Desperté antes de que sonara la alarma, y me levanté sin
pensar que era temprano o que podría ser un buen día. Tome un café cargado y me
senté sola en la mesa. Que bello día, que ganas de quedarme en casa, de no
tener que ir a mi trabajo, de tener todo resuelto.
Me vestí sin mirarme en el espejo, tome mis cosas y partí…
como vuela el tiempo, como se hace tan predecible todo… cruzaba la calle
cuando escuché un ruido fuerte, cerré los ojos un segundo y cuando los abrí
estaba mirando para el lado contrario… para el lado contrario… en dos segundos
había volado casi cinco metros y aterrizado de espaldas, mi mochila con ropa me
había amortiguado la caída, pero cuando trate de levantarme… no pude sostenerme
en pie.
Y fue entonces cuando grite.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario