jueves, 9 de mayo de 2013

Estas en mi vida P32

Salir del caos, entrar al mundo real... veamos que pasara


Para el tercer trimestre de mi embarazo, tenía una panza moderada, mis manos y pies habían crecido y no me caían mis zapatos, excepto las zapatillas de correr, no podía evitar acordarme del programa ‘Embarazada y Entaconada’ y me preguntaba porque eses mujeres habían decidido pasar por una tortura innecesaria de llevar tacos con un cambio del centro de gravedad de sus cuerpos y con el peso inevitable del embarazo, aun así, trataba de sacarme partido usando ropa que me quedara cómoda.

“No me gusta nada”- le reclamaba a Viviana.
“Es linda, pruébate esta- me pasa otra pollera- es de flores y con tu tono pálido te hace ver mejor”
“También lo notaste?”
“¿De qué estamos hablando?”
“Estoy pálida. Cristóbal vino la semana pasada a la clínica para hacerme ver mis estado porque no puedo viajar, dijo que tal vez no era nada, pero creo que estaba preocupado, me pidió una lista de exámenes algunos los conozco otros no los había escuchado nunca.”
“¿Y?... ¿Te hiciste los exámenes?”
“No”
Mi hermana tiene esa maña, dese que fue madre, de tratarme como a una hija y no medió argumento, me obligo a salir al laboratorio y hacerme los exámenes, supongo que no necesito explicar que me sentí como una niñita de cinco años con pataleta, frente al ‘Me vas a hacer caso, porque Yo lo digo’, de Viviana. Pero como explicarle a mi hermana menos que tengo miedo de los resultados, por lo que mi ex vampiro, había dicho sobre el posible término de este embarazo, en mí muerte?… Pasaron unos once días antes de que ella retomara el tema.

“¿Cuál fue el resultado de los exámenes?”- pregunto casualmente.
“No lo sé”- respondí distraída.

El resto de la conversación fueron gritos de parte de mi hermana y monosílabos casi inaudibles de mi parte, total que terminamos en el auto con la bebé llorando, rumbo al laboratorio. Por primera vez Viviana llamó a su marido y la pasamos a dejar a la bebé al trabajo de Pablo, porque sin mediar argumentos o razonamiento, mi hermana opto dejar a su hija con su marido y este entendió, antes que yo incluso, que Viviana estaba asustada por mi salud…

De regreso en mi casa, Viviana me preparo algo de comer y espero a que llegara Carlo, quien apareció a eso de las cuatro, sus ojos enrojecidos y sus manos sudorosas lo delataban, ya toda la familia sabía que los exámenes habían salido malos…

Pasé la tarde sentada en el sillón, levantándome al baño y tomando algo de líquido a ratos, pero no pude tragar nada realmente, la palabra Leucemia me revolvía las tripas y saber que faltaba tan poco para que naciera mi hijo me hacía repensar lo que había hablado con Julián siete meses antes… ‘Qué clase de persona crees que soy?’… ‘Porque tienes que manipularlo todo?’… ‘Este es tu sueño’… Así que pasé la tarde sentada en el sillón, con Carlo tratando de compensar lo que su conciencia le reclamaba y con el teléfono sonando intermitentemente, sin ganas de responder nada a nadie…

Julián toco el timbre de mi casa, por primera vez en la vida, cuando Carlo le abrió la puerta y lo abrazo, no necesitaron explicaciones, Julian debió consolarlo mientras yo observaba esta escena completamente irreal, preguntándome si había sido demasiado dura con él o al fin él se había vuelto más humano?
Cuando eran las doce Carlo se fue a dormir a la que fue su pieza y Julián se quedó junto a mí lado en el sillón, no dijimos mucho, no hubieron momentos incómodos o necesidad de romper el silencio, recuerdo que me quedé dormida abrazada a él y escuchando su corazón Latir a un ritmo totalmente distinto.

Desperté y la sensación de que todo estaba mal empezó a volverse más latente, tenía una puntada en las costillas, sentía cosquillas en mis manos y me dolía la cabeza. Pero nada de esto me preparaba para lo que venía entro de unas horas y nada en el mundo me habría preparado para lo que sentiría cuando todo esto fuera una historia y no mi presente.

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