jueves, 3 de octubre de 2013

Estas en mi vida P69

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Parte 69

No tengo justificación y no quiero encontrarla, la noche con Carlo me había dejado sintiendo mi vida completa, alegre y feliz, pero en mi conciencia estaba el peso del engaño con Julián y no tengo como justificar nada de lo que pasó entre nosotros durante aquel día.

Había que admitir que no tenía idea que había una hierba que los volvía atractivos e irresistible, pero si hubiera sido más consciente de lo que estaba pasando tal vez habría descubierto antes que Julián había hecho algo para conseguir derribar mis defensas y que yo respondiera como él quería desde un principio y esto me devolvía al mismo punto, Julián no era capaz de confiar en mí criterio, siempre me manipulaba de alguna manera, eso me daba la sensación de que estaba en lo correcto cuando decidí alejarlo de mi vía antes,  la pregunta es ¿por qué si había tenido la claridad de saber que alejarlo era lo correcto lo había dejado que regresara?...

Simple, creía que al fin había entendido que debía respetarme y confiar en mis decisiones... Pero porque Julián se empeñaba en controlar las cosas y manejar a las personas, que había detrás de esa historia?

La puerta, Claudia con su sonrisa, la taza de chocolate frío, la mirada alegre de mi pequeño que mamaba su leche con sus cachetes coloraditos, la ducha y los recuerdos revueltos con sentimientos encontrados y mientras me jabonaba pensaba en lo afortunada que era de tener a Carlo en mi vida, en lo extraño que sonaba saber que fue Julián quien nos había reunido, sobre todo sabiendo que era él quien nos quería separar ahora, o que hace tiempo no me sentía tan viva y sin preocupaciones, como para darle vueltas a un tema que era algo más banal que las típicas cosas que me pasaban.

Deje mis pinturas sobre la mesa, estaba con una falda larga y una polera manchada que usaba para pintar, así que tome el lienzo y trace líneas sin pensar, Claudia pasaba la aspiradora y Aquiles dormía, yo estaba pensando en que amaba a Carlos y esa sensación que me dejaba en el cuerpo de calma, alegría y saciedad, cuando sonó el timbre y abrió la muchacha, no escuche nada en realidad porque estaba absorta trazando líneas y cuando volteé Laila me miraba algo sorprendida.

"Hola, ¿cómo has estado?"-dije sorprendida.

"Bien, gracias... y tu cariño, ¿cómo está el pequeño Aquiles?"

"Durmiendo. ¿Quieres verlo?"

Ambas caminamos a la mi habitación y mientras Claudia ordenaba el desorden de Maura, nosotras nos sentábamos frente a la cuna a mirar a mi hijo y sin previo aviso.

"¿Cómo estuvo el encuentro con Julián ayer?"

"Fuiste tú...- le dije mirándola a los ojos incrédula- ¿Tú le diste las hierbas?"

"Claro, el necesitaba algo de ayuda, después de todo ustedes se amaron alguna vez, así que no era necesario mucho. Lo que me extraña es que en tu casa todo siga igual, yo creí que Carlo saldría de tu casa corriendo y no es así."

"Realmente crees que dejaría a Carlo para estar con Julián?... Laila, ¿en serio lo crees?- la mire asombrada- Yo no podría, uno de las cosas que más nos distancia a mí y Julián es que él manipula las cosas y ayer no fue la excepción. Cómo crees que dejaría a un hombre que me ama, que cuando esta conmigo me hace sentir plena, por uno que me manipula y no tiene idea como amar."

"Creía que entendías que él te amaba más que a su propia vida."

"Esa expresión no viene muy viene de parte de uno de ustedes..."

"Tal vez, pero el haría cualquier cosa por tu felicidad, creo que ya lo has visto muchas veces, ¿por qué no le das una oportunidad?"

"Laila, ¿estas bromeando? -dije mirandola incrédula a los ojos- Yo amo a Carlo, a Julián le tengo cariño, ya no siento nada más por él y creo que deberías ayudarme para hacerlo entender que la única manera de estar cerca mío es si empieza a respetar que Carlo es con quien estoy y estaré en el futuro, eso decidí hace tiempo."

"Y qué pasaría si Carlo se enterara de lo que pasó ayer?"

