Hoy por fin entendí que el problema es que no estoy en armonía
con migo misma y no me gusta. Hay mucho que reclamar al mundo sobre lo que nos
pasa, ya sabes la contaminación, las plazas sucias o la poca paciencia
colectiva de la ciudad, pero cuando uno se topa con mil problemas que la
superan el tema ya no es el medio, es uno mismo.
Me cuesta hacer introspección
porque la verdad no tengo mucho tiempo para pensar, arriba de la bici, no puedo
meditar por lo dicho o hecho, tengo que mirar el suelo y la gente y lo que
quiere mi hijo… cuando estoy en el trabajo, no tengo tiempo para mí y es obvio
que tampoco me lo hago muy a menudo, porque implica que me vean ociosa y aunque
un filoso dijo que el occiso es la madre de la ciencia, en este mundo nuestro
eso no se aplica. Así que ayer mientras recorría la micro el camino a casa, mi
hijo dormía sobre mis piernas medio doblado porque el espacio era pequeño y la
calma junto con el sueño me invadían, comencé a repasar mi semana de estragos,
fueron tantos que declare a voz en cuello el miércoles “no estoy”… Que es mi frase
que significa no quiero más guerra contra el mundo, ha sido tanto que no estoy
para nada, ni nadie, y debo reconocer que hace tanto que no me pasaban estas situación
de colapso que me pillo desprevenida tanta contraria del universo.
Y mi análisis me dio negativo, no fue el universo, sus
contrariedades, es que sabía que debía ir a médico y no fui, sabía que debía
hacer algo para evitar el agotamientos extremo durante el fin de semana y había
dormido como a las tres de la mañana viernes y sábado… o que en vez de tomar
agua regularmente me deshidraté el viernes… etc… Entonces, lo de la armonía, a
donde queda, como voy a recibir bien las contrariedades del tiempo como más
frío que otras veces y las del correr por la cuidad si no tengo paciencia ni
para lo básico… no voy a poder y no me gusta.
Ayer por esos lapsos de concordia entre ir y venir en micro,
hable con él… en realidad le hable sin que respondiera y de pronto me di cuenta
que ni siquiera estaba conectado con él y no es que no quiera conectarme con él
es que ni siquiera había hecho espacio para tener un minuto y hablar con él con
calma. Pero extraño y todo, me respondió y me hablo desde su vereda, que suele
hacer más simples las cosas, hablamos de cosas simples y mientras mi cerebro
asumía que el lío era la falta de armonía interna que irradia inevitablemente energía
caótica al medio y suele tener muy malos efectos en términos de relaciones, me
sorprendí encontrando el equilibrio… y a las dos de la mañana, mientras que me
quedaba dormida, por fin logre descansar profundamente y no despertar de
sobresalto o como decía ayer en Facebook, mi almohada no me despertaba de
improviso a las cuatro de la mañana, desperté descansada, pese a solo haber
dormido un par de horas y como dice mi madre, el primer paso es reconocer que
uno tiene un problema, el segundo es solucionarlo, así que estoy en esa parte
del proceso, en solucionar lo que me sucede, no puedo atribuir a otros mis
errores y reconocerlos supongo me ayuda a vivir mejor.
Seguiré procurando no sentir que el tiempo me roba el día o
que la mañana fue demasiado pesada simplemente porque estoy algo resfriada,
seguiré tratando de sonreír aunque me cueste de las cosas absurdas de los días.
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