Parte 14
Miraba la luna, parece más cerca… eran las cuatro de la mañana y no
podía dormir, la enfermera me había sugerido un medicamento que rechacé
sabiendo que si hacía efecto tendría pesadillas y sería peor.
“Dime otra vez porqué regresaste?”
“Porque sentí que algo te pasaba.”
“Julián, eres una persona con más experiencia que yo en mentir, por
favor dime algo que me parezca convincente…”
“No sé qué decirte”
“La verdad ponte tu…”
“Nunca me fui de aquí, todas los días vigilaba tus sueños, he estado
durmiendo en la morgue del hospital, tengo un ‘aliado’ que me ayuda a escabullirme
todas las noches y a desaparecer.”
“Porque te quedaste”- lo miré con el ceño fruncido, y con un poco de
extrañeza más que de enojo… pero quizá que habrá entendido él.
“No soporté la idea de estar lejos, y además quise asegurarme de estar
si algo mas sucedía…”
“Estuviste en mi habitación la primera noche que desperté?”
“Estuviste en mi habitación la primera noche que desperté?”
“No estaba afuera contemplaba la ciudad junto a tu ventana.”
“esa noche te vi, pero creí que era solo mi imaginación…”
“Lo sé, alcanzaste a verme sólo dos segundos y yo supe que había pasado
algo… que soñabas esa noche?”
“No lo recuerdo…”
Ya casi dormida mire mis manos, estaban más blancas, tenía tanto sueño,
que cerré los ojos finalmente. La voz de mi hermana me despertó, tarareaba una
canción pop que estaba de moda.
“Hola”
“Despertaste, que bueno tengo que hablar contigo.”
“No quiero hablar… “
“Vamos, ayer casi me mataron de un susto con todo lo de que no puedes
salir del hospital porque tal vez tengas un tumor y no quieres hablar? Hermana
tenemos que hablar, hay muchas cosas que no has decidido, como que va a pasar
con tu departamento, que va a pasar con tus cosas, que quieres hacer con tus
joyas…”
“Viviana, francamente eso es lo que menos me importa ahora…”
“Quieres que Julián hable en tu funeral”
La miré sin verla, no es propio de mi ponerme a gritar, pero perdí por
completo el control… la enfermera la sacó a tirones de la pieza, yo sentada
gritándole y reclamando, llorando y alegándole que como era tan mala persona
que me daba pro muerta si aún tengo vida, la escena era de película, no de mi
vida cotidiana… Cuando llego mamá la enfermera le contó lo sucedido, ella solo
se limitó a dar las gracias por ponerla al tanto, no armo líos, no me dijo
nada, tal vez mi madre había comprendido que mi hermana pequeña se había pasado
de la raya, el caso es que entro a mi habitación con la mirada baja y sin decir
mucho.
En la tarde, llegó papá y tampoco habló mucho, mamá pregunto por
Viviana quien para mi sorpresa esta fuera pero no tenía autorización de parte
de la doctora para entrar, y yo me pregunté si había sido por la escena o había
algo más detrás de esta situación que yo no conocía.
“Papá… yo no quería gritarle… pero… “
“No me digas nada, ya me explico lo que pasó tu hermana y esta triste,
no se dio cuenta de lo que decía o de lo implicaba… y créeme que lo hacía con
buena intención.”
“Porque no la dejan pasar a verme?”
“La doctora considera que no debes pasar sobresaltos y que lo mejor es
que esté lejos.”
“Mmm”
“Me pareció simpático tu amigo… “
“Gracias.”
“Gracias.”
Papá no insistió en el tema, yo no dije nada más, dormí gran parte de
la mañana y de la tarde, mamá relevo a papá después de almuerzo y en la noche
se quedó a dormir con migo papá. Julián no llego esa noche.
“Bien, te voy a inyectar un líquido que se llama contraste, es para
poder tener una imagen más clara, después vas a escuchar un vele zumbido,
quiero que estés hablando con migo en todo momento y que procures no moverte.”
“Bien… y que quiere que le hablé?”
“Lo que quieras, si te parece más fácil cuenta del uno al mil.”
“Lo que quieras, si te parece más fácil cuenta del uno al mil.”
El examen termino en pocos minutos, y no me pareció difícil en lo
absoluto. Me regresaron a mi habitación y entro detrás de mí una persona que no
conocía.
“Disculpe vengo de la aseguradora, soy Pedro Silver, necesito conversar
con usted.”
La enfermera lo miro con desconfianza, y cuando salió me señaló el
botón, en señas me decía que si el hombre me incomodaba la llamara, ella se
encargaría.
“Como puedo ayudarlo”
“Su caso ha sido llevado a evaluación, tiene usted muy mala suerte y ha
sufrido un accidente, luego una trombosis con paro cardíaco y finalmente le
están haciendo estudios para descartar un tumor en el cerebro, todo esto
producto del accidente…”
“Si, eso ya lo sé, que quiere que le diga”
“Nada, solo vendo a revisar unos datos… me podría dar su dirección
particular, el lugar donde tuvo el rombo?”
“Disculpe eso no está en la forma que le enviaron de mi trabajo?”
“Si, pero quiero que me la corrobore.”
“Bien… “
Le respondí unas cincuenta preguntas obvias, y tediosas, estaba tan
cansada cuando dijo “Y eso es todo” que cerré los ojos y creo que incluso me
quedé dormida, pero cuando abrí los ojos seguía allí.
“Disculpe no tiene que irse… estoy cansada…”
“Bien esta es la situación, el seguro de accidentes que tiene, cubre la
primera asistencia y todos sus gastos médicos y los que se deriven de su
accidente, en ese sentido entra como consecuencia el segundo ingreso al
hospital y sus gastos médicos, hasta ayer, lamentablemente todo lo que se
relaciona con el posible tumor, y su estudio tiene que verlo con su sistema de
salud y ver el modo de pago, lamentablemente no se puede tener certeza dadas
las circunstancias de que se pueda relacionar el seguro de accidentes con el
tumor y si tiene otro seguro asociado al tema de hospitalización, sería bueno que
lo revise y lo aplique desde ya. Mi presencia aquí responde a que esto debe ser
notificado, previa examen del estado mental de la persona y dado que usted
tiene casi un 100% de su capacidad la notifico desde ya.”
“No sé qué decirle… ¿Gracias?...”
El hombre sonrió a medias y luego me dijo:
“Podría apelar, pero deberé tomar otra vez todo y no sé si eso le interesa,
de todos modos tendría que pagar usted el 100% de sus gastos médicos y tal vez
incluso la castiguen si apela…”
“Veré que hacer, tiene una tarjeta?”
El hombre extendió la tarjeta y se retiró, la enfermera entro unos
minutos más tarde y me preguntó su todo estaba bien… yo sólo lloré.
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