lunes, 9 de febrero de 2015

Salir del caos, entrar al mundo real...te tengo que olvidar...

Sacármelo de la cabeza es tan difícil, que hoy decidí que voy a tener que vivir con su versión en tamaño neurona en mi cabeza, y digo tamaño neurona porque es el dentro de mi cabeza, su recuerdo juega a recordármelo y a traerme las preguntas sobre si es o no justo lo que estoy haciendo… y no digo que tenga la respuesta a cada una de las inquietudes que su versión me plantea durante el día, pero si es cierto que tengo que dejar de alargar lo inevitable, porque al final sé que es mejor que empiece a olvidarlo ahora que aún tengo fuerza de voluntad y entereza para no hacerme pedazos con la realidad, que en un tiempo más cuando el invierno me ponga más sensible de lo que me agrada admitir y tenga que vérmelas con su miniatura y mis falta de respuesta a las inquietudes de hoy no va a ser tan difícil hacerlo a un lado, hacer mis tareas dejando que su miniatura aparezca en casa detalle del día y simplemente seguir.

Porque lo he pensado tanto, como lo he intentado dejar de pensar y al final la respuesta es terrible, no puedo sacarlo de mi cabeza a voluntad, así que dejémoslo en que no se puede ser víctima de alguien que usa el silencio como respuesta y uno escoge ponerle significado, y que mi política de que la vida se encarga de poner sobre la balanza las cosas, es la que espero que haga lo suyo en él, porque es más agradable dejarle todo a esa fuerza misteriosa que ayuda cuando menos lo queramos, que proponerme hacer algo a favor o encontrar, si sé que mi conciencia me va a criticar de principio a fin y no me va a dejar dormir bien por las noches.

Cierro los ojos, me duele y no ha bajado la intensidad de este dolor, me siento mal por hacer esto de este modo, me molesta no haberle dicho a la cara “se acabó”, pero que saco con eso? Una respuesta de su parte?, ya me queda claro que no va a ser así. Que cada oportunidad que tuvo de decirme algo se fue a sus excusas de siempre en las que era yo la que “generaba estas cosas” –sus palabras no las mías.

Cierro los ojos en la noche y trato de dejarlo ir, sus manos aparecen en recuerdos y las alejo, sus ojos me buscan en la oscuridad y le pido que se retire de mi sueño, mientras mis pensamientos giran en torno a los próximos cambios, el aparece preguntándome “Estas segura?” y por un segundo miro su fantasma frente a mí y luego recuerdo que ya no le tengo que dar explicaciones.

Miro el camino en la mañana, miro los autos y pedaleo sin pensar en nada, pedaleo queriendo llegar a la luna para conseguir mis sueños. Para el medio día cuando me falta el ánimo, cuando quiero irme a otro lado porque estoy agotada, su recuerdo me dice “buscaste otro trabajo?” porque se lo había prometido… iba a buscar otro trabajo, para no quejarme más del que tengo… miro su figura desaparecer mientras mis manos siguen tipiando lo que tengo que ingresar en oficina de partes y cuando estoy terminando el día miércoles, controlo el impulso de llamarlo para avisarle que estaré en casa de mis papas, controlo mis manos para no hacer una estupidez y retroceder todo lo avanzado.

Lo cierto es que tal vez nunca lo olvide, la vida quiso que fuera el comienzo de mi segunda parte en relaciones emocionales y aunque con el volví a ser alegre, volví a reír a carcajadas y volví a sentirme mujer, soy yo quien ahora lo está dejando ir, soy yo quien quiere una relación entera como dicen ahora una relación 24/7, que dure lo que dure, pero que no esté condenada a terminar antes de siquiera haber dado el primer paso juntos, soy yo quien quiere más para mí y fue él quien no fue capaz darme más que esos momentos, ese pedazo con bordes definidos y si derecho a pedir más.


Regreso al presente y miro la hora, es tan tarde quisiera correr a sus brazos, si solo supieran que son solo míos… me auto censuro y sonrió a mi reflejo, estoy más delgada aun… parece que me hubiera encogido en estos días… vamos hay que seguir adelante.

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