Después de pasar por su oficina y
sorprenderlo con los boletos de avión, Carlo pareció relajarse, tenía pocas
cosas que hacer y me dedique a jugar con mi hija en la sala de juntas, mi jefe
paso un par de veces frente a la puerta y finalmente entro a hablarme, parecía
algo incómodo y sin querer escuche sus pensamientos, francamente me habría
gustado no saberlos, ‘Se ve tan feliz, si solo le hubiera dicho que me gustaba
ahora esa niña sería mi hija…’
Después de que nos dejara solas entro
Carlo, miraba a mi hija de camino a auto, los niños crecen tan rápido, que uno
a veces pierde el tiempo con ellos por estar ocupada y eso me molestaba, así
que jugamos, reímos mientras que el día trascurría, faltaban unas horas para el
vuelo y quería hacer un par de paradas en la capital, así que fui con Carlo a
su departamento, y luego directo a Santiago, llegamos con tiempo para todo, el
vuelo salió a tiempo y aunque la trayectoria era directa, me pareció eterno el
tiempo en el avión todo… cuando aterrizamos recuerdo que estaba cansada y que
lo único que quería era llegar al hotel, en el aeropuerto nos esperaba una auto
que nos trasladó a una casona, a las afueras de la ciudad, las sorpresas
continuaban, al entrar por la puerta una amable mujer me entrego una carta
cerrada y me condujo a mi habitación.
“Creí que habías dicho que nos iríamos
a un hotel?”- dijo Carlo cuando estuvimos a solas.
“Olvidé decirte que esta es casa de
Laila y que ella me paso a decir esta mañana que podríamos hospedarnos aquí en
este viaje. Después de todo los tramites que vine a hacer son para ella.”
“No recuerdo que me dijeras nada de
eso?”
“Va, creí habértelo comentado ayer… tal
vez te quedaste pegado en mi negativa a que me acompañaras y olvidaste el resto
por eso no lo recuerdas.”
Carlo miro serio, pero no respondió y
yo solo esperaba no olvidar la mentira a medias que le acababa de decir a él.
Nunca me ha gustado mentir, porque simplemente olvido las mentiras y aunque
puedo ser muy convincente con el tema, a los pocos días se me olvida todo y se
arma el lío.
Carlo termino de ayudarme a ordenar las
cosas de Maura y luego se fue al baño, estuvo allí largo rato mientras que yo
terminaba de ordenar mis cosas en la habitación y cuando tenía listo todo para
irme a dormir Carlo salió del baño, se veía nervioso, y me mira a los ojos con
la cara seria.
“Tenemos que hablar.”
“Vale, dime.”
“Quiero dormir contigo.”-dijo de un tirón
como si tratara de algo grave.
“Carlo…”-suspiré.
Pasaron varios minutos mientras que
trataba de decidir cómo decirle que su idea no era para nada buena y entonces
tocaron la puerta de la habitación. Mire el reloj, era tarde, miré a Maura y
estaba dormida, abrí la puerta mirando a Carlo y cundo vi a Julián el corazón
me saltó de un susto.
“Hola, venía a ver si todo estaba
bien.”
“Hola. Si está todo bien, Carlo estaba
aprovechando el tiempo con Maura y yo terminaba de arreglarme para irme a
dormir, ya es tarde.”
“Bien, entonces te dejo descansar, que
tengas buena noche.”
“Gracias.”
Cerré la puerta y miré a Carlo quien
ahora estaba bastante molesto.
“Vale, me invitas después de que él
decide venir también?... porque no puedes alejarte de Julián?, que tiene el que
no te deja en paz, ni siquiera ahora que no están juntos…”
“Carlo, tengo claro que no vas a
entender nunca la naturaleza de mi relación con Julián, pero así como tú tienes
un vínculo con migo por Maura, él tiene un vínculo con migo y no pretendo
alejarlo de mí, aunque no estemos juntos, sigue siendo igual de importante que
antes. Además, porque te molesta que este en este viaje, estas aquí no?, eso no
es suficiente para ti?... bien lamento que te hicieras expectativas erróneas
sobre tu presencia, te pedí que vinieras con migo porque creí que nos ayudaría,
últimamente parece que solo discutimos, sólo por eso”
“Solo discutimos… solo discutimos…”-
dijo con voz melancólica.
“Carlo vete a dormir, lamento que estés
molesto, hablemos mañana con más calma, ¿sí?”
“Vale, vale, hasta mañana.”
Voltio a la puerta y salió derrotado,
no puede evitar preguntarme si era cruel con él o si sólo era demasiado directa?
Carlo seguía creyendo que en algún momento lo podría querer estar con él y le bastaba
solo eso, que lo pudiera querer, tenía la idea de que juntos él me haría ver
que no necesita mana más para ser feliz, pero lamentablemente por mucho que lo
intentara, mi realidad era muy distinta a la suya, quererlo había dejado de ser
el problema hace tiempo, los vampiros habían decidido revisar mi caso, revisar
mi vida, y ver como afectaba mi existencia a la humanidad, Carlo ni siquiera
sabía que yo no era humana… Contarle era una sentencia de muerte… nuestra
historia había quedado en el olvido en el minuto que decidí aceptar el trato
con Laila.
Julián apareció en mi puerta mientras terminaba
de pensar en que era hora de que Carlo saliera de mi vida definitivamente, si
seguia acercándose solo terminaría más herido.
“No te quiero aquí esta noche.”
“Amor… déjame dormir contigo.”- dijo en
tono suave.
“Julián, esta noche quiero estar sola y
tú sabes que no vamos a dormir juntos precisamente. Déjame sola, quiero ordenar
mis ideas esta noche.”
Después de un par de suplicas, mi
vampiro favorito salió por la ventana sin mirar atrás y mientras se alejaba me
acerque a la cuna de mi hija, la tome y la puse junto a mí, tenía una extraña
sensación de que necesitaba a mi hija, lo cierto es que tenía miedo y de algún
modo tenerla cerca me recordaba que todo iba a estar bien.
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