jueves, 17 de julio de 2014

Su lejanía

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Estas debajo de mi piel, enredado entre mis pensamientos, mezclado con la locura de mi inconsciente que te desea tanto que a ratos creo que me volveré loca.

Extraño tanto tus manos que me quema la piel, extraño tanto tus besos que me duele la boca, deseo tener un botón para apagar tanta furia y dejar solo por un minuto de pensar en ti, o graduar esta sensación de que estas lejos, pero aunque lo intento constantemente,  eres el hombre que deseo y con quien sueño…

En mis ratos libres leo, bordo las toallas de mis sobrinos, incluso veo la televisión para anestesiarme de la realidad que te tiene lejos, lejos física y mentalmente, porque no hablamos, estas tan lejos que me duele, y me pregunto cómo podría volver esto a mi favor, porque siento tus manos abrazarme a veces, o porque creo que estás pensando en mi cuando no te he visto.. .

Si me estoy volviendo loca, tanto que a veces creo verte en los ojos de otro y mi corazón se dispara, para un segundo después ver que no eres tú… o creo verte caminando por la calle, cruzar hacia mí y no eres tu… o tantas cosas que de verdad me parece que pierdo la conciencia de la realidad, la única persona que me saca de este estado de fantasía sinuosa, de búsqueda de tus manos e inexplicable fervor por todo tu mundo, no está conmigo, y se me vuelve más y más difícil salir de este estado, en el que anhelo desde tus besos hasta los disgustos que hemos pasados, porque todos son contigo…

Suspiro hondo y en el trabajo creen que es por el jefe nuevo, a quien aunque he querido no logro ni mirar de verdad, porque si veo sus hombros los comparo con los suyos, o si miro sus ojos negros, me parece que son más oscuros que los suyos, sumas y sigue, así que es completamente inútil si consideramos que este jefes cuando mucho me ve como parte del inmueble de la oficina, pero las bromas de mis compañeras sirven para distraerme de tu ausencia, porque se las respondo con ingenio y busco en mi cabeza dichos de antaño, cosas que ella no entienden y que me hacen devolverles la mano con risas entre dientes, porque también tengo algo de mala, algo que de mí no se conoce, por lo menos en la oficina.

Mientras camino de vuelta a casa, el frío me abraza y quiero que seas tú quien me acompañe, pero estas lejos, quiero sentir tus manos, extraño tanto estar sentada junto a ti, mirar tus ojos y besarte con furia, tanto como extraño que seamos una pareja… aunque admito que ya no sé cómo ser pareja de nadie, así que me tendría que enseñar él… entro a casa, con la sensación de calma y silencio de mi casa sin nadie, donde me gustaría romper esa calma con algo de pasión y pienso pasión y vuelve él, sus besos, sus manos…  todo comienza otra vez. 

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