jueves, 9 de marzo de 2017

La reina de corazones

La primera vez que vi la fortuna de alguien, ni siquiera sabía que estaba prediciendo su futuro, cuando meses más tarde regreso esa persona a preguntarme más, supe que sabía más de lo que debía saber y bueno tendría 14 años... en fin uno a esa edad no solo se cree dueño del mundo, no imagina el riesgo de saber de más.

Tendría 25, cuando debí volcar mi vista a mí misma y darme cuenta de quién era, una persona que pese a mi juventud tenía una cantidad de conocimiento emocional que me permitía juzgar y guiar a otros, pero no era capaz de aplicar ni la mitad en mi vida personal. Así junto con conocerme, decidí dejar de lado el conocer el futuro, la verdad me interesa más conocer el presente y eso es algo que no se puede hacer si uno está leyendo el universo y sus energía, para saber que le depara el futuro.

Hoy, no me gusta mucho ver el futuro, aunque sigo moviéndome sin darme cuenta esquivando por instinto las cosas malas, sigo mirando el presente y ese sexto sentido que tengo, sigue presente, aún recuerdo cuando me anticipaba que él volvería, o que algo malo pasaría, o que era tiempo de conocer a personaje, quien me suele hacer reír a carcajadas, el futuro pasa a segundo plano cuando estoy enfocada en salir adelante o en no perder detalles de lo que ocurre a pequeño.

Así, pese a mis esfuerzos por dejar de aconsejar, en más de una oportunidad he abierto la boca y dicho cosas que no me percato, cambiando la vida de otros, aconsejado como si tuviera una bola de cristal y ayudado a salir del paso amargo a personas que no conozco, solo porque aparecen las respuestas y salen de mi boca sin esfuerzo, aun cuando trato de no juzgar o trato de no decir nada, he hablado de más, en muchas ocasiones, lo que me lleva a pensar que tal vez, mi instinto supera mi idea de no entrometerme en vidas ajenas.

Suelo controlar lo que quiero ver (el presente), por su parte me molesta la idea de que el futuro es el que veo y no se puede cambiar, además si creyera eso, ya que me vi mil veces viviendo con él, teniendo una vida junto a él, realmente no podría creer hoy que ese sería mi futuro, me parece que creer eso, equivale a obsesionarme, y la verdad las manías no va conmigo, salvo amar tomar café, no podría obsesionarme con nada. Sigo creyendo que hay que esperar que el destino hable, después de todo, estaba en mi casa, preparando la merienda de mi hijo un día de octubre en 2011, cuando recibí una llamada telefónica en la que me informaban que hablaría con mi actual jefa, quien me ofreció mi trabajo actual al que no postulé, no moví influencias y aún es incierto como llego mi hoja de vida hasta aquí... como prueba de esto les digo que si alguien le pregunta a mi madre, que repetía durante esa época, mientras que ella insistía en que no estaba haciendo nada para buscar trabajo y mi respuesta fue siempre “tranquila, ya aparecerá una oportunidad de trabajo”, y si a veces me parece que es extraño que se cumpliera tal cual lo dije…



Y porque partí este texto, bueno lo explico, la reina representa a la mujer, cuando se leen las cartas. Hay muchos juegos que ayudan a predecir el futuro, hay muchas cosas que se pueden predecir, pero la verdad es que las mujeres queremos transversalmente solo tres cosas, trabajo, salud y amor, por lo tanto, es necesario asignar una carta que las represente desde el comienzo, amor se representan con la reina de corazones, mientras que dinero la reina de diamante, por su parte salud con la reina de tréboles y el futuro con la de picas. Las cartas se barajan y se reparten, el tiempo que demora en aparecer la reina de corazones y las dificultades que tome que ella llegue hasta la primera posición implican parte del viaje que le tomará conquistar su meta, encontrar su meta, etc.

Hace poco tiempo atrás tome un mazo y lo baraje, sin mirar las cartas solo quise jugar un minuto con ellas y después de terminar el juego, no supe que hacer... en primera porque primero quedaba el rey de corazones y luego la reina, por otro lado quedaban otras 14 cartas más, las que hablaban de todo tipo de cosas, menos de una unión dinero, más dinero, más amor, más salud y futuro... etc. el juego quedaba tan complejo, que no podía eliminan las catorce cartas, por mucho que lo intentara. El mensaje era tan extraño que no pude evitar preguntarme, ¿será que este juego me dice que si quiero quédame con quien amo, tengo que aceptar un escenario imposible de cambiar?

Finalmente no supe que hacer y simplemente tome una foto para no olvidar el resultado y a veces lo miro, revisando si hay algo que olvidé del juego, algún movimiento, peor siempre termino igual, aunque los amantes terminé juntos, el escenario está definido, el problema es que la reina soy yo, ¿Quién se supone que es el rey?

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