balbuceaba algo, como tratando de entablar conversación
con nosotros. Sacamos el auto y pagamos por estacionamiento, Carlo tomo el
volante y condujo hasta Valparaíso, no fui capaz de decir nada.
En
casa, solos y cansados, comimos algo frente a frente, mirándonos y aunque hubiera
querido no sabía que decirle. Carlo salió a comprar al supermercado a unas
cuadras y yo me quede mirando el infinito por mi ventana, que habría pasado si
esa primera tarde que conocí a Julián él no hubiera regresado por mí? Qué pasaría
si cuando me dijo que era, yo lo hubiera expulsado de mi vida? O si nunca hubiéramos
hecho el viaje a España? Había cambiado todo mi vida, había vivido tantas
cosas, había estado a punto de morir tantas veces… parecía una historia absurda
resumida de ese modo, pero es que mi vida se había vuelto así, una historia
absurda, que se negaba a ser tradicional o común, nunca me había imaginado
amando a dos hombres por igual, o amando a un hombre como amaba a Julián… si no
es un hombre, es un vampiro, pero nunca imagine amar a otro así, y lo hacía…
tampoco imagine que era capaz de amar a Carlo y la verdad es que el si se
merecía todo mi amor, había dejado su vida, su familia y su cultura por mí y yo
nunca le había sabido corresponder como se merecía, pero él seguía aquí, con
migo, ayudando, queriendo y siendo parte de mi vida…
Cuando
sus brazos rodearon mi cintura, supe que era lo que haría, había tomado una decisión,
voltee a ver sus ojos y las marcas de expresión de su rostro me hicieron sonreír.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario