martes, 8 de abril de 2014

El ultimo aniversario

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


La luna sonreía, la mirada perdida entre las estrellas y la sensación de estar flotando en el espacio y no con los pies en la tierra, tomo su mano y el la obligo a bajar al suelo. Los ojos intensos, la mezcla de humo y alcohol en la boca la hicieron reír, no quería parecerlo, pero se veía borracha, aunque solo había dado un par de trago a su bebida.
Camino con ella, la miro hacer y deshacer mientras que su esencia aparecía de entre el sin fin de dobleces en que la ocultaba, mientras que salía la mujer salvaje que lo hacía sentir simplemente animal, la llevo por donde ella quiso sin pedir explicaciones. Llegaron a casa, ella reía, él la miraba. Entraron al cuarto, ella sacándose los zapatos el mirándola. Se sentó en la cama y él la miro desde el marco de la puerta, ella riendo por algo loco, él miro como se trataba de quitar la falda y como ella volvía y seriamente le preguntaba porque no entraba.
La ayudo a desvestirse, la dejo desvestirlo, la acerco a su pecho y la trato de tranquilizar, pero ella estaba libre, el espíritu salvaje que reía y jugaba a hacer de las cosas cotidianas algo increíble, la abrazó fuerte, la beso con pasión y la dejo escapar cada vez que ella quiso porque sabía que su regreso venía cargado de su esencia, simplemente salvaje.
Despertaron abrazados, la miro y sonrió, la dejó suavemente. Preparó el desayuno para la cama y regreso junto a ella, que seguía  dormida. La beso y acaricio mientras dormía, la ayudo a incorporarse, la miro abrir los ojos y bostezar, con la sensación de que no importaba los veinte años juntos, nunca se acostumbraría, ella nunca repetiría una mueca, un gesto o un bostezo. Ella regateo en la cama con sueño, él le pidió que comiera algo, ella trato de esquivar el hambre con palabras suaves, él la dejo un momento antes de verla salir de entre las sabanas como gato salvaje hambriento con su pelo desordenado en la cara.

Había sido una noche interesante, habían cumplido más de la mitad de sus vidas juntos, un aniversario cargado de cosas que los unían y les hacía preguntarse como lo habían logrado, pero ella no dijo nada, no le dijo lo que quería hacía tiempo quería decirle, solo se dejó arrastrar por los eventos, hasta que al fin juntos y sin más a su alrededor le dijo te amo, un te amo distinto a todos, uno que cerraba el cuadro de una vida juntos, uno que le pedía que no se marchara y le recordaba que lo amaba más allá de su propia vida.El la besó con fuerza, recordaba cuantas veces quiso salir corriendo de sus locuras, olvidarla y dejarla a tras, pero ella no sería ella misma sin sus locuras, sin sus arrebatos, que la verdad habían sido aplacados con la edad dejando a una mujer madura llena de magia avanzando por una vida llena de cariño, que compartían y que lo hacía sentir que tenía un propósito en la vida, estar junto a ella.

MGD

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