viernes, 6 de julio de 2007

Uno

La lluvia caía en su cara, y no le importaba estaba dichosa como si de pronto ya no hubiera nada mas que hacer… reír... tendió sus brazos hacia le cielo y mirando la luna que se asomaba entre nubes y pego un grito, sentía como la adrenalina hacia efecto en sus músculos cansados y la satisfacción de que al fin había cerrado un capitulo largo, complicado y difícil de comprender. Tomo el impulso y corrió por la calle riendo sola, mirando al cielo, sintiéndose libre de verdad, como si su paseo fuera por el sendero de una arboleda vieja, repleta de hojas que amortiguaban el agua y al final del camino le dijeran en los ojos verdes de ese hombre que amaba aquí te espero.

Abrió los ojos, ya le había pasado antes, estar en un lugar y ver recuerdos que no eran de ella o de ahora o del lugar en que estaba. Siempre que estuviera sola, podía pensar en ellos, darles la vuelta, ver que era lo que la unía a ese recuerdo... solo que desde hace un tiempo no estaba sola y como era de suponer a pesar del impacto del recuerdo debía volver a la realidad lo más rápido posible, recupero su sonrisa y lo miro a los ojos sonriendo, lo miro desde la distancia.

En el correr por la calle se habían distanciado y ahora de frente la contemplaba sonriéndole. La primera vez que estuvo junto a ella le pareció extraña, ahora que la conocía podía entenderla, mirarla y saber que estaban juntos, hacer mil cosas y reírse de los problemas por que de algún modo todo estaba tragicomedia que los había estado rondando desde que se vieron hacía casi un año los había unido y echo mas fuertes.

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