lunes, 1 de abril de 2013

Estas en mi vida (P05)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


Habría dado todo por poder entender antes de que pasaran las cosas, que algo malo traería todo esto. Pero es rarísimo, no lo sospeche siquiera.
Ya me había acostumbrado a dormir entre dos y tres horas, a que mi aspecto se viera cada vez mejor, me sentía más animada y tenía muchas más cosas que hacer, había logrado armar una rutina para mantener la fachada en casa, pero no siempre todo salía tan bien como esperaba.
Mi madre había pedido una reunión para hablar con nosotras, estábamos solo la familia reunidas en el living de casa, mi papa había salido a comprar algo a última hora y no había llegado, cuando mi mamá nos anunció que se irían de viaje con papá por un mes al ecuador, hasta allí todo bien. El almuerzo fue agradable, la sobre mesa se alargó la estadía en la mesa mientras mi madre nos contaba anécdotas sobre los antojos del embarazo, los aprietos en los que mi papa se metió por conseguir los antojos, y las diferencias que había sentido al estar embarazada de mi o de mi hermana.
Viviana miraba a mamá y yo sentía que tenía un brillo particular, pero no podía determinar de dónde provenía, mi mamá reía y todos estábamos de buen ánimo, tanto que no me percaté cuando empecé a elevarme, estaba sentada en la mesa u sentí mis piernas topar con la mesa… logré ocultar el tema, pero me sucedió tantas veces y fue tan complicado manejar la situación sin que nadie notara nada que finalmente opte por irme al baño rogando que mis pies tocaran el suelo.
Sentada en el baño, tomé mi celular y llamé a Julián, no contesto y le dejé el mensaje, en realidad tenía pocas posibilidades de que respondiera, pasaron unos minutos y para mi sorpresa era él.
“Que pasó?- me respondió una voz de ultra tumba.”
“Julián no logro controlarlo, estaba en la mesa almorzando y me sin darme cuenta estaba volando encima de la silla.”
“Bien no te preocupes, es normal. Te has reído mucho y lo has pasado bien cierto?”
“Si”
“Es natural que si estas demasiado contenta fluyas con mayor facilidad… y bueno vueles.”
“Me estás diciendo que tengo que poner cara de pocos amigos con mi gente para evitarme las preguntas sobre porque estoy volando sobre la silla?”
“No, podría volar en círculos en la habitación y lo único que necesitas es manipularlos para que ellos sólo recuerden que estabas sentada en tu silla.”
“MANIPULARRLOS?!”
“He… no me refiero a manipularlos como a controlar su voluntad, me refiero que podrías hacerles creer que no estas volando simplemente, hasta que logres controlarte.”
“no me parece para nada de bien. Que otra cosa puedo hacer?”
“nada realmente, si te pones algo para evitar que vueles, lo van a ver y no va a evitar que vueles, si te pones seria puede que vueles igual, si estas demasiado feliz vas a volar… en realidad lo único que puedes hacer es que cuando ellos perciban que estas volando, hipnotizarlos para que no lo recuerden.”
“Ha… mmm… no me gusta tu idea.”
“No es mi idea, es la respuesta a tu problema.”
“Hay otra respuesta, irme ahora que aún no se han percatado de nada.”
“Pero te vas a perder el postre y las risas…”
“Pero no voy a estar mintiéndole a nadie.”
Julián aguardo a que tomara mi decisión y luego me dijo, te veo esta noche, se oía cansado y la verdad es que no lo culpaba. Volví a la mesa y no necesite excusarme mi rostro estaba tan pálido y mi madre me moto incomoda, con todo lo que había vivido en estos últimos años, ella sabía de sobra que lo mejor era dejarme sola, me ofreció mi antiguo cuarto, para que me recostara y me fui a acostar allí, pasaría una media hora y me sentí otra vez bien, así que bajé para estar con ellos, pero era una tortura, en mi cabeza estaban las palabras de Julián un hipnotizador experto que no tenía mis remordimientos y su frase “es lo mejor, hasta que lo aprendas a controlar.” Pero no quería creer que esto me estaba pasando a mí.
Un par de días más tarde me toco hacerme los exámenes para saber mis niveles plasmáticos, el estado del cáncer y otras cosas que no vale la pena detallas. Para mi sorpresa todo seguía igual, el cáncer estaba controlado, aún estaba anémica, etc. El conjuro de la bienvenida vampírica no me había borrado nada, solo cubierto los síntomas.
Cuando Julián se reunió con migo en la casa de Santiago, yo sólo quería que me abrazara, estaba cansada y algo mareada, tenía una especie de vacío en el pecho y por primera vez desde que este conjuro había comenzado, tuve sueño.
Julián me abrazo, me mimo durante la noche y se quedó en mi casa, no supe los detalles de don estaría, pero me dijo que estaría cerca. Comenzaba a entender a qué se refería cuando me explicaba que solo era miembro honorario de su mundo, aún era humana, aun podía llorar, aún podía sufrir, aún podía morir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario