jueves, 18 de junio de 2020

Y si renuncian todo? (p. 13)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Partimos sin dar mucho énfasis en que teníamos el tiempo casi justo para hacer todo. Ayer después de pedir los permisos para ir al supermercado y para hacer otros tramites, Clau que está con teletrabajo nos advirtió que algo pasaba con Pao, esto es algo que nos esperábamos desde la intervención por vídeo llamada que hicimos a medio día para saber como se le ocurría estar en la cuarentena con su ex novio Pablo. Por eso desde ese día, nos hemos turnado para ir averiguando que la situación no se salga de contexto y que todo esté bien con ella, porque al final somos amigas de Pao y lo que le pase es lo que nos importa, el otro se puede devolver por donde vino a hacer lo que quiera.

Cris partió a hacer las compras al supermercado y yo seguí rumbo a lo de Pao en el Uber, rezaba para que no tuviéramos controles porque no sabía si el salvo conducto me permitiría llegar hasta ella, por suerte no pasó nada y ocho minutos mas tarde (no había nadie en las calles por eso lo rápido), llegué al condominio. Toqué la puerta esperando con frío, se supone que hoy llueve pero no ha caído agua y se siente el frío, abrió la puerta Pablo.

Yo: Hola.

Pablo: Hola.

Yo: ¿Está Paola?

Pablo: Em...

Yo: ¿Puedo pasar?

Pablo: Emmm...

Di un paso adelante y simplemente entré, sentada en el sillón Paola, con cara demacrada y rastros de lágrimas, la miré y tardó unos segundos en reaccionar, estaba en pijama todavía.

Pao: Loreto, ¿qué haces aquí?

Yo: Vine a verte.

Pao: En pandemia?

Yo: Si, en pandemia.

La mirada perpleja de mi amiga y la sensación de que había estado pasando algo fue más que evidente, pero no sabía como abordar el asunto, así que esperaba que ella hiciera o dijera algo. Dejé mis zapatos junto a la puerta, la chaqueta colgada, al fin se levantó y me llevó a la cocina donde puso agua a calentar, mientras sacaba los tazones y yo me sentaba en la mesa de la cocina sin decirle nada.

Pao: Lo lamento, no quise preocuparlas.

Yo: Lo sabemos y tranquila Pao, ese no es el asunto que importa ahora. Paola ¿estás bien?

Pao: La verdad es que no... pero no es culpa de Pablo...

Yo: Nadie le está echando la culpa a Pablo, en serio que no, puedes hablar y decirme ¿qué pasa?

Paola empezó a explicarme que en alguna medida se sentía en la necesidad de agredir verbalmente a Pablo, así que si él hacía o decía algo que le recordara la ruptura de 2017 o lo que pasó después, ella simplemente explotaba, se había dado cuenta con detalles y ahora llevaba días en que si le hablaba era para pelearse y tenía claro que no era saludable esa actitud, trataba de hacer los ejercicios mentales que su psicóloga le había dado para afrontar esta sensación y evitar las peleas, pero eran inútiles, tanto que a veces simplemente se largaba a llorar sin decirle nada. Paola seguía "viendo" a si psicóloga, por eso es que estaba tan confiada de que esto podría resultar, pero estaba en un punto critico, simplemente no sabía que más hacer.

Por su parte Pablo, había tratado de no ser descortés pero estaba sobrepasado, había estado en terapia dos años y nunca la había visto o vivido algo como lo que les tocaba ahora, había decidido que lo mejor era irse a su casa, pero cada vez que armaba su mochila, la sensación de abandonarla otra vez le hacía un boicot emocional y se quebraba, total que se quedaba con la mochila lista y sin poder cruzar la puerta, mientras Paola lloraba del otro lado de la puerta.

Yo: ¿Qué crees que pueden hacer ustedes?

Pao: No lo sé Loreto, no tengo idea que se supone que podamos hacer, no podemos estar juntos, no sabemos estar separados, esta es una situación imposible y nos está haciendo daño.

Yo: Podrías irte tú esta vez...-dije pensando en voz alta sin siquiera imaginar la respuesta de mi amiga.

Pao: Me parece una buena idea, pero ¿para dónde?

Quince minutos más tardes y tres vídeo llamadas después, teníamos un bolso y un plan, Pao se iría a casa de Pepa, ella tenía un departamento de 2 dormitorios, se había estado quejando que estaba sola y que quería compañía, así que Pao le haría compañía. El problema era llegar físicamente desde la casa de Pao a la de Pepa, que vive más cerca de nosotros en Ñuñoa, así que tomamos el Uber, cargando mi salvo conducto y rezando otra vez para que no nos tocara control en el camino y llegamos a lo de Pepa, literalmente me sentía haciendo algo malo, la señora del taxi esperó en el auto mientras se bajaba Pao y entraba, como quien huía de la policía, al edificio de Pepa, que la esperaba en la puerta.

Pablo, bueno él se quedó en casa de Pao y aunque no lo crean me agradeció la intervención, no sé si fue porque era una solución distinta a las que habían intentado o porque él también estaba en un punto de quiebre que lo tenía en vilo emocional. Puedo decirles que él se comprometió a tener la casa ordenada, hacer las compras y llamarla sólo 1 vez al día y no insistir si ella no respondía, porque la verdad es que esta sería una manera de ver si podrían superar el tema o debían separarse definitivamente, aun cuando ambos claramente se querían necesitaban sanar sus heridas, en el caso de Pablo era la dependecia y actitud obsesiva de saber todo con pelos y señales que había hecho ella mientras no estaban juntos, controlar las llamadas y mensajes era el primer pare que le ponía nadie a él.

Pepa era la más feliz de todas, si bien había estado insistiendo en que se sentía sola, todas sabemos lo quisquillosa que es, con su maña de llevar hasta su almohada a la casa de quien la aloja, así que sabíamos que lo mejor era dejarla en su ambiente.

Coordiné con Clau y la fui a buscar al supermercado, donde estaba esperando con 3 bolsas de las más grandes cargadas de compras, por lo que había aparecido en las noticias se estaban dando menos permisos para salir y las penas ahora serían mas duras, tres años de carcel a quien salga sin su permiso, a lo que hemos llegado, aunque admito que no había un permiso que nos permitiera hacer esto de trasladar a Pao de su casa a la de Pepa, es obvio que en Santiago, la gente se había estado aprovechando al punto de hacer mas daño que bien con el tema de los permisos. El caso es que con estas nuevas reglas, implica ver si realmente nos daban el permiso para salir al supermercados y salir de casa, así que habíamos armado una lista de compras para tres semanas o más.

Llegamos a casa en menos de lo que imaginamos y mientras bajábamos las compras hablábamos.

Clau: No puedo creer que se fuera de su casa.

Yo: Lo sé, se lo dije casi como si fuera la idea de lo más absurda del mundo.

Clau: Que fuerte debe haber sido su sensación de no poder resolver el tema con Pablo para tomar esa decisión.

Yo: Me pregunto si estará bien ahora que esta con Pepa.

Clau: Ellas siempre se han llevado bien, además lo que necesita ahora no es alguien profundo que le haga peguntaras o pensar, Pao necesita distraerse para ir quitando presión de lo que estaba pasando con Pablo.

Yo: Tienes un buen punto. Me sorprendió Pablo, parecía realmente aliviado con la resolución y claro no tan feliz cuando le puse una serie de condiciones para seguir en contacto con Pao, pero en mi defensa, la que ideo esas condiciones fue ella, a mí solo me toco explicarlas mientras ella iba ordenando la mochila. Espero que esto los ayude realmente, la verdad es que no sé que pensar.

Clau: Convivieron cerca de 4 años la primera vez, no todo fue malo en la relación y Paola igual era algo inmadura entonces, hoy son mas adultos y están pasando un mal momento, pueden superarlo creo yo.

Yo: Me parece que no era tan inmadura, si consideras que cunado estaban terminando nunca uso el pretexto de "no terminemos porque estoy embarazada".

Clau: Ya, ella no lo uso, pero tienes alguna idea de cuantas cosas habrían sido distintas, ¿si Pablo hubiera sabido que ella estaba embarazada?

Yo: No, pero tampoco sabríamos si se quedaron juntos por un bebé, te imaginas ese niño no hubiera muerto, que hoy escuchara a sus padres diciendo "me quedé contigo por el niño", como sería de injusto para la criatura.

Clau: Tienes un punto, Moni. Igual me parece que era necesario que él se hubiera enterado antes de que ella lo hubiera perdido. Te acuerdas ese día en la clínica.

Como olvidar ese día, Paola estaba embarazada de tres meses, había estado en un accidente una micro chocó contra otra micro en providencia, Pao estaba arriba de la que iba adelante y había salido disparada de su asiento, el golpe le generó un desprendimiento de placenta con sangro en el mismo lugar donde calló sentada y cuando llegó al hospital de urgencias, no se pudo hacer nada. Pablo llegó corriendo cuando supo que estaba en el hospital de Los Leones, debe haber tardado unos quince minutos, entró a la sala de urgencias y dio su nombre, creía que tendría una pierna rota o algo así, cuando hay un accidente uno se imagina algo simple, para cuando la enfermera le explica que había perdido al bebé, él nos miró con un odio que hasta hoy recuerdo, habíamos llegado casi al mismo tiempo que él, pero recuerdo que sentí una suerte de miedo y pena que nos atravesaba, Pablo entro y trato de hablarle, pero Paola no lo dejó, gritaba desesperada que lo sacaran, en eso me llamaron a un lado la enfermera y me dijo que si podía entrar una de nosotras, asumieron que eramos hermanas porque nos parecemos con Pao, yo sólo la abracé sin decirle nada y ella lloraba, esa tarde cuando llegamos a su departamento, creo que fue Pepa la que buscó al cerrajero para que cambiara la chapa, entre Cris y yo sacamos las cosas de Pablo, Clau se quedó la noche mientras que Fran la ayudó a presentar la licencia médica y nos turnábamos para estar con ella, hasta que llegó su mamá de Concepción, creo que la tía sabía que algo pasaba, pero nunca se le escucho decir algo malo de Pablo o de que hubiera perdido al bebé.

Yo: Imagino que ahora no nos odia como en ese entonces.

Clau: Pasaron tres años? Nadie puede odiar tanto tiempo a otra persona.

Yo: Hoy se veía agradecido, estaba hasta optimista.

Clau: Nunca he entendido porque les cuesta tanto decidirse a estar juntos o separados.

Yo: Imagino que en realidad ahora tienen esa opción de decidir sin presiones.

Clau: ¿Por que no está embarazada?

Yo: No, porque se dijeron las cosas que los detenían y se están enfrentando a ellos mismos, creo que el mayor problema que tuvieron fue ese, no saber como decirse las cosas.

Mientras desinfectábamos las cosas, en mi cabeza daba vueltas lo que Pao había dicho "No sabemos estar juntos y no podemos estar separados", nunca me ha pasado, es más las relaciones que he tenido hasta ahora nunca han sido intensas, sólo son largas, dos relaciones sentimentales en 5 años y cada una de año y medio, terminadas sin escándalo y seguimos siendo buenos conocidos, pero nunca un amor apasionado que me revolucione el cuerpo o la cabeza.

Mi mamá llamó, se puso contenta con la intervención a Paola, estaba feliz al escucharme hablar de mis amigas, la verdad es que últimamente sólo hablo del trabajo, la llamada fue divertida mi papá la interrumpió y me contó que en el chat de los compañeros de su curso, habían estado hablando que entraríamos a "hibernar" en santiago, me tocó explicarle que esa era sólo una propuesta del Ministro, que lo efectivo fue reducir a de 5 a 2 permisos semanales, que es un lío en términos genérale. Florencia también se puso al teléfono argumentando que no habíamos hablado en dos días, lo cierto es que no me había llamado y yo la había llamado hace 2 días, mi hermana es tan especial si no la llamas no marca mi teléfono y más encima alega que no la llame.

Termino mi sábado mientras Cris me hablaba de que pronto viene el día del padre y que si le haría algún regalo a mi papá y las llamadas de mis compañeras, la vídeo llamada de Fran fue la mas graciosa, resulta que ella estaba viendo el tema del salvoconducto para el ultrasonido y su marido quería llevarla a la cita con todos los niños, así que tenían una discusión abierta sobre si era o no lo mejor esa decisión mientras que nosotras no podíamos parar de reírnos con las explicaciones de Pipe, que en resumen le tenía miedo a quedarse con los niños en la casa solo.

Pao nos llamó en la noche casi a las doce, yo estaba cabeceando en el sillón junto a Cris mirando una película en el TV cable. Fue bueno escucharla, estaba más animosa, no estaba feliz aun, me dio la sensación de que trataba de decirme algo más que no pudo verbalizar, quizá porque mi amiga es muy orgullosa. La voz de Pepa de fondo me dio el pase para decirle que estaba todo bien y que no se preocupara, mientras que me decía que por lo menos por hoy Pablo había llamado sólo 1 vez y para decirle buenas noches, cosa que en realidad le pareció tan tierno que no pudo evitar extrañarlo.

Cris nos interrumpió y se puso a contarle la película que yo no veía porque me había quedado dormida y que quería seguir viendo, después de unos minutos cortamos y quedé con la sensación de que ella estaba bien, de verdad no me imagino que haría yo en sus zapatos.
MGD

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