Habría dado
todo por poder entender antes de que pasaran las cosas, que algo malo traería
todo esto. Pero es rarísimo, no lo sospeche siquiera.
Ya me había
acostumbrado a dormir entre dos y tres horas, a que mi aspecto se viera cada
vez mejor, me sentía más animada y tenía muchas más cosas que hacer, había
logrado armar una rutina para mantener la fachada en casa, pero no siempre todo
salía tan bien como esperaba.
Mi madre había
pedido una reunión para hablar con nosotras, estábamos solo la familia reunidas
en el living de casa, mi papa había salido a comprar algo a última hora y no
había llegado, cuando mi mamá nos anunció que se irían de viaje con papá por un
mes al ecuador, hasta allí todo bien. El almuerzo fue agradable, la sobre mesa
se alargó la estadía en la mesa mientras mi madre nos contaba anécdotas sobre los
antojos del embarazo, los aprietos en los que mi papa se metió por conseguir los
antojos, y las diferencias que había sentido al estar embarazada de mi o de mi hermana.
Viviana miraba
a mamá y yo sentía que tenía un brillo particular, pero no podía determinar de dónde
provenía, mi mamá reía y todos estábamos de buen ánimo, tanto que no me percaté
cuando empecé a elevarme, estaba sentada en la mesa u sentí mis piernas topar
con la mesa… logré ocultar el tema, pero me sucedió tantas veces y fue tan
complicado manejar la situación sin que nadie notara nada que finalmente opte
por irme al baño rogando que mis pies tocaran el suelo.
Sentada en el
baño, tomé mi celular y llamé a Julián, no contesto y le dejé el mensaje, en
realidad tenía pocas posibilidades de que respondiera, pasaron unos minutos y
para mi sorpresa era él.
“Que pasó?- me
respondió una voz de ultra tumba.”
“Julián no logro controlarlo, estaba en la mesa almorzando y me sin darme cuenta estaba volando encima de la silla.”
“Julián no logro controlarlo, estaba en la mesa almorzando y me sin darme cuenta estaba volando encima de la silla.”
“Bien no te
preocupes, es normal. Te has reído mucho y lo has pasado bien cierto?”
“Si”
“Es natural que
si estas demasiado contenta fluyas con mayor facilidad… y bueno vueles.”
“Me estás diciendo que tengo que poner cara de pocos amigos con mi gente para evitarme las preguntas sobre porque estoy volando sobre la silla?”
“Me estás diciendo que tengo que poner cara de pocos amigos con mi gente para evitarme las preguntas sobre porque estoy volando sobre la silla?”
“No, podría volar
en círculos en la habitación y lo único que necesitas es manipularlos para que
ellos sólo recuerden que estabas sentada en tu silla.”
“MANIPULARRLOS?!”
“MANIPULARRLOS?!”
“He… no me
refiero a manipularlos como a controlar su voluntad, me refiero que podrías
hacerles creer que no estas volando simplemente, hasta que logres controlarte.”
“no me parece
para nada de bien. Que otra cosa puedo hacer?”
“nada realmente, si te pones algo para evitar que vueles, lo van a ver y no va a evitar que vueles, si te pones seria puede que vueles igual, si estas demasiado feliz vas a volar… en realidad lo único que puedes hacer es que cuando ellos perciban que estas volando, hipnotizarlos para que no lo recuerden.”
“nada realmente, si te pones algo para evitar que vueles, lo van a ver y no va a evitar que vueles, si te pones seria puede que vueles igual, si estas demasiado feliz vas a volar… en realidad lo único que puedes hacer es que cuando ellos perciban que estas volando, hipnotizarlos para que no lo recuerden.”
“Ha… mmm… no me
gusta tu idea.”
“No es mi idea, es la respuesta a tu problema.”
“No es mi idea, es la respuesta a tu problema.”
“Hay otra
respuesta, irme ahora que aún no se han percatado de nada.”
“Pero te vas a
perder el postre y las risas…”
“Pero no voy a
estar mintiéndole a nadie.”
Julián aguardo
a que tomara mi decisión y luego me dijo, te veo esta noche, se oía cansado y
la verdad es que no lo culpaba. Volví a la mesa y no necesite excusarme mi
rostro estaba tan pálido y mi madre me moto incomoda, con todo lo que había
vivido en estos últimos años, ella sabía de sobra que lo mejor era dejarme
sola, me ofreció mi antiguo cuarto, para que me recostara y me fui a acostar allí,
pasaría una media hora y me sentí otra vez bien, así que bajé para estar con
ellos, pero era una tortura, en mi cabeza estaban las palabras de Julián un hipnotizador
experto que no tenía mis remordimientos y su frase “es lo mejor, hasta que lo
aprendas a controlar.” Pero no quería creer que esto me estaba pasando a mí.
Un par de días más
tarde me toco hacerme los exámenes para saber mis niveles plasmáticos, el
estado del cáncer y otras cosas que no vale la pena detallas. Para mi sorpresa
todo seguía igual, el cáncer estaba controlado, aún estaba anémica, etc. El
conjuro de la bienvenida vampírica no me había borrado nada, solo cubierto los síntomas.
Cuando Julián
se reunió con migo en la casa de Santiago, yo sólo quería que me abrazara,
estaba cansada y algo mareada, tenía una especie de vacío en el pecho y por
primera vez desde que este conjuro había comenzado, tuve sueño.
Julián me
abrazo, me mimo durante la noche y se quedó en mi casa, no supe los detalles de
don estaría, pero me dijo que estaría cerca. Comenzaba a entender a qué se
refería cuando me explicaba que solo era miembro honorario de su mundo, aún era
humana, aun podía llorar, aún podía sufrir, aún podía morir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario