miércoles, 25 de septiembre de 2013

Recordando

Me lo merezco?… no, no lo sé, no lo creo… no en realidad no lo merezco, en fin sucede como otras tantas cosas en la vida, sucede y tendré que aprender a vivir con ello… doblé mis recuerdos, entre en mi habitación y me dormí.
Ya he pasado las últimas cinco noches yendo a fumar sola, yendo a mirar el celular y hablar con mis amigos, mis amigos que están lejos, a los que quisiera tener con migo, porque hace tanto que no me siento acompañada, tanto que a ratos creo que mis amigos no más que un espejismo.
Así que llevo noches que salgo temprano, para estar media hora sola con el frío de la noche, recordando… recordando como fue esa historia, recordando los detalles más absurdos, recordándolo y llego a la misma conclusión, lo lamentó, peor ya no hay nada que me enlace a él, además de nuestro hijo, nada… y repaso mis pasos, mis líos con la edad, las veces que hablamos de nosotros, que no era de nosotros como pareja, sino que de nosotros como seres humanos independientes, de nuestros padres, de nuestras familias, separadas por la distancia, la cultura y unidas en ese instante porque ambos relatábamos de ellas, yo hablando de empanadas, él del pan de navidad… incluso ayer miraba la foto en el teléfono y volvía a la misma concluían, lo lamentó, no hay sentimientos hacia ti… terminado y alejado de mi como los otros que alejé, cuando aún habían otros… en ese tiempo en que una relación podía durar la noche o una semana, o una año, pero que una vez terminada no había vuelta, como lo recuerdo, porque ahora recuerdo cosas que había dejado atrás porque no eran relevante, y desde que él otro cuestiono que tal vez tenga algún sentimiento, que me preguntaba ¿por qué sé a ciencia cierta no?
Antes… parece la vida de otra persona, antes cuando mi vida era un girar sobre mis caprichos y mis alivios del alma se desahogaban explorando la psicología masculina, encontrándome con las cosas más insólitas, los amigos más grandes y los desencantos más complejos, las relaciones, yo y varios otras cosa... bien en ese antes, cuando según alguna vez me dijo un compañero de instituto, terminaba con uno y simplemente corría la lista, y si tenía una lista de pretendientes… en ese antes, yo aprendí que tratar de sostener una relación en el tiempo que se sabe va a fracasar es una pérdida de tiempo y cariño, lo mejor es voltear la página y sacar en limpio para seguir adelante, estar acompañada es más entretenido cuando el otro quiere acompañarte, que intentar que algo salga bien entre dos distanciados por ciudades o intenciones emocionales…

A que va esto, a que antes de matarlo en mi cabeza, nosotros habíamos terminado…. Si cuando regresé a Chile y decidí hacer mi vida, él era solo un recuerdo, la última noche en el barco le había dicho adiós… porque sabía que no había posibilidad real de sostener la relación entre dos países y bueno él arruino todos mis recuerdo cuándo dijo “No es hijo mío, puede ser de tal…” y después de ese que dijo ”puede ser de…”, comenzó a morir para mí.
En mi vida que he odiado con el alma a solo una persona que me hizo daño y decidí que no podía odiarlo, no era capaz porque estaba embarazada, pero que podría hacer con mis recuerdos buenos, mis alegría, él era el padre de mi hijo, tuve que guardar todo en el cajón y llorar su muerte, hasta que las sensaciones más fuertes se volvieron parte de un pasado, enterrado en mi armario personal.

Y ahora, revisando los cajones de mi memoria no encuentro más que los pocos recuerdos, porque la verdad es que estuvimos juntos solo un mes y medio, no podían ser mucho por que sólo nos veíamos entre una y tres horas al día cuando mucho… en fin, mis recuerdos me trasladaron a ese momento en que le dije que me regresaba a Chile y él me abrazó aun dormido, o esa mañana que me quedé en su pieza y el llego contándome que los pasajeros estaban locos, que le metían la mano a la tabla donde cortaba y que por poco corto la mano de uno, o la tarde que me enseñó a bailar salsa y me explico que para él era mejor hacer tal paso… y sonreí con mis recuerdos, sonreí un momento y luego miré su rostro y no había nada, no lo quiero, nunca lo ame y eso siempre lo supe, nunca fuimos más que una pareja con fecha de término, el lazo que nos entrega nuestro hijo, no da para volverlo a querer tampoco, tal vez retomar el respeto, claro que sólo si es que se lo gana…

Y bueno, volví a casa anoche con el sabor del cigarro en la boca, con frío y la misma idea en la cabeza, me lo merezco?, realmente me merezco a este hijo? Si yo lo adoro, este pedazo de cielo que tengo durmiendo frente a mí, este pequeño tan bello. Me lo merezco?… no, no lo sé, no lo creo… no en realidad no lo merezco, en fin sucede como otras tantas cosas en la vida, entre tantas cosas nunca me di cuenta de este detalle mi hijo es el regalo más bello que me pudo dar la vida, sucede que no lo había pensado, entre tanto lío con como presentar a su padre se me había pasado por alto mi pequeño y tendré que aprender a vivir sabiendo que tengo un hijo que me ama y adora sobre todas las cosas, un pequeño que se merece que guarde mis conflictos y acepte ver a su padre otra vez, asuma que lo que me hizo a mí no tiene relevancia ahora, lo único que importa es que pequeño este bien … así que doblé mis recuerdos del barco, entre en mi habitación y me dormí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario