Las manos trasparentes, las mismas ganas de salir corriendo
y el frío, ese que te hace tiritar la pera, le recorría el cuerpo. Quería salir gritando, o tal vez simplemente salir, pero
allí estaba, mirando el infinito procurando mantener la calma.
-
¿Cómo llegamos a esto? - dijo la persona a su
lado.
-
Del mismo modo que el año anterior- respondió
tratando de no pensar en los detalles.
Las imágenes se le venían a la cabeza y le revolvían las
tripas, la salida de casa, la sensación de estar equivocada, la mirada del
desconocido, la misma espera eterna, las manos del desconocido, la puerta
abierta, la puerta cerrando tras de sí, el miedo, pero sobre todo el hambre.
-
No recuerdo el año pasado. - dijo quien había
hablado.
-
No debes recordarlo. -respondió seria mientras
trataba de no pensar.
-
Quiero saber que va a pasar. - dijo en un
susurro entrecortado que parecía fuera a estallar en lágrimas.
-
Bien, si guardas silencio y no vuelves a hablar,
te diré lo que viene. - respondió ella tan seria que nadie dijo nada para
argumentar.
-
Debemos hacerle caso, ¿nadie más recuerda? -
dijo otra voz que parecía confundida.
El completo silencio los envolvió, pasarían minutos y tal
vez media hora antes de que uno de los presentes hablara, esta vez fue un
hombre, su voz era tan gruesa que por un segundo ella sintió algo de calor con
sus palabras.
-
Si ella recuerda, es porque salió de aquí,
debemos escucharla.
Nadie argumento nada, nadie dijo una palabra más, mientras
ella solo miraba el infinito, sus ojos se volvía más y más brillantes.
-
Deben mantenerse en silencio- comenzó en un hilo
de voz- no gasten su energía, él nos está mirando. Quien crea que esto es
temporal les diré que no, habrá frío en todas las pruebas, deben tratar de
evitar perder la conciencia, utilicen el ejercicio que nos enseñaron de visualizar
nuestro lugar feliz.
-
¿Pero cómo? - quiso empezar a alegar alguien.
-
Mantente en silencio- dijo el hombre de la voz
gruesa.
-
Solo entrecierren los ojos y véanlo. Esta es
nuestra primera prueba, a quienes avancen a la siguiente les diré como sigue el
proceso. - dijo ella.
Todos estaban quietos, entrecerrando los ojos y pensando en
ese lugar feliz, pero solo dos lo consiguieron, el resto no podía evitar moverse
o simplemente estar inquietos. De pronto, la puerta de comenzó a abrir y a la
par de eso ocho personas cayeron por los espacios en donde estaban parados,
ella no miró a tras solo espero sin hacer nada, el resto de los que la
acompañaban hicieron lo mismo, cuando atravesaron la puerta las personas
vestidas de blanco, ella siguió quieta y ellos la imitaron, cuando les tomaron
el brazo y pasaron los lectores ella no hizo nada, todos la imitaron. Finalmente,
cuando los hicieron caminar, ella camino sin oponer resistencia y todos
caminaron.
MGD
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