lunes, 3 de septiembre de 2012

Definiendo emociones

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Ayer hablaba con mi prima y por alguna razón le comento que una situación me había parecido chocante por lo que me sentía sin remedio sobrepasada. Mi prima pre dice, “pero no es chocante”, y yo le respondo, “Para mí fue chocante, no me dio pena, no me sentí triste, me quedé choqueada, al punto que no tenia palabras para explicar por un buen rato lo que sentía, una mezcla de choque con la realidad, una cosa es saber y otra ver, sentir y entender, esto es lo que está sucediendo.” Mi prima aguarda unos minutos y me dice, “si tienes razón quedaste choqueada”.

Me pregunto porque nos cuesta tanto reconocer nuestras emociones, en más de una ocasión me yo he logrado entender que algo me genera ira, pena o enojo, entenderlo y superarlo, pero veo que las otras personas no son capaces de asumir sus emociones y si las tratan de analizar prefieren palabras menos exactas porque suenan mal… ósea no aceptan que realmente, son capases de enojarse, pero no de sentir ira; son capases de ver su alegría pero no creen que esa alegría sea felicidad.

Y cada vez es más común que se inventen palabras para explicar las cosas, ya no se dice ando bien, se dice ando relajado, implicando algo más que el simple estar bien, pudiendo decir estoy muy bien y estoy feliz, aunque suene cursi. O la típica, en vez de decir estoy mal, que engloba una serie de cosas, las personas dicen estoy bien, pero me duele la fractura, tengo una muela picada y me molesta la vista. O algo más alegre… créanme hace como diez años que no escucho a nadie dar por respuesta “estoy dichosa”, no el chileno promedio responde “estoy feliz, gracias a que tal y tal me salieron bien”, porque no me dice simplemente “estoy dichosa” y me da la oportunidad de ser curiosa y preguntar o de simplemente responder “qué bueno, me alegro.”… ¿Qué hay de malo en decir estoy mal?, ¿por qué me tengo que enterar del detalle de sus males o de sus alegrías?, ¡o es que tanto reality nos ha hecho olvidar el derecho a la privacidad?

Nunca lo sabré, pero en mi viaje por la vida, y en mi descubrimiento personal cuando estuve fuera y volví a chile, creo que descubrí que me gusta esa exactitud del lenguaje que me permite reconocerme como un ser humano con virtudes y defectos, y entre mis imperfecciones están los sentimientos de odio, rabia y enojo, mientras que en mis virtudes se que esta la alegría, la felicidad y la dicha y permitirme sentirlos, no me vuelve una mala persona, tal vez incluso me permites vivir mejor, porque cuando tengo pena es que quiero llorarla y que quiero estar sola, cuando estoy alegre se que quiero compartir y estar con otros.

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