Parte 11
Miraba los ojos, ahora verdes, de Julián y me preguntaba si había
ingerido alimento o si se había ‘alimentado’ de una persona de ojos verdes,
pero dejé de pensar en eso cuando me di cuenta que no valía la pena
averiguarlo, era un vampiro y debía sobrevivir como cualquier otra persona.
“Estas callada -dijo el mientras que flotaba sobre mi cama recostado
hacia un lado- que pasó hoy con tu padres?”
Miré a la puerta y pensé en el mar, que ganas de ver el mar… suspiré
hondo y volví a mirarlo.
“Estas aprendiendo rápido… ahora dime que pasó”
Las palabras no eran fáciles de pronunciar y lo mire a los ojos con expresión
de cansancio y luego de darle vueltas al tema de modo mental hablé.
“Mi madre me ha pedido disculpas… o algo así por lo de ayer y me ha
dado la impresión de que realmente estaba arrepentida de haberme hablado de ese
modo, luego mi papá me dijo algo que no sé cómo entender… y me da vueltas en la
cabeza la idea de que si quiero hacerle caso necesito creer en lo que me dice…
y para creer en lo que me dice, debo conocer a alguien con quien pueda aprender
a amar, a alguien con quien pueda compartir de día o de noche… Julián
deberíamos dejar de vernos.”
Me miró sin expresión en el rostro y no dijo nada, yo miraba su cara pensando
en el verde de sus ojos, tenía ganas de cercarme y besarlo, pero algo me lo
impedía, estuvo así sin decir nada y sin hacer nada durante mucho tiempo.
“Julián podrías decir algo?”
“No sé qué decirte… es injusto que te pida que reconsideres lo que
crees es correcto para ti, es injusto para mí no alegar al respecto, es
doloroso pensar que no te veré más, no puedo decirte que debes hacer, esta
situación la tienes que resolver sola, lo que yo puedo hacer es poco…”
“Julián, no es poco, podrías darme razones para que no te aleje, podría
decirme que me podrías amar, podrías reclamar que me acompañas todas las noches…”-
no seguí hablando porque me beso, se acercó mientras hablaba y me besó con
tanta fuerza que se me rompió el labio y retrocedió antes de que me diera
cuenta de que había pasado.
“Lo lamento,- dijo desde el otro extremo de la habitación- me dejé
llevar por tus palabras.”
“Está bien, es solo un corte, no pasa nada.”-dije tocándose el labio, y
sintiendo la sangre.
“No está bien… no está bien, te cause daño… esto es lo último que yo
quería.”
“Cálmate, no pasa nada, ya se está cerrando y pronto no habrá más que
una pequeña molestia.”
Julián volvió a mi lado, poniendo sus manos en mi rostro me volvió a
pedir disculpas, creo que si hubiera podido llorar habría llorado, estaba
realmente afectado. De pronto me pregunté qué habría pasado si bebiera de mi
sangre… si se habría puesto violento o si peor aún me habría bebido hasta…
“No jamás te desangraría, yo no sería capaz”- su voz era lúgubre, su
rostro sombrío.
“Como lo haces para alimentarte entonces? Explícame, me estas asustando
con tu reacción…”
“Para beber de una persona sólo necesito que este relajada, al cabo de
dos o tres litros uno queda satisfecho, pero la euforia del momento nos hace en
algunas ocasiones matar a la otra persona. La sensación de beber sangre es tan
agradable, excitante y estimulante que nuestros impulsos primarios sobresalen y
nos volvemos menos civilizados. Pero para que esto suceda necesito haber bebido
un medio litro o más de tu sangre, antes de ese punto soy completamente capaz
de detenerme, claro que esta regla no se aplica para todos los vampiros los más
viejos pueden beber con completo control durante toda una noche, beber de
varios individuos incluso sin hacerles daño.”- su mirada seguía siendo sombría,
sus expresión y tono de voz era lúgubre como si hablara desde otro lugar, desde
un recuerdo tal vez.
“Que te asusto tanto entonces?”
El levantó el rostro y sostuvo mi mirada antes de decir con la voz
quebrada:
“Hacerte daño”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario