jueves, 29 de diciembre de 2011

Fin de año

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

No ha cábala que funcione mejor, que la simple lógica de la vida y el sentido común, sobre todo para comenzar un nuevo año.
Hace un tiempo me leí el libro de la ley de atracciones, me percaté que tenía una lógica simple, una que esta enredada en nuestra existencia desde siempre y que además nos acompaña con el sub-consiente, creer en algo con mucha fuerza hace más probable que se cumpla, y aunque a veces olvidemos que es nuestro anhelo, queda en nuestra memoria y es cosa de retomarlo para que se concrete con igual entusiasmo.
La atracción de las cosas buenas no es fácil. Quizá porque estamos más pendiente de lo malo, es por esto que cuando el libro dice, para atraer cosas buenas debes pensar en ellas nos cuenta muchísimo entender cómo ponerlo en práctica, y debo reconocer que a veces no me percato pero sólo atraigo cosas más o menos, porque no me creo el cuento de merecer lo que realmente quiero.
Así fue como después de anhelar de verdad y dejar en mi cabeza fija la idea de un trabajo estable con proyecciones laborales, con un buen sueldo que me permita vivir bien con mi hijo en Santiago, se volvió realidad sin siquiera saber que hilos se movieron para que mis datos llegaran al lugar del que me estaban llamando para ofecer el puesto.
Y cuando todo empezó a ser a pedir de boca, vivir cerca del trabajo, con locomoción directa tanto ida como vuelta, me empecé a preguntar y ahora cuando viene lo malo? Y en ves de seguir atrayendo las cosas buenas, me carcomía la duda, por esa frase mala clase que aprendí hace tanto tiempo que ya ni siquiera se en que minuto de mi vida entro en mi cabeza, “siempre que pasan muchas cosas buenas, algo malo pasa”, y la otra que es aún más mala clase “mientras más alto llegas más fuerte es la caída”...
A que no adivinan que pasó?
Bien pasó lo inevitable, algo muy malo que me hiso pegarme un gran golpe con la parte de la realidad que estaba evitando, y que no me dolió por mí, me dolió por mi hijo. Para cuando me di cuenta que yo había estado auto boicoteando mi propio futuro con mis dudas, recordé lo que decía el libro de las atracciones, “todo lo que anheles de verdad se te va a cumplir” y me pregunte esa pregunta intrusa, que me dio rabia responder pero que era necesario hacerse.

¿Soy yo quien realmente atrajo esto a su vida?
¿Soy yo quien no cree que las cosas buenas duren mucho?
¿Por qué no creo merecer las cosas buenas que me pasan?
¿Por qué tengo una sombra criticando o acechando, acaso no se supone que deseo lo mejor para Mí y para mi hijo?

Bueno la respuesta a esta ultima frase fue la que más me molestó, porque si quiero lo mejor para nosotros, quiero tener una familia feliz, nos merecemos todo lo mejor del mundo, no debería dudar que le daré lo mejor y que concretare nuestros sueños dentro de poco, que el tiempo es todo lo que necesito, quizá no hice bien al olvidar ponerme metas, un mes, un día y un lugar. Y esto permitía colarse a las dudas, no querer decir en voz alta Quiero tal.
Una vez consiente de que me estaba auto boicoteando me percate de cómo evitarlo y conscientemente aceptar que las frases que me daban vueltas no son mas que fragmentos de las vidas de otros, yo no he llegado alto a base de mentiras, he construido mi vida con fundaciones solidas, no tendría porque caerse mi futuro.
Merezco todo lo bueno que me pueda pasar, y lo malo claro que va a pasar, pero no acecha a la vuelta de la esquina, no está en cada cosa buena algo malo, lo malo esta en permitir a ese pensamiento volverse fuerte y atemorizarme, lo malo sería dejarme arrastrar por la duda, y si he dicho la verdad, he cumplido en mi trabajo, he ganado mi sustento, porque me sucedería algo malo aleatoria mente...
El equilibrio de la vida, el yin y yang, son cosas teorías de compensación no de castigo, y hablan sobre el poder de uno mismo de nivelar sus propias fuerzas, su propio odio o amor, si tengo claro que quiero, que espero, que puedo hacer para lograrlo, cuando lo concretare, yo estoy poniendo mi cuota de yin o yang para equilibrar mi vida, y ese equilibrio no para por lo bueno o lo malo... pasa por ser capaz de no olvidar los defectos que tenemos que superar y las virtudes que tenemos que conservar... ósea no por eventos externos, ¿por qué me dejo atormentar por lo “malo” que no puedo controlar? Si sigo así algo muy malo voy a atraer a mi vida no... sería mejor recordar que lo único que controlo es lo que puedo hacer yo...
¿Qué puedo hacer yo para evitar las cosas malas?
Caminar con cuidado en la calle, hablar correctamente y ser fiel a mis palabras, meditar mis acciones, hacer bien mi trabajo, cuidar a los mío...
Eso puedo hacer, eso seguiré haciendo y recordar que lo malo de otros, puede afectar, por supuesto que nos afecta, pero el grado en que eso me afecta depende en la importancia que realmente tenga para mí y para mi hijo.
En fin, no creo en cábalas de fin de año, si creo en retrospecciones y autocriticas, así como largas charlas con mis amigas que me ayudan a lograr entender el mundo que me rodea, y largas charlas con mi hijo, que me ayudan a saber que le afecta y conocerlo.
Que el año que acaba sea bueno y el que viene sea mejor aún quel que dejamos atras.
Maca

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