jueves, 20 de abril de 2017

Pruebas (Parte 4)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Los ojos clavados en un solo punto, ella no se movía, la gente tras la puerta comenzó a gritar, no era para alentarla, la intención era asustarlos, gritos guturales, levantaban las manos empuñadas quietos en su mismo lugar, parecían una multitud y de pronto la ilusión compensó a pasar, de mil personas, que parecían haber, los espejos instalados en la sala frente a ellos espesaron a ser evidentes, la energía que vibraba cerca de ellos no provenía de las personas frente a ellos, sino de las paredes, que empezaban a cerrarse, pero ella no se movía.

La muchacha la miraba y miraba al frente seria, pero en sus ojos se veía el miedo. La puerta frente a ellos se cerraba lentamente y la muchacha parecía querer salir corriendo, la pared seguía avanzando, “¿Qué pasaba si esta ves ella está equivocada?”, pensaba la niña tratando de no entrar en pánico, porque en serio tenía miedo.

Ella mirando al frente y de pronto la muchacha no pensó más, e imito lo que ella hacía, mirar frente a ella, cuando pudo ver el vértice de dos espejos sobre las cabezas de las personas frente a ella, y a notar un pasaje, un camino uno tan nítido que se preguntó como no lo había visto antes. La sensación de calma la ayudo a ver que había más, no todos frente a ella eran personas, había maniquís, vestidos idénticos y movidos por hilos, como era posible que no viera nada de esto antes, el camino se volvió múltiple, una vez que pudo distinguir a las personas de los maniquís, de esto se trataba esta prueba, lo evidente no es lo correcto. De pronto la niña empezó a formular una teoría.

-        "Calla tus pensamientos- susurró ella- ellos pueden oírlos.”

La niña la miró sorprendida y volvió a fijar su mirada al frente y a notar que las personas reales no parecían mirar a ninguna parte, que tal si eran de esas personas que leía mentes y eran no videntes, de pronto recordó que ella había meditado y parecía tener su cerebro en completo silencio…

La niña simplemente dejó de pensar de golpe, esperaba la llegada de la pared, pero no ocurría, el vibrar de la pared era el aviso para los que estaban frente a ella de que ellos aún no se movían, la postura lo más perfecta posible, las manos lo más relajadas, debía reaccionar en 1 segundo y salir corriendo o algo similar, así que aunque estaban todos ansiosos, esperaban.

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