miércoles, 14 de diciembre de 2016

Fragmento de 2014 (P 2)

Quiero… quiero… quiero… no quiero nada, no quiero comer, no quiero estar más en este estado, no quiero sentir más este dolor en el pecho, no quiero pensar nada más, solo quiero dormir. Si pudiera dormir una semana de corrido, lo haría.

El ojo me tirita… es normal dado el estrés de mi trabajo estar algo aterrada a esta hora, pero el ojo me está molestando al punto que me lo cubro y se me mancha todo con la pintura… rayos… cuando va a ser el día en que me dejen de pasar cosas bizarras… digo un disque descanso de mis problemas… si esta bien es mi culpa, quien me manda a ir contra todo razonamiento lógico y hacer caso omiso  a lo que dicta el universo… yo nomas me involucro con un hombre que no solo no puede tomar una decisión para decirte te quiero o no, hace las cosas del modo que cualquier ciego se da cuenta, no te valora.

¿Como se supone que uno haga a un lado la ensalada de imágenes y pensamientos en el trabajo? Sé que no tengo excusa, que cuando mis ojos se cierran y lo imagino besándome soy yo la única que se está ilusionando, o cuando creo que podría ser de otro modo soy la única que no quiere admitir que no se sostiene el análisis, no debería haber hablado siquiera de él, pensarlo menos.

Así que me concentro en el trabajo, me sumerjo en la información en las respuestas, en las preguntas, en las respuestas de esto, mi trabajo, no quiero ni pensar que cuando el cielo se oscurezca voy a estar sola en casa, porque no solo extraño a pequeño, quiera que él estuviera a mi lado por contradictorio que es todo el asunto, quisiera sus brazos rodearme y dormir al compás de su respiración… si soy un caso digno de psicoanálisis y tal vez debería dejar de hablar de él haber si así empiezo a olvidarlo.
Porque no me podre enamorar de un hombre completo? Digo uno que tenga las cosas claras, que me haga sentir que aunque podría vivir sin mi, soy su opción, soy su compañera… o es que esos ya no existen? Y justo en el ascensor Alvaro… mmm….

“Hola.”- saluda él
“Hola”- respondo mirando mi celular y cantando…
Pasan los cinco pisos y se abren las puertas.
“Suben?”- pregunta un chico con un perro.
“Si”- respondemos al unísono.

Lo que el chico no sabe es que a mí me quedan menos pisos que al otro. Bajo y saco mi bicicleta con cuidado, sonrió y el se despide. Camino los quince pasos que separan al ascensor de mi casa. Porque no me pude quedar con el cuándo todo ocurrió? A ya lo recuerdo, porque la única vez que me besó, pensé “no besa como Él” y me di cuenta que no podría hacerle daño intentando algo si en realidad no sentía nada y Él tenía mis sentidos… entro a casa, falta poco para el fin de semana, en serio quiero ver a mi hijo, distraerme de la soledad de este departamento…

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