jueves, 24 de mayo de 2012

La pena

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


Parece tan simple la palabra, y decirlo tan poco importante, “tengo pena”, que el solo hecho de decirlo no da la sensación que da el vivirla. Hace ya dos semanas que tengo pena.

Me podría haber dado una depresión que sería más fuerte y complicado de explicar, pero no solo es pena, es como si se me hubiera nublado el corazón y solo quiero llorar, a ratos incluso lo hago, sobrevivo el día con la cabeza revuelta entre el trabajo y las cosas de la vida, pero cuando llega el final del día solo tengo lagrimas…

Es como si las fuerzas se me acabaran y no tengo más capacidad de aguante, mis rasos se ponen lánguidos y aunque lloro con fuerza no logro eliminar todo el sentimiento que embarga mi corazón y solo sé que es pena.

A veces me preocupo, no creo que necesite a alguien para pasar la pena, no creo que sea justo para ese alguien de hecho, nunca he tenido a alguien para superar mis penas tampoco, pero ahora me pregunto qué pasaría si hubiera alguien a mi lado?, sería suficiente distracción, o sería que esa pena igual estaría a mi alrededor y me daría coletazos de esos que no nos dejan tambaleando antes de levantarnos otra vez?

No, no creo que sea posible que estar con alguien aplaque la pena, porque involucra tantas cosas, asumir que tengo este sentimiento involucra darme cuenta que no soy tan fuerte como quisiera, involucra darme cuenta que estoy más sola de lo que quisiera en términos de maternales y que este no era mi ideal de vida, involucra asumir que hasta que no deje atrás a mi familia, no voy a poder decir que tengo una familia separada de la de mis padres, involucra también admitir que es duro luchar por un hijo, sobre todo si tu hijo no entiende que te hayas cambiado de cuidad para darle un futuro mejor y que a veces no lo veas en semanas o que esa distancia es tan fuerte para el pequeño como para mí.

Pero aunque tengo esta pena que me acongoja, tengo tal claridad sobre que sentirla no implica atarme a la cama, o no significa que fracase que se lo que debo hacer, y esto no me evita funcionar, quizá por eso no es depresión y quizá por deformación del lenguaje hemos aprendido a creer que la sola palabra pena no es tan grave o tan compleja como lo es vivir la pena… y aunque no tengo afán de crítica, si tengo afán de ser realista, para mi estar viviendo esta pena es un proceso tan complicado, que tal vez salga de ella como ella llego a mi vida, simplemente por una suma de situaciones, y me hace preguntarme ¿soy tan frágil?, no debería ser más dura a estas alturas de mi vida.

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