Miré
mi libreta y cuando trate de escribir lo que pasaba después de que me desmayaba
no pude, creo que me superaba el sentimiento de rabia, era tan obvio todo y tan
ilusa al creer que ellos serían diferentes conmigo solo porque era en parte
como ellos que miré la hoja en blanco y no pude escribir nada que quisiera
realmente hacer público.
Los
días pasaban en una especie de espiral de sensaciones que iniciaban y
terminaban con ello, quise mil veces relatar lo que había entendido, pero no
podía, quise narrar lo que viví, pero me parecía absurdo, mi vida parecía estar
en una especie de estato quo que me parecía absurdo…
Por
eso cuando al fin reuní las fuerzas para contarles lo que sucedió esa misma
tarde, ese mismo día, después de que desperté del desmayo tardé tanto en publicarlo…
Aunque recuerdo vagamente como llegue a mi cama, parece que Federic me tomo en brazos, aunque no lo aseguro, si recuerdo su voz susurrándome que todo iba a estar bien, pero yo no creía nada, ya
no creía en nada… desperté en mi cama sola, los cuatro vampiros en la cocina
entretenían a Maura que al parecer quería estar con migo, porque cuando entré
por la puerta aun mareada y desconcertada, corrió a mis brazos y se
aferró a ellos como si necesitara saber que estaba bien y con ella.
Me
acerque a una silla y me senté con Maura en brazos, los miré y trate de
acordarme que había pasado, las imágenes en mi cabeza, el repentino
entendimiento y mis cuadros… y entonces los miré con cara de odio y aferre a mi
hija a mis brazos, pero ellos no hicieron nada, sentados los cuatro se habían sentado frente a mí, sin expresión en el rostro, en torno a la mesa y me
miraban , esperaban a que yo dijera algo.
Laila
se paró de pronto y me trajo un vaso con agua y azúcar, lo extendió y susurró
bébelo. Pero lo dejé sobre la mesa y pensé en todo el tiempo que habían estado
con migo y en todas las cosas que habíamos vivido y en como mi vida había sido
mejorada gracias a ellos y al mismo tiempo como se estaba complicando… sólo
quise gritar.
“Porque
no me dijeron nada antes?”- reclame con la mandíbula apretada.
“No
podríamos”- respondió Laila.
“Me
viste obsesionarme con este tema, pintar como una loca y no fuiste capaz de
decirme que era lo que estaba viendo… cómo? Qué clase de personas son?… claro
no son personas, ustedes son vampiros, sin alma, sin interés real por nada que no sea su
propio deseo… y yo?... que soy yo para ustedes?… un experimento, su intento inútil de
entender a los seres humanos?... tan poco les importa lo que me pasaba que me
dejaron en una completa ignorancia por casi cinco meses?... porque Laila, porque si soy “tu”
creación, no dijiste nada… me consideras una suerte de hija tuya de algún modo?
Y no te importó nada?… como podías entrar todos los días a mi
casa, si sabías lo que veías… cómo?”
Maura
estaba asustada, me veía hablar fuerte y me veía llorando, mientras que los
cuatro hermanos escuchaban mis descargos sin mover ni un musculo, los cuatro
parecían estar de acuerdo con mis descargos o algo así y entonces, reparé en la
libreta que sostenía Odette, una de las tantas que contenían mis predicciones y guardé silencio. Me levanté sosteniendo a Maura en una cadera y le arranque de la
mano la libreta, revisando las páginas que tenían marcadas y luego una chispa
de odio ardió en mis ojos, yo ya había predicho que haría y ellos sabían lo que haría a continuación… los voy a perdonar?... “Cómo? “-pensé desconcertada.
“Con
el tiempo”- dijo Federic en un tono cálido y amable.
“Bien,
pero eso no será hoy, ni ahora… ustedes sabían que la persona a la que pintaba
era mi hija, que lo que pintaba era su transformación a vampiro, y que la
persona que manipulaba todo esto no era Mercurio, eras tú Federic… y aun así no
dijeron nada?.... así que fuera de mi casa antes de que…”- los cuatro se
levantaron al unísono y me miraron con respeto, o algo así- “No me interesa que
me cuiden en la otra dimensión, los quiero lejos de mí y familia, hasta que los
pueda ver a la cara otra vez, o si no - dije dejando la amenaza repetirse en mi mente 'Les prohibiré su entrada en este y en la otra dimensión'-… Está claro?”
Odette
asintió y luego lo hicieron todos. Miré a Laila que se resistía a marcharse, y
cuando los tres hermanos habían salido por la puerta, ella me miro esperando
algo, pero francamente que le iba a decir?, no me rijo por sus reglas, no soy
como ellos y no puedo justificarlos, ni se cómo voy a perdonarlos, así que aguarde
en silencio a que también se fuera.
Para
cuando Carlo llego esa noche, me sentí tranquila y él se veía relajado, supe
por sus pensamientos que estaba feliz de llegar a casa y no ver a los vampiros.
Me pregunté si podría contarle lo que había pasado y me arme de valor varias
veces, pero al final ganó mi miedo, así que no le dije nada. Esa noche mientras me
abrazaba para dormir lo sentí tan extraño, como si nos separara algo y tuve
miedo, me daba vueltas en la cabeza la idea de que habíamos decidido estar
juntos y ser una pareja, después de lo que había pasado en Colombia y que tal
vez ahora que con esta nueva ruptura en mi vida con los vampiros podría pasar algo entre nosotros que nos alejara?… y cuando estaba por pensar esto, me pregunté si podría sobrevivir sin Carlos?, podría acostumbrarme a no verlo?, y no
amarlo?… la verdad, no lo creo.
Así que voltee a él, lo besé y sin palabras supo lo que quería, fue mi cómplice de seducción y me amó como solo él lo sabe hacer, devolviendome a ese nosotros que me agrada,
ese nosotros tan humano y tan real, que me hace olvidar que hay vampiros en mi
vida y que hay un lado oculto de mi familia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario