viernes, 1 de marzo de 2013

Día a día (P3)

“Que soñaste ahora?”

“Tuviera alguna idea, solo sé que cuando desperté estaba pequeño muerto de frío y yo tenía miedo, como si algo malo le fuera a pasarle a él, me olvide de anota lo que había soñado, mientras lo tapaba.”
“Y que vas a hacer, te vas a cambiar de casa?”
“Si, pero tengo que esperar a tener la plata para hacerlo… ósea hasta marzo.”
“Marzo no esta tan lejos, estas segura que vas a poder tener todo listo?”
“tengo que tener todo listo, no tengo alternativas…”
“Bueno, pero trata de recordar que nadie más que tú te estas poniendo estas metas y que si no se cumplen, sólo tú te vas a sentir responsable de que fallaras.”
“Gracias por recordarme que puedo fallar.”
“De nada…”
A veces no sé si somos amigas o hermanas, en fin pasaban de las cinco de la tarde y lo único que quería era estar durmiendo en mi cama, últimamente tengo menos paciencia y más sueño, y si siento como si no lograra cumplir con nada o casi nada. Estoy frustrada. Y aunque suena bien sencillo, lo cierto es que no es fácil sobrellevar la frustración, yo no quería ser lo que soy llegue por error al cargo, yo no quería sobrevivir con mi sueldo, quería vivir con él, y para todo lo que trabajo, me gustaría poder darme algún gusto y disfrutar de mi vida, pero siento que se me esta yendo en la rutina la alegría de cada día. De regreso al presente, ella tiene razón, es la única que siempre me dice todo en la cara, pero no quiero escucharla…

“Pero es que deberías ponerte metas más simples, y posibles.”
“Pero si no es imposible…”
“Atina, marzo empieza en dos semanas, porque no te cambias en junio, o ya en mayo… vas a gastarte todos los ahorros, sólo por cumplir el sueño de tu abuelita?, ¿Qué crees que es lo tan malo que te puede pasar si te quedas?”
“No lo sé, pero no quiero arriesgarme a averiguarlos.”
“Ay algo que realmente no me estés diciendo?”

Miré por la ventana, si hay muchas cosas que no estoy diciéndote, pero que tampoco voy a decirte… Esto es más complicado de lo que uno quisiera.

“Déjalo, no alegues que de verdad no vale la pena hablar ahora del tema, además no tienes que volver a tu puesto de trabajo?”

Me mira un poco molesta, pero se va y sola otra vez vuelvo a mirar por la ventana, que estoy haciendo con mi vida que nada me conforma?... algo estoy haciendo mal… hay algo que no sé qué es que me hace infeliz completamente… Cierro los ojos y de pronto me veo en otro lugar riendo, me veo con pequeño de la mano y me siento feliz, estoy… estoy.
“Hola?”
“Jefe, lo siento, estaba pensando..”
“Parecía que estabas durmiendo.”
“No, yo solo estaba pensando en algo personal, pero no se preocupe… dígame en que lo ayudo?”

La tarde concluye con lo típico, paso a buscar a pequeño, llego a la casa y lo baño, el cena, yo como algo mientras ordeno y luego a dormir, pero ya es tarde para ver mi serie de TV, así que me quedo dormida con una taza de té en la mano y despierto milagrosamente sin haber derramado ni una gota, tomo el líquido helado y dejo la taza en el suelo, miro a mi pequeño que ronca suavemente… es chistoso escucharlo roncar, es tan tierno… lo cubro un poco y vuelvo a acostarme, en realidad tiene razón ella, tal vez sea bueno que me quede hasta mayo, tal vez sea mejor si me quedo hasta que me compre mi propia casa, me encantaría poder hacer todo ahora, tener mi casa, poder hacer los cambios que yo quiera, colgar cuadros, pintar las paredes de tonos de verde que me gusten y no el amarillo que impera en mi casa, tener una pieza para mi hijo y otra para mí y no tenerlo en la misma pieza todas las noches, tener mi espacio para libros y cosas…
Si, lo que me molesta es que trabajo y hago todo cuanto puedo para solamente sobrevivir y no para disfrutar de mi vida, eso es lo que me tiene infeliz, esperaba que a estas alturas de mi vida, las cosas estuvieran más estables, mejores… pero no, no tengo mi casa propia, no tengo mi sueño cumplido y me parece que falta una eternidad para poder concretar todo.

“Vaso medio lleno”-me repito en voz alta-“Vaso medio lleno, tengo que ver el vaso medio lleno”

Así que cuando llegué al trabajo busco departamentos en arriendo y para comprar, pero todo estaba por las nubes, me pregunté si era yo la única que creía que esto sería así y para mi sorpresa muchas más gente creía que todo estaba demasiado claro todo en la capital, incluso me topé con artículos que recomendaban sectores más económicos dentro la ciudad.
Pero nada de esto me resolvía el problema, tengo que hacer algo y aun no sé qué puede ser. Mientras tanto aproveche de mejorar la bicicleta, ponerle neumáticos nuevos y que le revisaran los frenos, todo está tranquilo… pero no estoy feliz…

Lo que me recuerda que hace algún tiempo hablando con mi papá le digo, “Cómo estás?”, y él me responde: “Tranquilo hija, tranquilo.” Y yo lo miré y le dije “Eso es significa que estas feliz”, me miro sorprendido y dijo: “Ha!, bueno eso es otra cosa.” Yo me pregunto ¿Y porque es otra cosa?...

Simple porque estamos más pendientes del equipo móvil, que de llamar a los amigos, más pendientes de pagar deudas, que de comprar cosas que nos gusten realmente. Y todo se vuelve al mismo lup: es necesario – entonces lo compro - sino lo dejo para después- Es necesario… Y que pasó con él no es necesario pero me gusta?, o no es necesario pero quiero tenerlo, o quiero hacerlo, o quiero comerlo, o cualquier quiero? Nada está en el cajón junto con las cosas pendientes de la vida, lo haremos más adelante, no tengo idea cuando, así como vamos cando me diagnostiquen tres meses de vida o algo similar.

Después de revisar de arriba a abajo todo lo que se me ocurrió para poder comprar una casa en un lugar agradable donde el nivel de ruido me permita dormir y que esté cerca de mi trabajo, decidí que no me puedo preocupar realmente de eso en la pega, me estaba tomando demasiado tiempo entender que no sería simple y que era mejor centrarse en el trabajo. Acabo la jornada con dos retos de mi jefe porque estoy muy distraída y la inevitable sensación de que si mi jefe usara el 100% de mis capacidades tal vez no me sentiría tan frustrada la mitad del tiempo con mi trabajo, y que si trabajar al 100 igual habría algo que olvidaría al fin y al cabo la memoria es algo que se entrena y la mía esta algo deslazada en la poca demanda.

Cuando llegué a casa me percaté que las ruedas de la bici estaban más gastadas de lo que recordaba, así que para variar tuve que revisar los gatos y ver como lo haría en los próximos días para poder cambiarlas, como vengo proponiendo desde hace… Uf! Unas dos semanas, la idea no es caerme en medio de la calle con Luca, la idea es poder evitarme el gasto de la micro y ayudarme con el tema del tiempo en ir y volver para estar con mi hijo, y obviamente apalear el tema del ejercicio que no hago prácticamente nada… la bici aporta, pero no sé porque no me convence el tema de cambiar los neumáticos, y francamente el costo es harto mayor al que yo espero.

Algo del sueño de con mi abuela vuelve a mi memoria cuando armo la maleta para irme a casa de mi tía, me miro la mano, casi no se nota el corte y me siento más tranquila. Es viernes, pero Luca esta tanto o más cansado que yo y se queda dormido después de la cena, nos vamos mañana.
Antes de dormirme, escucho a lo lejos una persona reírse… se ríe tanto que me molesta… no pensé jamás llegar a este punto, molestarme porque una persona se ríe y yo no estoy contenta. 

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