“Que ocurrirá ahora?”- dijo una voz temblorosa que parecía estar
cerca de ella.
Nadie respondió.
Las puertas cerradas tras ellos parecían dejar la habitación herméticamente cerrada, la habitación completamente
blanca, con una luz azul que la hacía ver fría, pero la temperatura no subía ni
bajaba. Todos estaban juntos, de alguna manera parecían rodearla, ella no se movió, se sentó en
el suelo y comenzó a meditar. Mientras que algunos la miraban directamente, otros recorrían la
sala, a medida que pasaba el tiempo y no había ocurría nada, iban relajándose, unos se sentaban en los bordes, las palabras parecían estar de más, así que los gestos simples de afirmación se hacían con la cabeza, mientras que ella
solo meditaba c, lentamente les fue ganando el sueño, algunos se durmieron, otros
bocezaron y solo ella permanecía sentada en correcta posición.
Una niña de unos
quince años la miro y de pronto simplemente la comenzó a imitar, salvo ella
nadie más se le ocurrió hacer lo mismo.
“Despierta”- escucho decir a lo lejos.
La muchacha de quince años la miró atónita, no había más de
dos personas más junto a ella.
- ¿Qué paso con toda la gente? - dijo abriendo los ojos y
parpadeando lentamente.
- Las serpientes se las comieron- dijo uno que estaba más atrás.
- “No escuche ruido… cuanto tiempo ha pasado…”- dijo la niña
asustada.
Nadie respondió, en parte porque no había como responder lo que preguntaba y en parte porque no valía la pena decirle lo que había escuchado mientras
meditaban. Los dos hombres adultos, el joven de unos treinta y ella estaba de
pie, la niña se levantó sin poder evitar sentir miedo.
- "Respira"- dijo ella mirándola a los ojos por primera vez.
- "¿Cuántas pruebas mas faltan?"- dijo la niña tratando de no llorar, aunque su voz se quebró igual al final de la frase.
- "Eso no lo sabremos, hasta que todo termine."- respondió ella, sin mucho énfasis.
Frente a ellos apareció una imagen roja, el color intenso, fue acompañado de un sonido que parecía celestial, el canto melódico, suave, todos seguían de pie, todos miraban al frente, todos esperaban pacientemente, una frase se leyó frente a ellos con letras contrastadas al fondo, "Bienvenidos" y luego las puertas de la habitación se abrieron, los esperaban tras esta puerta un tumulto de gente, todos vestidos de color rojo, todos aplaudían, todo parecían felices.
"Esta es una prueba o pasamos todas las pruebas"- dijo el hombre adulto.
Nadie dijo nada, el silencio, esperaron, no se movían de sus puestos, ella ni siquiera miraba a la masa de personas.
- "Respira"- dijo ella mirándola a los ojos por primera vez.
- "¿Cuántas pruebas mas faltan?"- dijo la niña tratando de no llorar, aunque su voz se quebró igual al final de la frase.
- "Eso no lo sabremos, hasta que todo termine."- respondió ella, sin mucho énfasis.
Frente a ellos apareció una imagen roja, el color intenso, fue acompañado de un sonido que parecía celestial, el canto melódico, suave, todos seguían de pie, todos miraban al frente, todos esperaban pacientemente, una frase se leyó frente a ellos con letras contrastadas al fondo, "Bienvenidos" y luego las puertas de la habitación se abrieron, los esperaban tras esta puerta un tumulto de gente, todos vestidos de color rojo, todos aplaudían, todo parecían felices.
"Esta es una prueba o pasamos todas las pruebas"- dijo el hombre adulto.
Nadie dijo nada, el silencio, esperaron, no se movían de sus puestos, ella ni siquiera miraba a la masa de personas.
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