miércoles, 3 de abril de 2013

Estas en mi vida (P08)

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


Las primeras horas fueron algo extrañas, le costaba concentrarse y pensar, luego de un rato, me di cuenta que está agotado y le pedí que durmiera mientras yo iba por un poco de comida. En la cocina el sol rallaba el alba pero no hacía calor, percibía los cambios del amanecer, el ruido de la ciudad me quedé quieta mirando el infinito desde mi ventana, hace una semana que no salgo de casa, hace una semana que no he visto el sol del mediodía, que estoy haciendo? ¿Por qué no me vuelvo vampiro de una vez por todas y salgo del dilema de mi cáncer…?
Pero no en mi cabeza la sola idea de volverme una criatura de la noche, y perder mi libertad de vivir y hacer a la hora que quisiera, me molestaba, la inmortalidad y la apariencia de juventud permanente no valían el precio de mi libertad horaria, además cuanto tiempo sería realmente feliz, hasta que fuera como Julián que para el no hay años ni fechas… no podía imaginar como lo hacía el para continuar viviendo y no desear morir, si sus días eran un cumulo de tiempo y no una aventura como lo eran los míos.
Me serví la bandeja y regresé a la cama, la oscuridad de la habitación y el cuerpo cansado de Julián a un lado de la cama me hicieron pensar dos veces y regresé a la cocina, desayuné tranquila. Busque la computadora, revisé mis correos y revisé las páginas de tiendas que más me gusta, miré el estado de cuenta, pague mis cuentas por la web y abrí mi diario virtual, lo había comenzado cunado una noche Julián encontró mi diario físico y quiso leerlo, el archivo tiene clave, pero no hay que ser un genio para deducirla, de todos modos Julián no entiende de tecnología o al menos no lo suficiente que yo sepa, así que empecé a escribir mi lista de quiero, mi médico me había dicho que para no perder el tumbo tratara de hacer una lista de cosas que quisiera concretar en el corto plazo y que fuera realista, así que pensando en mi vida y mis cosas empecé a elaborar la lista de cosas que quería lograr y me sentí sola.

“Hola”
“Hola hermana”- respondió Viviana por el teléfono.
“Como va todo?”
“bien, bien, cuando vuelves a Valpo?”
“Aún no lo sé, el examen debería estar listo esta semana, veo al médico y si todo está bien me voy de vuelta a casa.”
“Todo va a estar bien.”
“Te echo de menos hermana. Cuéntame ya fuiste a medico?, te sacaron eco-grafía?, como te has sentido?”
Viviana se quedó en silencio, luego suspiro antes de hablar.
“Creo que te sientes sola, quieres que me valla unos días contigo a la capital?”
“Puedes?”
“Claro que puedo, aún estoy en mi primer trimestre, puedo correr, puedo manejar, puedo hacer muchas cosas, hablaré con Pablo antes de partir, te veré en unas horas.”
“Gracias”

Me senté a terminar de comer pero ya no tenía hambre. Volví a la pieza Julián dormía, no sería difícil dejarlo dormir el resto del día como él está acostumbrado y salir con Viviana a ver tiendas o a pasear. Estaba cansada, y quería quitarme de encima esta sensación de que algo malo va a pasar.

“Hermana, estas lista?”
Pregunto desde el otro lado de la puerta del baño Viviana.
“Si ya salgo.” Respondí animada.
“Bien a dónde vamos?”
La miré con cara de pilla, no quise decirle que estaba planeando porque quería ver su cara. Salimos en mi auto, rumbo al Oriente de la capital, el viaje fue caluroso pero Viviana no se quejó y llegamos a una tienda donde había todo tipo de artículos para bebé. La cara de Vivi era de asombro y alegría, entramos y ella recorrió todos los rincones repitiendo “Que lindo” con énfasis en la i y haciendo mención que si pudiera envolvería la tienda entera para regalo y se la llevaría a su casa.
Compramos el ajuar entero, tenidas para la primera semana, mamaderas, sacaleches eléctrico, un cojín para dar de mamar y una almohada que era para cuando ella cumpliera cinco meses de embarazo y servía hasta que el bebé tuviera 1 año, todo en colores neutros que sirvieran para niño y para niña, porque para saber que es faltan unos meses.
Después de comprar y dejar todo en el auto, nos fuimos al hospital, Vivi se quedó en la sala de espera hablando con una de las enfermeras conocíamos y contándole todo del bebé. Mientras que yo iba por mis exámenes y en el pasillo encontré a mi doctor, la expresión de su rostro me llamó la atención. Después de saludarlo, caminó con migo hasta el laboratorio, aunque hablaba con total normalidad, había pena en su voz y finalmente le pregunté que le pasaba.

