
Al cabo de quince minutos perdía las esperanzas. El inconfundible sonido de tacos de madera contra el suelo de baldosa, lo sobresaltaron, era ella, había llegado. Miro hacia a tras en una osada manera de decirle porque demoraste tanto hoy. La figura delgada sonrió al mirar sus ojos y luego siguió su camino acompañada. El guardia que lo estaba mirando, se acerco a el y le extendió un papel. Mientras que se preguntaba si sería una broma del hombre que tenía al frente o un mensaje de ella, recibió el papel que estaba doblado en tres, traslucía la tinta de color azul, al abrirlo las diez palabras escritas lo dejaron desconcertado.
“La señorita dijo que se diera prisa”, le comento el guardia y dando media vuelta se fue. EL ruido del tren lo hizo reaccionar, voltio a ver por donde se había ido el guardia y ya no estaba, miro la dirección y salio corriendo, el lugar en cuestión estaba cerca, era uno de esto café traídos de USA, que se caracterizaban por su excelente café y ambiente.
Al llegar se compro un café y pastelitos, y se sentó junto a la puerta de vidrio a esperar, mientras se iba relajando, se pregunto porque a el no se le había ocurrido antes la idea de entregarle un papel con una dirección... el enigma que lo llevaba a hacer locuras como esperarla diez quince minutos en el anden del metro para estar junto a ella solo media hora de camino, sería dilucidado, ahora podría escucharla hablar, saber sus intereses y descubrir que era lo que le atraía tanto de ella.
Mak
Interesante relato, cargado de emociones y bien trabajado el lenguaje. Hay detalles, casi imperceptibles, pero se percibe la intención de una novela o una noveleta, y si lo continúas puedes postularte a un concurso con exitos
ResponderBorrarCongrats!