Las primeras
horas fueron algo extrañas, le costaba concentrarse y pensar, luego de un rato,
me di cuenta que está agotado y le pedí que durmiera mientras yo iba por un
poco de comida. En la cocina el sol rallaba el alba pero no hacía calor,
percibía los cambios del amanecer, el ruido de la ciudad me quedé quieta mirando
el infinito desde mi ventana, hace una semana que no salgo de casa, hace una
semana que no he visto el sol del mediodía, que estoy haciendo? ¿Por qué no me
vuelvo vampiro de una vez por todas y salgo del dilema de mi cáncer…?
Pero no en mi
cabeza la sola idea de volverme una criatura de la noche, y perder mi libertad
de vivir y hacer a la hora que quisiera, me molestaba, la inmortalidad y la
apariencia de juventud permanente no valían el precio de mi libertad horaria,
además cuanto tiempo sería realmente feliz, hasta que fuera como Julián que
para el no hay años ni fechas… no podía imaginar como lo hacía el para
continuar viviendo y no desear morir, si sus días eran un cumulo de tiempo y no
una aventura como lo eran los míos.
Me serví la
bandeja y regresé a la cama, la oscuridad de la habitación y el cuerpo cansado
de Julián a un lado de la cama me hicieron pensar dos veces y regresé a la
cocina, desayuné tranquila. Busque la computadora, revisé mis correos y revisé
las páginas de tiendas que más me gusta, miré el estado de cuenta, pague mis
cuentas por la web y abrí mi diario virtual, lo había comenzado cunado una
noche Julián encontró mi diario físico y quiso leerlo, el archivo tiene clave,
pero no hay que ser un genio para deducirla, de todos modos Julián no entiende
de tecnología o al menos no lo suficiente que yo sepa, así que empecé a
escribir mi lista de quiero, mi médico me había dicho que para no perder el
tumbo tratara de hacer una lista de cosas que quisiera concretar en el corto
plazo y que fuera realista, así que pensando en mi vida y mis cosas empecé a
elaborar la lista de cosas que quería lograr y me sentí sola.
“Hola”
“Hola hermana”-
respondió Viviana por el teléfono.
“Como va todo?”
“bien, bien,
cuando vuelves a Valpo?”
“Aún no lo sé,
el examen debería estar listo esta semana, veo al médico y si todo está bien me
voy de vuelta a casa.”
“Todo va a
estar bien.”
“Te echo de
menos hermana. Cuéntame ya fuiste a medico?, te sacaron eco-grafía?, como te has
sentido?”
Viviana se
quedó en silencio, luego suspiro antes de hablar.
“Creo que te
sientes sola, quieres que me valla unos días contigo a la capital?”
“Puedes?”
“Claro que
puedo, aún estoy en mi primer trimestre, puedo correr, puedo manejar, puedo
hacer muchas cosas, hablaré con Pablo antes de partir, te veré en unas horas.”
“Gracias”
Me senté a
terminar de comer pero ya no tenía hambre. Volví a la pieza Julián dormía, no
sería difícil dejarlo dormir el resto del día como él está acostumbrado y salir
con Viviana a ver tiendas o a pasear. Estaba cansada, y quería quitarme de
encima esta sensación de que algo malo va a pasar.
“Hermana, estas
lista?”
Pregunto desde
el otro lado de la puerta del baño Viviana.
“Si ya salgo.”
Respondí animada.
“Bien a dónde
vamos?”
La miré con
cara de pilla, no quise decirle que estaba planeando porque quería ver su cara.
Salimos en mi auto, rumbo al Oriente de la capital, el viaje fue caluroso pero
Viviana no se quejó y llegamos a una tienda donde había todo tipo de artículos
para bebé. La cara de Vivi era de asombro y alegría, entramos y ella recorrió
todos los rincones repitiendo “Que lindo” con énfasis en la i y haciendo
mención que si pudiera envolvería la tienda entera para regalo y se la llevaría
a su casa.
Compramos el
ajuar entero, tenidas para la primera semana, mamaderas, sacaleches eléctrico,
un cojín para dar de mamar y una almohada que era para cuando ella cumpliera
cinco meses de embarazo y servía hasta que el bebé tuviera 1 año, todo en
colores neutros que sirvieran para niño y para niña, porque para saber que es
faltan unos meses.
Después de
comprar y dejar todo en el auto, nos fuimos al hospital, Vivi se quedó en la
sala de espera hablando con una de las enfermeras conocíamos y contándole todo
del bebé. Mientras que yo iba por mis exámenes y en el pasillo encontré a mi
doctor, la expresión de su rostro me llamó la atención. Después de saludarlo,
caminó con migo hasta el laboratorio, aunque hablaba con total normalidad,
había pena en su voz y finalmente le pregunté que le pasaba.
“Hoy firme los
papeles del divorcio.”
“No sabía que
fuera casado.”
“Ocho años, un
hijo y dos de separación”
“Buena manera
de resumirlo. Y no está contento?”
“Tenía la
esperanza de que volveríamos… pero firmar los papeles es caer en cuenta que no
va a ser así… ahora soy oficial y legalmente un hombre soltero.”
“Bueno debería
celebrarlo.”
“Me gustaría
encontrar a alguien como tu encontraste a Julián.”
Espero que no,
no es que no quiera que tenga una relación es que no tiene idea de lo que es
relacionarse con un hombre que su vida es de noche y que a pesar de sus años a
veces parece un muchacho y no un hombre… pero no dije nada, me limité a sonreír
y de repente noté que el tenía los ojos verdes y me llamaba la atención.
Volví con mi
hermana y nos fuimos a casa, Vivi me contaba los últimos chismes del hospital y
yo escuchaba sin mucho interés hasta que hablo de mi doctor, cuando dijo su
nombre algo en mí se movió, no quise hacer comentarios de que me lo había
encontrado, la deje que me contara y asentí un par de veces para que supiera que
estaba escuchando. Llevamos a casa y eran las siete de la tarde, el atardecer
era hasta dentro de una hora, así que podría estar a solas con mi hermana un rato
más.
“Que estás
haciendo con tu pelo?”
“ha!...”-respondí
sin mirarla.
“Se te ve más
brillante, de echo parece que hubieras estado haciendo ejercicios, te ves más
delgada y esbelta.”
“Es solo
apariencia, la verdad es que los exámenes no salieron buenos, estoy en el límite,
mañana tengo hora con el doctor, al parecer tiene que hacerme más exámenes.
Estoy tan cansada de todo esto del cáncer. Me gustaría que hubiera una cura,
algo que me deje en paz, o morir de una vez.”
“No hables así,
no me gusta verte sin esperanzas. Además tienes a Julián, tienes planes para
vivir, tienes muchas cosas por que luchar y vivir.”
Tengo a Julián,
pero que tengo realmente?, tengo una vida de amor? O es que me estoy
desencantando de él y lo estoy viendo como es realmente…? Tengo miedo de haber
hecho las cosas mal, de haber dejado que se involucrado con migo sin ver antes
lo que esto significaba y a hora que le tengo más amor a la vida, mas deseo a
vivir en plenitud todo, no puedo creer que no pueda hacerlo, porque él no
puede, ir de viaje al caribe… para que si sólo podríamos salir de noche, ir a
la montaña… para que si solo podríamos caminar por la naturaleza de noche… y si
tal vez a otras personas les parezca tremendamente atractivo lo de la noche y
todo, pero a mí me está cansando y eso me da miedo.
“Podríamos
salir a baila esta noche”
“Si, llama a
Julián para que nos acompañe. Así aprovechamos de despedirme de mis últimos días
de diversión nocturna, cuando llegue el bebé, no voy a poder salir ni a la
esquina por 6 meses sin él, y después no voy a tener vida hasta que tenga como
7 años y si es que...”
Miré a mi
hermana, era una buena idea, pero algo me llamo la atención, nada de lo que
estaba diciendo lo decía con pena, o rabia, su tono era jocoso, como si se
burlara de si misma y de su antes y después. Además ya no sería Viviana, sería
la mamá, la mamá de alguien, su vida nunca más sería como antes y sentí algo de envidia.
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