Mil preguntas y ninguna respuesta, porque Julián mando los pasajes de avión a Carlos?, ¿Por qué le dio mi teléfono?, que pretendía que hicieras con el en casa? Mi cabeza no procesaba ni la mitad de las preguntas cuando llegue a buscarlo y se subió a mi auto con una maleta pequeña.
“Vale, esta ciudad es más grande de lo que
imaginaba.”
“Si no somos un pueblo, ya somos una cuidad, espera
a que veas Valparaíso, te va a encantar tiene un aire europeo, o eso me han
dicho francamente nunca salí de Madrid”
“Es bien wuay Julián, mira que mandarme los
billetes”
“Dime una cosa, te mando alguna nota con lo
pasajes?”
“Solo este papel que decía ’cumple un sueño, va por
mi’”
“Mmm”- y no pude evitar pensar ‘manipulador’.
“Pero es que no te a dicho nada?”
“No”
“Vale, vale…”
“Te dijo porque regresé a Chile?”
“En realidad no, creo que al día siguiente cuando
estaba despertando de la borrachera algo ha mencionado, pero no lo recuerdo.”
Llegamos a casa, estacione en la entrada y entramos
a casa y lo acompañe hasta una de las dos habitaciones que tenía para visitas,
Carlo se acomodó y de pronto me pareció que no debíamos quedarnos aquí, debería
volver a Valpo esta tarde y….
“Carlo, estas de ánimo para hacer otro viaje, este
es más corto en dos horas estaríamos en mi casa de Valpo y hoy podríamos ver el
puerto de noche, te va a encantar.”
“Vale, me podré quedar en tu casa entonces”
“Si, tengo una habitación extra, te va a gustar.”
Salimos rumbo a Valparaíso, y llegamos antes de las
cinco de la tarde, la verdad extrañaba el olor del mar, la tranquilidad que
siento cuando estoy en casa y la cercanía con mi gente. Llamé a Viviana y quedé
de pasar a verla en un rato, Carlo acomodó todo en el cuarto que alguna vez fue
de mi hermana, y me sorprendí contenta de tener algo que hacer que no fuera
pensar en Julián, habían pasado tantas cosas en cinco años, tantos ir y venir
de la relación que creo que esta era la primera vez que estaba pensando en mí y
en lo que yo quería hacer en mucho tiempo, y eso me agradaba.
Viviana nos recibió contenta, en un comienzo creyó
que Carlo era Julián, pero bastaron dos palabras para notar el acento y percatarse
de las diferencias. Por suerte Vivi no quiso hacerle un interrogatorio sobre dónde
y cómo nos conocimos, así que Carlo pudo explayarse en las cosas que quiso sin
problemas, a eso de las nueve, regresamos a casa, Carlo se sentía tan cómodo
con mi hermana que se habría quedado hablando hasta las once de la noche si no
fuera porque el embarazo la tiene cansada.
“Gracias por presentarme a tu hermana.”
“No hay de que, quieres ir a ver Valpo de noche, es
increíble.”
Recorrimos parte del camino en auto, lo estacioné
en el mirador del Cerro Concepción y luego bajamos caminando, yo lo guiaba por
las calles hasta que llegamos a uno de los miradores que me gustan más, y nos sentamos
a ver el mar… No recuerdo que habremos hablado, la verdad no recuerdo si
hablamos del todo, Carlo estaba impresionado por la vista y yo estaba tranquila
por tener compañía, independiente que esta en particular no me provocara lo que Julián me provocaba. De
pronto miré al cielo y lo vi, volando a una distancia prudente, suspendido en
un lugar imposible si no fuera porque es vampiro y no pude evitar preguntarme
si desde esa distancia podía leer mis pensamientos?...
Como a las once yo estaba cansada, así que regresamos al
auto, Carlo se estaba quedando dormido en el asiento del copiloto y la verdad
es que cuando entramos a casa, se fue directo a dormir a su habitación y no me pareció mal, me habría encantado tener un momento para comer algo, o un hechizo como el
de la casa de Julián donde todo aparece después de pensarlo, tenía hambre y
quería comer algo dulce, por suerte no fue necesario, cuando entré en mi habitación justo en la ventana de mi pieza había
un paquete, cuando lo abrí encontré un pastel de manzana y canela, con un vaso de chocolate espeso. La nota decía ‘Disfruta, Julián.’
Por primera vez desde que lo conozco, me pregunté dejando
de lado que lo quiero de verdad, si yo era realmente capaz de vivir con lo que
su mundo implicaba… necesitaba tiempo, mucho tiempo para pesar, mucho tiempo
para ver si era capaz de vivir realmente con mi vampiro o era tiempo de dejarlo
ir de verdad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario