miércoles, 26 de febrero de 2014

Sabado 2014

La noche, el maquillaje, los shorts y la pollera blanca que parece vestido porque es muy larga y la llevo arrepollada en las caderas, voy a salir… 
En el camino paso al cajero y comprar cigarrillos en la bencinera, luego me voy al paradero y hablando con una señora que estaba allí sentada me entero que la micro acaba de pasar, bueno será hay que esperar, así que nos ponemos a hablar con las mujeres de la parada, hago chistes y me entero de sus vida, la micro llega más rápido de lo que pensaba, gracias a dios.

Nuestro punto de reunión era la disco y por milagro Fran llegó con pocos minutos de diferencia, así que mientras compartía un cigarro con una perfecta desconocida junto a  la puerta del local, comentando que a mí me gusta llegar puntual, mi amiga atraviesa la calle y me saludaba, hace por lo menos tres meses que no la veía, estaba contenta de verla y ella muy impresionada de lo bien que me veía, si el maquillaje me reí yo.

Entramos al local, que esta cambiado y como no, hace un año que no salía literalmente, así que miro todo y me gusta lo que han hecho, está más acogedor y agradable. Nos sentamos y lo primero fue el daiquiri frutilla para mi amiga y el mojito para mí, después las conversación nos llevó de un lado al otro, a salir a fumar, a sentarnos en otro lado, a buscar la pista de baile y a reunirnos con otros amigos de mi amiga que eran tan simpáticas como ella, a reímos de nuevo, ellos bebieron más, yo fumé más y todos bailamos juntos.

La diversión que nos acompañaba fue llevando la noche a hablar con más desconocidos, a reír entre un baile sensual con un chico que se paró junto a mí por media canción. Las salidas al que parecía el patio de una casa a fumar más, varios tropiezos en el patio donde el suelo era irregular y beber agua en mi caso, porque a esa hora ya era justo y necesario, a reírnos más aún y a bailar otra vez.

Creo que eran las tres de la mañana cuando quise prender un cigarro y le pedí fuego un chico que fumaba cerca, él un colorín de ojos intensos y voz grave, busca un encendedor para mí y me ofrece fuego con sus manos largas y pálidas, encendí el cigarro y comenzamos a hablar, se incorporó a mi pequeño grupo y nos presentó al amigo que tenía el encendedor como si fuéramos grandes conocidos, así que mientras fumábamos me invito una bebida, yo no bebo coca-cola por lo que se la devolví, mientras tanto él trataba de adivinar quién era y que hacía para ganarme la vida, pero no lograba acertar, cuando el DJ pone una canción que me gusta, lo miro y lo invito a bailar.

Ya había bailado ya con varios chicos y me había reído con ganas de los pasos sensuales y los movimientos poco sutiles para darme un beso del moreno al que no le dije como me llamaba simplemente porque no me dio la gana y a quien esquive con una carcajada. Ahora bailamos, el amigo con mi amiga, el colorín y yo, quien me abraza como si fuera un lento y me explica que el baila el tecno así, como me agradaba la manera que me abrazaba sin insinuaciones, lo abrazo e incluso apoye mi cabeza en su hombro cuando me sentí completamente segura en sus brazos, la siguiente canción era de pachanga y seguimos bailando ahora con giros, de costado y me tomo por la cintura y me eleva, a pesar de que yo gritaba para que me bajara y giro con migo alzada en el aire, se me suben los colores al rostro, la verdad me dio miedo y si nos caímos?

En medio de todo esto me intento besar tantas veces que no recuerdo y dejó de hacerlo cuando comprendió que la respuesta a un intento directo era no, al final me robó un beso sin que siquiera lo previera, robándome el aire y dejándome desconcertada… sus mansos se enlazaron con las mías y todo aprecia suave, tranquilo, lo que me descolocó otra vez, pero como no me gusta demostrar lo que me pasa seguimos bailando, riendo, me volvió a tomar por la cintura y alzarme en el aire, sólo que esta vez extendí mis brazos al cielo y cuando volví al suelo estalle en carcajadas, recibiendo aplausos de su amigo, después de bailar más, reír más y volver a robarme besos, me detuve frente a él y le pregunte porque me robaba besos? no respondió sólo me dio dos besos más.

Estaba muy bien acompañada por un chico guapo que me gustaba, bailando y riendo, así que pensé y porque no? No veo que tiene de malo besarlo, seguía parada frente a él sin moverme, él me beso y le respondí, alzando mis manos, sosteniendo su rostro y debo decirlo, Uf! besaba bien.

Así que seguimos bailando hasta que el DJ volvió a poner música que no conocía y claro no me gustaba, de vuelta al patio me encuentro con mi amiga que bebía un vaso de agua hablamos algo y nos hicimos a un lado para comprar algo para él y luego para hablar a solas, estaba frente a él, apoye mi mano en su pecho y simplemente hable, le dije parte de su vida e incluso le dije que dejara el acto a un lado, no su alegría el acto "de conquistador"… nada que hacer, no pude evitarlo cuando me di cuenta que estaba diciendo más de lo que debía y lo besé con colma mientras que el me abrazaba y me volvía a robar el aliento, claro que en realidad solo tenia miedo de haber dicho demasiado.

Seguimos hablando de mil cosas que por alguna razón parecían naturales, aunque francamente no lo eran, menos para la primera conversación con un perfecto desconocido, de pronto me pillo diciéndole que iba a cambiar su vida y que lo único que le pedía era que no se volviera dependiente de mí, como si esa frase tuviera sentido en ese instante, lo más extraño es que sé que lo escucho, aunque tal vez no entendió lo que significaba, ni siquiera cuando nos despedíamos en el metro termino de entender el alcance de mis palabras.

En fin, la fiesta terminó y salimos del local con las luces encendidas, una chica le gritaba algo en la puerta alguien, mi amiga, su amigo y yo buscándolo, y el colorín estaba hablando con un par de chicos que nos presentó y quienes nos invitaron a carretear a un after, no se movían de su lugar y Fran ya me había dicho lo cansada que estaba, así que sin ánimo de ser desagradable, nos despedimos de los todos y le digo ‘bien nosotros vamos a partir caminando, si vas con nosotros nos alcanzas’ y partimos…

Camine y mi amiga me alcanzó algo extrañada, sus dos amigos nos alcanzaron y cruzando la calle lo veo buscarnos con la mirada, lo llamo y sonríe, el grupo estaba entero otra vez. Mientras caminábamos al taxi, me di cuenta de que éramos un grupo homogéneo bastante interesante, caminábamos sin orden, hablábamos sin preocupaciones quien estuviera a nuestro lado, siempre pendientes de que nadie se quedara atrás y nos cuidábamos como si fuéramos amigos de toda la vida, insisto que estas cosas no me pasan todos los días y que es agradable que sucedan.

Llegamos a la esquina para tomar el taxi, me subo, luego mi amiga y el colorín rodea el auto para entrar por la puerta que estaba al lado mío, se sienta y cierra la puerta, lo miro sonrió y él me abraza, de pronto me doy cuenta que espontáneamente había buscado el modo de ir junto a mí y eso me gusta, lo que me lleva a la parte complicada de la noche, llegamos a su casa… no era complicado estar allí, ni mirarlo en su ambiente, ni sentir que me estaba dejando ser libre para explorar su departamento, nada de eso, lo complicado es que no sé que va a pasar y porque podría pasar o no pasar algo, él me repite mil veces que no me preocupe, abrazándome sin hacer nada osado y yo me relajo, así que estoy como gato meloso en la cama de un perfecto desconocido y me doy cuenta que me siento cómoda, que estoy tranquila que si pasa o no algo ya es secundario, que su olor me agrada, sus manos en mi espalda masajeado los nudos de esta son cálidas y sus besos son suaves, él no está acelerado, solo me relaja la espalda.

Después de hablar más, de explicarle que aunque no lo crea yo no hago estas cosas y que la única razón para no estar nerviosa, es que su compañía me relaja, responde cordial y me da la sensación de que no me cree del todo, reímos un rato más y cuando nos quedamos dormidos deben de ser las nueve de la mañana.

Despierto mareada, me levanto sin mucho controlar de mis piernas y llego al baño, después me lavo la cara y me enjuago la boca, estoy mareada y mientras que vuelvo a la cama, él se está despertando, me mira y toma el celular… ‘son la 4 de la tarde, nos pasamos’, me dice y me causa gracia escucharlo. Seguimos hablando, de verdad hablamos mucho, me cuenta sus teorías, sus puntos de vista son interesantes, sus ojos se vuelven chispeantes cuando habla de su música, su rostro se alegra cuando está hablando con su migo por teléfono y me gusta mirarlo en su ambiente.

Se baña y me baño después de él, cuando salgo con mi pelo mojado me entero que no tiene peineta, así que me presta un cepillo para la barba, me llama la atención que no tenga peineta y claro tiene el pelo tan corto que no es necesario, él ordena mientras que yo me visto y me presta una pollera blanca, la mía se había manchado la noche anterior.

Salimos y nos vamos caminando uno juntos al otro, hablamos de cosas triviales, paramos en la esquina y él va a cruzar con roja y yo no me muevo, luego me pregunta por qué y le hablo del accidente… pasó hace tanto tiempo y francamente es tan injusto el resultado del accidente que me incomoda hablarle del asunto, así que cuando cambia el tema me alivia que sigamos hablando de otra cosa, reímos otra vez, me besa, lo beso y me pregunto qué impresión daremos a los que nos rodean?, después de todo lo conocí anoche y parece que nos conocemos de toda la vida, por el modo casual de hablar, nos subimos al metro y mientras el mira su celular yo me pregunto de donde me nace ser así con él y si él se dará cuenta, o si creerá que soy así con todo mundo?… Si tan solo supiera como soy de fría cuando las personas me son indiferentes, o que normalmente tengo pinta de chica re seria y hasta distante…

Estamos el tren, vamos frente a frente y no me pide mi número de celular, en su lugar me pasa el teléfono móvil suyo con los números +569 para que yo anote mi número y cuando está anotando mi nombre me extiende el teléfono para que complete el casillero del apellido, lo que me da risa porque la verdad yo tampoco me acuerdo de su apellido.

Lo veo en las suyas y quiero besarle así que me acero y él se acerca, nos besamos tranquilamente sin apuros, me parece que lo conozco de toda la vida, hablamos de algunas cosas y cuando nos vamos a despedir, me doy cuenta que no me molesta irme, porque tengo la sensación de que lo voy a ver pronto, me besa y le respondo con un suspiro, le digo que me gusta y él me dice que yo a él también, nos besamos para despedirnos otra vez, me alejo un poco me abraza y me vuelve a besar, me deja de abrazar y sostiene mi mano, lo miro y sonrío nos despedimos ora vez y doy media vuelta, camino en dirección a la salida, así que mientras me alejo, en mi cabeza da vueltas la pregunta por qué me comporto así con él?

Tengo ganas de que haber pasado más tiempo junto a él y aunque le dije cosas que a otras personas las habríamos hecho salir corriendo, él se quedó por curiosidad. Llego a casa cansada tengo mil cosas que hacer, de vuelta en mi realidad sonrío y me relajo en la cama.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario