viernes, 1 de mayo de 2020

Y si renunciaran todos? (P. 04)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasará


Chat "Amigas de la U", whatsapp:

Clau: Moni
Pepa: Mona
Yo:  ¿Qué pasó?
Pepa: Halaste con tus papas?
Yo: Si, ya les dije que me llaman 3 veces al día sin falta.
Fran: Amiga, te contaron que se murió la tía Titi?
Yo: ¡¿QUE?!
Clau: Moni, nos acabamos de enterar, me llamó mi mamá, que la llamó la tía que vive en Concepción y nos dijo que allá todos sabían, pero no dijiste nada.
Yo: Es...

Tomé mi teléfono móvil con las dos mano y busque el contacto de mi mamá, me había llamado hace solo 30 minutos y no dijo nada, así que la llamé. En resumen, se le ocurrió no decirme nada, porque me podía afectar, mi mamá esta llevando esto de la posible depresión que según ella tengo, demasiado al límite. Que no tengo depresión, que no le contesto de buen ánimo, porque no tengo nada nuevo que contarle, que no salto en 1 pata ni hago fiesta si me llama, porque estoy ocupada y en serio, en serio podría tratarme como un adulto, para variar un poco.

Llamé a Francisca y hablé tan rápido, que me atraganté mientras hablaba, es que estaba furiosa con mi mamá y su invento de que tengo depresión, que si bien en mi familia existen casos de depresiones y trastornos psiquiátricos y cuanto cuento se les ocurra a ustedes imaginar, debería entender que no me puede hacer estas cosas, soy un adulto vivo sola, me mantengo sola y no tengo depresión, para que decir lo fastidioso que es que crea que tengo instinto suicida.

Fran intentó calmarme, pero después de dos minutos entendió que lo que necesitaba era que me escucharan, cuando terminamos de hablar, me sentí menos molesta, aunque igual triste, la tía Titi, es una prima de mi mamá que era como hermana de ella, pasaba las navidades en casa, estaba en los años nuevos desde que tengo uso de razón y fue quien me acompañó a buscar el departamento, quién me llevó a comprar ropa para mi entrevista y me aconsejaba de moda laboral, como vestirme casual sin ser demasiado casual, me ayudó desde que llegué a la capital y siempre llamaba, es más creo que hablé con ella hace 6 días y no me había dicho nada.

Colgué sintiéndome mal con Fran, que tuvo que soportar todo el descargo que no pude hacerle a mi mamá, que me cortó en cuanto espesé a alegar y después de colgarme 3 veces el teléfono diciendo, "hablemos cuando te calmes", me hizo hervir la sangre. Fran en cambio escucho con calma y aportó su parecer, "recuerda que tu tío es bipolar, para tu mamá es un tema lo de las depresiones".

Volví a mi trabajo, estaba en una reunión cuando recibí el mensaje de mi papá, "Hija a la tía Titi la entierran hoy, no podemos ir al cementerio para despedirnos de ella, tu mamá no para de llorar. Llamalá.". Miré a mi interlocutor con los ojos llenos de lágrimas y en pocas palabras le dije que se murió una tía por el corona virus, el cerró la vídeo llamada, mientras yo marcaba el teléfono de mi mamá.

Mi mami, no paró de llorar, aun cuando intentaba hacerlo, había hablado con su prima Titi el día anterior por whatsapp y creía que estaba mejorando, hoy la enfermera que la notificó del deceso le confesó que los mensajes de los últimos 5 días los había mandado ella por solicitud de Titi que no quería preocupar a su prima adorada. Mi hermana chica se escuchaba al lado de mi mamá llorando y mi papá desesperado porque no sabía ni siquiera a donde estaban mandando a enterrar a mi tía. Hice lo único que podía hacer, hablé con mis amigas de la U y les pedí ayuda, había que averiguar donde enterrarían a mi tía y como recoger sus pertenencias del hospital, no tengo idea como lo hicieron, pero en cuestión de media hora todo estaba resuelto, mi mamá estaba en el hospital recogiendo las pertenencias de mi tía, mi papá sabía donde sería enterrada mi tía y el protocolo de entierro, mi hermana había hablado con mis tíos y mi familia entera estaba movilizada para hacer lo posible para despedirse de mi tía, los que viven en Concepción acompañando y los que estamos lejos, por vídeo llamada.

La llamada de Claudio mi jefe, me tomó por sorpresa, en pocas palabras quería saber cuanto tiempo necesitaba para volver a trabajar, como era vídeo llamada solo lo miré con cara de "esto es broma", mi tía se murió de corona virus, la pandemia que me tiene trabajando desde la casa, no he ido ni a su funeral, no puedo ir físicamente al funeral para ser exactos, y mi jefe está preocupado de la entrega de un informe?...

"Claudio, diré esto lentamente, pero si quieres que renuncie, vuelve a preguntarme una estupidez como esta. Mi tía va a ser enterrada hoy, asistiré al velorio por vídeo llamada..."
"Loreto, no es un buen momento lo sé."
"Ya entonces, que hago? llamo a recursos humanos y les aviso que no estas respetando mi duelo?"
"Bueno, mira... yo lo que quiero es saber..."
"El chico nuevo esta terminando el informe, lo leo, reviso y está listo. debería ser hoy, pero hoy no volveré a responderte el teléfono porque estaré en un velorio y entierro, espero entiendas."
"Ha! pero está listo."
"Dije que tengo que revisarlo antes de entregarlo"
"Ya si Loreto, pero eso lo puedo hacer yo."

Quedé perpleja, Claudio nunca había dicho que podía llevar a cabo alguna de las tareas que hacía yo, ni siquiera me quedaba claro si es que las tareas en cuestión las podía revisar él, en dos segundo se me pasaron todas las posibles desgracias de esa decisión.

"La fecha oficial de entrega es pasado mañana, si lo entregamos antes y tiene un error, podríamos retrasar otros aspectos, lo mejor es que no nos adelantemos Claudio, déjame revisar a mi el texto y te lo mando al menos leído 1 vez, ya si llegara a tener errores, serían los mínimos. Te parece?"
"Bien, si no te sientes de ánimo mañana, por favor avísame. Loreto, recuerda que no llegue a mi cargo en 1 día y que no me regaló nadie lo que tengo."
"Si, disculpa que sea así, pero es mi nombre el que firma esta entrega, por eso me preocupa."
"Naturalmente Loreto, no te preocupes y mi pésame por la muerte de tu tía"

Colgué sin tener claro si Claudio estaba molesto o no conmigo, pero tenía más cosas en las que pensar, llamé al nuevo y le explique en breve que no se le fuera a ocurrir enviar el informe a Claudio, que por favor me lo mandara a mí cuando estuviera terminado, que en cuento pudiera lo leería.

Pao: Moni cariño, estas?
Yo: Si, me estoy poniendo un vestido negro.
Pao: Moni, por que no viajas nomas...
Yo: Amiga, y cómo si no hay vuelos y viajar por bus es peligroso... y no tengo auto.
Pao: ya, pero es que... estuvimos hablando con las chicas...
Yo: Pao te llamo en 2 segundos, que estoy terminado de vestirme.

Paola me llamó antes de que alcanzara a marcarle yo y mientras me hablaba sonó el timbre de mi departamento, era Cristina que venía a buscarme, no sé exactamente quién pensó qué o cómo se decidieron las cosas, pero Cristina me iba a llevar a Concepción, entre todas iban a pagar la bencina y los peajes, para que pudiera acompañar a mis papas y chica hermana, el velorio sería hoy y el entierro mañana a primera hora. me compraron mascarilla de tela reutilizable, guantes de latex y un frasco de alcohol gel desinfectante para manos. no podía parar de llorar simplemente.

En el viaje pude dormir un poco y cuando me llegó el archivo para revisarlo, pude leerlo con calma, mientras Cristina escuchaba uno de sus repertorios de música de los 90', almorzamos los sándwiches que ella misma había alcanzado a preparar antes de salir de su casa y no nos detuvimos en ninguna parte. Llegamos a la casa de mis papas en 5 horas y medias, mi hermana había ordenado mi ex pieza y nos había puesto sabanas en las camas y nos había organizado el espacio para dejar los bolsos. 

Abracé a mi mamá con todas mis fuerzas, no pude evitar pensar que mi tía siempre me dijo que mis compañeras de la U algún día demostrarían lo locas que estaban, pero nunca pensé que sería en un acto de amor tan grande. Cuando Claudio llamó esa noche, le expliqué que había que revisar unos cálculos y que estaba viendo eso el Calculista que me daría su opinión mañana y con eso quedó feliz, ni siquiera le mencioné que estaba en Concepción.

Mi papá estaba pálido, tenía una cara de pena y preocupación que no sé, me hicieron verlo 10 años mas viejo y mi mamá había dejado de llorar, aunque a ratos se le caían las lágrimas, ella trataba de seguir, la enfermera le había dado una carta de mi tía, que estaba escrita por ella misma, la enfermera dijo que mi tía estuvo cociente todo el tiempo, que sabía lo grave que estaba y que trató en todo momento de no ser una carga para nadie.

