martes, 26 de marzo de 2013

Paralelo (Parte C)

“Toma mi mano, como te llamar?”

Yo tiritaba de rabia, es una reacción que no controlo, pero me suele suceder cuando lo que me ha pasado supera mi nivel de entendimiento y tirito de pies a cabezas en el suelo, me cubren con una chaqueta, alguien llama a alguien y me tratan de acordonar porque no me pueden mover, alguien grita algo como: “Esta bien, pero no hay que moverla.”
De repente me doy cuenta que no he perdido nunca la conciencia, no sé como pero estoy tan despierta y además tengo rabia… con el rato acostada en el suelo me empieza el frío y quiero poder moverme de la calle, sigo tendida mientras alguien llama alguien más y de repente recuerdo que debo avisar que no voy a llegar.
“Yo trabajo allí”-digo apuntando al edificio a casi dos cuadras de distancia-”Pueden avisar que me pasó algo, me están esperando”…
Alguien me dice que tratara de sacar mi mochila, yo me muevo un poco y luego recuerdo que llevo el celular en el bolsillo  así que llamo para avisar que me atropellaron… es la primera vez que lo digo en voz alta y me ruedan lagrimas… Mi compañero recibe la noticia incrédulo, luego me dice y donde estas, para cuando cuelgo escucho los pasos de alguien corriendo hacia mí, mi compañero está mirándome incrédulo.
“Lo ciento, venía caminando y…”
El me mira sin entender porque me disculpo, luego le digo se puede ir de vuelta al hotel, porque yo ya había llamado a mi tía y vendía en camino, pero el se queda junto a mí a unos metros, habla con los bomberos que habían llegado, y me cubre con un saco de dormir, alguien me habla pero para hacerlo tiene que agacharse y yo sigo tiritando esta vez de frío  el dolor se vuelve intenso por el frío  la ambulancia viene en camino, no sé porque la llamaron no me va a pasar nada, pero ellos no me hacen caso y siguen hablando, pasarían fríos minutos mientras espero y la voz de mi hermana llamándome me hace llorar, tengo miedo porque siento una puntada en la pierna un dolor muy fuerte en la espalda y el frío me hace doler más aún, tras mi hermana mi tía. Cata se agacha y me toma la mano, me mira y dice: “estas bien?”, que no es la mejor pregunta en esas circunstancias, pero le respondo con sinceridad.
“No, me duele mucho la pierna, tengo mucho frío lo único que quiero es que me levanten del suelo, pero no me dejan levantarme.”
“La ambulancia está en camino, debe llegar en unos minutos…” dice mirando alrededor. Un bombero se acerca y le habla, lo habían visto doto, mi compañero de trabajo se pasea mirando la distancia que volé por los aires y toma lo que quedó del espejo retrovisor, me mira, se nos acerca y luego habla con Cata, en eso llega la ambulancia, de pronto me quedo en silencio no escucho nada y de pronto estoy de vuelta, la única que lo nota fue Cata.
“Que te pasó?”
“Me siento extraña… tengo sueño…” Catan no dice anda.
“Quien va a ir contigo en la ambulancia?”
“Yo, responde cata, la tía nos va a seguir en el auto.”
“Quien va a cubrir mi turno?”
“No te preocupes de esas cosas, tu vete tranquila.”
Las puertas de la ambulancia se cierran y yo comienzo a entrar en calor, alguien habla por radio y Cata me mira y dice “A ti nomas la atropellan por la espalda…”
Me rio sin ganas, la posta central está cerca y quiero saber cuánto vamos a demorar, el sueño se vuelve parte de mí, bostezo, pero me duele, lo único que quiero es dormir, tengo tanto sueño…  

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