
Me sentaba junto a ti, pretendiendo no verte, sonriéndole a las personas que nos acompañaban mientras que seguíamos hablando de como sería volver a casa. Lejos de todo, mas cerca que nunca del que sería nuestro futuro solo esperábamos volver a ellos, los que habíamos dejado a tras en busca de este sueño. En algún minuto me acostumbre a ti, y en otro a no saber quien era quien, la piel tan mezclada que incluso podía advertir a la mujer que podrías pensar sería bueno descubrir entre las sabanas.
Sin saber como, yo ya no era yo, era un anexo de tu vida. Y decidí que todo iría bien, que al cerrar los ojos y ver otro cuerpo no estaría engañándote, aunque solo te ame a ti y nada mas que a ti, podía ver, tener y sentir a otro, el que yo quisiera.. cosa que jamás percibiste, quizá en el fondo lo sabías, solo que jamás lo comprobarías. Sabíamos que debíamos partir, separarnos y no nos podíamos despegar, esta era la forma que teníamos de amarnos, la única que sabíamos, la única que admitía semejante aberración, por ahora… y por mucho tiempo más....
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