Carlo tenía trabajo, yo tenía mis clases de
pintura, lentamente estábamos armando una rutina, una situación similar a la de
una pareja que comienza a convivir, algo divertida, algo seria, habíamos
tomado roles y él me sorprendía con un detalle diferente todos los días, si no
eran flores, eran chocolates o una postal, o un comentario, o una nota, yo
empecé a sentirme más y más feliz conforme aceptaba que Julián se había ido y
que con Carlo podría tener una vida humana plena, todo iba bien hasta que
apareció Laila…
Bueno la vampiro que había aparecido en el aeropuerto de Madrid disfrazada de aeromoza, y que había llamado alguna vez
hace unas ocho semanas atrás para invitarme a un bar, decidió despues de que nunca
respondí o devolví sus llamados, aparecer en mi casa un atardecer, cuando yo
salía de casa a comprar el pan porque Carlo estaba por llegar y quería que
cenada con pan fresco.
“Hola”
Paré en seco.
“Liala, ¿Qué haces aquí?”
“Estoy de visita, mañana parto a Europa a pasar la
temporada de invierno y quería verte.”
“Ustedes los vampiros que les gusta todo al revés.”
“Es natural, en invierno todos son mas pálidos, así
que no sobresalimos entre la gente bronceada por el sol, además quien crees que
puso de moda el usar una chaqueta de cuero y un pollera en pleno invierno,
nosotros… ustedes los humanos lo aguantan porque lucen bien, pero nosotros lo
aguantamos porque el frío no nos influye.”
“No sé por qué no me parece extraño el tema, ahora que lo
mencionas.”
“Bueno, así que te has involucrado con un humano
después de vivir y recordar una experiencia con un vampiro… dime como lo haces
para… tu sabes.”
“Para tu sabes que? ... de que me estás hablando?”
“Ha! Vamos, sabes de que hablo, de estar
sexualmente con un semi dios y ahora con un simple humano.”
“No te voy a responder”
“Pero porqué?”
“Liliana, te está pasando la cuenta ser vampiro hace
demasiados años. En primer lugar: no te importa; en segundo lugar: no hago nada
diferente, solo soy yo misma.”
“Mira, no se me habría ocurrido, ser tu misma,
debes ser muy especial ‘Tu mima’. Una chica especial,
Julián debió considerar que merecías vivir y tener familia o no te habría hecho
la invitación”
“Otra vez, ¿de qué me estás hablando?”- pregunte
extrañada y menos molesta.
“Para que sea miembro honorario, hay una serie de
requisitos que debes tener uno de ellos es que el vampiro que te invita tendrá
un lazo contigo para toda tu vida mortal, el sentirá lo que tu sientes, el vera
lo que tu vez, el estará junto a ti si corres peligro real, sea de noche o de
día y ese vampiro no solo se compromete a cuidar de ti, te invita y se responsabiliza
por ti, tu bienestar físico y tu descendencia por el resto de tu vida.”
“Pero…”
Miré el suelo extrañada, mire a mi alrededor, y noté que caminábamos
cerro a bajo y voltee porque estábamos muy lejos de casa, a cada paso que daba
me preguntaba porque Julián habría omitido esa parte de la historia, porque
Laila había venido a hablarme de esto ahora, y porque tenía la sensación de que había algún otro detalle obvio que estaba olvidando.
“Pero qué? joven muchacha”- respondía Laila en el
mismo tono en el que decía todas las cosas, neutro, sin emoción como si no le
importara nada de nada.
“Laila si sigues con los apelativos, te voy a
responder- la miré desafiante, ella no dijo ni hizo nada salvo caminar junto a
mí-… pero a que te refieres con que me hizo la invitación? se supone que pidió consideraran mi caso, para dejarme en libertad de acción el día que quisiera retomar mi vida humana, el quería cuidarme...”
“Si hay que pedir una autorización, pero es un tramite nada mas. La invitación es un conjuro, se llama así
‘Invitación’, claro que se dice en un idioma que existió en el principio de los
tiempo, el conjuro incorpora al humano a vivir nuestra vida sin volverse uno de
nosotros, para eso se enlaza a uno de nosotros su vida, hasta que esta concluya
ya sea volviéndose vampiro o con su muerte”
“Laila… como se vuelven vampiros?”
“Ha eso cariño sólo lo sabrás cuando tú te
conviertas en uno, si llegara a decírtelo estaría cometiendo un suicidio, me
matarían por revelar ese secreto… sólo te puedo decir que la época oscura en
que los vampiros nos alimentábamos de cientos de humanos por las noches y que
arrasábamos con ciudades enteras ese tiempo estas atrás, que ahora sabemos que
podemos comer alimentos, aunque no nos satisfacen como la sangre, y que si
deseamos podemos tomar hasta quedar satisfechos que es lo que normalmente pasa
luego de tomar medio o un litro de sangre, sin matar a nuestra víctima y luego podemos hacerla olvidar… además, los vampiros que dejaban secos a sus presas se han
extinguido, en parte por que los han matado las autoridades, en parte porque se
descubrió que era una enfermedad un estado de ‘Locura’ si se pudiera llamar de algún
modo y es fácil de diagnosticar, pero nada de esto explica porque tu Julián decidio hacerte la 'Invitación'."
Estábamos de regreso en la puerta de mi casa, y la
miré tratando de entender porque esta mujer estaba aquí ahora, hablándome de
cosas que Julián nunca me dijo, cuando de pronto caí en cuenta de un detalle,
Laila siempre supo quién era yo, como si siempre me hubiera conocido, sería uno
de los vigilantes o era otra cosa la que la había hecho acercarse a mi esa noche en Madrid?...
“Qué relación tienes con Julián?”- dije de pronto.
“Creo que lo sabes perfectamente”- respondió en ese
tono que me empezaba a irritar, porque no revelaba nada de nada.
“Lo sé - miré el suelo-… Pero tú, ¿lo sabes?”-respondí tratando se sacarle mentira por verdad.
La miré a los ojos, y por un segundo sentí que ella
tenía envidia, en sus ojos se transmitía una mezcla de envidia y de alegría
ahora que sabía con certeza que con Julián no estábamos juntos, pero no alcance
a terminar de pensar eso, cuando Julián apareció.
“Laila”- dijo por saludo y la tomo del brazo.
“Julián”.- respondió ella y podría haber jurado que
ella estaba esperando que el llegara.
La escena era algo extraña, mi ex tomando del bazo
bruscamente a una mujer desconocida en la puerta de mi casa, para sacarla antes
de que llegara Carlo del trabajo y mientras más analizaba la mirada de ambos y
la fuerza que imprimía él en el brazo de ella, más entendía que ellos ya se
conocía y que había una historia que tal vez ellos tenían en el pasado, pero
que ahora veía en el presente desarrollarse y todo cobro sentido en dos segundos, o
Laila era su creador o era su hermana o bien era alguna amante que él omitió en
su lista de amores… cual era la respuesta? ...
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