miércoles, 29 de marzo de 2017

Realidad

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

La tarde se me fue tan rápido que no podía imaginar que concluyera, mi sensación de felicidad parecía desvanecerse y reaparecer mientras que caminaba por la playa, la mirada en el mar o el horizonte me llevaban a recordar mil cosas, el agua y ese color gris oscuro que se mezclaba con la espuma, ¿cuantas veces habré pasado por este mismo lugar sin sentir esta calma?

Tenía que volver a la realidad, volver a la capital, trabajar para vivir y vivir… convengamos que no vivía solo trabajaba, el pecho se me apretaba otra vez, no quería regresar, que ganas de quedarme aquí, de disfrutar de esta paz. Caminé hasta la borde tenia los zapatos en la mano y de pronto sentí mis lágrimas.

La gente en esta ciudad es distinta a la capital, te miran y se acercan, un pánico extraño me invadió y quise salir corriendo, pero la mujer de unos sesenta que se me acerco, no me molesto en lo absoluto, solo me extendió un pañuelo y después de sonreírme espero que le diera las gracias, me miro a los ojos y no dijo nada.

“Estoy bien, de verdad gracias”-le dije yo sintiéndome culpable de importunarla.

Luego de eso siguió su camino.

Ahora sí que no quería irme. Me quedé sentada mirando el mar, las olas, la fuerza del ir y venir del agua, la sensación de paz que me daba ver esta escena. Mientras que la playa se iba vaciando, mientras el sol caía por el horizonte, yo parecía anclada a esa arena, aunque no volví a llorar, podía sentir mi pena fluir por mi cuerpo y caer a la arena. La tarde concluía con la playa vacía y el viento frío que me despertó de mi aletargo, sentí que la vida me había pasado por encima.

Sonreí a mis pensamientos y me levanté, caminé por entre la calle descalza mientras la arena pegada en mis piernas se caía dejando las huellas de mi paso, caminé sin mirar atrás, sin volver la vista al mar, porque de alguna manera todo lo que llevaba encima se había acabado y quedado en esa playa.


M. García Donoso

lunes, 27 de marzo de 2017

La Mariposa (P-2)

La noche me pareció eterna, no lograba conciliar el sueño y cuando lo logré, soñé cosas que no tenían sentido, al menos para mí, su voz era tan nítida en mis sueños, que me desperté con la sensación de haber hablado con él, que contradictoria puede ser la mente, mi consiente quiere olvidar ese momento, mi cerebro no me deja hacerlo. Me miro en el espejo, aún tengo la mariposa en el labio.

Sábado lo pasé estudiando Ingles con pequeño y más tarde con la vecina que me contó un drama, que me hizo pensar en cuando aún estaba embaraza y mis decisiones de ese entonces, en resumen yo estoy en paz con mi historia y con lo que ha pasado desde que empecé este camino de ser madre, porque sea bueno o malo, siempre sentí que hacia lo correcto, el destino ha hecho el resto como acercar a la familia del padre de mi hijo y no así al padre de mi hijo, así que mientras de mi vecina de veintiuno años, aun no logra equilibrar sus emociones, trata de entender el universo y pelea con molinos de viento, nos decidimos a quedar junto a ella, necesitamos de dos cervezas con jugo de limón y sal, mas tres cigarros (y deben haber sido las dos de la mañana) para que al fin me dijera "Tienes razón, en el futuro haré las cosas pensando que si lo viera mi hijo, que podría pensar él de mi".

Volvimos a casa y mi hijo aun despierto, me dice que me ama, me abraza y luego se mete en su cama, me sentí otra vez en esa parte de la historia cuando estaba en paz con mi vida. Me metí a la cama y me pregunté cómo no evité que todo pasara. Desperté después de una noche extraña, los sueños los olvidé al abrir los ojos, así que empecé a hacer las cosas, doblar la ropa seca, prepararme para estudiar otra vez y me di cuenta que aún lo tengo en mi cabeza, cuando me pillo pensando en que si habrá tenido una buena mañana... me miro en el espejo, la mariposa es apenas una sombra suave.

