lunes, 2 de febrero de 2015

Sali del caos entrar al mundo real, qué va a pasar?

Me duele, me duele… debería dejar de pensar y hacer más cosas para poder salir de este estado… pero es que es tan fuerte como me duele y no puedo evitar querer llorar o gritar… porque fui tan irremediablemente inconsecuente? Que acaso no me he dicho mil veces ya que debo cuidar el corazón?... porque mi cabeza sabe las cosas, y mis acciones no? Por qué?
Quise salir arrancando antes de siquiera hablarle, quise hacerme la tonta a la sensación de absurdo desazón… apagué el celular incluso toda la tarde antes de hablar, porque se me revuelve todo al tratar de decirle algo de lo que está pasando por mi cabeza… quien soy yo para decirle nada, para pedirle nada, si fui yo la que lo ha dejado hacer y deshacer…
Mareada con la misma rabia que me da tener que decirle que lo que está haciendo me duele… porque debería ser obvio que me está hiriendo y la certeza de que la mente de un hombre no atina a entender las mismas cosas que la de una mujer, asumo que antes de decir esto me duele hay que explicar lo que pasa… y mi rabia me ciega, como rayos un adulto no sabe lo que está haciendo? O es que lo sabe y espera este resultado? Y mientras mi cabeza ronda la pregunta es que soy tan ingenua que no veo lo obvio? O es que estoy pensando más de la cuenta y sacando conclusiones?… me siento en la cama. Odio las conclusiones de una sola parte de la historia… así que la verdad. Miro al frente, bien veamos la verdad y parto explicándole la verdad... mi verdad…
“… alguna vez te dije que tenía miedo de dejarme llevar más allá de un cierto punto… bien era exactamente por cosas como esta… (explico mi reclamo simple) … y me duele… sabes que lo más absurdo es que no te culpo a ti sino a mí por dejarte entrar en mi vida… “
Me detengo un minuto y me pregunto si esto va a doler más de lo que me duele lo que ya está sucediendo, y es que me duele tanto que no creo que pueda ser peor, al final siempre supe que si esto seguía era porque yo procuraba que continuara obviando los desaires, la constante lejanía y de repente no me doy ni cuenta y estoy diciéndole lo que pienso sin filtrar nada…
“… en serio no me merezco esto, algún día ponte sobre tus dos pies y en serio mira cómo se ven las cosas desde acá y si serías capaz de estar contigo del modo que yo he sido contigo… si podrías querer tanto a otro que te ignora o simplemente no tienes idea que piensa…”
Lo envió y me doy cuenta que duele más… rayos podría llorar, pero no quiero, sostengo mis lágrimas porque estoy sola y sola puedo creer que soy fuerte y que lo que duele pronto pasará, aunque no sé cómo sostener mi ánimo, veo la película y trato de no pensar más, pero mi imaginación no va con mi intención de salir del tema, debería dejar de quererlo y si ya lo amo? No, no puedo, es que no debo?, ¿cómo se supone que uno deje de querer a otro sin que duela? Deberían haber clases para que uno no sea una total estúpida frente a un hombre, o es que no fui estúpida?, fui incapaz de cuidar mi corazón y mientras más iba queriendo a este hombre más lo dejaba ir y venir sin compromiso, sin certezas y lo más absurdo sin siquiera procurar un futuro juntos, todo era momentos instantes juntos… sin minuto de realidad, nada de esto que sucede entre nosotros podría haber pasado si fuera realista, si cerrara los ojos a todo lo que el significa y viera lo que me estaba haciendo a mi misma… atrás quedo la versión de mí que era capaz de cuidarse, la que era capaz de cortar una relación cuando esta era dañina… la que fue capaz de tener una relación con un hombre y tener plena conciencia de que tendría termino, atrás quedo esa versión más realista, esa que cuando quedo embarazada hiso lo correcto y termino viviendo las consecuencias con plena conciencia de que no podría haber hecho otra cosa, porque sería incapaz de vivir con las consecuencias de un aborto o de mantener al margen al padre de la criatura…
Si la maternidad me ha cambiado, ahora veo a otro y lo trato de cuidar, como cuando vi sus ojos cansados y me pregunté si no sería capaz de cuidarlo… quererlo y desearlo, vino más tarde... porque soy incapaz de dejar de preocuparme por él, o que su presencia frente a mi tiene un efecto hipnótico que no consigue nadie más y de verdad quisiera tener un buen argumento para olvidarlo, pero hasta ahora nada… mi cabeza esta revuelta, mis sentimientos a flor de piel, quisiera llorar a mares... odiarlo... pero francamente no puedo... que rayos se supone que puedo hacer ahora... cerré los ojos y me quedé dormida a las 5 de la mañana, con la tv prendida...

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