“Hoy firme los papeles del divorcio.”
“No sabía que fuera casado.”
“Ocho años, un hijo y dos de separación”
“Buena manera de resumirlo. Y no está contento?”
“Tenía la esperanza de que volveríamos… pero firmar los papeles es caer en cuenta que no va a ser así… ahora soy oficial y legalmente un hombre soltero.”
“Bueno debería celebrarlo.”
“Me gustaría encontrar a alguien como tu encontraste a Julián.”

Espero que no, no es que no quiera que tenga una relación es que no tiene idea de lo que es relacionarse con un hombre que su vida es de noche y que a pesar de sus años a veces parece un muchacho y no un hombre… pero no dije nada, me limité a sonreír y de repente noté que el tenía los ojos verdes y me llamaba la atención.
Volví con mi hermana y nos fuimos a casa, Vivi me contaba los últimos chismes del hospital y yo escuchaba sin mucho interés hasta que hablo de mi doctor, cuando dijo su nombre algo en mí se movió, no quise hacer comentarios de que me lo había encontrado, la deje que me contara y asentí un par de veces para que supiera que estaba escuchando. Llevamos a casa y eran las siete de la tarde, el atardecer era hasta dentro de una hora, así que podría estar a solas con mi hermana un rato más.
“Que estás haciendo con tu pelo?”
“ha!...”-respondí sin mirarla.
“Se te ve más brillante, de echo parece que hubieras estado haciendo ejercicios, te ves más delgada y esbelta.”
“Es solo apariencia, la verdad es que los exámenes no salieron buenos, estoy en el límite, mañana tengo hora con el doctor, al parecer tiene que hacerme más exámenes. Estoy tan cansada de todo esto del cáncer. Me gustaría que hubiera una cura, algo que me deje en paz, o morir de una vez.”
“No hables así, no me gusta verte sin esperanzas. Además tienes a Julián, tienes planes para vivir, tienes muchas cosas por que luchar y vivir.”

Tengo a Julián, pero que tengo realmente?, tengo una vida de amor? O es que me estoy desencantando de él y lo estoy viendo como es realmente…? Tengo miedo de haber hecho las cosas mal, de haber dejado que se involucrado con migo sin ver antes lo que esto significaba y a hora que le tengo más amor a la vida, mas deseo a vivir en plenitud todo, no puedo creer que no pueda hacerlo, porque él no puede, ir de viaje al caribe… para que si sólo podríamos salir de noche, ir a la montaña… para que si solo podríamos caminar por la naturaleza de noche… y si tal vez a otras personas les parezca tremendamente atractivo lo de la noche y todo, pero a mí me está cansando y eso me da miedo.

“Podríamos salir a baila esta noche”
“Si, llama a Julián para que nos acompañe. Así aprovechamos de despedirme de mis últimos días de diversión nocturna, cuando llegue el bebé, no voy a poder salir ni a la esquina por 6 meses sin él, y después no voy a tener vida hasta que tenga como 7 años y si es que...”
Miré a mi hermana, era una buena idea, pero algo me llamo la atención, nada de lo que estaba diciendo lo decía con pena, o rabia, su tono era jocoso, como si se burlara de si misma y de su antes y después. Además ya no sería Viviana, sería la mamá, la mamá de alguien, su vida nunca más sería como antes  y sentí algo de envidia.

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