Salimos a la feria a comprar, mi hijo alega porque hay olor a pescado, yo alego porque me pisa los pies con el carro, caminamos por todos lados buscando los mejores precios y después de ir y volver compramos todo, de regreso veo que es tan tarde que debemos almorzar y pasamos a una picada, un lugar bueno, bonito y barato, que nos sirven casi de inmediato el almuerzo, la comida rica, pequeño disfrutando y mi corazón en paz después de tanta vuelta. Volvemos a casa y mientras mi hijo juega yo me siento al sol, extraño las tardes en Viña de estar al sol y en la playa, quisiera meter mis pies en el agua y disfrutar del frío del mar. Volvemos a casa, seguimos estudiando inglés y concluye la tarde entremedia de una cena rápida y una llamada inesperada. Me miro en el espejo, la mariposa ya ni se nota, no puedo evitar preguntarme si cuando desaparezca completamente él también lo hará de mi cabeza, o si mis sueños se cumplen, lo que ocurra aun no lo pienso, estamos acabando el día mi hijo en su cama durmiendo, yo preparo queques para la semana y aunque estoy cansada, me relajo con el aroma y la tarea, son las once cuando al fin me meto en la cama.

La Mariposa

Me confunde, me molesta y no quiero hablar del tema, pero ya pasaron sus días así que aquí va lo que sucedió.

La historia que fluye como el agua, partió con esas cosas que me a mí me pasan, la sensación de que estaba hablando con un viejo amigo, al que contarle las cosas más locas era posible, le hable desde mi verdad, la que normalmente endulzo, pero no me nacía endulzarla, respondiendo honestamente que no le creía o que sí y cuando finalmente empezó a ser tan importante leer su saludo en la mañana como decirle buenas noches, me quedé con la sensación de que era hora de verlo en persona.

Esa semana había partido apurada, todos los días tenia mil cosas que hacer y aun así lograba hablar con él, dejaba admito eso sí, de hacer parte de mis tareas, así que aun hoy tengo tareas pendientes por causa de esta historia. Miércoles y empezó a afectarme al punto que choque contra la puerta que atravieso siempre, me queme con el café y finalmente me di cuenta que estaba nerviosa… ¿yo nerviosa?, la última vez en mi vida que me sentí así tenía 15 años y de eso… matemáticas más de la mitad de mi vida, me preguntaba como si no había visto sus ojos, o mirado sus movimientos o sentido su presencia me estaba afectando, ¿sería sugestión?

Siempre dudo antes de creer algo, así que además de admitir que estaba nerviosa, no quise pensar más. En la tarde pedaleando a buscar a mi hijo figuraba tan distraída que casi me atropellan en un cruce y decidí volver a mi centro antes de terminar en serio mal. Estudiar con mi hijo y revisar las materias de la semana, armar las cosas de casa, doblar la ropa, lo de siempre tareas varias que hay que hacer simplemente.

Llego cerca de las once, mientras lo esperaba hacia mi rutina de noche, sacarme la pintura, lavarme los dientes, por descontado que no me pondría el pijama, pero estaba en eso. Entro a mi casa y nos sentamos en la mesa, hablamos un rato y entendí que sí, me estaba nerviosa porque sabía que tenía a un perfecto desconocido que era capaz de hacerme hablar cosas que no había dicho a nadie, que me parecía conocer de otra vida y cuyos ojos me podían atravesar.

En el sillón, me abrazó y parecía que siempre me hubiera abrazado, su contacto era tan natural, que me dio hasta miedo, la historia continua y los detalles no los voy a dar, pero se traduce a que, su abrazo me embriagaba, sus besos me quitaban el aire y sinceramente no sé cómo logro hacerme perder la noción del tiempo y el espacio, porque de pronto eran la una de la mañana y sale por la puerta de casa.

Al día siguiente no quería salir de la cama, después de levantar a mi hijo, preparar su leche, me volví a meter a la cama, no sé porque cuando me saludo recién fui capaz de levantarme y luego… la discusión nos llevó de un lado al otro, las palabras fuertes me dolieron al punto que me sacaron lágrimas y entre que en serio no quería decir nada, termine diciéndole cosas que nadie sabe… ¿qué rayos tengo en la boca?  Un beso que me dio, me dejó un moretón en el labio superior que parecía mariposa, no lo podría ocultar, lo intente más de una vez… pasé el día como en un sueño, mi jefa me hablaba y yo hacia las cosas a una velocidad tan lenta que hasta a mí me parecía que debía despertar, intente por todos los medios, sacarme la pena de encima y funcionar pero no fue así…

Cerca de las cinco de la tarde, logre volver a hacer las cosas y seguir sin que me dijeran que hacer, él no habló más y eso me dejó con la sensación de que hay algo mal en mí, no debería afectarme tanto, pero me afecta, me duele y… deja de pensar me ordene a mí misma.

Quise escribir esta historia, pero no conseguía hacerlo, el jueves a eso de las diez no quería meterme a la cama, al apoyar mi cabeza en la almohada su olor me devolvió a la noche anterior, por suerte mi hijo le dio con que quería dormir conmigo y mentirás lo abrazaba, saqué las almohadas y lentamente me quedé dormida.

Desperté cansada, había soñado mucho y me había despertado por el frio de la noche a cerrar la ventana, pequeño no se quería despertar tampoco y yo seguía triste, así que nos dieron las ocho mientras que trataba de sacar a mi hijo de casa al colegio y partir mi mañana, él no escribió. Llegue tarde esa mañana, no hubo caso que lograra hacer las cosas en el tiempo, solo pensaba que esto de no tener capacidad emocional para enfrentar un desbarajuste así, me hacía pensar que lo mejor es que siga sola, al final eso es lo único que he hecho bien en estos dos últimos años, ni él, ni personaje lograron provocar un derrumbe emocional como el que vivía y mientras me maquillaba en el trabajo, con la misma lentitud con la que había andado desde el día anterior, la marca de mi labio superior me devolvía al momento en que me la había hecho… nadie me había dejado una marca así, no podía ni ocultarla, tampoco una pena así...

Trabajé el día entero tratando de sacar las cosas pendientes, obligándome a no ver el celular, a no esperar nada, logré pasar la tarde tranquila entre llamadas a proveedores y pagos, al final del día salía de mi trabajo a casa, pensando que ganas de tener tiempo para ir a verlo y decirle “¿quién te crees para dejarme una marca así en la boca?”, pero debía llegar a casa.

La tarde me pareció tan larga, la noche me pillo sacando todo lo que tuviera su aroma, lavadora llena y un mensaje que le envié porque seguía molesta y ni lo pensé dos veces, más por sacar del sistema el enojo que porque lo leyera. Dos cargas de ropa más tarde, el frio me devolvió a la realidad, debía irme a dormir, mientras ponía sabanas limpias y sacaba el cobertor blanco, miraba la noche por la ventana, ¿por qué lo extraño?

lunes, 20 de marzo de 2017

La Reina de Corazonces (P_2)

Personaje partió de mi casa la noche del martes triste, no sé si fue porque entendía que su decisión lo alejaba o porque vio quien soy realmente, pero el tema fue que partió y me robo un último beso.

Habíamos hablado de vernos y no fue hasta el martes que lo vi, cuando llegó estaba agotado y nos fuimos directo al sillón, donde entre una y otra cosa, terminó contándome una parte de su historia que yo no terminaba de saber, porque la había omitido, la chica que había mencionado alguna vez, le daba la oportunidad y la iba a tomar. Reconozco que me sentí aliviada, ahora yo era quien debía omitir que, desde la llegada de Él, yo no lograba evitar las comparaciones mentales y a mi edad no es necesario ser psicólogo para saber que si uno compara es porque no estas realmente interesado.

La noche corrió mientras que mi insomnio me llevaba de una parte a otra, entre la tranquilidad de haber concluido esta historia en los mejores términos y la incertidumbre, ¿debería decirle algo a él? La conclusión no llego ese día.

La tarde del viernes, no conectamos salvo un escueto mensaje no dijo nada, el sábado quise hablarle y nada, el domingo… el domingo, mi frustración habló por mí, así que vertí en el texto que le envié, lo que sentía, pensaba y me frustraba de esta situación. Salirse de la norma en temas emocionales, me hace a ratos pensar que la vida no es justa y en otras circunstancias que en realidad tengo la ventaja, claro que, en este caso, no había ventaja alguna, mi cerebro tenía claro que tenía que acabar todo con él, hasta lo publique hace unas semanas, pero hacerlo, ese es un tema distinto, entre que no sabía cómo hacerlo o como hablar con él frente a frente, fue necesario un traspié de esos que hacer daño para centrar a mi cerebro con mi corazón y separar las cosas.

La misma semana que había decidido enderezar el camino de todo este embrollo, él decide desaparecer, tal vez fue mi sub consiente, el que me jugo una mala pasa, porque ese domingo sentí como él retomaba sus viejos hábitos de hacerme sentir la persona que menos le importa. Los detalles de lo que le dije, están algo borrados, mi planteamiento sería que me iba, acababa todo para mi antes de que mis sentimientos por el me lo impidieran, al día siguiente leo su respuesta, y al parecer no entendió nada y como la tarea de que entendiera no recaía en mí, simplemente lo dejé ir.

Después de todo esto, necesitaba distraerme, así que el miércoles regrese a la plataforma de búsqueda de prospectos, debo haber mirado 100 fotos y pasado de todos ellos, cuando una foto me dejó pensando “yo he visto a esta persona”… al día siguiente después de revisar muchas veces el perfil lo acepté y comenzamos a hablar, entre más hablaba, más me daba la sensación de que lo conocía…
Personaje me habló y yo también, nos fuimos de una en otra con frases escuetas entre “hola” y “descansa”, para finalmente terminar en una solicitud de su parte para verme, que para responder demoré toda la mañana del viernes, “no creo que te haga bien verme”.

El fin de semana siguió con sus cosas, las responsabilidades de la casa, lavar ropa, ordenar y la reunión con mi prima en su casa, la tranquilidad de estar en familia, hablar arreglando el mundo y terminar alineando los planetas, para el domingo regresar a casa tarde después de ir a la plaza con pequeño que perdió una muela.


Y de pronto tomo el celular y envío este mensaje un mensaje sin siquiera darme cuenta y cuando lo envió lo releo, esta historia que se teje desde hace unos pocos días y que por alguna razón fluye como el agua y me hace sonreír.

viernes, 10 de marzo de 2017

Ruido Mental (P_3)



Hace unos días, una amiga a la que he aprendido a querer pese a sus duras palabras me reclama que nada de lo que hago en realidad tiene algo de sentido y que ella ve que al final voy a salir herida de lo que sucede, en su discurso, hay palabras de una mujer que viene de vuelta, que ha visto como cometer errores y ha aprendido de ellos. 

Me quedo pensando, mi cabeza empieza esa operación inevitable de búsqueda y comparación, en la que reviso mis emociones y mis acciones, analizo sin emociones lo que sucede, llega a tanto este análisis que tardo un día entero en procesar lo que me dijo, el listado de comparación era mucho más de lo que quisiera enterar a nadie, entre ambos casos y la historia de tras de ambos.

Todo esto ocurrió antes de decir seguir sola, así que no había nada de donde tomarme para alegar, cuando la mañana del segundo día tenía más conflictos que resoluciones, me senté otra vez con ella y le dije por las buenas, que la estaba odiando, porque no había podido evitar pensar y analizar todo lo que ella dijo.

Volviendo al presente, escuchaba “mi marciana” de Alejandro Sans, y de repente me sentí volver cuatro años en el tiempo, cuando él me llama y me dice que necesita verme, porque se calma al verme, llega agitado, al abrir la puerta lo veo como un niño asustado, pese a tu tamaño, lo abrazo y lo siento calmar su respiración, hasta volver el color a su rostro. De pronto me pregunto, como es que la discografía de Sans me representa tan bien… o es que mi creatividad realista y mágica, simplemente amolda el recuerdo a lo que el canta… la siguiente canción es Un Zombi a la Intemperie”… reconozco que mi decisión sigue siendo la misma, aunque a veces es bueno recordar que lo amé.

jueves, 9 de marzo de 2017

La reina de corazones

La primera vez que vi la fortuna de alguien, ni siquiera sabía que estaba prediciendo su futuro, cuando meses más tarde regreso esa persona a preguntarme más, supe que sabía más de lo que debía saber y bueno tendría 14 años... en fin uno a esa edad no solo se cree dueño del mundo, no imagina el riesgo de saber de más.

Tendría 25, cuando debí volcar mi vista a mí misma y darme cuenta de quién era, una persona que pese a mi juventud tenía una cantidad de conocimiento emocional que me permitía juzgar y guiar a otros, pero no era capaz de aplicar ni la mitad en mi vida personal. Así junto con conocerme, decidí dejar de lado el conocer el futuro, la verdad me interesa más conocer el presente y eso es algo que no se puede hacer si uno está leyendo el universo y sus energía, para saber que le depara el futuro.

Hoy, no me gusta mucho ver el futuro, aunque sigo moviéndome sin darme cuenta esquivando por instinto las cosas malas, sigo mirando el presente y ese sexto sentido que tengo, sigue presente, aún recuerdo cuando me anticipaba que él volvería, o que algo malo pasaría, o que era tiempo de conocer a personaje, quien me suele hacer reír a carcajadas, el futuro pasa a segundo plano cuando estoy enfocada en salir adelante o en no perder detalles de lo que ocurre a pequeño.

Así, pese a mis esfuerzos por dejar de aconsejar, en más de una oportunidad he abierto la boca y dicho cosas que no me percato, cambiando la vida de otros, aconsejado como si tuviera una bola de cristal y ayudado a salir del paso amargo a personas que no conozco, solo porque aparecen las respuestas y salen de mi boca sin esfuerzo, aun cuando trato de no juzgar o trato de no decir nada, he hablado de más, en muchas ocasiones, lo que me lleva a pensar que tal vez, mi instinto supera mi idea de no entrometerme en vidas ajenas.

Suelo controlar lo que quiero ver (el presente), por su parte me molesta la idea de que el futuro es el que veo y no se puede cambiar, además si creyera eso, ya que me vi mil veces viviendo con él, teniendo una vida junto a él, realmente no podría creer hoy que ese sería mi futuro, me parece que creer eso, equivale a obsesionarme, y la verdad las manías no va conmigo, salvo amar tomar café, no podría obsesionarme con nada. Sigo creyendo que hay que esperar que el destino hable, después de todo, estaba en mi casa, preparando la merienda de mi hijo un día de octubre en 2011, cuando recibí una llamada telefónica en la que me informaban que hablaría con mi actual jefa, quien me ofreció mi trabajo actual al que no postulé, no moví influencias y aún es incierto como llego mi hoja de vida hasta aquí... como prueba de esto les digo que si alguien le pregunta a mi madre, que repetía durante esa época, mientras que ella insistía en que no estaba haciendo nada para buscar trabajo y mi respuesta fue siempre “tranquila, ya aparecerá una oportunidad de trabajo”, y si a veces me parece que es extraño que se cumpliera tal cual lo dije…



Y porque partí este texto, bueno lo explico, la reina representa a la mujer, cuando se leen las cartas. Hay muchos juegos que ayudan a predecir el futuro, hay muchas cosas que se pueden predecir, pero la verdad es que las mujeres queremos transversalmente solo tres cosas, trabajo, salud y amor, por lo tanto, es necesario asignar una carta que las represente desde el comienzo, amor se representan con la reina de corazones, mientras que dinero la reina de diamante, por su parte salud con la reina de tréboles y el futuro con la de picas. Las cartas se barajan y se reparten, el tiempo que demora en aparecer la reina de corazones y las dificultades que tome que ella llegue hasta la primera posición implican parte del viaje que le tomará conquistar su meta, encontrar su meta, etc.

Hace poco tiempo atrás tome un mazo y lo baraje, sin mirar las cartas solo quise jugar un minuto con ellas y después de terminar el juego, no supe que hacer... en primera porque primero quedaba el rey de corazones y luego la reina, por otro lado quedaban otras 14 cartas más, las que hablaban de todo tipo de cosas, menos de una unión dinero, más dinero, más amor, más salud y futuro... etc. el juego quedaba tan complejo, que no podía eliminan las catorce cartas, por mucho que lo intentara. El mensaje era tan extraño que no pude evitar preguntarme, ¿será que este juego me dice que si quiero quédame con quien amo, tengo que aceptar un escenario imposible de cambiar?

Finalmente no supe que hacer y simplemente tome una foto para no olvidar el resultado y a veces lo miro, revisando si hay algo que olvidé del juego, algún movimiento, peor siempre termino igual, aunque los amantes terminé juntos, el escenario está definido, el problema es que la reina soy yo, ¿Quién se supone que es el rey?

martes, 7 de marzo de 2017

ruido mental (p2)

Pasaron días, entre los que no tuve tiempo de entender nada, mi cabeza funcionaba entre este ruido intenso que me generaban los acontecimientos, hablé con personaje, con mi mejor amigo, con la almohada, conmigo misma… nada me ayudaba a relajarme del todo.

Por un lado, Él volvió y se fue echando chispas, por otro lado, no era capaz de ver a la cara a Personaje y terminé diciéndole parte de la verdad para desahogarme y el respondio con calma para mi sorpresa, mientras que uno de mis conocidos quiso recordarme que en otro tiempo fui más desprendida o dijo despreocupada... y mientras mi corazón de trataba de hacer escuchar, caigo en cama con fiebre, termino una semana en cama, con ida hasta el hospital, dormir mucho, etc. Mis emociones por fin se calmaron.

La verdad creo que fue porque lo único que pude hacer, fue dormir… no comía, porque aun cuando la comida atravesaba mi estómago, terminaba en pocos minutos en el caño, no soportaba olores, no vi a nadie además de mi reflejo en el espejo y la doctora que me atendió.

Así fue como partí vacaciones, en medio de la calma obligada. Pasaría una semana más antes de volver a pensar en ellos, antes de preguntarme que quería hacer y como quería hacerlo, antes de pensar en el sentido de sobrevivencia que me seguía haciendo ruido mental, o el amor propio que me destrozanba la conciencia, aun que confesara algo, no era capaz de salir libre de nada de lo que hubiera alrededor y de pronto recordé la narración casi explicita que ya había publicado… Rayos!

Me quedé sin palabras, traté varias veces de escribir algo, comencé a leer un libro e incluso volví a ver series, haciendo algo así como maratones en las noches de insomnio, porque no era capaz de descansar por mucho que estaba agotada.

Partimos a la ciudad Jardín con mi hijo y de pronto, todo comenzó a calmarse, parecía que nada me hubiera ocurrido salvo la indigestión, ya no tenía más ruido mental. Salía todos los días, sin itinerario, sin preocupaciones, me divertía sintiendo el viento frio y haciendo lo que se me ocurriera, comer algo rico, meterme al mar con mi hijo, hacer castillos de arena o simplemente tenderme mirando a lo lejos como mi hijo jugaba con un niño al que acababa de saludar a hacer castrillos.

La semana pasaba y entre las conversaciones con él y las pocas palabras con personaje, empecé a distanciarme de la sensación de que todo estaba mal. No tenía una decisión respecto de nada, salvo de disfrutar y eso así todos los días, disfrutaba de caminar por las calles tranquilas, de hablar con mi hijo de las cosas más simples.

Volvimos a la capital, no tengo idea porque partí hablando con el ese miércoles desde las 11 hasta las 3 de la mañana o porque en vez de sentir que estaba mal, simplemente me reía de sus intentos inútiles por esquivar una respuesta directa, con sus frases inconclusas que dan lugar a la imaginación o a la interpretación y que en serio nunca he sabido porque las dice o si imagina que yo se las creía, pero hablamos mucho, tanto que le dije lo injusto que era él pretendiera que yo tenía que conformarme con él y la vida imaginaria, porque no estaría realmente a mi lado, o realmente conmigo, o realmente nada…

Por su lado, personaje estaba desaparecido de viaje y no supe de él hasta que volví a mi rutina, admitiré que en serio me cuesta entrar en mi rutina, volverme esta suerte de monja mojigata, que no se ve femenina para no atraer a los viejitos octogenario que intentan hasta con una silla y a la vez seguir siendo yo, mujer de treinta y tanto, viva y libre.

Cuando la primera semana de trabajo concluyo, empecé a sentir por primera vez que podría tomar una decisión, pero antes de eso, le di una oportunidad a él y en ese minuto fue algo que no medite mucho, simplemente se lo dije, “si me quieres en tu vida, empieza a demostrarlo”, claro que esta frase tubo mil reclamos y una argumentación de cerca de 15 minutos, para que entendiera que no es una imposición, no es una teoría, ni pretendía probarlo, solo quería que entendiera que le estaba diciendo que no siento que realmente le interese por mi y que hay cosas difíciles que se vuelven más ligera de comentar si uno está hablando durante el día con el otro o puede hablar tonteras y luego cosas serias, porque al final si las cuatro palabras del día implican una difícil, quien querría decirlas, así me fui hasta preguntarle “Hay alguien más en mi vida”, cosa que él no supo responder y debí recordarle que hay, personaje que es soltero, que si me habla de todo durante los días, al que si veo con cierta regularidad y que es de mi edad.

Ese viernes, concluyo una semana muy extraña, alegre y triste, la muerte de mi tío bisabuelo me dejó con la sensación de recibir un combo en el corazón, cada vez que lo recuerdo lloro y cada vez que lloro sé que es de egoísta, el Tío como lo llamamos todos, estaba mal hacía un mes y al fin descansa, pero no podía evitar la sensación de estar enterrando parte de mí con el tío, parte de mi familia, y yo no quería enterrarla, así que luché todo el viernes y el sábado con la sensación primitiva de “es mío, no te lo lleves” que tenía en mi pecho, hasta que el domingo leí el post de una de las nietas de mi tío bisabuelo, “él tío está descansando, está con su viejita y la familia está tranquila.”, fueron sus palabras las unicas que me tranquilizaron.

Mientras dejaba pasar esta pena, miraba mi presente, si pudiera imaginar algo de mi futuro hoy, sería seguir mi vida sola, ninguno de ellos es capaz de acompañarme, pese a decirles expresamente que necesitaba un abrazo, o verlos, no los vi y no sé si esta independencia emocional en la que vivo sea la mejor del mundo y francamente no sé si signifique una vida entera sola, sólo entiendo que me parece que el destino me recuerda que estoy sola y he vivido sola un buen tiempo, las mismas razones por las que hace un año no era capaz de soportar más la ambigüedad de él, son las que me hacen verlo con distancia y la misma razón que me genero el interés por personaje, (yo quería conocer a alguien) es la que me dice “puedo irme”.

El ruido cesa, las emociones se enfrían, el cariño o amor se pueden apagar y mientras eso sucede yo sigo adelante, ¿quién dijo que el destino no traerá algo divertido para continuar este camino acompañada?