miércoles, 8 de noviembre de 2006

JOe

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara

Trasladaba las cajas de mi ultima mudanza, estaba exhausta, acompañada de mis deseos de empezar ponto solo busqué refugio cuando fue necesario en mi cama, tenia la impresión de que si cerraba los ojo nada de esto seria real. Caminaba mirando y revisando mentalmente todo lo que creía debía tener en orden y dejando lo menos indispensable para mañana, nunca llegué al grado de orden de mi madre que no se acostaba hasta que hubiera echo el baño si se fue a una cabaña nueva de vacaciones, y esa era poco... Las cortinas apenas eran partes de papel de diario viejos, con los bordes ya quemados por el sol y la cama fue un conjunto de almohadones y cojines con mantas que tenía a mano. Dormí por primera vez en casi todo el viaje de corrido, no hubieron sobresaltos, ni escalofríos de angustia, ni miedo de que lo que sucedía era un error grave que quizás me costaría caro algún día. Estaba feliz.

Recapitulando, en mi historia alcance a escribir en mi diario la frase inicial y me dormí. La mañana me despertó con el ruido de mil señales diferentes, los pájaros, la bulla de la calle, y el despertador de la radio tocando un dial que programe antes de dormir y que no tocaba buena música para mi gusto. Había soñado con el otra vez, estaba en mis sueños desde hacia tanto tiempo que ya me parecía conocido, particularmente necesario y de un modo irónico inquietante.
Sus ojos azul piedra, sus manos blancas, el pelo color miel y la risa espontánea, que le conocí cuando paso por mi vida, a lo largo de los años me acostumbre a pensar en el como si estuviera cerca, claro primero pase por la etapa de negación, no el ya no existe en mi vida, después la de consuelo, al menos lo veo en sueños y ahora ya vencida por mi cerebro que lo evocaba cada vez que pensaba en un hombre ideal, volvía a llamarlo a la puerta de los recuerdos como quien pide chocolate cuando esta angustiado.

En mi sueño estaba en otro lugar acompañado, hacia tiempo lo soñaba solo, triste a veces, otras veces melancólico, recordaba sus ultimas palabras "Nos vemos"... nunca nos topamos yo me fui del edificio y no nos vimos, me aleje de todo incluso se echo a perder el segundo celular de mi vida y aun así el estaba presente... que le pasa a mi sub consiste. Bien lo veía en un lugar agradable quizá en el extranjero, y con un niño en brazos... lo paradójico es el niño era mió y el me lo entregaba, para que lo llevara a dormir... con una familiaridad increíble, sentía que estaba en mi casa. De pronto la idea era clara, él debe haber tenido un bebe… hace mas de un año que no se de el y escribirle sería malo, llamarlo a su celular poco razonable, como saber algo de el… sería mejor olvidar el asunto, será para otra vez me dije depuse de tres semanas soñando con el.

Salí a comprar comida en general, tenía ganas de preparar pasta con carne y champiñones, ahora tenía tiempo para prepáralas y darme ese gusto que durante un tiempo no pude. Entre la salsa de tomate y las especias algo no le gusto a mi nariz y me mareo, cuando reaccione una mujer me tomo la mano y me sentó en un banco cerca de la caja, cuando entro al mini supermercado, no podía creerlo… estaba paralizada no lo podía creer… su mirada se clavo en mi rostro, algo no le cuadraba, quizá mi corte de pelo, quizá mi bronceado, quizá que ya no era la pequeña que conoció hace un año…Las palabras eran algo fácil en mi, peor estaba muda, se me paralizo el corazón por tres segundo, y una serie de imagines de cada uno de los sueños que tuve con el, se me mezclaban con la realidad y su rostro… Hola, logre decir al fin… su sonrisa me ilumino como si esperara verme, se acerco, me ayudo… llevo los paquetes, entro a casa, y cuando cerro la puerta, supe que todos los sueños que había tenido de el se estarían por cumplir…

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