Porque tenía que amarlo, porque lo amaba aún,
porque no podía resistirme a sus besos, porque no podía volar lejos ahora que
ya sabía la verdad y sabía porque le había mandado los pasajes, porque tenía esa
sensación en el pecho y porque estaba lejos de mí, tenía que escuchar a mi
conciencia, no podía creer que estuviera cediendo ante él tan fácil mente, su
mano en mi cadera apretándome contra él...
“Dime qué relación tienes con Laila.”- alcance a
decirle en un suspiro ahogado.
La pregunta lo pillo por sorpresa, dejó de
sostenerme y alcance a soltarme lo suficiente para detenerme y mirarlo a los
ojos.
“Laila es mi creadora”
“¿Por qué vino a mi casa esta tarde?”
“Porque cree que no debería dejarte ir, cree que
debo luchar por ti, acompañarte, trata de protegerme de ‘mi inconciencia’,
contrario a lo que puedas llegar a pensar de ella, te tiene mucho cariño, ha
sido una de las personas encargadas de vigilarnos desde el comienzo, y cree
firmemente en que merecemos una oportunidad juntos.”
Lo miré y me pregunté porque ella nos quería juntos
si él no quería estar más junto a mí y no terminé de pensar eso cuando él
respondió.
“Porque creo que te mereces una vida humana plena,
no recuerdas lo que sentiste cuando viste el rostro de tu sobrina, la sensación
al tomarla en brazos… eso nunca lo vas a tener con migo.”
“Y quien te dijo que no lo podíamos tener?”
“Bueno la lógica…”
“Vale, ósea que no podemos adoptar un bebé?, no
podemos tener una familia?”
“Claro una que va a durar unos diez u once años,
hasta que nuestro hijo pregunté ‘Mamá porque el papá no ha cambiado nada y tu
envejeces?’ o una familia alejada de todo para que nadie se extrañe de lo
longevo que soy… y si adoptas vas a ser tan feliz como si fuera de tus
entrañas”
“Y si no decides por mí me vas a dejar equivocarme
sola? O si me equivoco tengo que echarte la culpa de todo?... No seas ridículo
Julián, no tengo quince años, no creo en las relaciones de mentira, pero hay
alternativas y las decisiones sobre cómo vivir mi vida me corresponde tomarlas
a mí y sobre nosotros debería ser juntos, pero arbitrariamente no es justo para
él otro, o crees que ha sido justo tener que entender que quisieras desaparecer
de mi vida simplemente porque no quieres creer que te amo?.”
Bajó la cabeza y murmuro, ‘no era eso lo que creí
que entenderías…’
“Pero fue lo que entendí, que te ibas de mi lado,
porque no me creía que te amaba, que te ibas para darme la oportunidad de una
relación de verdad… puras patrañas que no son justas, porque la nuestra siempre
fue una relación de verdad… aunque no te hayas dado cuenta.”
“Lo lamento… yo…”
Tomé impulso y me elevé, no podía seguir allí,
ahora a mí me dolía verlo, a mí me dolía entenderlo y cuando iba en mitad del
vuelo el llego hasta mí, me sostuvo por la cintura y me besó con melancolía, la
sensación del pecho partido en dos, se suavizó y mi mente se volvió más clara,
mientras que me dejaba llevar por este sentimiento una pregunta me desconcertó
¿y ahora qué hago con Carlo?
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