Embarazadas?! Yo
embarazada, yo esperando un hijo, yo embarazada a mis treinta años…
Mi papá me
miraba y escuchaba las recomendaciones del médico, Cristóbal llamo poco después
desde su celular, su voz sonaba extraña, con alegría contenida o rabia
contenida, o la emoción que fuera contenida.
“De quien es
hija?”
“De Carlo papá,
Julián es estéril.”- respondí mirando el techo.
“Estas
segura?...- no lo miré sólo dije ‘mm’ y
el siguió hablando- Bueno, puedes hacerle un test de ADN más adelante, hablaré
con el médico.”
“No es
necesario papá, yo nunca me cuidé con Julián y estuvimos juntos por cinco años,
por eso basto solo una vez para que quedara embarazada de Carlo…”
“Bien, de todos
modos no es necesario que decidas que hacer todavía, puedes esperar antes de
decidir qué quieres hacer, por mi parte no le diré nada a tu madre hasta que tu
decidas contarle, y respecto a Carlo hija, dale tiempo al tiempo para saber cómo
decirle.”
“Gracias papá…”
Papá se quedó
con migo toda la tarde, no hablamos mucho más, la verdad es que no podía pensar
en otra cosa que en el bebé, o en que los síntomas del embarazo se habían
manifestado tan prontamente. El medico había cubierto todas las bases de mis exámenes
y mis niveles de cáncer estaban a raya, y todo parecía indicar que este era el
momento más idóneo para embarazarme.
La tarde se me
hiso eterna y caía el sol cuando Julián entro a mi habitación, tomo mi mano y
la besó como era su costumbre, se quedó sentado a mi lado mirándome sin decir
nada, mi papá se fue unos veinte minutos cuando se sintió seguro de que Julián
no me diría nada malo o que me hiciera sentir mal, repitiendo que no le diría
nada a mi madre sobre el embarazo. En silencio nos mirábamos, no había nada más
que decir, la noche, el cese de los ruidos y la calma le dieron valor, para
preguntar.
“Estas bien?”
“No.”
“Pero esto era
lo que querías… o no?”
“No como voy a
querer enlazar mi vida a un hombre que no amo, que clase de persona me crees…”
Julián miro a
la puerta y escuche a las enfermeras caminando en el pasillo. Había dicho por
primera vez en voz alta una verdad que me dolía, había usado a Carlo para
sacarme de la cabeza a Julián, había tratado de mil formas de trasferir mi
cariño, mi amor y no había manera de convencerme o de sentir que era real, por
eso cuando él se había ido me había desmoronado, porque tenía claro que nunca
había logrado sentir por Carlo lo que sentía por Julián, y que la única razón para
involucrarme era para no estar sola, me dolía saberme egoísta, me dolía haberlo
usado, me dolía haberle hecho daño gratuitamente…
“Julián, yo no
soy una persona egoísta, si lo fuera habría seguido con las relaciones en
paralelos, deberías saber que soy una persona que considera las cosas, que no
le gusta usar al resto…“
“Amor, lo tengo
claro.”
“Sabía que esto
podría pasar?”
“Si.”
Lo miré a los
ojos con rabia, como no me había dicho nada de esto antes… cómo? Acaso quería
que sucediera?... cada vez que había que tomar decisiones en las que Julián
demostrara su buen juicio, las cosas se volvían un nebulosa extraña, es que él
no tenía moral? El haber vivido miles de años lo había vuelto inmoral? Cinco
años juntos y aun no logro entender cuáles son sus prioridades…
“Cuáles son tus
prioridades…?”- pregunte sin esperar respuesta.
“Cumplir tus
sueños…. Esa es mi prioridad.”- respondió en un susurro.
“A que costo
Julián?, como voy a vivir con esto ahora?… te amo, pero no sé cómo puedo
superar que nunca me incluyas en tus decisiones…”
“Lo vas a superar, pronto no vas a tener recuerdo de nada…”
“Lo vas a superar, pronto no vas a tener recuerdo de nada…”
“De que me estás
hablando?”- pregunté tomando atención a su mirada.
“Pronto lo sabrás…”-
dijo con melancolía.
“Julián, vasta
de misterios y de decisiones en pos de cosas que no entiendo… por favor, deja
los juegos, a que te refieres con que lo voy a olvidar”- pregunté sentándome en
la cama y liberando mi mano.
“En una semana
más, me vas a pedir que te borre la memoria, en una semana más vas a volverte a
enamorar genuinamente de Carlo y nunca más me vas a ver en tu vida.”
“¿Cuál es la
otra realidad que viste?”
“No hay otra,
hice todo para que este fuera el único camino.”
“¿Cuál era el
otro camino?”
“Tendrías al
bebé y mueres en el parto.”
“En todas las
realidades quedaba embarazada?”
“No.”- dijo
mirando el suelo.
“Porque
manipulaste todo… porque?”
“... es que tú…
tú nunca vas a querer volverte vampiro y la otra realidad implicaba que morirías
en un par de meses… y no lo soportaba… lo siento- dijo con desesperación- lo
siento tanto, pero no soportaba dejarte morir en unos meses… tu relación con Carlo
cambio el curso de tu vida, y con eso vas a tener tiempo de vivir esto… era tu
sueño, ser madre…- la mirada de pena, alegría y algo de locura me pusieron
emocional y cuando dijo ser madre comencé a llorar- no llores por favor, amor
he tratado que vivas plenamente todo, he tratado de que tengas cumplidas tus
metas, que quede constancia en este mundo de tu paso por el, que sintiera que
alguien te amaba con locura… suficiente para dejarte ir a los brazos de otro
hombre que te pudiera dar lo único que yo jamás podré darte, un hijo…”
Mientras lloraba,
sentía que la pena se aliviaba, pero no lograba procesar lo que Julián había
hecho y necesitaría tiempo para entender y aceptar lo que me había dicho,
tiempo que ahora sabía disponía. La noche fue tranquila, monitoreada por las
enfermeras, Julián me acompaño en absoluto silencio. A la mañana siguiente me
dieron el alta, con el compromiso de que volviera si tenía algún malestar, me
dio la impresión de que el medico trataba de ocultar algo tras su insistencia,
pero no quise indagar en el tema. En casa miré lo que había pintado y de pronto
se apoderó de mí la necesidad de volver a pintar, abrí la ventana pese a que la
mañana estaba fría y comencé a pintar…
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