Los primos de mi mamá son pocos y la familia que podía asistir al entierro eran sólo los cercanos y no pueden haber mas de 50 personas a 1 metro y medio de distancia, no se puede saludar a nadie y se pide que quienes asistan lleven mascarilla en todo momento, además que el cuerpo estaba en un ataúd cerrado. Creo que eso fue lo más fuerte para mi mamá, que ella no pudo abrazar a su prima, lloró todo el tiempo y no dijo ni una palabra, ni a las hermanas de tía Titi, ni a su hermano. sentados en esas sillas plegables blancas que ponen al rededor del ataúd, no pude evitar sentir que todo era falso.

Nos fuimos después de ver que bajaran el ataúd a la tierra, mi papá sostenía a mi mamá que parecía una hoja al viento, débil y frágil, mi hermana me tenía del brazo tomada a ratos se le caían las lagrimas y a ratos trataba de sonreír, en la casa nos esperaban las hermanas de tía Titi y mi tío Pablo. 

"Gracias" dijo mi mamá y sacó la carta, abrió lentamente el sobre comenzó a leer las últimas palabras de mi tía, que en una plana le decía a sus hermanas, que las amaba y que las entendía, que ojalá no hubieran tenido tantas diferencias, para poder haber disfrutado de sus sobrinos, a los que poco veía. Que quería que su casa se vendiera y se heredaba a nosotras Florencia y yo, a partes iguales el resultado de la venta de esa casa. Que mi mamá podía disponer de los muebles para lo que quisiera, que había una lista con los valores de los adornos y elementos relevantes de la casa, que si quería vender todo, así lo hicieras. Que tenía claro que al no tener herederos legales, había dejado hecho su testamento hacía unos años y estaba notariado, todo lo que les estaba diciendo lo encontraríamos en la caja fuerte de su casa. Que le pedía disculpas a mi mamá porque no le dijo que era corona virus, porque estaba segura que habría sufrido mucho más si hubiera tratado de llegar hasta ella en el hospital, donde no tenía permitido visitas. Por último, a mi tío Pablo, le dejaba un cuadro que había comprado hace años, que sabía valdría algo y que si no quería vender, podría colgar en su casa, porque sabía que le encantaría.

Mamá había dejado de llorar y mi papá tomó la hoja para leer lo ultimo que había escrito: "Recuerda mi prima querida, que si algo malo me pasa, te voy a estar cuidado hasta que nos volvamos a juntar."
Eran las cinco de la tarde y Cristina figuraba sentada a mi lado tratando de convencerme de tomar una taza de té, cuando sonó mi teléfono, Priscila de recursos humanos me estaba llamando.

Priscila: Cariño, me acabo de enterar que se murió tu tía de corona virus.
Yo: Si, así es.
Priscila: Cielo, estas bien?
Yo: Acabamos de leer su testamento.
Priscila: Oh! entiendo. Bueno Loreto, te llamaba para decirte que en casos como esto, no es necesario que cumplas las metas establecidas por el proyecto, se considera una excepción y se pueden hacer cosas, así que tu tomate tu tiempo para lo que necesites, sólo recuerda que estoy aquí.
Yo: Ah, si Priscila, no hay problemas, tengo listo el informe desde ayer y el calculista mandó su respuesta y tengo que añadir ese comentario, lo voy a mandar esta noche, el plazo es mañana a las 13 horas, no hay problema.
Priscila: Eres increíble, si yo le digo a Claudio, no va a tener jamas una arquitecta tan responsable como tu, y el dale con preguntarme cuantos días de luto podías tener.
Yo: Si, me llamó ayer y le dije que me dejara enviar el proyecto revisado por mi al menos 1 vez. Se ofreció a hacer mi parte y revisar él los detalles si es que no podía...
Priscila: Entiendo, fue un fastidioso ese hombre, no va a aprender nunca.
Yo: Bueno Priscila, no te preocupes, veré lo que me pides después de comer algo, ha sido un día largo y no he podido comer nada, hasta ahora.
Priscila: Bien cariño, tu tomate con calma las cosas, yo veré que ese hombre no se le ocurra molestarte por hoy.
Yo: Gracias, que tengas una buena tardes.
Priscila: Chao cariño.

Me miraba Cristina incrédula, con esa chispa de enojo en los ojos que conozco como furia y se largó a alegar, que cómo no había dicho nada ayer en el viaje?, que porque le toleraba estupideces a mi jefe, que si llegaba a llamar, ella iba a contestar mi teléfono y tendría que saber lo que es bueno.

La cosa es que no sé si fueron sus palabras o qué, pero me dio risa y compensé a reírme a carcajadas, mi mamá me miró y se empezó a reír también, Florencia mi hermana chica se empezó a reír en torno a la meja y mi papá nos miraba con cara de "Se volvieron locas".

"Comamos algo mejor?"- dijo de pronto mi mamá con voz mas tranquila.
MGD

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