"No pasaría nada, yo le explicaría que fue producto de un hechizo y el entenderá, aunque demore en entenderlo, además los más perjudicaros serían ustedes, Carlo nunca más los dejaría acercarse a ninguno de ustedes a su casa o a nosotros. Lo más probable es que él se encargue de hacer la prohibición y yo no podría hacer nada al respecto."

"Eso es probable, Carlos solo necesita una excusa para sacarnos de tu vida y la verdad es que yo creí que Julián tenía una oportunidad contigo, creí que eso era lo que habían hablado antes de que naciera Aquiles. Pero creo que me equivoque, o entendí mal, tal vez debí haber hablado contigo del tema y así haber evitado de algún modo lo que sucedió ayer..."-dijo Laila mostrando un poco de humanidad que me descolocó.

"Sabes una cosa, ustedes los vampiros al olvidar la humanidad, también olvidan la lealtad, pierden parte de su capacidad moral y francamente me molesta esto, me podrías decir ¿qué te dio la impresión de que aceptaría a Julián alguna vez en mi vida como pareja?"

"Que aceptaste que se quedara, después de su confesión"- respondió Laila con un tono honesto.

"Yo no acepté nada Laila, le dije que no entendía para que pedía permiso para quedarse cerca de nosotros, si el hacía lo que se le regalaba en gana siempre, que si quería que se quedara."-respondí tan honestamente como ella.

"Eso no fue lo que dijo él."- dijo ella mirando el suelo, creo que avergonzada ahora.

"Debiste haber hablado conmigo antes de creerle todo a él, todavía no puedo creer que lo ayudaras sin siquiera darme pistas de lo que intentaría... tienes alguna idea de cómo me siento yo con todo esto? Tengo sentimientos encontrados hacia Julián, una culpa increíble y rabia que me lleva de un lado al otro, lo quiero fuera de mi vida, lo quiero matar, lo quiero ver y golpear..."-respondí soltando al fin ese nudo que tenía en el estómago.

"Lo lamento, creí que estaba ayudando..."-dijo Laila, de un modo que ahora sí estaba segura, sentía vergüenza.

Las dos nos quedamos mirando a Aquiles dormir y como pequeño sonreía o se movía mientras dormía, sus ojos cerrados con expresión de completa tranquilidad, no puede evitar preguntarme ¿qué estaría pensando mi pequeño?

Laila me acompañó a al almorzar, luego de eso se fue y me quedé otra vez sola en casa, así que tome pincel y me puse a pintar, mientras que esperaba para darle de mamar al pequeño, con el teléfono con la alarma para evitar olvidarme y mientras que mezclaba colores, hacía figuras y componía una escena interesante de algo que nunca había visto, me sentí mas tranquila, era cierto que había engañado a Carlo, era cierto que no era algo que hubiera podido hacer sin la intervención de Laila en todo el proceso, era obvio que me sentiría culpable mucho tiempo, porque no la deseaba y tal vez eso era lo que me dejaba en paz, no desear estar con Julián y en cambio si con Carlo, a él lo desearlo en cuerpo y alma.

Maura llego a eso de las cinco con mucho ánimo y por primera vez en mucho tiempo le prohibí hacer un desastre en su habitación y en la casa en general, ella ordeno todos los juguetes y dejó todo en su lugar. Cuando Carlo llego a eso de las seis treinta, estaba cansado y después de cenar se fue a acostar, a mí me toco ordenar sola la cocina y dejar todo lo más ordenado posible, luego ir a dejar a Maura a su cama, se había dormido en el sillón jugando.

Entre a mi pieza y miré a Carlo algo dormido, me acerqué y lo besé suavemente, hacía tiempo que había a prendido sus ánimos y el de hoy no era irremediablemente enojado así que después de levitar sobre él y jugar con su pelo, lo seduje lentamente, como si nunca hubiéramos estado juntos, él se fue dejando llevar mientras que guiaba su mano a mi pecho o de improviso me alejaba, jugamos a ser novios y no saber nada del otro, hasta llegar al momento de clímax, en que grité su nombre y me miro sorprendido, aceleró y profundizo su marcha, me sostuvo con fuerza de la cadera y me miro arquee la espalda con placer, ambos acabamos al mismo tiempo, ambos estábamos agotados y ambos estábamos completamente saciados.

Carlo se quedó dormido y yo me fui a buscar un vaso de agua, entrando a la cocina me encontré de frente con Julián, en su rostro vi la tristeza y desesperanza.

"No me amas."

"No, te lo dije ayer, yo ya no te amo Julián."

"Tu rostro de dicha en sus brazos, no es el mismo que el de ayer, ayer parecía arrepentida de todo un segundo después de sentirlo..."-dijo en voz baja.

"Porque así me sentía Julián, me orillaste a estar contigo, no era voluntario puedes entenderlo."-dije intentando no estar molesta.

"¿Por qué?... ¿por qué no me amas?"- reclamo en tono de tristeza.

"Te lo he dicho mil veces... parece que no lo entiendes... nunca confiaste en mí, siempre quisiste controlar todo, me manipulaste tantas veces y cuando más te amaba demostraste no tener humanidad... tu no me amas, solo crees que es así, tú no sabes lo que es amar a alguien y yo no tengo intención de explicártelo, te dí cinco años de mi vida, los recuerdas?."

"Pero yo haría todo por ti y tu felicidad, no lo entiendes?"-respondió él mirándome por primera vez desde que lo encontré.

"Claro, harías todo y en ese hacer, olvidas que yo también decido sobre mi felicidad, que yo también puedo querer cambiar de opinión, que es mi vida de la que estás hablando y no de la de una marioneta."-juro que intenté que mi tono de voz fuera neutro, pero estaba agotada de explicarle lo mismo.

Julián se quedó callado, yo tome mi vaso de agua, me senté y esperé a que hablara, pero el no dijo nada, en vez de eso se quedó mirando en mi dirección sin ver nada realmente, cuando me dio frío y me iba a levantar, me miro a los ojos.

"Yo... Yo... Yo solo quiero decirte que lo lamento."

Me acerque y lo abrace, estaba tan tranquilo tan humano, tan real, tan presente, que sentí ese calor que alguna vez compartimos y que yo llamaba amor, antes de conocer el amor de Carlos, que no se le puede comparar realmente.

"Lo lamento tanto, hace tanto tiempo que no me sentía realmente interesado en nada, que creí... La verdad tienes razón, siempre controlé todo... Todo..."

"Julián es hora de que te vayas."- dije apoyando mi oreja en su pecho y sintiendo su corazón latir irregularmente.

"Claro, tienes razón- dijo y se alejó solo un poco para mirarme a los ojos-, estas consienten de que te amo como nadie ha amado a nadie en la historia y que no dejaré de hacerlo?."

"Supongo que sí. Pero entiende, no hay nada que puedas hacer ahora, tomé la decisión de estar con Carlo, de tener una vida con él, durante el tiempo que esta dure, puedes estar cerca de nosotros y acompañarnos en esta felicidad o alejarte, como tú quieras. Porque de verdad espero que logres encontrar armonía y tranquilidad en tu vida. Pero yo no dejaré de amar a Carlo, no dejaré a mi familia y soy feliz de verdad, espero que lo entiendas."

Me miró y sonrió, su ojos se cerraron e inclino la cabeza hasta dejar su frente con la mía, lo sentí respirar hondo y cerré los ojos, esto se estaba volviendo extrañamente más difícil para mí de lo que imaginaba. Julián se elevó y cuando abrí los ojos estábamos en la otra dimensión.

"Para que me trajiste hasta aquí"-dije molesta.

"Para decirte lo que quiero decirte sin que ellos escuche."-respondió honestamente.

"Habla rápido o me voy"- respondí aún molesta.

El me miro a los ojos y suspiro otra vez, luego tomo una hoja de papel y la abrió lentamente, mirando el contenido habló.

"Ella, siempre quise saber lo que se sentía al amar a otra persona, había amado alguna vez en mi vida mortal, pero hace tanto de eso, que no recuerdo realmente como hacerlo. Cuando tuviste el accidente, recuerdo que volví por ti porque algo en tu ojos me hicieron reaccionar y darme cuenta de que estaba haciendo algo mal si te dejaba sola en la calle y nunca me sentí más feliz que cuando decidiste tener una relación conmigo. Sé que entré en tu vida y salí de ella por decisión propia, pero también sé que el tiempo que estuvimos juntos fue el más intenso que he tenido en toda mi vida humana y vampira.

De verdad espero que conquistes tus sueños y que me dejes participar de tu vida, sé que no merezco esa oportunidad pero no puedo evitar pedírtela.

Te amo.

Julián."

Lo miré y solo trate de esbozar una sonrisa, pero lo cierto es que en mi garganta tenía un nudo, me parecía completamente absurdo decirle que se quedara si no confió en él y no podía evitar recordar las escenas de ambos en esta dimensión del día anterior y como me sentía de confundida.

"Dame tiempo, tu eres inmortal, no debería ser difícil para ti darme tiempo para volver a confiar en ti, porque dime Julián quien me garantiza que no vas a volver a hacer algo de lo que hiciste ayer?, quien me garantiza que antes de decidir algo que me involucrara me vas a hablar del tema sin rodeos... sin mentiras... sin omisiones? "

Julián miro mis ojos con algo de vergüenza y pena, luego me abrazó y sentí como su cuerpo parecía resistir a algo, pero no sabía si era a salir corriendo o a hacer algo más, así que me alejé y cuando lo mire lloraba, él no se resistía a nada, solo temblaba y lloraba, sus lágrimas rodaban por sus mejillas y sus ojos parecían cristalinos, su expresión me desarmo y en un segundo de lucidez supe que no quería verlo así, tenía que salir de allí.

Cruce a la realidad y él no me siguió, tuve miedo, porque si lo hubiera hecho sé que habría terminado besándolo esa fragilidad de él me hacía sentir atraída a él y no era lo que quería. Me metí en la cama y Carlo me abrazó, su aroma me rodeo y me sentí segura, cerré los ojos y me quedé dormida.

Cuando desperté rallaba el alba y Carlo seguía dormido, fui a la cocina a preparar algo de desayuno para los dos y cuando entré me topé con la familia de vampiros entera sentada en la mesa de mi cocina.

"Pero por qué están los cuatro en mi cocina?"-dije sorprendida.

"Tenemos que hablar"-respondió Demeter.

"Bueno, pero voy a preparar algo de comer, tengo hambre."-dije yo bostezando.

"No te preocupes, yo me encargo"- dijo Odette y mientras decía eso yo pensaba en la cara de Carlo cuando los viera a todos en la cocina tan temprano.

Laila y Demeter estaban sentados a cada lado mío y Federic frente a mí. Entre los tres se encargaron de hablar a una velocidad que solo los vampiros podían hacer y mientras uno terminaba una frase el otro la continuaba, como si fuera un dialogo constante, como ya había visto que podían, así que no me sorprendió, pero me pregunté porque lo estaban haciendo?, esto se hacía para borrar la memoria de las personas al concluir el tema del que hablaban la sincronía les permitía buscar el momento exacto en que iniciaron la conversación... o es que estaban haciendo algo más? Y la respuesta de todo este lío vino a modo de pregunta un segundo mas tarde.

"...Por eso dime que pasó anoche con Julián?"- dijo Demeter.

Los miré, después de escucharles una cátedra sobre lo mucho que me querían, como había adquirido un cariño único hacia mi familia, como es que estaban dispuestos a hacer todo por mi o por cualquiera de los míos, para rematar en eso... mmm...

"¿Qué le pasó a Julián?"- dije seria.

"No aparece."- dijo Federic.

"Como que no aparece, ¿lo buscaron en la otra dimensión?"

"Si... no lo encontramos."- dijo Laila.

"¿Cómo lo buscaron en todos lados sin encontrarlo?"- dije algo confundida.

"Simple, Laila lo llamó, como su creadora, tiene línea directa con él en cualquier parte del mundo, pero no lo encuentra y lo peor es que nosotros no lo sentimos tampoco. ¿Sabes donde podrá estar?"- dijo Odette entregándome una taza de café recién preparado.

"No, no lo sé...- dije con tono de extrañeza- creen que algo le puede haber pasado?"

Los cuatro me quedaron mirando serios y Laila solo asintió con la cabeza.

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