jueves, 7 de diciembre de 2006

asimilando

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Abri la puerta de la calle, las luces del pasillo eran tenues y el sonido de fondo era de los pajaritos que piaban entre medio del sonido inconfundible de la ciudad. La vida de la ciudad es curiosa, nunca esta totalmente en calma. Hace unos días leía uno de los primeros libros de Isabel Allende que llegaron a mis manos, el ultimo creo se llamaba el bosque de los pigmeos, en el la escritora menciona que en la jungla nunca cesa el ruido y que los visitantes no pueden dormir por el ruido constante de la naturaleza…

Pensando en eso recordé que quizá nosotros estamos a costurados una calma ficticia, creada por la seguridad de la casa como edifico o construcción como modo de resguardo y que quizá estamos tan desnaturalizados de nuestra naturaleza que lo que debiera asustarnos no nos causa gracias ni revuelo, mientras que lo natural esta puesto en perspectivas a veces creíblemente absurdas…como el echo de que nuestros cuerpos son algo bellos, o al menos algo natural sin embargo es mas natural para nosotros vernos vestidos que vernos desnudos, y el cuerpo entero desnudo es casi grotesco para algunas personas… sin mencionar el sexo… me pregunto en que momento nos volvimos tan locos que dejamos de lado todo lo que nos entrega el mundo natural para sumergirnos entre redes y luz de neón a vivir diciendo como debiera ser lo que desconocemos…

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